- Tema Autor
- #1
Este me lo encontre por ahi, su autora se llama jesy_ram
Hola, me llamo Jesy, soy del D. F. y desde hace dos meses, conocí a una chica que me ha contado varias experiencias con su vecino cogelón. El jueves pasado, Bere me platicó que estaba feliz porque su cara ya no tenía barritos, enseguida le pregunté qué crema usaba y me contestó, en broma, que era "Verguitrim" y como toda mensa, le cuestionaba si era de catálogo o de farmacia y me respondía que de un banco de semen, de donde hacía retiros con un amigo de su mamá.
Luego de reír un ratito, me dijo que acababa de hacer el amor con un vecino, que le gustaba que fuera educado y atento, además de aguantar cogiendo un buen rato y le ocasionaba de tres a seis orgasmos en cada cogida. Me estaba poniendo cachonda y sonrojada, luego nos despedimos y la invité a tomar un café el sábado siguiente.
Ese sábado en la tarde, Bere llegó a mi casa, traía unas donitas y unos churros para comer, luego platicamos de muchas cosas y como estaba con mis tíos también, al nublarse y sentir la amenaza de lluvia, se retiraron pues debían estar en su casa antes de que lloviera. Así, Bere se quedó platicando conmigo y seguíamos en la plática divertida cuando le pregunté por esa crema de Palotrim, o algo así, yo creí que se echaba el semen en la cara pero me dijo que no, que el hecho de coger era suficiente para quitarse los barritos. En tono de relajo, me siguió platicando y yo estaba más caliente y más abochornada cada vez hasta que me preguntó si me gustaba coger mucho o poco, le respondí que mucho, añadiendo que a ella también y a pesar de que el jueves le dieron lo suyo, ya estaba ansiosa de ser cogida nuevamente.
De inmediato, me sorprendí preguntándole “¿a poco sí?, ¿ya tan pronto?”, me platicó que tenía a un tipo, amante de su madre que le gustaba también y un día, se le lanzó y fue a su casa, a cogérselo; desde entonces, lo visita a escondidas de su mamá. Al escuchar eso, mi panochita estaba ya muy mojada y me frotaba mis piernas para presionar mi clítoris, también Bere me dijo que ya estaba cachonda y que le llamaría a Memo, para saber si estaba disponible para coger.
Rápidamente, ella le llamó por su teléfono celular y se saludaron, él le comentó que tenía visitas y que no tendría lugar para atenderla esa tarde pero aún así, Bere le insistió que se animara, que lo esperaba en el estacionamiento para ir a algún otro lugar y quedaron en llamarse en 30 minutos; la verdad, también me nacieron ganas de conocer al tal Memo. Después, Bere pasó al baño y aproveché en tomar su teléfono celular y copiar el número al que había llamado, luego lo acomodé como estaba y ella regresó, diciéndome que estaba escurriendo de lo caliente y preguntándome si yo no, le confesé que no mucho.
A continuación, ella hizo como que levantaría las tazas de la mesa pero le dije que las dejara así, que lo haría después y que se sentara pero las juntó y las llevó a la cocina, así que la acompañé y en un descuido, se hizo para atrás y chocamos ligeramente, lo suficiente para que se cayera una taza al piso. Rápido, ella me pidió disculpas y se arrodilló para levantar la taza, yo hice lo mismo y pude ver sus piernas por la abertura de su falda, eran bonitas y agarrables, luego levanté mi mirada y me estaba viendo el escote pero al instante, desvió la mirada pero esa sensación de ser atraída por una chica, me despertó las ganas de ir más allá.
A continuación, nos levantamos y tiramos los vidrios en la basura mientras ella seguía disculpándose y le dije que no había problema, que era mi culpa por ir tan cerca tras ella, luego me preguntó si alguna vez había tocado las bubis de una mujer, le contesté “sí, una vez”, enseguida me cuestionó cómo fue, le respondí que se siente igual a las mías. Luego, le detallé “cuando era chica, como de 14 años, salí de paseo con mis tíos, que acababan de irse, nos tocó quedarnos en un hotel y me quedé con mi prima Gaby en una cama, mis tíos en otra y mi abuela en otra habitación con mis otros tíos”.
Continué platicándole “a la media noche, me desperté y escuché a mis tíos moverse en su cama, de reojo vi que las cobijas subían y bajaban, además se oían gemidos suaves y respiraciones agitadas, mi tía pujaba un poco y en un instante, vi que ella se destapaba para vernos dormir”. Proseguí “yo me quedé inmóvil, después ella se sentó sobre mi tío y movía sus caderas de arriba a abajo mientras él le chupaba los senos, se mantenían tapados con las cobijas pero supe por primera vez cómo se coge, obviamente me puse caliente y luego de un ratito, se quedaron quietos y dormidos”.
Luego, le comenté “mi puchita estaba caliente y mojada y pasaba mis dedos por mi conchita, sacándolos bien mojados, además sentía ganas de ser penetrada pero no sabía con qué, entonces mi prima se movió dormida y dejó caer su brazo sobre mi pecho, enseguida estiré mi mano y alcancé a tocarle sus senos, que eran un poco más grandes que los míos”. Después, le comenté “ella tenía 15 años, así que dormía profundamente, entonces se los toqué sobre su pijama, luego, se la desabotoné, se la abrí y deslicé mis dedos en su corpiño, que como no estaba tan ajustado, fue fácil subírselo y dejar sus senos descubiertos, fue allí cuando acaricié los únicos senos de una mujer, cuyos pezones eran pequeños y suaves, así que la acaricié hasta que se acomodó y ya no pude seguir, solo me masturbé un rato y al sentir un cosquilleo en mi panochita, me quedé dormida”.
De repente, me di cuenta que Bere estaba más cachonda que antes y me preguntó si en esa ocasión, no le toqué la puchita, respondiéndole que lo intenté pero no lo logré, luego afirmó que entonces ya tenía alguna experiencia en mujeres pero le comenté que no, que eso fue lo más lejos que había llegado, añadiéndole que ya de allí, mi afición por masturbarme creció hasta que me cogí a un amigo de la escuela, en la casa, cuando fue a hacer una tarea. Para este momento, vi que Bere movía sus piernas como yo, la observaba disimuladamente y le propuse que le llamara a Memo, para ver si la iba a atender o no. Al instante, ella le llamó pero él seguía ocupado con sus visitas, entonces le pregunté a Bere si esa visita no sería su mamá, respondiéndome que se imaginaba que sí, así que le llamó a ella, para saber dónde estaba y le platicó que estaba lejos de casa aún y que llegaría más tarde.
Acto seguido, Bere me dijo que sí era posible que Memo estuviera con su mamá y conociéndolos, se tardarían dos horas más, adicionando “pero me vale, de que me atiende, me debe atender hoy mismo”. Enseguida, le comenté “pobre Memo, lo dejarás desmayado”, solo sonrió y me dijo que pasaría a mi baño otra vez y cuando cerró la puerta del baño, me acerqué para espiarla por una rendija que conozco, viendo que se levantaba la falda y se bajaba la pantaleta; la verdad, aunque es llenita, tiene buen cuerpo, sus nalgas son grandes y redonditas”.
También observé que se estaba masturbando con los dedos, luego se los chupaba y seguía acariciándose durante unos minutos más, después se secó con papel y bajó la palanca del WC, rápidamente me retiré a la sala y salió en unos segundos, diciéndome que se debía retirar, agradeciéndome el café y el chocolate, añadiendo “voy por mi atolito”. Ambas nos reímos como locas pero ella seguía viendo mi escote hasta que me preguntó si podía tocarme los senos, para saber qué se sentía porque qué tal si me la cuenteé, obvio me sonrojé pero antes de decirle algo, estiró su mano y me los tocó sobre mi ropa.
Al momento, solté un “¡ay!” y seguía tocándomelos, por lo que me calenté a más no poder, entonces estiré mi mano y le toqué los suyos, para estar a mano. Así comenzamos a acariciarnos y a ella se le aceleraba su respiración, además se chupaba sus labios, como saboreándose mis senos, luego le pregunté si los quería ver y me desabroché la blusa, me bajé mi sostén y se los dejé ver a placer. A continuación, ella hizo lo mismo y se inclinó a mamármelos de una forma delicada, luego me tomó de la cintura y me jalaba mi falda hacia arriba, para descubrirme mis piernas, al tiempo que me las acariciaba y se sentó en el sofá, besándome el vientre hasta que terminó de alzarme mi falda y al descubrir mi pantaleta, vio que estaba empapada de mis jugos, comentándome que así se imaginaba que estaría yo.
Inmediatamente, ella me hizo la pantaleta a un lado y estiró su lengua para darme una mamada deliciosa y estaba tan caliente que mi orgasmo llegó a los cinco minutos de esa lengüeteada, después me arrodillé y le levanté su falda, descubriendo su pantaleta, enseguida le hice lo mismo y le di con mi lengua en su panocha, que estaba saladita y deliciosa. Pronto, ella dejó escapar su orgasmo pero lejos de estar satisfechas, deseábamos más, diciéndome que fue delicioso pero que aún deseaba verga de hombre y le comenté que yo también, entonces me preguntó si quería coger a Memo.
Yo no sabía qué decirle pero en ese momento, ella le llamó, diciéndole a Memo que estaba con una amiga, tratando de quitarse la temperatura y preguntándole que si quería darle verga, lo esperaba en 20 minutos. Para entonces, ya estaba lloviendo y a los diez minutos, sonó el teléfono celular de Bere, era Memo comentándole que ya estaba allí en la unidad, enseguida le indicó a qué departamento subiera y llegó. Al instante, Bere nos presentó y les serví un refresco mientras ella le reclamó que por andar cogiéndose a otra, tuvo que saciar sus ganas conmigo y que estábamos picadas; por mi parte, le aclaré que yo solo estaba lengüeteada, enseguida Memo nos propuso que siguiéramos y se incorporaría cuando quisiéramos pero le dije que no, que ya estábamos listas y que se desvistiera para nosotras.
Tímidamente, él se comenzó a desabrochar la camisa pero Bere le decía que bailara, así lo hizo y como no podíamos gritar mucho, para que no nos escucharan los vecinos, solo hacíamos como que no veíamos la escena hasta que Bere se levantó y lo besó en la boca de una forma cachonda, luego ella me pidió que me acercara y me sirviera, que compartiría su cena conmigo. Después, Memo desvistió a Bere dejándola con su pantaleta, luego ella me ayudó a quitarme la ropa pero como me había quitado la pantaleta antes, pues quedé desnuda totalmente y ya nos acariciábamos los tres cuando los invité a estar más cómodos en la recamara.
Pasamos rápidamente y ya ahí, recostamos a Memo en la cama y le besábamos el pecho y el abdomen pero de inmediato, Bere le colocó su panocha en la cara para hacer un “69”, así que me acerqué para ver cómo le mamaba su pepita, luego la vi a ella como se tragaba esa verga resbalosa. Pasado un rato, ella se incorporó y me pidió mi puchita para comérsela también, de manera que me lamía mi panocha hasta que sentí un orgasmo delicioso; para entonces, continuaba lloviendo muy fuerte y la lluvia cubría nuestros gemidos y nuestros pujidos cachondos.
Posteriormente, Bere me pidió que cambiáramos de lugar, entonces le puse mi puchita a Memo en la boca y me lamía deliciosamente hasta mi anito, además me estrujaba las nalgas deliciosamente, luego ella se subió a su verga y comenzó el sube y baja con ella adentro y yo le chupaba sus senos y él me daba lengua por mis hoyitos. Luego Bere y yo cambiamos de posiciones, ahora me metí esa verga babeante en mi panochita empapada, al tiempo que ella me mamaba los senos y seguí cabalgando a Memo en movimientos fuertes y gozando mucho.
Transcurrido un rato, Bere le dijo que ahora a ella y se puso en cuatro sobre la cama, enseguida vi cómo le iba metiendo su verga y escuchaba ese sonar al choque de su pelvis con las nalgas de Bere. Después, Memo dijo que ahora yo, entonces me puse igual, en cuatro y sentí que le costaba entrar en mi cuquita pero ya que lo logró, me la metía cada vez más rápido y hasta el fondo; mientras él me cogía, Bere le decía que le dedeara el chiquito. Así estuvimos un rato y Bere se quejó que le metiera su dedo más despacito, se la estaba culeando con el dedo y pasó otro ratito hasta que ella me preguntó si me gustaba por el chiquito, le contesté que sí pero que esta vez no deseaba por allí, solo por mi conchita.
Memo me siguió dando de “a perrito” hasta que me provocó dos orgasmos y me derribé en la cama pero como Bere ya estaba con el culito dilatado, dijo que seguía, entonces me levanté para ver cómo Memo se la metía por el chiquito, incluso le tomé la verga y lo masturbé un momento, luego se lo ensalivé y se lo dirigí a la entrada del chiquilín de Bere. Poco a poco le fue entrando hasta llegar al fondo de Bere, luego se lo sacaba y se lo metía despacio, se veía como se estiraba su anito a cada sacada de verga; la verdad, se me antojaba estar así como ella pero mis ganas se me habían bajado ya por mis cinco orgasmos logrados.
Mientras tanto, le acariciaba los senos a Bere, al tiempo que se la culeaban rico cuando de repente, Bere gimió al lograr su sexto orgasmo de la tarde, también se chupaba los labios y gemía satisfecha, pues Memo eyaculó en su culo y al final, se dejaron caer sobre la cama y los tres nos recostamos, desnudos y satisfechos. A poco, vi que Bere tenía semen a todo lo largo de su pierna, entonces se la acaricié embarrándole el semen y llegué hasta su agujerito, donde le introduje mi dedo y le entró fácilmente, por lo dilatado que estaba.
Los invité a visitarme cuando quisieran, luego se vistieron para retirarse y Bere le preguntó a Memo si estaba con su mamá cuando le llamó, él le contestó que sus primos estaban de visita y que no la había visto en toda la semana, enseguida ella le dijo que le creía, por lo pronto que eyaculó y lo abundante de su leche. A eso, Memo le aclaró que llevaba siete días sin coger y por eso, llegó rápido, enseguida se retiró, pues seguían sus visitas en su casa, entonces le pedí si me invitaba a ver a sus primos pero respondió que no porque eran muy vulgares, al momento nos reímos y Bere me propuso si íbamos para ver si nos conseguíamos a alguien de sus parientes, para violárnoslo pero decidí que no y ella comentó que ya le habían pasado sus ganas, que solo bromeaba.
Después, Bere se retiró a su casa y me quedé repasando cada momento vivido con mi amiga y sus cachonderías, seguía la lluvia muy fuerte y vi en las noticias de la noche que había problemas de inundaciones en toda la ciudad. Al poco rato, ella regresó y me dijo que su mamá no había llegado de la calle, que seguramente llegaría más tarde por la tormenta y como no tenía llaves, quería saber si podía esperarla en mi casa, le pedí que pasara y como me disponía a darme un baño, la invité a acompañarme y aceptó.
Ella se metió primero a bañar, luego me metí yo y al poco rato, sentí que estaba conmigo, viéndome bañar, luego se pasó a la regadera y empezamos otro faje rico que nos llevó a acariciarnos más hasta lograr un orgasmo más en la cama, ¡qué rica noche pasamos!. Cuando me desperté, ella ya no estaba, eran las 23:45 de la noche del sábado y seguía lloviendo afuera, así me dormí y descansé deliciosamente.
Ese fue mi primer trío con una mujer, he tenido otro con dos hombres pero esta experiencia fue rica, aunque la verdad, me gustó más tener dos vergas para mí sola, así que espero repetir un trío con dos vergas muy pronto, para sentirlas en mis dos hoyitos y exprimirlas hasta vaciarlas dentro de mí y si son tres, todavía mejor, Memo, tú dices si me ayudas...
Saludos a todos y les deseo felices orgasmos a todos.
Hola, me llamo Jesy, soy del D. F. y desde hace dos meses, conocí a una chica que me ha contado varias experiencias con su vecino cogelón. El jueves pasado, Bere me platicó que estaba feliz porque su cara ya no tenía barritos, enseguida le pregunté qué crema usaba y me contestó, en broma, que era "Verguitrim" y como toda mensa, le cuestionaba si era de catálogo o de farmacia y me respondía que de un banco de semen, de donde hacía retiros con un amigo de su mamá.
Luego de reír un ratito, me dijo que acababa de hacer el amor con un vecino, que le gustaba que fuera educado y atento, además de aguantar cogiendo un buen rato y le ocasionaba de tres a seis orgasmos en cada cogida. Me estaba poniendo cachonda y sonrojada, luego nos despedimos y la invité a tomar un café el sábado siguiente.
Ese sábado en la tarde, Bere llegó a mi casa, traía unas donitas y unos churros para comer, luego platicamos de muchas cosas y como estaba con mis tíos también, al nublarse y sentir la amenaza de lluvia, se retiraron pues debían estar en su casa antes de que lloviera. Así, Bere se quedó platicando conmigo y seguíamos en la plática divertida cuando le pregunté por esa crema de Palotrim, o algo así, yo creí que se echaba el semen en la cara pero me dijo que no, que el hecho de coger era suficiente para quitarse los barritos. En tono de relajo, me siguió platicando y yo estaba más caliente y más abochornada cada vez hasta que me preguntó si me gustaba coger mucho o poco, le respondí que mucho, añadiendo que a ella también y a pesar de que el jueves le dieron lo suyo, ya estaba ansiosa de ser cogida nuevamente.
De inmediato, me sorprendí preguntándole “¿a poco sí?, ¿ya tan pronto?”, me platicó que tenía a un tipo, amante de su madre que le gustaba también y un día, se le lanzó y fue a su casa, a cogérselo; desde entonces, lo visita a escondidas de su mamá. Al escuchar eso, mi panochita estaba ya muy mojada y me frotaba mis piernas para presionar mi clítoris, también Bere me dijo que ya estaba cachonda y que le llamaría a Memo, para saber si estaba disponible para coger.
Rápidamente, ella le llamó por su teléfono celular y se saludaron, él le comentó que tenía visitas y que no tendría lugar para atenderla esa tarde pero aún así, Bere le insistió que se animara, que lo esperaba en el estacionamiento para ir a algún otro lugar y quedaron en llamarse en 30 minutos; la verdad, también me nacieron ganas de conocer al tal Memo. Después, Bere pasó al baño y aproveché en tomar su teléfono celular y copiar el número al que había llamado, luego lo acomodé como estaba y ella regresó, diciéndome que estaba escurriendo de lo caliente y preguntándome si yo no, le confesé que no mucho.
A continuación, ella hizo como que levantaría las tazas de la mesa pero le dije que las dejara así, que lo haría después y que se sentara pero las juntó y las llevó a la cocina, así que la acompañé y en un descuido, se hizo para atrás y chocamos ligeramente, lo suficiente para que se cayera una taza al piso. Rápido, ella me pidió disculpas y se arrodilló para levantar la taza, yo hice lo mismo y pude ver sus piernas por la abertura de su falda, eran bonitas y agarrables, luego levanté mi mirada y me estaba viendo el escote pero al instante, desvió la mirada pero esa sensación de ser atraída por una chica, me despertó las ganas de ir más allá.
A continuación, nos levantamos y tiramos los vidrios en la basura mientras ella seguía disculpándose y le dije que no había problema, que era mi culpa por ir tan cerca tras ella, luego me preguntó si alguna vez había tocado las bubis de una mujer, le contesté “sí, una vez”, enseguida me cuestionó cómo fue, le respondí que se siente igual a las mías. Luego, le detallé “cuando era chica, como de 14 años, salí de paseo con mis tíos, que acababan de irse, nos tocó quedarnos en un hotel y me quedé con mi prima Gaby en una cama, mis tíos en otra y mi abuela en otra habitación con mis otros tíos”.
Continué platicándole “a la media noche, me desperté y escuché a mis tíos moverse en su cama, de reojo vi que las cobijas subían y bajaban, además se oían gemidos suaves y respiraciones agitadas, mi tía pujaba un poco y en un instante, vi que ella se destapaba para vernos dormir”. Proseguí “yo me quedé inmóvil, después ella se sentó sobre mi tío y movía sus caderas de arriba a abajo mientras él le chupaba los senos, se mantenían tapados con las cobijas pero supe por primera vez cómo se coge, obviamente me puse caliente y luego de un ratito, se quedaron quietos y dormidos”.
Luego, le comenté “mi puchita estaba caliente y mojada y pasaba mis dedos por mi conchita, sacándolos bien mojados, además sentía ganas de ser penetrada pero no sabía con qué, entonces mi prima se movió dormida y dejó caer su brazo sobre mi pecho, enseguida estiré mi mano y alcancé a tocarle sus senos, que eran un poco más grandes que los míos”. Después, le comenté “ella tenía 15 años, así que dormía profundamente, entonces se los toqué sobre su pijama, luego, se la desabotoné, se la abrí y deslicé mis dedos en su corpiño, que como no estaba tan ajustado, fue fácil subírselo y dejar sus senos descubiertos, fue allí cuando acaricié los únicos senos de una mujer, cuyos pezones eran pequeños y suaves, así que la acaricié hasta que se acomodó y ya no pude seguir, solo me masturbé un rato y al sentir un cosquilleo en mi panochita, me quedé dormida”.
De repente, me di cuenta que Bere estaba más cachonda que antes y me preguntó si en esa ocasión, no le toqué la puchita, respondiéndole que lo intenté pero no lo logré, luego afirmó que entonces ya tenía alguna experiencia en mujeres pero le comenté que no, que eso fue lo más lejos que había llegado, añadiéndole que ya de allí, mi afición por masturbarme creció hasta que me cogí a un amigo de la escuela, en la casa, cuando fue a hacer una tarea. Para este momento, vi que Bere movía sus piernas como yo, la observaba disimuladamente y le propuse que le llamara a Memo, para ver si la iba a atender o no. Al instante, ella le llamó pero él seguía ocupado con sus visitas, entonces le pregunté a Bere si esa visita no sería su mamá, respondiéndome que se imaginaba que sí, así que le llamó a ella, para saber dónde estaba y le platicó que estaba lejos de casa aún y que llegaría más tarde.
Acto seguido, Bere me dijo que sí era posible que Memo estuviera con su mamá y conociéndolos, se tardarían dos horas más, adicionando “pero me vale, de que me atiende, me debe atender hoy mismo”. Enseguida, le comenté “pobre Memo, lo dejarás desmayado”, solo sonrió y me dijo que pasaría a mi baño otra vez y cuando cerró la puerta del baño, me acerqué para espiarla por una rendija que conozco, viendo que se levantaba la falda y se bajaba la pantaleta; la verdad, aunque es llenita, tiene buen cuerpo, sus nalgas son grandes y redonditas”.
También observé que se estaba masturbando con los dedos, luego se los chupaba y seguía acariciándose durante unos minutos más, después se secó con papel y bajó la palanca del WC, rápidamente me retiré a la sala y salió en unos segundos, diciéndome que se debía retirar, agradeciéndome el café y el chocolate, añadiendo “voy por mi atolito”. Ambas nos reímos como locas pero ella seguía viendo mi escote hasta que me preguntó si podía tocarme los senos, para saber qué se sentía porque qué tal si me la cuenteé, obvio me sonrojé pero antes de decirle algo, estiró su mano y me los tocó sobre mi ropa.
Al momento, solté un “¡ay!” y seguía tocándomelos, por lo que me calenté a más no poder, entonces estiré mi mano y le toqué los suyos, para estar a mano. Así comenzamos a acariciarnos y a ella se le aceleraba su respiración, además se chupaba sus labios, como saboreándose mis senos, luego le pregunté si los quería ver y me desabroché la blusa, me bajé mi sostén y se los dejé ver a placer. A continuación, ella hizo lo mismo y se inclinó a mamármelos de una forma delicada, luego me tomó de la cintura y me jalaba mi falda hacia arriba, para descubrirme mis piernas, al tiempo que me las acariciaba y se sentó en el sofá, besándome el vientre hasta que terminó de alzarme mi falda y al descubrir mi pantaleta, vio que estaba empapada de mis jugos, comentándome que así se imaginaba que estaría yo.
Inmediatamente, ella me hizo la pantaleta a un lado y estiró su lengua para darme una mamada deliciosa y estaba tan caliente que mi orgasmo llegó a los cinco minutos de esa lengüeteada, después me arrodillé y le levanté su falda, descubriendo su pantaleta, enseguida le hice lo mismo y le di con mi lengua en su panocha, que estaba saladita y deliciosa. Pronto, ella dejó escapar su orgasmo pero lejos de estar satisfechas, deseábamos más, diciéndome que fue delicioso pero que aún deseaba verga de hombre y le comenté que yo también, entonces me preguntó si quería coger a Memo.
Yo no sabía qué decirle pero en ese momento, ella le llamó, diciéndole a Memo que estaba con una amiga, tratando de quitarse la temperatura y preguntándole que si quería darle verga, lo esperaba en 20 minutos. Para entonces, ya estaba lloviendo y a los diez minutos, sonó el teléfono celular de Bere, era Memo comentándole que ya estaba allí en la unidad, enseguida le indicó a qué departamento subiera y llegó. Al instante, Bere nos presentó y les serví un refresco mientras ella le reclamó que por andar cogiéndose a otra, tuvo que saciar sus ganas conmigo y que estábamos picadas; por mi parte, le aclaré que yo solo estaba lengüeteada, enseguida Memo nos propuso que siguiéramos y se incorporaría cuando quisiéramos pero le dije que no, que ya estábamos listas y que se desvistiera para nosotras.
Tímidamente, él se comenzó a desabrochar la camisa pero Bere le decía que bailara, así lo hizo y como no podíamos gritar mucho, para que no nos escucharan los vecinos, solo hacíamos como que no veíamos la escena hasta que Bere se levantó y lo besó en la boca de una forma cachonda, luego ella me pidió que me acercara y me sirviera, que compartiría su cena conmigo. Después, Memo desvistió a Bere dejándola con su pantaleta, luego ella me ayudó a quitarme la ropa pero como me había quitado la pantaleta antes, pues quedé desnuda totalmente y ya nos acariciábamos los tres cuando los invité a estar más cómodos en la recamara.
Pasamos rápidamente y ya ahí, recostamos a Memo en la cama y le besábamos el pecho y el abdomen pero de inmediato, Bere le colocó su panocha en la cara para hacer un “69”, así que me acerqué para ver cómo le mamaba su pepita, luego la vi a ella como se tragaba esa verga resbalosa. Pasado un rato, ella se incorporó y me pidió mi puchita para comérsela también, de manera que me lamía mi panocha hasta que sentí un orgasmo delicioso; para entonces, continuaba lloviendo muy fuerte y la lluvia cubría nuestros gemidos y nuestros pujidos cachondos.
Posteriormente, Bere me pidió que cambiáramos de lugar, entonces le puse mi puchita a Memo en la boca y me lamía deliciosamente hasta mi anito, además me estrujaba las nalgas deliciosamente, luego ella se subió a su verga y comenzó el sube y baja con ella adentro y yo le chupaba sus senos y él me daba lengua por mis hoyitos. Luego Bere y yo cambiamos de posiciones, ahora me metí esa verga babeante en mi panochita empapada, al tiempo que ella me mamaba los senos y seguí cabalgando a Memo en movimientos fuertes y gozando mucho.
Transcurrido un rato, Bere le dijo que ahora a ella y se puso en cuatro sobre la cama, enseguida vi cómo le iba metiendo su verga y escuchaba ese sonar al choque de su pelvis con las nalgas de Bere. Después, Memo dijo que ahora yo, entonces me puse igual, en cuatro y sentí que le costaba entrar en mi cuquita pero ya que lo logró, me la metía cada vez más rápido y hasta el fondo; mientras él me cogía, Bere le decía que le dedeara el chiquito. Así estuvimos un rato y Bere se quejó que le metiera su dedo más despacito, se la estaba culeando con el dedo y pasó otro ratito hasta que ella me preguntó si me gustaba por el chiquito, le contesté que sí pero que esta vez no deseaba por allí, solo por mi conchita.
Memo me siguió dando de “a perrito” hasta que me provocó dos orgasmos y me derribé en la cama pero como Bere ya estaba con el culito dilatado, dijo que seguía, entonces me levanté para ver cómo Memo se la metía por el chiquito, incluso le tomé la verga y lo masturbé un momento, luego se lo ensalivé y se lo dirigí a la entrada del chiquilín de Bere. Poco a poco le fue entrando hasta llegar al fondo de Bere, luego se lo sacaba y se lo metía despacio, se veía como se estiraba su anito a cada sacada de verga; la verdad, se me antojaba estar así como ella pero mis ganas se me habían bajado ya por mis cinco orgasmos logrados.
Mientras tanto, le acariciaba los senos a Bere, al tiempo que se la culeaban rico cuando de repente, Bere gimió al lograr su sexto orgasmo de la tarde, también se chupaba los labios y gemía satisfecha, pues Memo eyaculó en su culo y al final, se dejaron caer sobre la cama y los tres nos recostamos, desnudos y satisfechos. A poco, vi que Bere tenía semen a todo lo largo de su pierna, entonces se la acaricié embarrándole el semen y llegué hasta su agujerito, donde le introduje mi dedo y le entró fácilmente, por lo dilatado que estaba.
Los invité a visitarme cuando quisieran, luego se vistieron para retirarse y Bere le preguntó a Memo si estaba con su mamá cuando le llamó, él le contestó que sus primos estaban de visita y que no la había visto en toda la semana, enseguida ella le dijo que le creía, por lo pronto que eyaculó y lo abundante de su leche. A eso, Memo le aclaró que llevaba siete días sin coger y por eso, llegó rápido, enseguida se retiró, pues seguían sus visitas en su casa, entonces le pedí si me invitaba a ver a sus primos pero respondió que no porque eran muy vulgares, al momento nos reímos y Bere me propuso si íbamos para ver si nos conseguíamos a alguien de sus parientes, para violárnoslo pero decidí que no y ella comentó que ya le habían pasado sus ganas, que solo bromeaba.
Después, Bere se retiró a su casa y me quedé repasando cada momento vivido con mi amiga y sus cachonderías, seguía la lluvia muy fuerte y vi en las noticias de la noche que había problemas de inundaciones en toda la ciudad. Al poco rato, ella regresó y me dijo que su mamá no había llegado de la calle, que seguramente llegaría más tarde por la tormenta y como no tenía llaves, quería saber si podía esperarla en mi casa, le pedí que pasara y como me disponía a darme un baño, la invité a acompañarme y aceptó.
Ella se metió primero a bañar, luego me metí yo y al poco rato, sentí que estaba conmigo, viéndome bañar, luego se pasó a la regadera y empezamos otro faje rico que nos llevó a acariciarnos más hasta lograr un orgasmo más en la cama, ¡qué rica noche pasamos!. Cuando me desperté, ella ya no estaba, eran las 23:45 de la noche del sábado y seguía lloviendo afuera, así me dormí y descansé deliciosamente.
Ese fue mi primer trío con una mujer, he tenido otro con dos hombres pero esta experiencia fue rica, aunque la verdad, me gustó más tener dos vergas para mí sola, así que espero repetir un trío con dos vergas muy pronto, para sentirlas en mis dos hoyitos y exprimirlas hasta vaciarlas dentro de mí y si son tres, todavía mejor, Memo, tú dices si me ayudas...
Saludos a todos y les deseo felices orgasmos a todos.