sereia
Becerro
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- 11 Jul 2010
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Debo confesar que estar en este foro ha hecho que mi apetito sexual aumente. Ver los comentarios que me dejan pidiéndome mas fotos mas relatos, me motiva mucho a seguir experimentando en la cama… porque no con una mujer? Un trío? Mas disfraces?
Pero antes de eso quiero compartirles como perdí mi virginidad.
Tenía 15 años, casi 16 y en ese entonces tenía novio, un chico de raza negra que me llevaba 5 años, se los describo:
Medía 1.90, de raza negra como ya mencioné, un cuerpo atlético, sonrisa totalmente blanca, unos brazos enormes y su verga era gruesa y larga…
Yo (aun que ya muchos saben cómo soy) mido 1.65, de complexión mediana, tengo grandes senos, no presumo de mi culo pero no creo que este mal, tengo buenas piernas, también hago mucho ejercicio, soy de piel blanca, ojos verdes y cabello dorado.
Mi novio y yo ya habíamos hablado de sexo, el sabía que era virgen, así es que antes de tener relaciones, me enseño a jalarle la verga, a mamársela, fajábamos y me enseñaba como moverme para cuando me penetrara.
Cierto día fuimos a tomar un café, platicábamos de cosas sin importancia, un tema nos llevó a otro y entonces me preguntó: - Te gustaría perder tu virginidad conmigo?-
Me quedé helada, fuera de estar enamorada de él, le traía unas ganas enormes, ya había probado su semen en varias mamadas que le hice, el ya me había tocado toda, sabía que sería delicioso tener esa enorme verga dentro de mi virgen panochita.
Yo: Claro que me gustaría mi amor
El: Vamos entonces?
Yo: Seguro
Fuimos a su carro y nos dirigimos a su casa, sus papás y su hermana estaban en el tercer piso así es que nosotros fuimos al piso de hasta abajo donde está la mesa de billar, dos sillones y una mesa redonda suficientemente grande. Me pidió que antes de empezar todo fuera arriba y lo esperara 10 minutos, porque quería hacer de mi primera vez algo inolvidable.
Subí, lo esperé, estaba tan nerviosa…. No podía creer que al fin fuera a dejar de ser virgen, me aseguré de estar lista, mis piernas perfectamente depiladas, también mi panochita, me puse perfume, me comí una pastilla de menta, me arregle un poco…. Y ya estaba lista, no m e preocupaba la ropa interior ni mucho menos siempre uso tangas sensuales y brassiere provocativo, ese día llevaba una tanguita azul de encaje y un brassiere blanco con flores azules y holanes
Mi novio subió por mí, me extendió la mano para que fuera con él, le di la mano, el me jaló me tomó de la cintura y me dio un beso muy largo y apasionado, nuestras lenguas estaban totalmente dentro de la boca del otro, las rosábamos y las poníamos a jugar entre ellas, se enroscaban y se acariciaban entre ellas. Nuestros labios estaban totalmente unidos, no se separaban, ese beso nos duró varios minutos, hasta que el llevó una de sus manos a mis nalgas, entonces yo detuve el beso, el seguí con su mano en mi culo, nos miramos y con esa mirada nos dijimos que era el momento.
Tomados de la mano bajamos al billar, al llegar me di cuenta que había ambientado con música, me ofreció un poco de vino y colocó pétalos de rosa en el piso , ahí empezamos a besarnos de nuevo, esta vez el beso no duró tanto pero fue igual de intenso que el otro, y con esos besos me bastó para que mi vagina comenzara a lubricar, sentía mi tanga empapada y no me podía sacar de la cabeza que pronto dejaría de ser niña para convertirme en mujer…. En SU mujer.
Mi novio llevó sus manos a mis nalgas otra vez, las apretaba y las levantaba, me pegaba contra el y pude sentir que su miembro ya estaba todo erecto, metió sus manos en mi pantalón, acariciaba mis nalgas muy rico, pegando firmemente su mano a ellas, mientras yo besaba su cuello y sus orejas, pasaba mi lengua de arriba a abajo. Metió una de sus manos debajo de mi blusa y la otra la dejó en mis nalgas, hizo a un lado mi brassiere y comenzó a tocarme las tetas, al principio suavemente y despacio como si fueran dos burbujas frágiles, después las apretaba como si fueran dos naranjas y quisiera sacarles el jugo, desde ese entonces creo que me gusta mucho que aprieten mis senos, jugaba con mis pezones, pasaba uno de sus dedos por mi pezón, o lo pellizcaba, lo apretaba y volvía a tomar mi teta completa, yo lo estaba disfrutando mucho, estaba muy excitada, pero más excitada me ponía cuando me imaginaba esa vergota penetrándome.
Yo quise tomar la primera acción y le quité la playera. Me llevó al sillón y me recostó en el, tomó mis manos y las levantó, sin soltarlas me besaba el cuello, pasaba su lengua en mis orejas, en mi pecho sin llegar a mis senos, después volvía a mi boca y me metía la lengua hasta el fondo, después de unos 5 minutos aproximadamente, el me quitó la blusa, una blusa blanca pegadita sin tirantes, así es que le fue muy fácil quitármela.
Volvió a poner sus manos sobre mis pechos y los masajeaba suave pero firmemente, regresó a besar mi cuello y mis orejas, continuaba bajando sus labios, hasta llegar a mis senos hizo a un lado mi brassiere y comenzó a besar mis tetas, despacito, muy rico, muy romántico, movía su lengua rápidamente en mi pezón, le daba pequeños mordiscos, y con su otra mano se encargaba de mi otra teta.
Se mantuvo así un buen rato, pero yo estaba ansiosa de sentir algo en mi vagina que estaba a punto de estallar de tantas sensaciones tan placenteras.
Quítame el pantalón, amor- Le pedí
Lo hizo sin dudar, lo desabrochó y me lo quito despacio, me quitó también mis zapatos y su mano fue directamente a mi sexo. Primero me toco toda por encima de la tanga, con su dedo me recorría toda de arriba a abajo
Porqué esta mojadita tu tanga bebe?- me preguntó
Estoy muy excitada.- Contesté
Inmediatamente metió su mano en mi tanga y de igual forma empezó a tocarme de arriba a abajo, lo hizo repetidas veces hasta que sin avisar metió uno de sus dedos en mi virgen conchita, lo metía y lo sacaba, después lo movía en círculos dentro de mí, todo lo hacía mientras me besaba los senos, le cuello, los labios. Yo jadeaba de la excitación, del placer que sentí, de lo caliente que me ponía en imaginar cómo se sentiría tener un pene de ese tamaño dentro de mi (olvidé mencionarles que le mide 27 cm, es decir que el dicho de que los negros la tienen grande es cierto)
Dejó de masturbarme y me quitó el hilo dental delicadamente, bajó su cara hacia mi panochita, me puse muy nerviosa, no sabía lo que él haría, hasta ese entonces nadie me había hecho un oral antes, pasó su lengua suavemente en medio de mis labios hinchados lo caliente que estaba, me hizo pegar un pequeño brinco, lo hizo varias veces para que me acostumbrara a la sensación, pasó su legua por mi clítoris muy despacio, sus manos estaban apretando mis senos, yo gemía cada vez más fuerte, metió su lengua en mi panocha depiladita, lo hacía muy lento: Después de hacerlo así un largo rato, le pedí que lo hiciera mas rápido y mas intensamente, metía y sacaba su lengua frenéticamente de mi concha, apretaba mas duro mis senos, la lamía completa desde mi ano hasta mi clítoris, mis gemidos se convirtieron en gritos de placer, se me olvidó por completo que su familia estaba arriba, creo que por eso mismo se quitó, se sentó en el sillón y yo me hinqué frente a el bajé el cierre del pantalón y le saqué el pene, ya estaba erecto, era enorme, debo admitir que al principio en ese momento me espanté cuando pensé en esa verga perforándome.
Me llevé su pene a la boca, lamí su pene desesperadamente, el tomó mi otra mano y la llevó a sus testículos los masajeaba y el empezó a dar señales de que le gustaba….. MMMMM….OHHHHH…FFFF… me encantaba escucharlo así, tomó mi cabeza y la movía de el ritmo que le gustaba que se la mamara. Poco rato después se movió y me acotó en el sillón, yo me subí a el y quedamos en un 69 delicioso, yo aun que quería gemir no podía pro que su pene ocupaba toda mi boca, el quitó mi brassiere que era lo único tenía ya.
Empecé a sentirme rara, como que me faltaba el aire, como si no me pudiera mover, como si el tiempo se detuviera, le dije a mi novio…
Creo que me voy a venir amor!- Le dije en voz entrecortada.
Él se detuvo y se quitó los pantalones, extendió el sillón, él cual yo no sabía que era sofá-cama, me recostó en el, se colocó en cima de mi y nos tapó con una sábana, me besó de una manera muy tierna, me dijo que me amaba y que si estaba segura de que quería hacerlo, solo asentí con la cabeza
Metió su pene en mi virgen concha, lentamente, suavemente, sentí un dolor intenso que me hizo dar un gemido que se confundía con un grito, se movía en círculos sin sacar su verga de mi, muy despacio, yo no paraba de gemir, acariciaba mis pechos, me besaba apasionadamente, ya una vez que me acostumbré a la sensación comenzó a meter y sacar su verga, primero muy despacio, asi duramos unos minutos y comenzó a hacerlo mas rápido y mas intenso.
Yo gemía y gemía cada vez más fuerte, cada embestida me sacaba un gemido que casi llegaba a ser un grito, hasta que empecé a gritar de verdad cada vez mas fuerte, el tapó mi boca para que sus padres y hermana no nos escucharan, eso me excitó mucho.
Cambiamos de posición y yo me monté en el, lo hice despacio porque así su pene se sentía mas grande, y sentía que me partía en dos, me empecé a mover y aun que ya habíamos “practicado” necesité de su ayuda, me tomó de la cintura y me movía a su antojo, los dos comenzamos a gemir, yo estaba que me moría de placer y aun que me dolía me importo poco y me moví mas y mas rápido, mi novio se levantó sin sacarme su enorme pija, me cargo y me llevó a la mesa de billar, ahí me empezó a embestir intensamente, bruscamente, yo no dejé de gritar y nos importo poco si su familia nos escuchaba, podía oír como sus huevos chocaban en mi, me lamía los pezones, me jalaba un poco el cabello, los dos jadeábamos y sentíamos el sudor del otro.. Comencé a sentir rara de nuevo, sabía que tendría un orgasmo… mi primer orgasmo.
Ahhhh…. Ya no puedo mas…. Deja que me venga …AAAAHHH!- le pedí
Yo también me voy a venir-
Duramos un poco mas moviéndonos, me seguía dando duro, yo seguía gritando, el parecía un toro con esas embestidas que me daba no pude mas y me vine, empapándolo todo, y el se vino unos segundos después, eran tantos jugos que empapamos la mesa de billar. Me dio un poco de pena mojarlo tanto pero el me dijo que eso le encantó que se le hacía sexy.
Espero que les haya gustado, coméntenme por favor
Pero antes de eso quiero compartirles como perdí mi virginidad.
Tenía 15 años, casi 16 y en ese entonces tenía novio, un chico de raza negra que me llevaba 5 años, se los describo:
Medía 1.90, de raza negra como ya mencioné, un cuerpo atlético, sonrisa totalmente blanca, unos brazos enormes y su verga era gruesa y larga…
Yo (aun que ya muchos saben cómo soy) mido 1.65, de complexión mediana, tengo grandes senos, no presumo de mi culo pero no creo que este mal, tengo buenas piernas, también hago mucho ejercicio, soy de piel blanca, ojos verdes y cabello dorado.
Mi novio y yo ya habíamos hablado de sexo, el sabía que era virgen, así es que antes de tener relaciones, me enseño a jalarle la verga, a mamársela, fajábamos y me enseñaba como moverme para cuando me penetrara.
Cierto día fuimos a tomar un café, platicábamos de cosas sin importancia, un tema nos llevó a otro y entonces me preguntó: - Te gustaría perder tu virginidad conmigo?-
Me quedé helada, fuera de estar enamorada de él, le traía unas ganas enormes, ya había probado su semen en varias mamadas que le hice, el ya me había tocado toda, sabía que sería delicioso tener esa enorme verga dentro de mi virgen panochita.
Yo: Claro que me gustaría mi amor
El: Vamos entonces?
Yo: Seguro
Fuimos a su carro y nos dirigimos a su casa, sus papás y su hermana estaban en el tercer piso así es que nosotros fuimos al piso de hasta abajo donde está la mesa de billar, dos sillones y una mesa redonda suficientemente grande. Me pidió que antes de empezar todo fuera arriba y lo esperara 10 minutos, porque quería hacer de mi primera vez algo inolvidable.
Subí, lo esperé, estaba tan nerviosa…. No podía creer que al fin fuera a dejar de ser virgen, me aseguré de estar lista, mis piernas perfectamente depiladas, también mi panochita, me puse perfume, me comí una pastilla de menta, me arregle un poco…. Y ya estaba lista, no m e preocupaba la ropa interior ni mucho menos siempre uso tangas sensuales y brassiere provocativo, ese día llevaba una tanguita azul de encaje y un brassiere blanco con flores azules y holanes
Mi novio subió por mí, me extendió la mano para que fuera con él, le di la mano, el me jaló me tomó de la cintura y me dio un beso muy largo y apasionado, nuestras lenguas estaban totalmente dentro de la boca del otro, las rosábamos y las poníamos a jugar entre ellas, se enroscaban y se acariciaban entre ellas. Nuestros labios estaban totalmente unidos, no se separaban, ese beso nos duró varios minutos, hasta que el llevó una de sus manos a mis nalgas, entonces yo detuve el beso, el seguí con su mano en mi culo, nos miramos y con esa mirada nos dijimos que era el momento.
Tomados de la mano bajamos al billar, al llegar me di cuenta que había ambientado con música, me ofreció un poco de vino y colocó pétalos de rosa en el piso , ahí empezamos a besarnos de nuevo, esta vez el beso no duró tanto pero fue igual de intenso que el otro, y con esos besos me bastó para que mi vagina comenzara a lubricar, sentía mi tanga empapada y no me podía sacar de la cabeza que pronto dejaría de ser niña para convertirme en mujer…. En SU mujer.
Mi novio llevó sus manos a mis nalgas otra vez, las apretaba y las levantaba, me pegaba contra el y pude sentir que su miembro ya estaba todo erecto, metió sus manos en mi pantalón, acariciaba mis nalgas muy rico, pegando firmemente su mano a ellas, mientras yo besaba su cuello y sus orejas, pasaba mi lengua de arriba a abajo. Metió una de sus manos debajo de mi blusa y la otra la dejó en mis nalgas, hizo a un lado mi brassiere y comenzó a tocarme las tetas, al principio suavemente y despacio como si fueran dos burbujas frágiles, después las apretaba como si fueran dos naranjas y quisiera sacarles el jugo, desde ese entonces creo que me gusta mucho que aprieten mis senos, jugaba con mis pezones, pasaba uno de sus dedos por mi pezón, o lo pellizcaba, lo apretaba y volvía a tomar mi teta completa, yo lo estaba disfrutando mucho, estaba muy excitada, pero más excitada me ponía cuando me imaginaba esa vergota penetrándome.
Yo quise tomar la primera acción y le quité la playera. Me llevó al sillón y me recostó en el, tomó mis manos y las levantó, sin soltarlas me besaba el cuello, pasaba su lengua en mis orejas, en mi pecho sin llegar a mis senos, después volvía a mi boca y me metía la lengua hasta el fondo, después de unos 5 minutos aproximadamente, el me quitó la blusa, una blusa blanca pegadita sin tirantes, así es que le fue muy fácil quitármela.
Volvió a poner sus manos sobre mis pechos y los masajeaba suave pero firmemente, regresó a besar mi cuello y mis orejas, continuaba bajando sus labios, hasta llegar a mis senos hizo a un lado mi brassiere y comenzó a besar mis tetas, despacito, muy rico, muy romántico, movía su lengua rápidamente en mi pezón, le daba pequeños mordiscos, y con su otra mano se encargaba de mi otra teta.
Se mantuvo así un buen rato, pero yo estaba ansiosa de sentir algo en mi vagina que estaba a punto de estallar de tantas sensaciones tan placenteras.
Quítame el pantalón, amor- Le pedí
Lo hizo sin dudar, lo desabrochó y me lo quito despacio, me quitó también mis zapatos y su mano fue directamente a mi sexo. Primero me toco toda por encima de la tanga, con su dedo me recorría toda de arriba a abajo
Porqué esta mojadita tu tanga bebe?- me preguntó
Estoy muy excitada.- Contesté
Inmediatamente metió su mano en mi tanga y de igual forma empezó a tocarme de arriba a abajo, lo hizo repetidas veces hasta que sin avisar metió uno de sus dedos en mi virgen conchita, lo metía y lo sacaba, después lo movía en círculos dentro de mí, todo lo hacía mientras me besaba los senos, le cuello, los labios. Yo jadeaba de la excitación, del placer que sentí, de lo caliente que me ponía en imaginar cómo se sentiría tener un pene de ese tamaño dentro de mi (olvidé mencionarles que le mide 27 cm, es decir que el dicho de que los negros la tienen grande es cierto)
Dejó de masturbarme y me quitó el hilo dental delicadamente, bajó su cara hacia mi panochita, me puse muy nerviosa, no sabía lo que él haría, hasta ese entonces nadie me había hecho un oral antes, pasó su lengua suavemente en medio de mis labios hinchados lo caliente que estaba, me hizo pegar un pequeño brinco, lo hizo varias veces para que me acostumbrara a la sensación, pasó su legua por mi clítoris muy despacio, sus manos estaban apretando mis senos, yo gemía cada vez más fuerte, metió su lengua en mi panocha depiladita, lo hacía muy lento: Después de hacerlo así un largo rato, le pedí que lo hiciera mas rápido y mas intensamente, metía y sacaba su lengua frenéticamente de mi concha, apretaba mas duro mis senos, la lamía completa desde mi ano hasta mi clítoris, mis gemidos se convirtieron en gritos de placer, se me olvidó por completo que su familia estaba arriba, creo que por eso mismo se quitó, se sentó en el sillón y yo me hinqué frente a el bajé el cierre del pantalón y le saqué el pene, ya estaba erecto, era enorme, debo admitir que al principio en ese momento me espanté cuando pensé en esa verga perforándome.
Me llevé su pene a la boca, lamí su pene desesperadamente, el tomó mi otra mano y la llevó a sus testículos los masajeaba y el empezó a dar señales de que le gustaba….. MMMMM….OHHHHH…FFFF… me encantaba escucharlo así, tomó mi cabeza y la movía de el ritmo que le gustaba que se la mamara. Poco rato después se movió y me acotó en el sillón, yo me subí a el y quedamos en un 69 delicioso, yo aun que quería gemir no podía pro que su pene ocupaba toda mi boca, el quitó mi brassiere que era lo único tenía ya.
Empecé a sentirme rara, como que me faltaba el aire, como si no me pudiera mover, como si el tiempo se detuviera, le dije a mi novio…
Creo que me voy a venir amor!- Le dije en voz entrecortada.
Él se detuvo y se quitó los pantalones, extendió el sillón, él cual yo no sabía que era sofá-cama, me recostó en el, se colocó en cima de mi y nos tapó con una sábana, me besó de una manera muy tierna, me dijo que me amaba y que si estaba segura de que quería hacerlo, solo asentí con la cabeza
Metió su pene en mi virgen concha, lentamente, suavemente, sentí un dolor intenso que me hizo dar un gemido que se confundía con un grito, se movía en círculos sin sacar su verga de mi, muy despacio, yo no paraba de gemir, acariciaba mis pechos, me besaba apasionadamente, ya una vez que me acostumbré a la sensación comenzó a meter y sacar su verga, primero muy despacio, asi duramos unos minutos y comenzó a hacerlo mas rápido y mas intenso.
Yo gemía y gemía cada vez más fuerte, cada embestida me sacaba un gemido que casi llegaba a ser un grito, hasta que empecé a gritar de verdad cada vez mas fuerte, el tapó mi boca para que sus padres y hermana no nos escucharan, eso me excitó mucho.
Cambiamos de posición y yo me monté en el, lo hice despacio porque así su pene se sentía mas grande, y sentía que me partía en dos, me empecé a mover y aun que ya habíamos “practicado” necesité de su ayuda, me tomó de la cintura y me movía a su antojo, los dos comenzamos a gemir, yo estaba que me moría de placer y aun que me dolía me importo poco y me moví mas y mas rápido, mi novio se levantó sin sacarme su enorme pija, me cargo y me llevó a la mesa de billar, ahí me empezó a embestir intensamente, bruscamente, yo no dejé de gritar y nos importo poco si su familia nos escuchaba, podía oír como sus huevos chocaban en mi, me lamía los pezones, me jalaba un poco el cabello, los dos jadeábamos y sentíamos el sudor del otro.. Comencé a sentir rara de nuevo, sabía que tendría un orgasmo… mi primer orgasmo.
Ahhhh…. Ya no puedo mas…. Deja que me venga …AAAAHHH!- le pedí
Yo también me voy a venir-
Duramos un poco mas moviéndonos, me seguía dando duro, yo seguía gritando, el parecía un toro con esas embestidas que me daba no pude mas y me vine, empapándolo todo, y el se vino unos segundos después, eran tantos jugos que empapamos la mesa de billar. Me dio un poco de pena mojarlo tanto pero el me dijo que eso le encantó que se le hacía sexy.
Espero que les haya gustado, coméntenme por favor