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- #1
Saludos a todo el foro, les dejo la segunda parte de mi relato, si no leyeron la primera parte les dejo aquí la liga:
http://mecansoelganso.com/foro/thre...a-milf-y-una-teen-manzana-con-canela.4154416/
Capitulo II
Una rica sensación en mi pene hizo que me despertara, conforme abría mis ojos podía ver como Canela engullía mi pene ya erecto otra vez, lengüeteaba mis testículos y nuevamente volvía a ensalivar mi tronco, desde la base hasta el glande, donde se detenía a hacer movimientos en círculo con su lengua.
Aunque ya estaba sensible por el primer encuentro estaba deseoso de continuar y disfrutar a más no poder aquel par de hembras libidinosas, me concentré en disfrutar aquella mamada hasta que Manzana despertó e inmediatamente se unió a la acción, le dije que yo también quería chupar, así que le pedí que se pusiera de cuclillas frente a mi cara y me permitiera saborear su deliciosa rajita, me encanta dar y recibir sexo oral por lo que esa posición quedó ideal para la ocasión, Canela detuvo su oral y se acomodó sobre mí para montarme, siempre tuve la fantasía de llevar a cabo esa posición y ese fue el día en que lo cumplí.
Mientras yo lamía con desesperación el sexo de Manzana pude sentir como la vagina de Canela invadía mi verga lentamente, pronto sentí como ya estaba completamente adentro de ella y el escurrir de sus jugos por mis testículos, comencé a sentir rápidos movimientos, su cabalgar era magistral, se notaba su vasta experiencia montando vergas. Mi lengua continuaba hurgando en los orificios de Manzana, combinar sus jugos vaginales con el sabor de su culo era una verdadera delicia, toda una orquesta de gemidos invadía el lugar, con la poca atención que podía poner al entorno notaba como entre ambas se acariciaban sus cuerpos mientras recibían placer, por los sonidos que escuchaba podía imaginarme los besos que se daban, el masajeo y brincotear de aquel cuarteto de tetas no hacía más que excitarme más y más.
Sin previo aviso un gran chorro salió de la vagina de Canela quien había logrado la polémica eyaculación femenina, si bien ya había estado con chicas capaces de lograr eyaculaciones me sorprendió la abundancia de sus flujos, mojó gran parte de la cama y mi parte posterior, con sus últimas fuerzas dio un par de cabalgadas hasta tumbarse del otro lado de la cama. Al dejar mi pene desatendido Manzana se inclinó para engullirlo con su boca, hicimos un breve pero delicioso 69, tomé a Manzana de su cintura y la moví desde mi boca hasta mi cintura, ella entendió el mensaje e inmediatamente tomó mi pene para dirigirlo a la entrada de su vagina el cuál entró sin ninguna dificultad y, al igual que Canela, comenzó a cabalgar ferozmente, la diferencia radicaba en mi boleto de primera fila para ver el espectáculo de sus nalgas devorando y rebotando en mi trozo de carne en un movimiento casi hipnótico, mis manos sobaban aquel culo delicioso, lo nalgueaban y de vez en cuando alguno de mis dedos jugueteaba con su estrecho ano, sin verlo venir Canela hizo a un lado mi mano del estrecho orificio Manzana y con su lengua empezó a masajearlo con movimientos circulares, Manzana como poseída por una fuerza del mal, gemía cada vez con mayor intensidad, el recibir varios estímulos en sus partes más sensibles incrementaba el derroche de pasión y la velocidad de sus movimientos, sabía que ambos estábamos por terminar una segunda vez, la tomé por la cintura y dirigí violentamente los movimientos con el afán de terminar al mismo tiempo que ella, un gran grito anunció su orgasmo, sus espasmos vaginales hicieron estragos en mí, aunque trató de apartarse lo impedí y descargué mi segunda venida dentro de aquel exquisito orificio, aunque ya con menos cantidad de espermas estoy seguro que el interior de Manzana recibió unos buenos chorros de mi parte.
Me recriminó por haber terminado dentro de ella, me dijo que tendría que tomarse la pastilla del día siguiente, Canela y yo reímos, le dije que después de tanto bombeo iba a necesitar la pastilla con o sin mi leche directamente adentro de ella, recostada en la cama y con las piernas abiertas jugueteaba con el semen que escurría de su vagina, lo tomaba y lo untaba en su estómago y en sus pechos, nuevamente se notó una cara de deseo en Canela quien al ver aquella imagen dirigió su cabeza al sexo de Manzana, su lengua limpiaba cada rastro de nuestros fluidos y comenzó a masturbarse.
Expectante y estupefaciente me quede admirando aquella imagen que parecía sacada de la película porno más guarra, mientras manzana continuaba estimulando sus pechos, Canela lamía su vagina rebosante de semen y fluidos vaginales mientras su dedeo incrementaba su velocidad, el culo de Canela respingaba deliciosamente, rápidamente terminó de limpiar aquel coño y paró el masajeo de sus manos en su sexo, aunque la excitación continuaba ya el cansancio comenzaba a mermar nuestro rendimiento, para aquel momento ya todos habíamos logrado 2 orgasmos, la mezcla de sudor, semen, saliva y fluido vaginal impregnaba la habitación.
Tomé de la mano a aquel par de hembras y las invité a tomar un baño juntos, una buena refrescada ayudaría a relajarnos, bajo la regadera Canela quedó al frente mío con sus nalgas a la altura de mi cintura, no perdí el tiempo y con ambas manos apretujaba sus tetas, en mi espalda podía sentir como los pezones de manzana se restregaban a ella, mientras yo enjabonaba a Canela, Manzana hacía lo propio conmigo, la mano de Canela llegó a mis testículos y a mi tronco que poco a poco aumentaba su dureza, por la parte de atrás sentí la mano juguetona de Manzana que también quería unirse a la fiesta, esa masturbada a doble mano logró ponerme completamente duro nuevamente, Canela puso sus manos en su enorme masa de carne y abrió sus nalgas, inmediatamente entendí el mensaje y mi pene ya estaba dentro de ella de una sola embestida, con mi mano izquierda me aferré a la cintura de Canela, con mi otra mano sobaba torpemente a Manzana, al tenerla atrás de mí su mano sobaba mis huevos y en cada mete saca rozaba levemente mi sexo, aunque el caer del agua dificultaba un poco la penetración esa sensación me excitaba aún más.
En ese punto ya solo estaba concentrado en mi placer, quería terminar una vez más, mis embestidas eran fuertes, el chacualear de mis huevos rebotando en sus nalgas se amplificaba gracias al agua, Canela volteó para atrás y me preguntó si también la iba a rellenar de lechita, no alcancé a responder cuando un chorro de semen inundo su coño, aunque mi orgasmo fue con menor intensidad disfruté mucho estar en medio de aquel par de mujeres calientes y deseosas, me recargué un momento en la pared, mis fuerzas se desvanecieron, me sentí cansado y deslechado, ambas recorrieron mi cuerpo con sus manos esperando a que ganara un poco de fuerza, recorrían mi pecho, mis piernas y atestiguaban como mi erección se extinguía.
Tomé algunas toallas y se las alcancé, todavía en el baño nos secamos mutuamente, aquella larga sesión de sexo nos había dejado agotados y con algunas marcas de batalla, al salir del baño bromeábamos como grandes amigos, me hacían burla que ya les había hecho la parejita y que les tendría que responder, mientras nos vestíamos continuábamos con el desmadre, aquella actividad física nos había dejado hambrientos, salimos del hotel cerca de las 5 de la mañana, las invité a desayunar, al terminar me ofrecí a llevarlas a algún lugar, incluso a dejar a cada una en su respectiva casa, sin embargo, no aceptaron mi ofrecimiento, salieron juntas del lugar, yo me quedé un momento ahí asimilando lo ocurrido, pagué la cuenta y me retiré del lugar.
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Capitulo II
Una rica sensación en mi pene hizo que me despertara, conforme abría mis ojos podía ver como Canela engullía mi pene ya erecto otra vez, lengüeteaba mis testículos y nuevamente volvía a ensalivar mi tronco, desde la base hasta el glande, donde se detenía a hacer movimientos en círculo con su lengua.
Aunque ya estaba sensible por el primer encuentro estaba deseoso de continuar y disfrutar a más no poder aquel par de hembras libidinosas, me concentré en disfrutar aquella mamada hasta que Manzana despertó e inmediatamente se unió a la acción, le dije que yo también quería chupar, así que le pedí que se pusiera de cuclillas frente a mi cara y me permitiera saborear su deliciosa rajita, me encanta dar y recibir sexo oral por lo que esa posición quedó ideal para la ocasión, Canela detuvo su oral y se acomodó sobre mí para montarme, siempre tuve la fantasía de llevar a cabo esa posición y ese fue el día en que lo cumplí.
Mientras yo lamía con desesperación el sexo de Manzana pude sentir como la vagina de Canela invadía mi verga lentamente, pronto sentí como ya estaba completamente adentro de ella y el escurrir de sus jugos por mis testículos, comencé a sentir rápidos movimientos, su cabalgar era magistral, se notaba su vasta experiencia montando vergas. Mi lengua continuaba hurgando en los orificios de Manzana, combinar sus jugos vaginales con el sabor de su culo era una verdadera delicia, toda una orquesta de gemidos invadía el lugar, con la poca atención que podía poner al entorno notaba como entre ambas se acariciaban sus cuerpos mientras recibían placer, por los sonidos que escuchaba podía imaginarme los besos que se daban, el masajeo y brincotear de aquel cuarteto de tetas no hacía más que excitarme más y más.
Sin previo aviso un gran chorro salió de la vagina de Canela quien había logrado la polémica eyaculación femenina, si bien ya había estado con chicas capaces de lograr eyaculaciones me sorprendió la abundancia de sus flujos, mojó gran parte de la cama y mi parte posterior, con sus últimas fuerzas dio un par de cabalgadas hasta tumbarse del otro lado de la cama. Al dejar mi pene desatendido Manzana se inclinó para engullirlo con su boca, hicimos un breve pero delicioso 69, tomé a Manzana de su cintura y la moví desde mi boca hasta mi cintura, ella entendió el mensaje e inmediatamente tomó mi pene para dirigirlo a la entrada de su vagina el cuál entró sin ninguna dificultad y, al igual que Canela, comenzó a cabalgar ferozmente, la diferencia radicaba en mi boleto de primera fila para ver el espectáculo de sus nalgas devorando y rebotando en mi trozo de carne en un movimiento casi hipnótico, mis manos sobaban aquel culo delicioso, lo nalgueaban y de vez en cuando alguno de mis dedos jugueteaba con su estrecho ano, sin verlo venir Canela hizo a un lado mi mano del estrecho orificio Manzana y con su lengua empezó a masajearlo con movimientos circulares, Manzana como poseída por una fuerza del mal, gemía cada vez con mayor intensidad, el recibir varios estímulos en sus partes más sensibles incrementaba el derroche de pasión y la velocidad de sus movimientos, sabía que ambos estábamos por terminar una segunda vez, la tomé por la cintura y dirigí violentamente los movimientos con el afán de terminar al mismo tiempo que ella, un gran grito anunció su orgasmo, sus espasmos vaginales hicieron estragos en mí, aunque trató de apartarse lo impedí y descargué mi segunda venida dentro de aquel exquisito orificio, aunque ya con menos cantidad de espermas estoy seguro que el interior de Manzana recibió unos buenos chorros de mi parte.
Me recriminó por haber terminado dentro de ella, me dijo que tendría que tomarse la pastilla del día siguiente, Canela y yo reímos, le dije que después de tanto bombeo iba a necesitar la pastilla con o sin mi leche directamente adentro de ella, recostada en la cama y con las piernas abiertas jugueteaba con el semen que escurría de su vagina, lo tomaba y lo untaba en su estómago y en sus pechos, nuevamente se notó una cara de deseo en Canela quien al ver aquella imagen dirigió su cabeza al sexo de Manzana, su lengua limpiaba cada rastro de nuestros fluidos y comenzó a masturbarse.
Expectante y estupefaciente me quede admirando aquella imagen que parecía sacada de la película porno más guarra, mientras manzana continuaba estimulando sus pechos, Canela lamía su vagina rebosante de semen y fluidos vaginales mientras su dedeo incrementaba su velocidad, el culo de Canela respingaba deliciosamente, rápidamente terminó de limpiar aquel coño y paró el masajeo de sus manos en su sexo, aunque la excitación continuaba ya el cansancio comenzaba a mermar nuestro rendimiento, para aquel momento ya todos habíamos logrado 2 orgasmos, la mezcla de sudor, semen, saliva y fluido vaginal impregnaba la habitación.
Tomé de la mano a aquel par de hembras y las invité a tomar un baño juntos, una buena refrescada ayudaría a relajarnos, bajo la regadera Canela quedó al frente mío con sus nalgas a la altura de mi cintura, no perdí el tiempo y con ambas manos apretujaba sus tetas, en mi espalda podía sentir como los pezones de manzana se restregaban a ella, mientras yo enjabonaba a Canela, Manzana hacía lo propio conmigo, la mano de Canela llegó a mis testículos y a mi tronco que poco a poco aumentaba su dureza, por la parte de atrás sentí la mano juguetona de Manzana que también quería unirse a la fiesta, esa masturbada a doble mano logró ponerme completamente duro nuevamente, Canela puso sus manos en su enorme masa de carne y abrió sus nalgas, inmediatamente entendí el mensaje y mi pene ya estaba dentro de ella de una sola embestida, con mi mano izquierda me aferré a la cintura de Canela, con mi otra mano sobaba torpemente a Manzana, al tenerla atrás de mí su mano sobaba mis huevos y en cada mete saca rozaba levemente mi sexo, aunque el caer del agua dificultaba un poco la penetración esa sensación me excitaba aún más.
En ese punto ya solo estaba concentrado en mi placer, quería terminar una vez más, mis embestidas eran fuertes, el chacualear de mis huevos rebotando en sus nalgas se amplificaba gracias al agua, Canela volteó para atrás y me preguntó si también la iba a rellenar de lechita, no alcancé a responder cuando un chorro de semen inundo su coño, aunque mi orgasmo fue con menor intensidad disfruté mucho estar en medio de aquel par de mujeres calientes y deseosas, me recargué un momento en la pared, mis fuerzas se desvanecieron, me sentí cansado y deslechado, ambas recorrieron mi cuerpo con sus manos esperando a que ganara un poco de fuerza, recorrían mi pecho, mis piernas y atestiguaban como mi erección se extinguía.
Tomé algunas toallas y se las alcancé, todavía en el baño nos secamos mutuamente, aquella larga sesión de sexo nos había dejado agotados y con algunas marcas de batalla, al salir del baño bromeábamos como grandes amigos, me hacían burla que ya les había hecho la parejita y que les tendría que responder, mientras nos vestíamos continuábamos con el desmadre, aquella actividad física nos había dejado hambrientos, salimos del hotel cerca de las 5 de la mañana, las invité a desayunar, al terminar me ofrecí a llevarlas a algún lugar, incluso a dejar a cada una en su respectiva casa, sin embargo, no aceptaron mi ofrecimiento, salieron juntas del lugar, yo me quedé un momento ahí asimilando lo ocurrido, pagué la cuenta y me retiré del lugar.