Mi primer experiencia travesti (2a parte)
Después de haber sido la "mujer" de mi primo cuando jugábamos a la casita durante un breve tiempo ( pues tuvieron que mudarse antes de entrar a la primaria) deje de usar la ropa de mi hermanita (dos años mayor que yo) durante toda la primaria.
Fue hasta llegar a la secundaria que noté los cambios en el cuerpo de mi hermana y el cambio en su forma de vestir. Varios de mis amigos vecinos se interesaron en ella y ella comenzó a usar ropa más provocativa (leggins, miniminifaldas, shorts) y cada vez que salía de clases más temprano que ella, lo aprovechaba para llegar a ponerme su ropa.
Una de las fantasías más recurrentes que tuve fue la de ponerme su traje de baño (de una pieza) y recordar como la miraban en la playa una ocasión que fuimos. Su novio era uno de mis vecinos y no desaprovecho la oportunidad de andar pagado a ella, por lo que al ponérme su bañador, me sentía ella y me gustaba sentir que el me miraba de esa misma forma: excitante y deseada.
Fue en ese traje de baño donde tuve mis primeros orgasmos, la sensación de la licra con la piel era una experiencia sin igual y en alguna ocasión subía a la azotea a tomar el sol con ese bañador puesto (y con el riesgo de ser observado lo que aumentaba la excitación de hacerlo).
En esa época de secundaria no tenía con quien jugar a la casita (jajaja) y mis únicos acercamientos fueron con algunos vecinos quienes al jugar fútbol se pegaban por detrás más de lo habitual. Pero no tenía ningún interés en buscar alguien. De hecho me gustaba una conpañerita de la secu. Pero era muy tímido para hablarle.
En una ocasión que regresaba de la secu a casa, un sujeto de unos 35 años venia a mi lado en el bus. Era un viaje de 30 minutos y no siempre se llenaba en ese horario. Yo venia recostado en el asiento cuando noté de reojo que el tipo venia en short holgado de futbol y traía su pene erecto saliendo junto a su pierna. Venia tocándose y jugando con su líquido preseminal. Cuando descubrió que lo mire me ofreció con la mirada su pene pero yo sólo me voltie hacía la ventanilla. Lo escuche preguntarme hasta donde iba y le mencioné el final de la ruta (era verdad) y me pregunto si quería acompañarlo a su casa, que el ya iba a bajarse. Le respondí que no, que no quería ( de hecho si me dio un poquito de miedo). El efectivamente, se bajó del bus, pero pasó sus dedos húmedos en mi cuello y oreja al bajar. A partir de entonces lo incluí en mis fantasias. Me imaginaba acompañandolo a su casa y vistiendome de niña con peluca y maquillaje incluido. Unas zapatillas altas para alcanzarlo en su tamaño y, por supuesto, besar aquel pene tan robusto que me habia enseñado.
Les dejo mis fotos para llamar la atención.