Bibilove
Becerro
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- 4 Mar 2012
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- #1
Hola, este es mi priemr relato y aporte, espero les guste y no sean rudos, es mitad anecdot, mitad real jeje. simplemente me dio por escribirlo y compartirlo, nuevamente espero les guste, saludos
Mi nombre es Bibiana tengo 19 años y soy la hija única de una viuda joven que a sus 43, se daba una nueva oportunidad para el amor casándose con un ingeniero que conocido en el gimnasio, 45 años, divorciado y con dos hijos a su cargo, buen padre hasta donde había visto, pero también narcisista . Esta es una pequeña historia de cómo me convertí en el juguetito de mi nueva familia, de cómo, pase de ser la que sobraba, a ser la que no podía faltar
Todo empezó realmente en la boda de mis padres, si, digo mis padres, al fin y al cabo, ya me acostumbre y el cariño existe jeje.
Allí estaba yo, sentada entre mis dos nuevos hermanastros, una rubia de veinte pocos insoportablemente presumida y envidiablemente guapa llamada Samantha, y el, el recién graduado de la universidad, Jorge, moreno de tez clarita, no tanto como su hermana, juntos aplaudíamos mientras nuestros padres cortaban el pastel de su boda, formábamos asi ante la sociedad en el rito de la boda, una nueva familia. Yo estaba algo incomoda, imagino que igual que ellos, solo deseaba que pasara rápido el espectáculo y que tan pronto empezara la música poderme levantar de allí para bailar con mi novio, cabe mencionar que ni a Samantha ni a jorge ni a mi, nos dejaron sentar a nuestras parejas en la mesa principal por lo que los tres, al parecer, teníamos la misma prisa.
- ¿te aburres? – me pregunto mi hermanastro cuando nos sentábamos después de aplaudir el corte del pastel
- ¿Tu no? – le respondí con otra pregunta, una mala costumbre que tengo muy arraigada
- la buena compañía hace llevadero el evento – me respondió el con una sonrisa y pude ver de reojo como Samantha fruncía el ceño, me di cuenta que jorge la había visto pero no dijo nada, mejor, nos quedaban unos cuantos años por compartir vida como para empezar mal
- gracias – respondí suavizando la voz juguetonamente y mirándolo a los ojos. Por la cara que puso podría asegurar que se le puso dura, lo vi tragar saliva y dudar por un instante momento en que aproveche y me mordí el labio, movimiento de manual en el ajedrez de la seducción, ¿Qué donde lo aprendí? Soy hija de una viuda joven recuerda jeje
- ¿te gustaría que mas tarde bailáramos un par de canciones? – me pregunto el, y antes de poder contestar todo se puso a media luz y comenzó el vals y mi madre y su nuevo y flamante marido saltaron al centro de la pista bailando un vals lento, varios años después mi madre estaba viviendo su cuento de hadas particular que soñó con 16 años, pero con edad para disfrutarlo. Me quede embelezada mirando, sin contestarle a mi hermano, viendo como mama se movía con su vestido blanco y de amplio vuelo y como el la sostenía entre sus brazos con tanto cariño que, debo admitir, me dio envidia
- ¡!Vamos¡¡¡ - la voz de una de las damas de honor me saco de la profundidad de mi mente y cogiendome de la mano me lanzo a la pista justo por delante mi hermanastro. La tradición dice que luego del baile entre los novios los padres de ellos entran a bailar con ellos, pero en este caso, a alguien le pareció gracioso, que fueran los hijos. Antes de darme cuenta mi padrastro me había tomado por la cintura y me guiaba en el vals mientras mi madre hacia lo propio dejándose llevar por mi hermano, igual de desprevenido que yo
Me sonroje, y mi padrastro lo noto, sentía como me sujetaba con su mano por la cintura y con la otra de mi mano derecha y me llevaba por la pista como si flotáramos, el desgraciado sabia bailar y sabia bailar muy bien, me tenia contra si por la cintura y yo, al ser un poco mas alta que mama aunque sin sus grandes pechos me dejaba llevar.
- ¿te da penita? – me pregunto con voz paternal pero dejaba escapar un deje de risa
No pude evitarlo, son muchos años viendo como mama lo hacia y me temo, que ahora forma parte de mi naturaleza, ataque de nuevo
- un poco – Respondí cual frágil princesita, baje la mirada y luego lo volví a mirar a los ojos… Hombre a final de cuentas, trago saliva, me miro el escote y fingió no haberlo echo, entonces me mordí el labio
- mi turno – escuche detrás de mi y adivine que era la voz de Samantha
- todo tuyo – respondí ya con la mirada cruzándose con la de jorge que mi madre lo liberaba justo para que yo lo atrapara y bailara con el mientras le dedicaba una mirada a la rubia y pensaba para mis adentros, “asi que celosita”. Si, ahora se que en ese momento fue cuando me lo propuse, deseaba tomar a hermanastro o bueno, hacerle creer que el me tomaba a mi también seria un resultado aceptable
Bailamos unos minutos no se exactamente cuanto, yo estaba demasiado ocupada pareciendo frágil y cuidando que Samantha no se me lanzara a la yugular como para mirar el reloj, hubo un momento, en que realmente temí que tomara por el cabello y me arrastrara cuando acabo de bailar con mi padrastro, afortunadamente para mi, su novio la intercepto y comenzó a bailar con ella, luego, la novia de jorge y mi novio hicieron lo propio con nosotros y el ajedrez de la seducción se vio pausado, con mi novio baile, cene, tomamos un par de copas de champagne que si bien yo nunca había tenido problemas, mi madre me dejaba, sabe que no abuso, el al ser mas joven que yo, tenia 17, le resultaba emocionante y se sentía como un señor bebiendo champagne con su novia un par de años mayor que el…se creía que lo tenia todo, lo cierto es que siempre me ha gustado que así parezca
Se llego la una de la mañana y la fiesta seguía por todo lo alto mas mi novio, el señor, debía volver a casa ya que solo tenia permiso hasta esa hora, si lo encuentran infantil yo lo encuentro divertido. ¿Por qué sales con un niño? Me preguntaban mis amigas, yo siempre decía, “me da lo mismo que uno mayor que yo y es obediente”. Sobre la misma hora vi como jorge y su novia se despedían de mis padres, el la llevaría a su casa, como buena chica, también le habrían puesto hora de llegada… aunque con su edad, la 1:00 era un poco pronto…
Se dieron las 2 y las 3 de la mañana y la gente se despidió, se fue, la fiesta acabo mis padres, se fueron a su mini luna de miel, un fin de semana en un hotel con spa en la ciudad, mi hermanastro debía irse a casa después de dejar a su novia y así, solo quedábamos yo y Samantha, la cual ya tenia planes con su novio, por lo que volví a casita, sola con mis planes ya bien trazados
Llegue a casa, me estaciones fuera y entre a casa, comprobé que no había nadie, me serví una copa de champagne, no es que me apeteciera, pero me vendría bien para salir a sentarme en las sillitas del jardín y esperar. No me deshice el peinado, no me quite ni las medias ni los tacones, no me puse cómoda en lo absoluto, quería que el me recordara asi
No tuve que esperar mucho, pasaron unos 20 minutos y jorge llego, también estaciono su coche fuera suponiendo que ya le habríamos ganado los dos sitios yo y Samantha y entro a pie encontrándome sentada en el jardín, cruzada de piernas y de medio lado, con una copa en la mano y sonriente de verle
- ¿Qué haces aquí fuera? – pregunto el
- me he pasado sola en casa la mayor parte de mi vida, no quería empezar esta nueva vida igual… sola – respondí con la verdad, lo que no dije, eran mis segundas intenciones
- al menos hubieras puesto dos copas – dijo el con naturalidad
- no me importa compartir – dije inclinándome hacia delante ofreciéndole mi copa, y mi escote también para que se asomara en el. Así lo hizo, tomo y bebió la copa, se asomo en mi escote y me cruce de brazos fingiendo tener frio, haciendo que mis pechos se juntaran y levantaran para que parecieran mas grandes
- ¿Dónde esta Samantha? – pregunto desviando la vista lo cual me enfureció y respondí con una pregunta, cambiándole el tema
- ¿de donde vienes? hueles a mujer… -
- no es asunto tuyo – dijo un poco brusco, poniéndose a la defensiva. Le quite la copa de la mano y la llene para mi y antes de beber le dije
- ¿y es asunto mió que tu hermana este a 4 patas en un motel? –
Me miro sin saber que decirme, no le había gustado que dijera eso pero supe corregir a tiempo. Deje la copa a un lado y tome su mano y cabizbaja dije
- tu me gustaste, hoy, en la cena, me hiciste sentir algo bonito, y ahora que estaba aquí esperándote, me encuentro que intentas no mirarme y solo preguntas por tu hermana, entiendo que te preocupes por ella pero… además, vienes oliendo a sexo y…-
- ¿y que? – dijo el
- y es que me gustas mucho – respondí sin miedo
- ahora somos hermanos – dijo
- ¿y? – le conteste mirándole a los ojos de nuevo
- nuestros padres que dirían – contesto el, ya había entrado al juego definitivamente
- yo no pensaba contarles nada – le note como su respiración estaba agitándose y como estaba excitándose, debo admitir se me hizo agua la boca imaginando su erección
- no pienso dejar mi novia – dijo intentando desilusionarme o, viendo que tan zorra podía ser, también me sorprendí al darme cuenta que podía serlo mucho
- no te pido que lo hagas – entonces me puse de rodillas delante de el y le comencé a bajar la cremallera del pantalón, lo hice lento, temiendo que me empujara y me rechazara, desate el cinturón y le pantalón y sin dilación baje el calzoncillo. Ni siquiera me detuve a pensar si verga era grande o pequeña o bonita o fea, tenia tantas ganas que sin mas me la metí en la boca y comencé a masajearla, a chuparla, a lamérsela y mientras que por mi garganta entraba su sabor, por mi nariz llegaba el olor, el aroma de mujer que había tomado momentos antes.
Se giro hasta sentarse en una jardinera y así, yo mas cómodamente siguiera chupándole, mi cabeza subía y bajaba recubriéndole el pene y babeándolo a placer, por momentos sacaba su pene de mi boca y le chupaba los testículos dejando que me la restregase por la cara para luego pasarle la lengua desde la base hasta la cabecita hasta tenérsela a punto de estallar.. Todo esto, sin dejar de mirarle a los ojos allí, entre las flores viendo como su nueva hermanita se la chupaba toda, vestida como una dama y comportándose como una zorrita. Sentía como su pene palpitaba y comencé a masturbarlo mientras le besaba la cabecita durante unos segundo para luego detenerme par que no se viniera. Permanecí allí, mirándole a los ojos, a 4 patas con su verga en mi cara y finalmente cuando se controlo le dije lo que sabia que quería escuchar
- Cogeme -
No dijo nada, solo asintió y se puso de pie, yo lo iba seguir pensando que iríamos dentro pero me equivoque
- quieta perrita – me dijo sujetándome de la nuca para que no me moviera, me rodeo y apoyando una rodilla en el suelo se puso detrás de mi
- me parece que te gusta duro ¿verdad? – yo solo gemí como diciendo si. Lo cierto es que hasta ese momento solo había tenido sexo con mi ex y con mi actual novio y ambos dejaban muco que desear, pero no iba decir en ese momento que no
- ¿Te gusta duro perrita? – pregunto medio en grito ahogado subiéndome el vestido y bajándome las panti medias lo mas que mis piernas abiertas lo permitieron
- s… si…. Si-
Apenas hube contestado y sentí la cabeza de su verga abrir mis labios, me aferre a la jardinera esperando la embestida. La cual no llego
- shhh, vamos lento cielo – me dijo el con cariño mientras sentía como metía y sacaba la puntita – andabas con ganas desde la fiesta, yo también…
El vaivén se incrementaba lentamente y poco a poco lo que me decía fue careciendo de importancia, si me dijo cosas bonitas o sucias, si me bajo las estrellas o me insulto no lo recuerdo, lo que si recuerdo son esas embestidas y como con una mano me sujetaba del cabello y con otra me acariciaba las nalgas poniéndome un dedo en el culito. Los cuerpos iban y venían, iban y venían, mis agujeritos se abrían se cerraban se deleitaban con el y el con ellos hasta que finalmente estallamos, yo antes que el, imagino que porque venia cansado
Luego de eso, recuerdo como se limpio la verga con mi tanga y mis medias, me acomodo el vestido y me ayudo a levantarme, yo me fui a dormir a la habitación de invitados y el a la suya, una hora mas tarde, Samantha llego, imagino que igual de bien cogida que nosotros. Esa noche tarde en conciliar el sueño, tramando e imaginado el próximo encuentro,
Mi nombre es Bibiana tengo 19 años y soy la hija única de una viuda joven que a sus 43, se daba una nueva oportunidad para el amor casándose con un ingeniero que conocido en el gimnasio, 45 años, divorciado y con dos hijos a su cargo, buen padre hasta donde había visto, pero también narcisista . Esta es una pequeña historia de cómo me convertí en el juguetito de mi nueva familia, de cómo, pase de ser la que sobraba, a ser la que no podía faltar
Todo empezó realmente en la boda de mis padres, si, digo mis padres, al fin y al cabo, ya me acostumbre y el cariño existe jeje.
Allí estaba yo, sentada entre mis dos nuevos hermanastros, una rubia de veinte pocos insoportablemente presumida y envidiablemente guapa llamada Samantha, y el, el recién graduado de la universidad, Jorge, moreno de tez clarita, no tanto como su hermana, juntos aplaudíamos mientras nuestros padres cortaban el pastel de su boda, formábamos asi ante la sociedad en el rito de la boda, una nueva familia. Yo estaba algo incomoda, imagino que igual que ellos, solo deseaba que pasara rápido el espectáculo y que tan pronto empezara la música poderme levantar de allí para bailar con mi novio, cabe mencionar que ni a Samantha ni a jorge ni a mi, nos dejaron sentar a nuestras parejas en la mesa principal por lo que los tres, al parecer, teníamos la misma prisa.
- ¿te aburres? – me pregunto mi hermanastro cuando nos sentábamos después de aplaudir el corte del pastel
- ¿Tu no? – le respondí con otra pregunta, una mala costumbre que tengo muy arraigada
- la buena compañía hace llevadero el evento – me respondió el con una sonrisa y pude ver de reojo como Samantha fruncía el ceño, me di cuenta que jorge la había visto pero no dijo nada, mejor, nos quedaban unos cuantos años por compartir vida como para empezar mal
- gracias – respondí suavizando la voz juguetonamente y mirándolo a los ojos. Por la cara que puso podría asegurar que se le puso dura, lo vi tragar saliva y dudar por un instante momento en que aproveche y me mordí el labio, movimiento de manual en el ajedrez de la seducción, ¿Qué donde lo aprendí? Soy hija de una viuda joven recuerda jeje
- ¿te gustaría que mas tarde bailáramos un par de canciones? – me pregunto el, y antes de poder contestar todo se puso a media luz y comenzó el vals y mi madre y su nuevo y flamante marido saltaron al centro de la pista bailando un vals lento, varios años después mi madre estaba viviendo su cuento de hadas particular que soñó con 16 años, pero con edad para disfrutarlo. Me quede embelezada mirando, sin contestarle a mi hermano, viendo como mama se movía con su vestido blanco y de amplio vuelo y como el la sostenía entre sus brazos con tanto cariño que, debo admitir, me dio envidia
- ¡!Vamos¡¡¡ - la voz de una de las damas de honor me saco de la profundidad de mi mente y cogiendome de la mano me lanzo a la pista justo por delante mi hermanastro. La tradición dice que luego del baile entre los novios los padres de ellos entran a bailar con ellos, pero en este caso, a alguien le pareció gracioso, que fueran los hijos. Antes de darme cuenta mi padrastro me había tomado por la cintura y me guiaba en el vals mientras mi madre hacia lo propio dejándose llevar por mi hermano, igual de desprevenido que yo
Me sonroje, y mi padrastro lo noto, sentía como me sujetaba con su mano por la cintura y con la otra de mi mano derecha y me llevaba por la pista como si flotáramos, el desgraciado sabia bailar y sabia bailar muy bien, me tenia contra si por la cintura y yo, al ser un poco mas alta que mama aunque sin sus grandes pechos me dejaba llevar.
- ¿te da penita? – me pregunto con voz paternal pero dejaba escapar un deje de risa
No pude evitarlo, son muchos años viendo como mama lo hacia y me temo, que ahora forma parte de mi naturaleza, ataque de nuevo
- un poco – Respondí cual frágil princesita, baje la mirada y luego lo volví a mirar a los ojos… Hombre a final de cuentas, trago saliva, me miro el escote y fingió no haberlo echo, entonces me mordí el labio
- mi turno – escuche detrás de mi y adivine que era la voz de Samantha
- todo tuyo – respondí ya con la mirada cruzándose con la de jorge que mi madre lo liberaba justo para que yo lo atrapara y bailara con el mientras le dedicaba una mirada a la rubia y pensaba para mis adentros, “asi que celosita”. Si, ahora se que en ese momento fue cuando me lo propuse, deseaba tomar a hermanastro o bueno, hacerle creer que el me tomaba a mi también seria un resultado aceptable
Bailamos unos minutos no se exactamente cuanto, yo estaba demasiado ocupada pareciendo frágil y cuidando que Samantha no se me lanzara a la yugular como para mirar el reloj, hubo un momento, en que realmente temí que tomara por el cabello y me arrastrara cuando acabo de bailar con mi padrastro, afortunadamente para mi, su novio la intercepto y comenzó a bailar con ella, luego, la novia de jorge y mi novio hicieron lo propio con nosotros y el ajedrez de la seducción se vio pausado, con mi novio baile, cene, tomamos un par de copas de champagne que si bien yo nunca había tenido problemas, mi madre me dejaba, sabe que no abuso, el al ser mas joven que yo, tenia 17, le resultaba emocionante y se sentía como un señor bebiendo champagne con su novia un par de años mayor que el…se creía que lo tenia todo, lo cierto es que siempre me ha gustado que así parezca
Se llego la una de la mañana y la fiesta seguía por todo lo alto mas mi novio, el señor, debía volver a casa ya que solo tenia permiso hasta esa hora, si lo encuentran infantil yo lo encuentro divertido. ¿Por qué sales con un niño? Me preguntaban mis amigas, yo siempre decía, “me da lo mismo que uno mayor que yo y es obediente”. Sobre la misma hora vi como jorge y su novia se despedían de mis padres, el la llevaría a su casa, como buena chica, también le habrían puesto hora de llegada… aunque con su edad, la 1:00 era un poco pronto…
Se dieron las 2 y las 3 de la mañana y la gente se despidió, se fue, la fiesta acabo mis padres, se fueron a su mini luna de miel, un fin de semana en un hotel con spa en la ciudad, mi hermanastro debía irse a casa después de dejar a su novia y así, solo quedábamos yo y Samantha, la cual ya tenia planes con su novio, por lo que volví a casita, sola con mis planes ya bien trazados
Llegue a casa, me estaciones fuera y entre a casa, comprobé que no había nadie, me serví una copa de champagne, no es que me apeteciera, pero me vendría bien para salir a sentarme en las sillitas del jardín y esperar. No me deshice el peinado, no me quite ni las medias ni los tacones, no me puse cómoda en lo absoluto, quería que el me recordara asi
No tuve que esperar mucho, pasaron unos 20 minutos y jorge llego, también estaciono su coche fuera suponiendo que ya le habríamos ganado los dos sitios yo y Samantha y entro a pie encontrándome sentada en el jardín, cruzada de piernas y de medio lado, con una copa en la mano y sonriente de verle
- ¿Qué haces aquí fuera? – pregunto el
- me he pasado sola en casa la mayor parte de mi vida, no quería empezar esta nueva vida igual… sola – respondí con la verdad, lo que no dije, eran mis segundas intenciones
- al menos hubieras puesto dos copas – dijo el con naturalidad
- no me importa compartir – dije inclinándome hacia delante ofreciéndole mi copa, y mi escote también para que se asomara en el. Así lo hizo, tomo y bebió la copa, se asomo en mi escote y me cruce de brazos fingiendo tener frio, haciendo que mis pechos se juntaran y levantaran para que parecieran mas grandes
- ¿Dónde esta Samantha? – pregunto desviando la vista lo cual me enfureció y respondí con una pregunta, cambiándole el tema
- ¿de donde vienes? hueles a mujer… -
- no es asunto tuyo – dijo un poco brusco, poniéndose a la defensiva. Le quite la copa de la mano y la llene para mi y antes de beber le dije
- ¿y es asunto mió que tu hermana este a 4 patas en un motel? –
Me miro sin saber que decirme, no le había gustado que dijera eso pero supe corregir a tiempo. Deje la copa a un lado y tome su mano y cabizbaja dije
- tu me gustaste, hoy, en la cena, me hiciste sentir algo bonito, y ahora que estaba aquí esperándote, me encuentro que intentas no mirarme y solo preguntas por tu hermana, entiendo que te preocupes por ella pero… además, vienes oliendo a sexo y…-
- ¿y que? – dijo el
- y es que me gustas mucho – respondí sin miedo
- ahora somos hermanos – dijo
- ¿y? – le conteste mirándole a los ojos de nuevo
- nuestros padres que dirían – contesto el, ya había entrado al juego definitivamente
- yo no pensaba contarles nada – le note como su respiración estaba agitándose y como estaba excitándose, debo admitir se me hizo agua la boca imaginando su erección
- no pienso dejar mi novia – dijo intentando desilusionarme o, viendo que tan zorra podía ser, también me sorprendí al darme cuenta que podía serlo mucho
- no te pido que lo hagas – entonces me puse de rodillas delante de el y le comencé a bajar la cremallera del pantalón, lo hice lento, temiendo que me empujara y me rechazara, desate el cinturón y le pantalón y sin dilación baje el calzoncillo. Ni siquiera me detuve a pensar si verga era grande o pequeña o bonita o fea, tenia tantas ganas que sin mas me la metí en la boca y comencé a masajearla, a chuparla, a lamérsela y mientras que por mi garganta entraba su sabor, por mi nariz llegaba el olor, el aroma de mujer que había tomado momentos antes.
Se giro hasta sentarse en una jardinera y así, yo mas cómodamente siguiera chupándole, mi cabeza subía y bajaba recubriéndole el pene y babeándolo a placer, por momentos sacaba su pene de mi boca y le chupaba los testículos dejando que me la restregase por la cara para luego pasarle la lengua desde la base hasta la cabecita hasta tenérsela a punto de estallar.. Todo esto, sin dejar de mirarle a los ojos allí, entre las flores viendo como su nueva hermanita se la chupaba toda, vestida como una dama y comportándose como una zorrita. Sentía como su pene palpitaba y comencé a masturbarlo mientras le besaba la cabecita durante unos segundo para luego detenerme par que no se viniera. Permanecí allí, mirándole a los ojos, a 4 patas con su verga en mi cara y finalmente cuando se controlo le dije lo que sabia que quería escuchar
- Cogeme -
No dijo nada, solo asintió y se puso de pie, yo lo iba seguir pensando que iríamos dentro pero me equivoque
- quieta perrita – me dijo sujetándome de la nuca para que no me moviera, me rodeo y apoyando una rodilla en el suelo se puso detrás de mi
- me parece que te gusta duro ¿verdad? – yo solo gemí como diciendo si. Lo cierto es que hasta ese momento solo había tenido sexo con mi ex y con mi actual novio y ambos dejaban muco que desear, pero no iba decir en ese momento que no
- ¿Te gusta duro perrita? – pregunto medio en grito ahogado subiéndome el vestido y bajándome las panti medias lo mas que mis piernas abiertas lo permitieron
- s… si…. Si-
Apenas hube contestado y sentí la cabeza de su verga abrir mis labios, me aferre a la jardinera esperando la embestida. La cual no llego
- shhh, vamos lento cielo – me dijo el con cariño mientras sentía como metía y sacaba la puntita – andabas con ganas desde la fiesta, yo también…
El vaivén se incrementaba lentamente y poco a poco lo que me decía fue careciendo de importancia, si me dijo cosas bonitas o sucias, si me bajo las estrellas o me insulto no lo recuerdo, lo que si recuerdo son esas embestidas y como con una mano me sujetaba del cabello y con otra me acariciaba las nalgas poniéndome un dedo en el culito. Los cuerpos iban y venían, iban y venían, mis agujeritos se abrían se cerraban se deleitaban con el y el con ellos hasta que finalmente estallamos, yo antes que el, imagino que porque venia cansado
Luego de eso, recuerdo como se limpio la verga con mi tanga y mis medias, me acomodo el vestido y me ayudo a levantarme, yo me fui a dormir a la habitación de invitados y el a la suya, una hora mas tarde, Samantha llego, imagino que igual de bien cogida que nosotros. Esa noche tarde en conciliar el sueño, tramando e imaginado el próximo encuentro,