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Mi madre me hizo ir a ver a los albañiles …

Phanton98

Becerro
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20 Mar 2009
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Cumplí las órdenes de su madre, me había encargado que pasase a echar un vistazo a las obras que estaban haciendo en nuestro antiguo piso que tenían vacío para reformarlo, y quería que yo controlase como habían terminado la jornada los obreros, al llegar entre por la puerta con la llave, sin llamar, estaban dos chicos jóvenes de mi edad, trabajando recién al entrar en el comedor, no así el jefe, que había salido, me lo comentó el chico mas espabilado de los dos, alto, delgado, atlético, con pinta de chulito, que salió en seguida a saludarme con dos besos y explicándole la situación sobre su jefe, que había ido a por unos materiales que necesitaban para el día siguiente y que no tardaría mucho en regresar, él estaba trabajando sobre las molduras del techo con una escalera, y el otro parecía algo ido, era muy introvertido, de estatura normal y algo rechonchete, tenía cara de tonto la verdad, y estaba en una esquina de rodillas trabajando en el suelo, ni siquiera llegó a levantar la cabeza del todo cuando pase por su lado, aunque si note como me miro las piernas.
Así que como había que esperar para que el jefe me comentara los detalles, me senté en una silla del comedor junto a la mesa esperando … los chicos seguían con su trabajo, uno con las molduras y otro con el suelo … y yo aburrida esperaba observando al vacío dejando pasar los minutos hasta que volviera el señor con el que tenía que hablar, entre el aburrimiento y la inquietud movía las piernas, las abría y las cerraba para matar un poco el nerviosismo, pasaron los minutos, sonaba la radio … no me percató que al abrir y cerrar las piernas el chico gordito que estaba en el suelo de rodillas se había puesto tal que tenía una visión directa de mi, y me estaba viendo todo!
Cerré las piernas rápido del susto y a los pocos segundos me levanté y me dirigí a un cuarto de la casa, el que solía ser el mío cuando vivía allí, empecé a rondar la habitación recordando mis años allí, y con lo que me había pasado la cabeza me salto a los tiempos en los que los chicos del colegio me espiaban y mi miraban por debajo de la falda, que gracia recordarlo ahora … eran los mismos en los que yo empezaba a masturbarme y descubría la sexualidad, y era allí en esa habitación donde lo hacía … se me paso el rubor y me entro un calor excitante, deambulé por la habitación observando los trabajos que habían realizado allí, mientras rememoraba lo mucho que me masturbaba allí cuando era joven y las fantasías con la que lo solía hacer … me quedé de pie apoyada en una mesa de trabajo fantaseando con aquellos profesores y compañeros que alimentaban mi apetito de entonces … en las películas porno de mi padre que veía a escondidas …
Me entro el morbo de la situación y con la idea de que estaba ya en la última ocasión en la que vería aquellas paredes tal cual entorné algo la puerta y empecé a acariciarme los muslos subiendo por las caderas levantándome el vestido, me fui excitando cada vez mas semidesnuda con los chicos al otro lado, lo hacía disimuladamente para que si entraba alguien de golpe no se dieran cuenta de nada, me acariciaba los pechos por fuera, sentía la vagina empezar a segregar flujo y tocaba el clítoris por fuera para provocarse placer, y ahí ya casi perdí la noción de donde estaba, o al menos de la puerta, ya que el chico gordito estaba justo en el hueco entre la puerta y el marco, como mirándome de reojo, disimulando agachado y a 4 patas como que estaba trabajando.
No estaba segura si me había visto o no, pero sentí como si me hubiera ya pillado y la única solución era seguir adelante, también ayudo que me sentía muy cachonda al ser descubierta. Me daba algo de morbo que me vieran y el calor que tenia dentro de mi hacia que me apeteciera exhibirme más si cabe sin pensar en las consecuencias, seguí subiéndome el vestido con una mano mientras me acariciaba los pechos con otra, el no paraba de mirarme, ahí, inmóvil, quieto. Me sentía deseada y mojada, expuesta, sentía sus ojos clavados en mi, él no me excitaba en absoluto pero notaba como me mojaba cada vez más la situación, le hice con la mano un gesto de que se acercara y el tímidamente gateó hacia mí sin mirarme, se quedo delante de mi como un perrito temeroso que espera instrucciones de su amo, le puse un dedo en la barbilla y le levante la cara hasta dejársela mirándome fijamente, me incorporé levemente, levante el vestido y situé mis piernas abiertas justo por encima de su boca, quedando el debajo de mi vestido, baje lentamente hasta que situé mi vagina mojada sobre sus labios , me separe el tanga de la vagina y la restregué unas cuantas veces por su boca mientras él seguía inmóvil sin abrir los labios, le ordené que me la chupara.
El saco la lengua y empezó a moverla de forma torpe y sin ninguna destreza, se notaba que era la primera vagina que había tenido cerca. Aun así yo disfrutaba restregándosela contra su boca, con una mano le cogía la cabeza y se la apretaba contra ella y con la otra me acariciaba los muslos, la barriga, las tetas, dándome placer, estaba muy cochina, y empecé a lamerme los dedos, me los metía como si fuera una polla y los chupaba. Me entraron unas ganas terribles de comerme una buena polla, de chuparla, lamerla, saborearla de arriba abajo, de sentir su olor, su sabor… que gusto me estaba dando… empecé a gemir algo intencionadamente, estaba completamente excitada deseosa de sexo, esperaba que entrara el otro chico chulito y que me diera placer, tenía el deseo que todo ese aspecto de chulito se transformara en una buena polla que me follara hasta reventar.
Y no tardo nada en entrar extrañado, se quedo perplejo al contemplar la escena. Al verlo le respondí con un gesto claro, me levante el vestido quitándomelo por completo, quedando en ropa interior, por debajo a la vista de como el otro me lamia, y por arriba mis tetas rebosaban queriendo salir del sujetador.
– ven aquí y chúpame, le indique mientras me sacaba la teta derecha ofreciéndosela para que me mamara el pezón.
El chico se acercó riendo y diciendo – vaya vaya lo que tenía por aquí, que vaya guarra resultaba ser la hija de la dueña …
Empezó a chupármelo a base de bien, me lo mordía, me lo estiraba con los dientes, se comía la teta, incluso me hacía daño pero me daba igual, yo solo disfrutaba por arriba y por abajo, cambio de pecho, me saco la otra teta e hizo lo mismo, luego subió al cuello, siguió chupándome la oreja, la mejilla… me lamia la cara dejándome su saliva, seguía restregándome la vagina con la boca del otro chico.
Mientras yo tenía toda la vagina llena de flujo haciendo que resbalara al frotarse cada vez mas y mas, deslizando completamente de arriba abajo, yo era quien marcaba el ritmo, cada vez hacia movimientos más amplios, llegaba incluso al culo, le ponía mi agujerito para que me lo lamiese también. El seguía con la lengua erguida moviéndola de arriba abajo sin mucho estilo pero eficaz.
Además me masturbaba el clítoris y no pude más que entrar en un orgasmo, el otro chico seguía chupándome por toda la cara y el cuello dejándome llena de saliva, fue algo que al poco me empezó a disgustar, ahí me entraron dudas de lo que hacía, como si de un golpe la realidad hubiera vuelto, pero a la vez también esa sensación se transformaba en un placer inmenso que me hacía correrme sin que parase el orgasmo y sentirme una guarra.
El orgasmo no cesaba, pero tenía picos de intensidad, iba y venía siempre muy intenso, y finalmente en un pico se me escapo un poco de pipi, al menos esa sensación me dio, y me sentí muy avergonzada, aunque el chico no hizo nada y seguía y seguía lamiendo dócil sin parar.
Pero aquella vergüenza si hizo que mi orgasmo se terminara, entrara en mí un cierto sentimiento de culpa y unas ganas increíbles de dar placer yo, así que ordené a los dos chicos se quedaran de pie frente a mí y yo baje de rodillas frente a ellos, me puse frente a sus penes.
Al chulito se le veía muy bien la erección a través del pantalón, y parecía que tenía un pene grande, pero quise empezar por el otro que es con el que me sentía peor, al bajárselos me di cuenta que debía haberse corrido mientras me chupaba la vagina porque vio en el pantalón un redondel mojado de semen. Seguí bajando los pantalones por la rodilla dejando al aire su pene blanco y pequeño sin apenas vello, aun tenia semen por encima. Lo cogí con dos dedos y le deje el glande al aire. Le miré y me miraba con cara de culpabilidad, le sonreí y le dije que no se preocupara, a la vez que me lo introducía en la boca y jugaba con su glande, empece a lamerle el semen que tenia por la polla y en dos o tres mamadas ya se la deje limpia, también algo que le había caído en la base y un testículo que al tocarlo note húmedo. Me sabia mal no poder chupársela mas, iba a empezar por él pero visto lo visto yo quería meterme algo duro en la boca. Asi que ya sin más pase al otro, que tenía una gran erección.
Yo le sonreí mientras se la tocaba por fuera y bajaba el pantalón, tenía el pene larguilucho y delgado, bien erguido y muy recto, me lo metí al instante en la boca además de masturbarlo, era lo suficiente largo para hacer ambas cosas bien.
Me la ponía apoyando su glande en mi lengua y lo masturbaba rápido como para que se corriera, no quería, pero estaba muy cachonda follandome a esos dos desconocidos ya me estaba sintiendo muy bien. Después él me agarró la cabeza y me la metía en la boca como si me follase la boca, lo hacía muy rápido e intentaba metérmela toda dentro, casi lo conseguía pero no me cabía, abría bien la boca pero me llegaba a la garganta y me daban arcadas, me costaba respirar pero él no paraba, casi se corre y paro.
Me dejo exhausta así que decidí relajarme con el pene del gordito, tenía ganas de recompensar la chupada que la había dado antes así que me metí su pene entero en la boca, era pequeño y aun estaba flácido, poco a poco fue engordando aunque aun asi no era muy grande. Sabía mucho a semen. Seguí chupando ese pene virgen cuando noté el otro chico me cogía de la espalda para que me pudiera a 4 patas, yo lo hice sin dejar de chupar, pensé que me iba a follar y que ya era hora. Me la metió al instante y hasta el fondo con todas sus fuerzas, se movía rápidamente metiendo y sacando la polla a un ritmo muy fuerte, tardé unos segundos en acostumbrarse y cuando ya mi vagina diló bien gozaba con las embestidas del pene que me daba, iba tan rápido que cada pocas metidas se le salía y tenia que volverla a meter, pero en una situó el glande en el ano e hizo fuerza para meterla, pero no conseguía introducirla. Yo pensé que se estaba equivocando por la inexperiencia o la velocidad que iba, y seguía a la mia chupando el otro pene, pero de repente noté como el chico me chupaba el ano para dilatármelo. La verdad que el sexo anal no me gusta mucho porque me suele molestar pero me dio un morbo terrible que aquel chulito me chupase el culo así que le deje hacer.
Mientras, claro, me entretenía con la polla del gordito el pene empezó a introducirse en mi culo de forma lenta y constante, mientras él me agarraba las nalgas lo más fuerte que podía y gritaba – te gusta así verdad? Yo se sentía muy guarra y le decía que claro, que me follara todo lo mejor que pudiera, y entonces en el punto álgido de la penetración para colmo el gordito se volvió a correr esta vez en mi boca sin avisar. Mucho semen, más de lo que esperaba, lo que me hizo pensar que la anterior corrida había sido involuntaria porque descargó bastante cantidad en mi boca, trague lo que pude pero entre la sorpresa y las embestidas del otro parte saltó por mi cara, le sonreí, no me importaba, me gustaba darle placer. Cuando ya note que me había follado bastante bien el culo le agarré el pene duro y tumbe en el suelo, quería follarmelo yo un rato asi que me puse a cabalgar sobre él.
El chico cumplía su papel y parecía tener resistencia, yo me tocaba el clítoris mientras adivinaba a ver al otro chico viendo la escena con los pantalones por los tobillos, cerré los ojos y me pegué a él abrazándolo, moviendo el culo rápidamente arriba y abajo, mientras le recordaba al oído que aun quería follar mucho mas, sentía profundamente ese pene entrando y saliendo, tanto que cuando el jefe entró por la puerta de la casa no me di cuenta.
El tiempo se nos había pasado y el jefe que ya había vuelto, Hice el amago de incorporarme pero el chico me abrazaba fuerte metiéndola sin parar y no lo conseguí, ni siquiera pude ver la cara del jefe, solo su silueta, simplemente cerré los ojos del placer queriéndome desentender de todo, sin importarme nada, no pasaron más de 10 segundos que se escuchó – quita, va a follarla un hombre de verdad.
Abrí los ojos y note como una fuerza por detrás me levantaba y me ponía a cuatro patas, no quería girarme, y al instante noté una gran presión en la vagina por lo que intuí que la tenía muy muy grande, y ya de nuevo estaba sintiendo un inmenso placer, el otro chico se puso a un lado y empezó a masturbarse muy rápido mirándonos, yo le miraba a el cómo lo hacía y eso me excitaba, le hacía gestos con la boca para que me la diera a chupar, pero no me hacia caso mientras el jefe jadeaba de placer al meterla una y otra vez.
El chico no tardo en correrse al aire en frente mío, tuve el reflejo de ir hacia esos chorros de semen que salían despedidos pero el jefe me tenia agarrada por detrás y me lo impidió, me dijo – no te preocupes que ahora te daré yo el mío
Me excitó tanto esa frase que entre en un orgasmo. El hombre jadeaba intensamente y se notaba que estaba muy excitado por follarse a una jovencita de esa manera. A punto de irse saco su polla y empezó a masturbarse, yo ya sabía lo que tenía que hacer … me giré hacia él y por fin le vi, era un hombre gordo de unos 60 años bastante feo y peludo, iba sin pantalones y con la camisa abierta, con alguna cadena de oro me pareció ver, al ver lo feo que era y que me lo acababa de follar sin ni siquiera saber su cara me sentí completamente una guarra, no había vuelta atrás y lo único que quería era que esa polla se corriera, la masturbe rápido, la tenia gorda y grande, me fije mejor, era un viejo feo con una polla grande y larga que lo compensaba, me la metí en la boca, no podía bien a causa de su tamaño y lo dura que estaba así que la masturbaba y la lamia, mi orgasmo no había parado nunca, yo mientras me tocaba el clítoris, lamia y chupaba, parecía aguantar más, pero el hombre me sujeto la cabeza mientras hacía fuerza para introducía al fondo de mi boca, empezó a eyacular un montón de semen, tuve que sacármela al instante porque me ahogaba por el tamaño y mas corriéndose, la saque y aun seguía eyaculando, le masturbaba rápido para sacarle todo y salpicaba por mis pechos, después se la chupe un poco hasta dejársela limpia, me tumbe en el suelo y seguí tocándome, restregándome el semen por las tetas, ante la mirada de los tres, yo les miraba cachonda seguía corriéndome, les miraba las pollas, me fijaba en ellas, no podía parar. Hice bien en cumplir las órdenes de mi madre, pero no creo que se lo pueda contar.
 
shiale eres una puercototota, pero la neta esta bien chido que vivas tu sexualidad al maximo, gracias por el relato esta muy bueno
 
EXCELENTE RELATO ME GUSTO ESPERO PODER LEER MAS DE ESTOS Y OJALA NOS MANDES UNAS FOTOS TUYAS PARA PODER ADMIRAR LO QUE DISFRUTARON LOS TRABAJADORES. SALUDOS A TODOS
 
esta bueno el relato pero pos dudo que sea verdad, hay muchas inconsistencias una porque pues como un albañil que ni si quiera conocez t sale a saludar con 2 besos y decirte que su jefe salio esta dificil que cogas con 3 extraños y mas feos jajaja sucios pero en fin buen relato gracias
 
No ma... que pinche suerte de los albañiles esos, muy buen relato gracias por compartir
 
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