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Mi jefa, la free PERFECTA ;)

JianKarlo

Becerro
Desde
21 Ene 2018
Mensajes
6
Saludos, es la primera vez que escribo un relato, espero no aburrirlos ;) aunque es muy largo por ser la introducción, les prometo que las siguientes serán más picantes conforme le ayudo a mi jefa inmediata a explorar y probar cosas más perversas y lujuriosas :cool:

Eran las 7 am y recién llegaba a mi 2da semana en mi nueva área, en adquisiciones, en la empresa donde laboro. Recién había sabido que mi jefe se tomó sus vacaciones y que vendría otra persona a cubrirlo durante ese tiempo. Cuando llegué noté para mi sorpresa a una desconocida pero atractiva mujer de edad mediana en la oficina, probablemente un par de años mayor que yo (tengo 30), a quien con solo verla se le notaba una muy agradable personalidad por su amigable sonrisa... y un cuerpo esbelto muy bien dotado de eso encantos femeninos que a todos los hombres nos encanta: ligeramente curvilínea, con algo de nalgas y una blusa que te daba a la idea de que tenía un par de abundantes pechos. No era muy llamativa por su forma de vestir tan casual pero sí alguien digna de un buen piropo cuando se le apreciaba bien. Tenía la sospecha de que tenía unas buenas nalgas y un buen par de tetas. Daniela es su nombre y ufff, con sólo pronunciarla se me para. En fin.

Todo transcurrió normal durante las 2 semanas que estuvo. Llegamos a platicar un par de ocasiones de temas triviales. Nunca le coqueteé debido a que son muy chismosos ahí y siempre andan en todo y suelo ser reservado en el aspecto de tirarle la onda a compañeras del trabajo… además de ser algo tímido sumado al inconveniente de que era mi jefa directa. Sin embargo a veces cruzábamos miradas y me sonreía. No sé si era yo, pero tenía la ligera impresión de que había algo de atracción de parte de ella cuando me miraba. Pasaban los días y no podía evitar mirarle a veces esas nalgas y esos pechos que aunque muy bien ocultos (jamás usaba escotes ni pantalones o blusas pegados) aún así se podía apreciar su sabroso volumen.

No fue sino mi último día previo a salir de vacaciones que sucedió algo curioso antes de la hora de salida.

“Oye David, pásame tu whatsapp para invitarte a una comida con los compañeros antes de regresarme a mi área para festejar mi salida.” Me quedé tan extrañado ante su familiaridad.

“Ah… sí. Ahorita te lo paso” respondí pensando ‘qué raro… igual y sí está interesada y usa esto como excusa.’ Le pasé mi número y me fui de vacaciones. Regresando de mis viajes me decidí a saludarla por whatsapp.

YO: Y qué onda Dani, ¿ya hicieron su comida?
ELLA: Claro, ¡de lo que te perdiste!
YO: Qué mal, pero pues pienso llevarle a los compañeros algo de almorzar en cuanto regrese, ¿qué te latería que lleve, unas tortas?
ELLA: Ya no estoy ahí :(
YO: No importa, te tomaré en cuenta porque para mí sigues siendo la jefecita ;)
ELLA: Jajaja, ah bueno, ¡entonces sí, lleva tortas! Menos a Raquel, ella anda cubriendo a otro compañero y me cae de la patada.
YO: Qué mala eres, jaja.
ELLA: ¿Yo? ¡Para nada, soy muy buena!

Para eso cuando le había enviado mensaje no pude evitar notar su foto de perfil: ¡Una foto de ella en un vestido azul cielo pegadito, muy bien arreglada y con un escote con el que se le apreciaba unas CHULAS TETAS que estaban para MORIRSE babeando! ¡Lo sabía, esta mujer tiene un cuerpazo pero es muy reservada para mostrarlo! Ya que era bastante amigable y hubo algo de confianza me decidí entonces a dar golpe. Era todo o nada.

YO: ¿Muy buena? Claro, por tu foto de perfil es evidente que lo estás ;) ¿o cómo era?
ELLA: :eek::eek::eek: ¡Pinche David! Jajajajaja, harás que me muera de pena cuando te vea.
YO: Jajajaja.

Dos días después decidimos comenzar a salir. Para eso en cada salida siempre se le veía con esas ganas de que la besara aunque cada vez que le insinuaba algo sexual no parecía responder con el mismo entusiasmo. No estaba seguro de si realmente sería alguien que se prestara a algo casual.

Sin embargo en nuestra cuarta cita, en uno de esos días que fuimos a un parque y estaba solo, de nuevo comenzamos a besarnos. Esta vez estábamos aún más prendidos y decidí ser más audaz con mis manos al punto de llegar a un buen fajoneo: sus manos debajo de mi camisa, mis manos sobre sus piernas y apretándole las nalgas y sus abundantes pechos apretándose contra mí mientras su lengua se mezclaba con la mía y nos mordíamos los labios. Le jalé suavemente el cabello y se dejó llevar en cuanto le comencé a besar su cuello. Escuchaba sus gemidos y la apretaba más hacia mi tomándola de la cintura lo que hacía que aumentaran sus gemidos. Apretaba aún más sus nalgas con mis manos y después de unos minutos posé mi mano sobre su cuello mientras la seguía besando para después bajarla poco a poco hacia sus pechos. Como no hizo nada más que permitirme tocarla fue cuando pensé que era el momento.

YO: Noto que estás algo estresada, creo que necesitas masajes ;)
ELLA: ¿Tú crees?
YO: Claro, puedo sentir en tus pechos sobre todo una gran cantidad de estrés que se debe quitar en el momento.
ELLA: Jajajaja, menso.
YO: Vámonos a algún lugar más privado, ¿te parece?
ELLA: Mmmmm, no sé Davo, vas a pensar que soy una zorra o algo.
YO: Para nada, no hay nada más sexy y atractiva para mí que una mujer que sabes disfrutar su sexualidad.
ELLA: Sí, pero yo no suelo acostarme con amigos.
YO: No pasará nada, sólo somos tú y yo, no soy cualquier persona y tú no eres cualquier mujer, es de lo más común que se acuesten entre amigos.

Después de un par de minutos más de besuqueo y de lavarle el coco, accedió a mi propuesta.

THE. GAME. IS. ON. BABY!

(Continúa en el mismo post más abajo)
 
No tardamos ni 5 minutos en llegar a un motel, bajar, acostarnos en la cama y comenzar a besarla. La puse boca abajo y comencé primero por masajearle la espalda. Luego comencé a besarle la espalda mientras le subía su blusa hasta que se la quitó quedándose sólo en bra. Seguí besándola hasta bajar y desabrocharle su pantalón y quitárselo. Le besé cada centímetro de sus piernas hasta subir a sus nalgas. Qué agradable sorpresa ver sus piernas tan bien dotadas de volumen como sus nalgas. Las apreté fuertemente con mis manos y las “masajeé” un poco más hasta que comenzó a gemir. Las besé y mordí suavemente hasta arrancarle más gemidos.


La volteé boca arriba y la seguí besando y mordisqueándole los labios en lo que mis manos acariciaban más lujuriosamente sus enormes tetas, aún con el bra puesto. Bajé mi mano por su cuello, sus tetas y hasta llegar entre sus piernas a ese clítoris que con solo rosarle el calzón se le sentía la humedad. Pícaramente le jalé el calzón hasta arriba por lo que soltó un enorme gemido viendo claramente cómo se le metía en su panocha y le rosaba. Le presioné con mi dedo queriendo meterle el calzón hasta que me quiso detener con su mano de tanto placer que le daba.


“¡Qué mojada me pusiste!” me dijo mientras su mano me comenzaba a desabrochar el pantalón y a meterla para sentir mi verga erecta pero apretada por mi calzón. La seguí besando hasta que comencé a bajar poco a poco con sus gemidos más y más fuertes conforme llega a su humedecida conchita. Le quité el calzón y mi lengua comenzó a acariciarle esa parte tan humedecida que sus gemidos aumentaron de volumen.


Hacía cuanto se me ocurría. La lengüeteaba en círculos, arriba y abajo, metiéndole mi dedo y hasta chupándole el clítoris.


“¡AY SI, ASÍ SIGUE!” Sus manos parecían empujarme la cabeza y yo resistía sujetándole la cadera o las piernas para que no se quitara. Con cada lengüetada me daba un gemido o un “¡OH DAVID!”. Definitivamente no existe sonido más dulce y excitante que el de una mujer diciendo tu nombre entre gemidos.


Me puse el condón. Quería hacerla MÍA. Pero antes de meterla quería rosarle mi verga a la entrada de su clítoris, porque me encanta cuando una mujer se excita tanto que me ruega por que la fornique con deseo y me suplique hacerla sentir mi verga. Fue tan rico verla estremecerse entre dolor y placer que parecía que me iba a venir en ese momento, pero me pude contener y comencé por darle sus buenos empujones. UFFF era la puta gloria, AL FIN se me había cumplido la fantasía de seducir a mi sexy jefa.


“¡Ven, bésame!” me dijo mientras la cogía duro. Le sujeté los brazos, porque me fascina sentir cómo las someto y las domino y ella gustosa aceptaba toda mi verga dentro de ella con cada embestida. Viéndola ya bien, tenía unas riquísimas tetas, tan grandes como sospechaba y sin esperar comencé a chuparle los pezones y a mordisqueárselos suavemente.


“¡AY SÍ, ME ENCANTA, SIGUE SIGUE!” ¿Y qué caballero sería capaz de decirle que no a esta tetona dama? Seguí pues, chupándole las tetas y lengüetándole los pezones.


Después de unos minutos la puse jalándola en una de mis posiciones favoritas: de perrito. Fue tan excitante verla acomodarse y apreciar aún más el volumen tan sabroso de sus nalgas y la forma que tomaban cuando se puso en esa posición, tan deseosa de sentir cómo me la cogía que se me endureció aún más. Más excitante fue sentir su mano tomarme de la verga ansiosa porque se la metiera y la siguiera cogiendo. La sujeté de las caderas y le chocaba mis huevos con sus nalgas con tal fuerza que se escuchaba el PAS PAS PAS de la cogedera y un AAAH de sus labios.


“SIII DAVO DAME MAS! DAME MAS!” me gritaba.


Era más de lo que esperaba cuando la veía por el reflejo del espejo del motel. Una guapa mujer un poco mayor que yo, con unas tetas que se le agitaban riquísimo con cada embestida de mi virilidad y unas chulas y voluptuosas nalgas que se agitaban de forma tan excitante y que rogaban ser nalgueadas hasta dejarle la marca de mi mano como mostrando que ahora era dueño de ese culote tan rico, ahora sumisa para darme placer.


“¿TE GUSTA DANI? ¿¡TE GUSTA CÓMO TE COJO!?” le decía mientras le manoseaba las tetas que se agitaban y le pellizcaba sus pezones endurecidos.


“SÍ DAVO ME ENCANTA! DAME ASI! ASI!” me gritaba a la vez que sentía esa tensión que se acumulaba en mi pene, hasta explotar adentro de ella llenándola de mi leche y soltando ambos un gemido profundo mientras mis embestidas bajaban de intensidad hasta detenerme.


Me puse encima de ella y se acostó. Saqué mi pene lentamente para no lastimarla cuando de pronto:


ELLA: Ahora sí me dará TANTA pena verte en el trabajo.

YO: ¿Crees que no debimos haberlo hecho?

ELLA: No, para nada, no me arrepiento, sólo que nunca lo había hecho con alguien que no fuera mi pareja. ¡Pero fue riquísimo!

YO: ¿Entonces todo bien? Lo menos que quiero es incomodarte.

ELLA: Sí, ntp, por mi podemos hacerlo todos los días, ¡me gustó bastante!

YO: ¿En serio?

ELLA: ¡Sí, nunca me habían hecho sexo oral y las pocas veces que tuve sexo en mi vida fue super ekis, la neta lo haces muy rico!


"¡MIERDA, está como me gusta, una MILF guapa, sexy y con potencial de ser una calenturienta!" pensé perversamente.


ELLA: ¿Nos vemos mañana?


Continuará…
 
No manches, esta muy buiena la historia, sigue subiendo tus relatos, ojala y la complementes con una foto de ella
 
no le hiciste beso negro cuando la tenias de perrito? para la próxima hazlo y nos cuentas como gime!!!
 
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