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Mi gran amigo del chat, un madurito II

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Becerro
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5 Abr 2018
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Después de eso no volvimos a hablar en unos 15 días, me sentía algo extraña, preocupada, nerviosa, con sentimientos encontrados pero feliz de unos días de descanso. Llegó la fecha para salir y todos estábamos muy contentos, tomamos el vuelo a Oaxaca y llegamos muy rápido, era la dos de la tarde y ya estábamos en el hotel hacía un calor horrendo, yo llevaba puesto un pequeño vestidito blanco, unas pequeñas sandalias de cuero y de bajo unos braguitas tipo cachetero blancas, un pequeño top igualmente blanco, algo muy normal así como mi maleta y un pequeño sombrero para protegerme del sol, estábamos muy acalorados y no nos permitian la entrada hasta las tres de la tarde.

Mi papá estaba tratando de convencer al administrador de que nos dejara pasar pero no lo conseguía, en eso se acerca un señor por detrás de papá y le dice

-Estimado señor, veo su inconformidad, pero si a usted no le molesta y el administrador lo permite, puedo ofrecerle mi habitación para que se refresquen un poco. Estoy instalado en la habitación 5D es algo grande la del final del pasillo y creo que cabemos bien ahí todos.
Mi papá miró al administrador y este no dijo nada, así que le dijo al señor:

-Me parece perfecto, la nuestra es la 2D y la de mis hijas la 3D estamos en el mismo nivel y edificio. le agradecería muchísimo su atención.

- Por mi no hay problema adelante, con mucho gusto les ayudo a subir sus maletas.

Cual fue mi sorpresa cuando dirigirse hacia nosotros vi que era Don Pedro, sentí una explosión dentro de mí, una emoción, unas ganas de abrazarlo pero me contuve.

Él simplemente nos saludo y tomó mis maleta para empezar a guiarnos a nuestras habitaciones junto con los chicos del hotel que se dedican a eso. No puedo describir al cien por ciento lo que que sentí en ese momento verlo caminar y hablar con mis papás fue algo increíble, su voz, su manera de reir, su forma de vestir, y yo simplemente una niña, me sentía de repente nada en comparación al lado suyo, mi cuerpo sentía cosas extrañas, en verdad jamás había sentido nada igual.

Mis papás no dejaban de agradecer su intervención y trato hacia nosotros, al llegar al piso indicado vimos que nuestras habitaciones las estaban limpiando por eso no podíamos entrar aún, pasamos a la habitación de Don Pedro la del final del pasillo era la habitación más grande tenía una salita, un mini bar, una enorme cama y salida directa preferencial hacia el mar. Y dijo:
  • Aquí pueden estar mientras les entregan sus habitaciones, pueden tomar lo que gusten de la barra.
Nos acomodamos y ahí estuvimos descansando un rato, Don Pedro nos entrevistó un buen rato y estuvo platicando con mis papás, ellos se sirvieron algo de alcohol y nosotros refresco, Don Pedro no me dirigió mucho la palabra y lo agradezco ya que estaba muy nerviosa, pedí permiso para poder ocupar su sanitario, él inmediatamente se levantó y me condujo al sanitario, en un astuto movimiento me alcanzó a decir en voz baja.
  • Aquí te espero mamita en rato más
me quede helada pero tranquila, ahí pude ver que hasta jacuzzi tenía su habitación. Me daban ganar de hacer pipi pero pude notar algo muy extraño en mis braguitas cuando las bajé, un líquido espeso había escurrido no sé qué era pero solo lo limpie y salí de ahí, creo que eso lo ocurrio desde que ví a Don Pedro en la recepción y aún más con su susurro.

Llegó el administrador a la habitación y nos informo que ya estaban listas nuestras habitaciones. Salimos de esa lujosa habitación no sin antes escuchar a Don Pedro

  • Vamos a ser vecinos una semana y espero que nos llevemos muy bien.
Al llegar a nuestra habitación inmediatamente me bañe y me puse mi traje de baño para ir a la playa, había cambiado todos mis trajes para esta vez, ahora todos eran de dos piezas y según mi mamá algo pequeños para mí pero no me importó, le avisé a mi mamá y solo me dijo

  • Ten cuidado con las olas si son muy fuertes no te metas y creo que se te ve bien ese traje, ya eres toda una señorita y creo que te queda bien.
Salí de la habitación y me fui directo a la habitación de Don Pedro.

  • Sabía que vendrías, te ves increíble con ese trajecito.
  • Simplemente nos abrazamos un largo rato.
  • Eres realmente hermosa, desde que los vi llegar quería arrancarte ese hermoso vestido blanco y ahora mismo quitarte este traje para admirarte completamente. Dime tu que sentiste al verme, ¿te sorprendí?
  • Desde que lo ví quería correr a abrazarlo pero algo pasó en mí, sentí como si me hiciera pipi pero no fue eso, simplemente algo me escurrío, un líquido espeso medio blancuzco.
  • Es que estas exitada, eso pasa, es algo natural, pero dime ¿a qué has venido? ¿Solo quieres que nos conozcamos y salgamos a platicar y dar un paseo? o ¿quieres que te enseñe cosas de las que hemos hablado? Podemos hacer lo que tu guste mi marianiña.
  • La verdad tengo miedo, es la primera vez que les miento a mis papá y no sé que pueda ocurrir, les dije que iba ir a la playa y no estoy allá.
  • Eso le dijiste pero primero hiciste una escala, ahorita vamos allá, pero primero decidamos lo que vamos hacer.
  • Sabe muy bien usted que soy virgen, no he tenido experiencia en estas cosas y no me quiero equivocar o arrepentir después.
  • Mira corazón, una cosa te puedo asegurar, no vamos hacer nada de lo que tú no quieras que hagamos, si quieres que te haga feliz, lo hacemos y lo podemos hacer de muchas formas y todo sin que pierdas tu virginidad. Me has dicho que nunca has visto a un hombre desnudo, ni mucho menos tocado un pene, pues yo te puedo instruir y así tendrías ya el conocimiento y la experiencia. Tú dime qué hacemos.
Me quedé pensando un rato pero seguiamos abrazados, y le dije mirando hacia el piso y tímidamente:
  • Esta bien, creo que usted sabe más de esto que yo, por favor tráteme muy bien y con mucho cuidado.
  • No te preocupes hermosa, yo te haré sentir cosas que muy pocos van a lograr.
Me soltó y solo me abrazó con un brazo, con la otra mano tocó mi rostro e hizo que lo viera y me besó muy tiernamente, fue mi segundo beso pero fue realmente increíble, podía sentir sus labios y su respiración en mi rostro, se separó lentamente de mí y yo seguía con los ojos cerrados. Me impactó.
  • Lo primero que vamos hacer es que veas un hombre desnudo.
Diciendo eso se quitó la camisa y empezaba a bajarse el short cuando me giré para no verlo y me tape los ojos, él continuó con lo que estaba y cuando terminó me tomo de la mano para que lo viera y me dijo:
  • Mira marianiña, cómo me has puesto, desde que te ví así se puso, es la forma que te he contado en la que se excitan los hombre.
Me giro y me quito de la cara las manos, para que pudiera verlo completamente desnudo con su pene apuntando directamente al cielo!! Era algo increíble, realmente tenía el cuerpo marcado, si que era fuerte y su pene enorme, no tengo forma de compararlo pero sí que era enorme.
  • Toca corazón, todo lo que quieras, anda amor, tócame.
La verdad solo toqué sus músculos y sus pectorales y ya no quise más. Pero él me dijo:
  • Bueno, ahora creo que te toca mostrarme lo que tienes guardado para mi.
Solo me puse nerviosa y sonrojada, jamás en la vida nadie me ha visto desnuda y él me pedía eso. Solo baje mis manos y mi mirada pero no dije nada. Es cierto que dicen que el que calla otorga y pues así fue.

Don Pedro empezó a tocarme bajando sus manos por mi cuello para llegar a mis senos, siguió toda la costura del traje, desde hasta atrás hacia adelante, haciendo pequeños movimientos con sus manos, pequeños círculos alrededor de mi sostén.
  • Son hermosos mi niña, son más duros de lo que pensé y tienen el tamaño perfecto, tienen una piel exquisita.
Yo seguía sonrojada y nerviosa y Don Pedro seguía con su recorrido, tocando y acariciando mi abdomen y mi espalda, poco a poco iba bajando hasta llegar a la costura de mi bikini rodeando toda mi cintura siguiendo las costuras y tocando los hilos del traje, para finalmente llegar a mis pompis, cubiertas apenas con un poco de tela del traje. Me abrazó y me repego a él y empezó a masajear mis pompis, podía sentir su pene durísimo queriéndose enterrar en mi abdomen, pero él seguía concentrado en mis pompis tocandolas y acariciándolas muy fuerte, separando mis pompis hasta que prácticamente el traje de baño me quedó como una tanga.
  • Estas nalgas son realmente hermosas, están durísimas corazón, se ve que el ejercicio que haces vale la pena. Pero por ahora vamos a dejarlo hasta ahí, es mejor que vayamos a la playa para que no te regañen y ya tendremos una semana para conocernos mejor y aprendas muchas cosas.
Me giró de espaldas a él, se agacho y me sacó el traje de baño de mis pompis y lo acomodo, me dio una pequeña nalgada y me dijo:
  • Deja me visto y nos vamos, salgo yo primero, veo que no haya nadie y cuando este abajo te aviso para que salgas por las escaleras de mi habitación, me sigues y vamos a la playa.
  • Está bien Don Pedro pero quiero usar su sanitario
  • Claro que sí corazón, adelante.
Entre al sanitario, nuevamente sentía ganas de hacer pipi pero no hice, tenía nuevamente mucho más líquido y me sentía muy mojada, trate de limpiarme lo más que pude y esperé a que Don Pedro me indicara si podía salir o no y nos dirigimos a la playa.

Esto es lo que ha pasado en una tarde del primer día de toda una semana, espero les haya gustado, me gustaría leer sus comentarios u opiniones y pronto seguiré escribiendo.
 
en espera de la continuacion!!!!
pense que se le hiba a hacer a don pedro en ese momento!!!!
 
excitante, te imagino muy jovencita, estar con alguien como tu es una de mis grandes fantasias
 
Muy buena historia, para cuando nos compastes la tercera parte?? Saludos..
 
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