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mi compañero de cuarto

LORE NENA

Bovino adolescente
Desde
2 Jul 2013
Mensajes
81
El siguiente relato narra en parte una vivencia cuando tenía a un compañero en la facultad y siempre me imaginé estar con él…

Era emocionante compartir habitación con ese chico, era alto cuerpo esbelto pues jugaba voleyball yo en cambio era bajito comparado con su estatura, me gustaba natación, de hecho a él lo conocí cuando en una ocasión en los vestidores salió del baño y yo ingresaba a cambiarme, nos hicimos amigos y terminamos compartiendo gastos en ese departamento pequeño.

Era ameno aunque yo sabía de sus aventurillas con las chicas siempre fue muy respetuoso con ellas, hasta donde él me contaba, yo muy en el fondo me imaginaba siendo una de ellas quien lo sedujera y me hiciera suya en su cama tenía algo que me atraía como hombre.

Una ocasión salimos de antro juntos cómo era muy amiguero las chicas no le faltaban nos divertimos en grande, a mí me gustan pero no dejaba de imaginarme que era una de ellas, esa noche tomamos unos tragos y bailamos hasta el cansancio, al caer la madrugada las chicas con las que convivimos nos invitaron a seguirla en su departamento, yo realmente no había tomado tanto como ellos así que me gustó la idea, llegamos a su departamento, no sin antes pasar por unas bebidas y botanas para continuar la fiesta

Al llegar al departamento la chica con la que iba yo decidió ponerse cómoda por lo que se fue a cambiar de ropa, yo por lo que alcancé a percibir querían con mi compañero y no la culpaba yo también deseaba encamarlo. Se retiró a su habitación, seguida por su compañera a lo cual nos quedamos mi amigo y yo esperando, cuando de pronto sintió ganas de ir al baño y se levantó, cuando llegó al inodoro oí como su chorro de orina se escuchaba grueso y me imaginaba su verga en mi mente lujuriosa.

Ambas chicas salieron con unas ropas algo ligeras y ambas no podían ocultar sus ganas de que mi amigo se las cogiera, yo por mi parte entendí que ahí salía sobrando , así que me limité a solo seguirles el paso a la fiesta sin llegar a mas con ninguna de ellas.

Como veía que mi amigo se quedaría largo rato con ellas, le dije que me iría al departamento y que si gustaba que temprano nos veíamos allá el solo asintió con la cabeza y me dijo con señas que más tarde llegaba allá, las chicas hicieron un ademán de alegría la retirarme pero una de ellas me sorprendió cuando me dijo:

- Si quieres puedes quedarte en mi cuarto, sirve que así no dejas a tu amigo sólo

- Yo dije. No se queda solo, se queda en excelente compañía

- Bueno si tu lo quieres cuídate y que te vaya bien.

Pedi un taxi para irme al departamento y llegar a descansar por lo que no demoró, tan pronto llegó me subí y pedí que me dirigiera a mi destino.

Al llegar me sentía ardiente, imaginarme a mi amigo con esas chicas ganosas, donde yo era una de ellas y que me poseía a su antojo, por lo que decidí enfundarme en una coqueta lencería que celosamente guarbada en mi closet y di vuelo a mi imaginación candente.

Era un sexi conjunto de lencería de encaje plateado con negro que resaltaba mi figura femenina, cuando me vestía las medias su suavidad me hacía imaginarme una y otra vez a mi amigo y su verga en mi boca, estaba realmente fogosa y no podía estar tranquila hasta que me saciara esas ganas.

Al calor de mi cuerpo fui conciliando el sueño y me quedé enfundada en ese atuendo, cuando algún par de horas mas tarde me entró la llamada de mi amigo diciéndome que si le abría la reja del departamento debido a que no se había llevado sus llaves y sabía que no podía acceder sin mi ayuda. A como pude me vestí con un playera y un short pero sin quitarme la lencería pues no me daba tiempo, así que bajé para apoyarlo y subirlo al departamento.

Cuando bajé el tambaleaba pero aún estaba consciente, a como pude lo subí apoyándolo y al cruzar su brazo sintió los tirantes de mi bra y el encaje de la copa a lo que él respondió

- Aseguro que te ves coqueta con ese brasier

- Yo titubeante y asombrado solo dije- no entiendo de que me hablas

- Él solo fijo- sé que te gusta la lencería, no te juzgo pero tengo curiosidad por saber como te verías

- Yo, realmente no sabía que hacer, por una parte me sentía descubierta pero a su vez me sentía deseada por ese hombre que tanto se me antojaba….
 
Apenas fue la introducción, ojalá publiques el relato completo.
 
Al sentirme descubierto me sentí incómodo, pero en el fondo me sentía ganosa de descubrir al fin que rico sería disfrutar y saciar esas ganas tremendas de verga que tanto me había imaginado.
-Estás tomado, atiné a decir tartamudeando.
-Un poco y bastante ganoso de culearme a alguien, respondió
-vamos te llevaré a tu cuarto para que descanses, le dije
-claro, tu siempre tan cuidadoso y responsable, pero insisto, me tienes que dejar verte con ese brasier que traes puesto, mi nena....
Yo no sabía si era el efecto de los tragos o en mi calentura mis ganas se fueron a tope, pero al decirme “mi nena” sentí que la sangre me hervía y mis deseos de ser su hembra se acrecentaron.
-anda vamos a tu cuarto para que descanses, insistí
-ok, vamos porque quiero quitarme esta ropa que está muy incómoda, me dijo agarrando su miembro como insinuando acomodarlo.
Al llegar a su habitación, debido a que el baño estaba entre la habitación mía y la suya, me decía con insistencia que deseaba admirarme con lencería a lo que yo sólo respondía que estaba mal que era mejor que se durmiera, al final ni yo podía comprobarle que estaba equivocado puesto que efectivamente estaba enfundada en un precioso conjunto y que por dentro deseaba tanto que me quitara.
Antes de entrar a su cuarto me pidió que lo llevara al baño porque tenía muchas ganas de orinar y entre broma me decía ¿sirve que me la conoces o no? Yo no sabía que responder sólo intentaba cambiarle de plática o dejar que pensara lo que quisiera.
Cuando entró al baño, nuevamente escuché su chorro de orina y en mi mente me imaginaba su tamaño de verga pues lo escuchaba más pesado que en el baño de las chicas, cuando al salir me sorprendió que sólo trajera un bóxer ajustado que dejaba ver lo grueso que la tenía y él notó como mi mirada se clavó de inmediato en ello y señalándome me dijo:
-necesito ropa interior limpia porque esta se me manchó con la gotita traicionera, jejejeje, ¿me ayudas a buscar en mi cómoda?
Como pude lo llevé a su cama y le dije:
-ya acá acuéstate y descansa, estaré en mi cuarto si necesitas algo.
Cuando sorpresivamente se mete entre las sabanas y se despoja de su bóxer cosa que me prendió mucho, pues entre la suavidad de la tela de sus sábanas se percibía lo delicioso que tenía su cuerpo y su verga a media erección.
-anda por favor pásame un bóxer limpio de mi cómoda
-ok, sólo dime donde los guardas
-en esa de en medio, dijo señalándome una pequeña que me obligaba a quedar inclinada dándole la espalda.
Cuando me agache por ello no noté como ya estaba detrás de mí acercando su erección en mi culo, que sobresaltada no pude hacer más que separarme un poco pero con más ganas de juntarme a el que de alejarme.
-oye qué haces le dije
-ven mira, agarrando con su mano su enorme y larga verga, ¿apoco no la quieres sentir? Aseguro que lo que traes debajo es un brasier y una tanga de encaje porque se de sienten deliciosas las nalgas…
Yo, ya más caliente que nada le respondí
-¿de verdad quieres ver que traigo debajo?
-llevo rato insistiendo, no creo que me hagas pedírtelo nuevamente o ¿quieres que esto de lo pida?, dijo señalándome su verga en completa erección.
-ok, dije, sólo voltéate y me quitaré esta ropa y ya me miras
No me hizo caso, solo cerró los ojos y temblando de miedo/ganas me despojé de mi ropa quedando en lencería solamente y dispuesta a seducir a ese hombre que se me antojaba.
-así es como me miro, le dije, cuando al abrir los ojos respondió
-“mi nena linda” que antojable estás corazón, ven acércate te prometo no decir nada.
Me admiró y contempló a su entero antojo, yo me sentía completamente una hembra a la que su macho se le antojaba y la estaba tanteando para ver cómo saciaría sus ganas, nos sentamos en su cama, realmente no había mucho que decir, sólo se limitaba a mirarme y notar que yo no dejaba de admirarle la verga. Cuando de pronto con un movimiento me tomó de la mano y la llevó justo hasta sus testículos y el talle de su miembro diciéndome al oído
-tú me has dejado verte, lo de menos es que yo te permita que me lo acaricies ¿no?
-¿solamente acariciarla?, respondí con voz entrecortada y sobando ese rica entrepierna
-“mi nena” sabía que no te ibas a quedar con las ganas, ¿te gustaría chupármela?
- sí, asentí con la cabeza con muchas más ganas de las que se podía imaginar…
Cuando se acuesta en su cama y dejando expuesta su verga para mí, me indica que me acomode sobre de él y me le muestre mis ganas de mamar.
Yo no daba crédito a lo que estaba pasando pero mis ganas de macho pudieron mas que mis temores y en cuanto sentí sus testículos en mi boca la noción se fue por un instante, al fín mis labios disfutaban de esas bolas grandotas y columpeantes que acompañaban a ese enorme falo que tenía en mi mano.
-anda “mi nena” pruébalo que estoy ganoso de sentir tu boquita
Cuando cerró los ojos pasé mi lengua por lo largo de su verga y terminé por metérmela a mi boca, realmente era enorme, no me cabía, pero intentaba hacer mi mejor esfuerzo para disfrutar de ese momento, le chupé la punta y sentí como se retorcía de ganas de empujármela toda a mi garganta.
 
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