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Mi aventura con el papá de mi amiga Elena, parte 1

amy rangel

Bovino adolescente
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29 Jun 2015
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63
Hola! Aqui vengo nuevamente con otro relato. Gracias a todos los que se han comunicado conmigo pidiendome relatos nuevos. Se que les debo muchos y estoy tratando de terminar con todos los pendientes. Por ahora les traigo la continuación del relato con Elena despues de nuestra travesura en el vestidor de ropa. Me he propuesto escribir el relato mas cachondo que haya escrito hasta ahora, Espero logralo y espero les guste.
Para quienes no han leido mis relatos anteriores, les cuento que me llamo Amy y actualmente soy estudiante de tiempo completo. Soy una chica que disfruto al maximo mi vida sexual y que me encanta escribir acerca de ello. Este es un relato bastante largo, asi que lo dividire en varios capitulos. Espero no les parezca aburrido y haya valido la pena la espera. Gracias por su paciencia.

MI AVENTURA CON EL PAPá DE ELENA, parte 1

Pasamos toda la tarde nadando en la piscina, yo aguantando las bromas que Elena hacia acerca de mi vello púbico que luchaba por salir por las orillas de mi bikini cada vez que me daba un chapuzón. Realmente la estabamos pasando bien.

Don Miguel estaba a unos cuanto metros de nosotras en la pequeña mini cocina que tenian al lado de la piscina, trabajando en algo de sus negocios. Lo veia sortear hojas y mas hojas de papel al tiempo que de repente levantaba la mirada para ver como nos sambulliamos en la piscina.

Los trajes de baño que habia escogido Elena eran demasiado pequeños, por lo tanto cada vez que salia de el agua tenia que ajustarmelo para cubrirme ya sea mis pezones que se escapaban de el top del traje o acomodar mi vello púbico que salia por los bordes del bikini por el efecto del agua. Obviamente todo esto lo hacia posicionandome descaradamente enfrente de don Miguel, al que volteaba de repente a verlo y mas de una vez lo atrapé mirandome. El solo atinaba a bajar la cabeza apenado al sentirse descubierto. La situación era tanto divertida como cachonda.

-'Eres una puta' -me dijo Elena riendo.

-'Ah chingao! Porque me dices asi? -contesté.

-'Como porque? Te has pasado todo el dia exhibiendote a mi padrastro. Ya lo tienes todo atolondrado, ni trabajar lo dejas wey'

-'Jajaja No mames, no es cierto. Yo no tengo la culpa que los bikinis que escogiste no alcanzen a taparme nada. Ademas si el quisiera podria meterse a la casa, nadie lo tiene aqui afuera a fuerzas'

-'Bueno, en eso tienes razon. Pero pues es su casa, puede estar donde el quiera y obviamente lo que quiere es estar viendo a mi amiga la puta' -dijo Elena, llamandome otra vez de esa manera.

-'Ya no me digas asi, pendeja. No me gusta' -le respondí.

-'Jajaja Ahora resulta que no te gusta. Si bien que que te encanta que te digan asi cuando estas cogiendo'

-'Pues si wey, tu lo has dicho. Cuando estoy cogiendo hasta la madre me pueden mentar. Asi ahorita pues no, se siente feo jajaja' -le dije tomandola por sorpresa y jalandole el top del bikini hacia abajo, a lo cual sus pechos saltaron libres.

-'Ahhhh wey, no mames! -gritó Elena queriendose cubrir sus senos con ambas manos y acomodandose el top.

-'Sigue chingando y te encuero, bitch' -le dije riendome y alejandome a la parte media de la piscina para evitar que me hiciera lo mismo. Voltíe de repente a ver a don Miguel y lo atrapé mirandonos de nuevo. Levanté mi mano en forma de saludo al cual me respondió sonriendo y levantando su mano tambien, dejandole claro de que no habia problema que me mirara.

-'Elena......no te molesta que tu padrastro me vea o que yo me exhiba ante el? -pregunté a mi amiga con cautela.

-'Amy....no estoy pendeja. La relación entre mi mamá y mi padrastro es mas por interes que por amor. Con el tiempo me he dado cuenta que ellos hacen lo que quieren cada uno por su lado, y ambos lo saben. Si ellos quieren vivir asi, pues allá ellos. Yo no soy quien para decirles que hacer con sus vidas, ya son adultos, no? -refutó mi amiga todavia batallando con acomodarse su top.

-'Bueno, pues eso es cierto. Pero es raro' -dije.

-'Jajaja Tu familia tampoco se queda atrás en lo raro. Empezando contigo, pinche ninfómana! Asi que si te lo quieres coger a mi padrastro, pues tu sabes. Nomas que no se entere mi mamá. Por mi no hay problema' -dijo Elena tirandome la seña con el dedo medio.

-'No soy ninfómana wey! Solo soy sexualmente activa Jajaja' -le contesté aventandole agua con mis manos.

-'O lo que es lo mismo, te encanta la verga' -dijo Elena sambullendose al agua para evitar que la salpicara de agua.

Don Miguel contestó una llamada en su cel, y se levantó dirigiendose a la puerta. Minutos despues regresó dirigiendose a nosotras.

-'A ver chicas, sé que se estan diviertiendo pero tienen que comer algo' -dijo don Miguel al tiempo que se acercaba con varias cajas de pizza y una bolsa plastica con botellas de refresco.

-'Esperese deje le ayudo, no se le vayan a caer!' -dije mientras saltaba fuera de la piscina, aun con agua escurriendo de mi cuerpo. Llegué a donde estaba el y entre los dos acomodamos las pizzas y las bebidas en la pequeña barra que estaba en el patio cerca de la piscina. Aunque no podria decir que fueran 'millonarios', los padres de Elena tenian una buena posicion economica que les permitia tener una casa bastante lujosa.

Don Miguel no apartaba su mirada de mis pechos, que al correr hacia el rebotaban impudicamente. Mientras trataba de ayudarlo, bajé mi mirada a mis pechos, notando que uno de mis pezones habia salido del bikini, y se mostraba completamente a la mirada de don Miguel. Al tener mis manos ocupadas no podia acomodarme el bikini para ocultar el travieso pezon rosado.

-'Jajaja Perdon, que pena! -dije.

-'Ahhh, no te preocupes. Accidentes pasan!' -me dijo don Miguel tratando de minimizar el incidente, pero sin dejar de verme mis pechos que lucian empapados de agua. Sentir su mirada sobre mi volvió a ponerme erectos los pezones, haciendo aun mas risible la situacion.

Pusimos un par de cajas de pizza calientes en la barra, junto con las bebidas y servilletas mientras Elena se acercaba hacia nosotros, al tiempo que yo trataba de acomodar mi bikini con ambas manos. Don Miguel se sentó en un taburete de bar, tomando su propia rebanada y una cerveza fría.

-'Creo que tomaré una cerveza, hace demasiado calor aquí' -dijo sonriendome en una especie de complicidad.

-'Mmmm, pepperoni! Mi favorita! lo único malo de la pizza es lo mucho que nos engorda' -dijo Elena, seleccionando una rebanada y poniéndola en su plato

-'No puedo permitirme ganar nada de peso, especialmente si pienso seguir usando este bikini!' -dije mirando a don Miguel.

-'Usted es un hombre, don Miguel......Qué piensa? ¿Cree que necesito perder peso?'

Me paré frente a el, con una rebanada de pizza en una mano y en la otra un refresco, mientras trataba de 'modelar' mi cuerpo frente a el, como si deveras esperaba su opinión.

Aunque no tenía una protuberancia visible en la barriga, mis enormes pechos sobresalían impudicamente. Mis pezones se endurecieron nuevamente al sentir la mirada nerviosa de don Miguel. La cara burlesca de Elena me decia que no creia que estubiera exhibiendome ante su padrastro de esa manera.

-'Qué piensa? Mi vientre es demasiado grande? - pregunté a don Miguel.

-'No, Amy, no seas tonta. No estás gorda' -dijo Miguel. 'Ambas son hermosas y sexys'

Elena me miró sonriendo y gesticulando la palabra PUTA en silencio.

-'Gracias Señor Miguel' -dije mientras Elena y yo divertida intercambiabamos miradas.

-No quiero romper el momento, pero......puedo tomar una cerveza?' -dijo Elena, interrumpiendo mi descarado cachondeo con su padrastro.

-'Mmmmmm, sabes que a tu madre no le gusta que tomes. Y a mi tampoco, debo decir' -dijo el padrastro de Elena,

-'Lo sé, pero pues mi mamá no esta aqui y pues....una no es ninguna. Andale, no seas malito, si? Me dejas? -dijo Elena a su padrastro, haciendo puchero de niña chiple. Eso nunca falla, pensé para mis adentros.

-'Ok, pero si te hace cruda, no me culpes ni me descubras con tu madre. No quiero problemas'

-'Ok papi, prometo guardar el secreto' -dijo Elena divertida mientras tomaba un par de botellas.

-'Y tú Amy, sabes guardar secretos tambien?' -me dijo don Miguel, de una forma que a todas luces era en doble sentido.

-'Claro, cualquier cosa que pase aqui en su casa me lo llevaré a la tumba como secreto inconfesable' -le dije sonriendo y sin apartarle la mirada de igual manera tratando de que entendiera el doble sentido en mi respuesta.

-'Ok, pero tampoco abusen. Solo un par de cervezas y ya' -nos dijo don Miguel, mas para safarze de alguna culpa que verdaderamente prohibirnos tomar de mas.

CONTINUA
 
Pasamos el resto de la tarde platicando y contando divertidas anecdotas, en compañia de don Miguel. Yo aprovechaba para lucirme delante de el en la mas minima oportunidad. Igual Elena aprovechaba las distracciones de su padrastro para seguir tomando. Pasado el tiempo decidimos que ya era hora de ir a dormir, no solo por lo tarde si no porque Elena ya daba muestras de haber bebido demasiado.

-'Bueno, vamos a rendirnosss, papaá' -dijo Elena, con su voz ronca y arrastrando las palabras. 'Gracias de nuevo por llevarnosss al centro comercial, por las pizzasss, la cervezaa y por todoo. Buenas nochesss, duerme bien'

Ella se inclinó para besarle la mejilla, tropezando torpemente sobre su padrastro. Definitivamente Elena habia tomado demasiado y la cerveza habia hecho su efecto. Miguel la abrazó rápidamente para evitar que cayera al suelo, mientras yo soltaba la carcajada involuntariamente.

-'Jajajaja perdon, yo se que no deberia reirme pero no pude evitarlo' -dije apenada a don Miguel.

-'Ahhh no te preocupes. Esta niña tonta que no sabe tomar. Me ayudas a llevarla a su recamara? Yo la cargo, tu solamente abreme las puertas' -me dijo Miguel al tiempo que cargaba a Elena. Con el movimiento los pechos de Elena escaparon de su diminuto bikini.

-'Ooops! Ya le dimos show sin querer' -le dije divertida tratando de acomodar el top del bikini de Elena.

-'Jajaja Lo sé, y vaya show. No me puedo quejar, la verdad'

-'Toda la culpa es de Elena, que me convenció a que usaramos estos trajes de baño tan pequeños' -dije mirando mis propios pechos a ver si no se habian escapado mis pezones tambien.

-'Bueno, eso sera una cosa que le tengo que agradecer a esta niña boba' -dijo Miguel, ya acostando a Elena en su cama tiernamente.

No bien acabaron de acostarla cuando ya Elena estaba roncando con la bocota abierta. Cerramos la puerta y don Miguel y yo nos dirigimos a la cocina de la casa. Miguel abrió el refrigerador, sacando dos cervezas y ofreciendome una, la cual de inmediato tomé.

-'Espero que lo de guardar secretos haya sido en serio, Amy. No me gustaria que Marel se entere de la borrachera que Elena se puso por mi culpa' -me dijo don Miguel al tiempo que chocaba su botella con la mia en una especia de brindis. Marel es la mamá de Elena.
-'Jajaja Noooo, ya le dije que cualquier cosa que pase en esta casa se queda en secreto entre usted y yo' -dije sonriendole picaramente.
-'Cualquier cosa, Amy? Segura, segura?' -dijo don Miguel tanteando el terreno. Estaba por dar el paso pero obviamente queria estar seguro. Decidí ser yo quien diera el primer paso.
-'Cualquier cosaaaaa' -dije arrastrando las palabras y tomando un gran trago de la cerveza, para luego acercarme a el y plantarle un beso aún con mi boca llena de cerveza, la cual escurrió por entre nuestros labios hambrientos.

Don Miguel respondió a mi beso repegando su cuerpo contra el mio. Sus manos inmediatamente se fueron hacia mis carnosos pechos. Habia estado provocandolo todo el dia que se moría por tocarlos, apretarlos, tenerlos entre sus manos. Sin interrumpir el beso, me levantó en sus brazos y me llevó escaleras arriba, cruzando la sala al estilo de noche de bodas. Quería besarlo, tocarlo, manosearlo, pero tampoco quería distraerlo mientras subíamos las escaleras me imagino que hacia la recamara.

Una vez que llegamos al dormitorio principal, me acostó en la cama, se quitó rápidamente la ropa y se arrastró sobre mí. Inmediatamente, su boca poseyó de nuevo la mía en un caliente y apasionado beso. El saber que estabamos en la cama donde dormia con su esposa me prendió muy cabron. Podía sentir sus manos correr arriba y abajo de mi cuerpo, acariciando mis pechos, mi cintura, mis nalgas.

Su mano se deslizó debajo de el top del bikini, y la levantó, sobre mi cuerpo, desnudandome. Una vez que mis pechos estuvieron expuestos, su boca estaba sobre ellos. Él alternó de uno, y luego al otro; besando, chupando, mordisqueando y mordiendo suavemente hasta que mis pezones rosas estaban llenos de su saliva.

-'Dios, no sabes las ganas que tenia de hacerte esto' -dijo mientras amasaba mis grandes pechos.

Pasé mis dedos por su pelo grueso, lleno de incipientes canas. Su boca y sus manos me estaban volviendo loca, y podía sentir que mi vagina se humedecía con sus hábiles cuidados. Se notaba su experiencia. Era un hombre, no un niño. Ni siquiera Franki u cualquier otro me habia prendido de esa manera. Entre gemidos, traté de dirigirlo.

-'Más abajo ... Por favor, don Miguel ... más abajo …' -lloriqueé. Mi pezón se salió de su boca.

-'Dime que quieres'

-'Mi vagina ... pon tu boca en mi vagina'

Él sonrió. No hay nada mas excitante que una mujer rogando por sexo y ambos lo sabiamos. Su rostro me indicaba que le encantaba que le suplicara y decidí incorporar eso al momento que estabamos viviendo.

-'Por favor, don Miguel ... no se burle de mí. Quiero sentir su lengua en mi. Quiero sentir su verga' -dije haciendo incapié en llamarlo 'don'. Queria dejar claro el hecho de que el era un hombre mayor y yo su adolescente conquista.

Se tomó su tiempo, tentadoramente, atormentándome. Lentamente besó su camino por mi estómago mientras sus manos nunca dejaban mis pechos. Su boca viajó más al sur hasta mi ombligo, su lengua entrando y saliendo. Solté un pequeño gemido cuando me mordió, dejando pequeñas marcas de dientes en mi estómago. Lo escuché inhalar profundamente.

-'Puedo oler tu coño, me encanta lo caliente y húmeda que te encuentras'

-'Por favor, don Miguel ... Por favor …' -gemí mientras intentaba desesperadamente bajar la cabeza.

Cogiéndome por sorpresa, él envolvió sus brazos debajo y luego a través de mis muslos. Luego me empujó hacia la cabecera de la cama, al mismo tiempo que separó mis piernas y levantó mi culo del colchón quitandome de tirón la parte baja de mi traje de baño.

-'Oh Dios!' -gemí cuando hundió su lengua dentro de mi empapada vagina.

Casi de inmediato, sentí como si un rayo atravesara mi cuerpo. Pude sentir su lengua lamer las paredes de mi vagina antes de salir y mover hacia arriba a mi clítoris. Jadeé cuando se llevó mi pequeño botón a la boca y comenzó a chuparlo deliciosamente. Gemí entre pequeños sorbos de aliento. Sus manos aún estaban sobre mis pechos, y él estaba alternando entre amasarlas y apretar mis pezones con la punta de sus dedos. Sentí que mi orgasmo comenzaba a desarrollarse mientras continuaba su ataque contra mi vagina. Todo mi cuerpo se sentía como si estuviera en llamas mientras él continuaba lamiendo mi clítoris.

-'Solo un poco más, don Miguel ... solo un poco más …' -dije sabiendo que no me contestaria pues tenia su rostro enterrado en inchada vagina y tomando mis jugos.Traté de contener mi orgasmo tanto como pude porque no quería que terminara el placer intenso que me estaba dando. Desafortunadamente, solo pude durar unos segundos más antes de soltar y liberar mi cuerpo.

-'Ahhhhh… aaaahhh.. haaaww!! Ahhhh ….aaaaggggg gggg….ggg me voy a venir!! Me voy a veniiir' -grité al tiempo que sentia como mil descargas electricas cruzaban sobre mi cuerpo, soltando chorros de liquidos que fueron a caer directos a la cara de mi macho. No todas las mujeres podemos hacer squirt al llegar al orgasmo, y don Miguel me premiaba poniendo su boca abierta, avida de mis flujos vaginales, tomadoselos, tratando de no desperdiciar ni una gota.

Mi cuerpo no dejaba de temblar y don Miguel no dejaba de comerme por mi panocha. Y sin poder evitarlo un orgasmo más llegó con toda su fuerza soltando cantidades de jugos en la boca de mi macho, esta vez acompañado de chorros de orines como siempre me pasaba.

-'Agghhh....queee ricooogg.....que ricog meg cogeeee don migueeel. Quieroo mas, quieroo maaaas' -decia yo jadeando, luchando por articular palabras. Jamás hasta ahora alguien me habia provocado un orgasmo tan devastador con solo hacerme sexo oral. Definitivamente estaba con un hombre.

-'Me encanta como gimes y jadeas como una perrita, Amy' -me dijo don Miguel cariñosamente, con su rostro empapado con mis jugos.

-'Si papi,...si.....soy su perrita. Soy su puta perra cogelona, papi. Y usted es un hombre. Un hombre de verdad y no chingaderas' -le dije recuperando un poco el aire.

-'Te miras hermosa con tu carita de niña y diciendo malas palabras. Me calientas como no tienes idea, Amy' -dijo don Miguel dandome un beso en los empapados pelos de mi vagina.

-'Digame como quiere que hable, yo lo obedezco. Yo hablo como usted me diga. Yo puedo ser quien usted quiera. Una puta, una perra. Puedo ser su esposa Marel si usted quiere, pero no deje de lamberme, de chuparme papi' -le dije ansiosa de sentir su lengua dentro de mi nuevamente. Lo sentí tensarse al escuchar el nombre de su esposa, pero de inmediato recuperó la compostura. No sabia yo si habia pasado los limites, pero decidi seguir con el juego. Queria enloquecerlo de pasión.

-'Estás lista para un poco más?' -preguntó con voz ronca.

-'Quiero su verga en mi boca' -dije en voz baja.

FIN DE LA PRIMERA PARTE
 
Eres una delicia al escribir tus vivencias no imagino el tenerte enfrente disfrutarte y extasiarme en ti
 
¡Wow!!!
Siempre quedo sorprendido con la manera que abordas los relatos: ¡tan vívidos!!!
Gracias.
 
Me encanta leer relatos escritos por mujeres, me siento identificada y puedo sentir latente en la entre pierna cuando te leo. Saludos!
 
Amy... Bárbaro que relato mami.... Si q sabes como deslecharlo a uno sin tocarlo. Aun sin verte....
 
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