Entrevistado por Carmen Aristegui, el especialista en seguridad Edgardo Buscaglia advierte que la violencia ‘es como una tormenta perfecta en donde muchos factores se están conjugando para llevar a México a un escenario de guerra civil’

¿Veremos en la cárcel a gobernadores y hasta a secretarios de Estado de Felipe Calderón antes de que termine este sexenio? ¿Podría estallar una guerra civil antes de 2012?
Por más descabellado que esto suene, podría suceder en el corto plazo en México, advierte Edgardo Buscaglia, Consejero del Instituto de Investigación y Formación de la ONU.


Frente a los violentos acontecimientos ocurridos esta semana en diversos puntos del país, y por la forma en que se dieron, algunos advierten que estamos ante una nueva escalada de la violencia en México: la etapa del terrorismo.
La explosión del cochebomba en Ciudad Juárez abrió un debate sobre si este hecho podría ser calificado como un acto terrorista.


“Es importante no crear la percepción de que fue un acto indiscriminado contra civiles. No fue colocado en el mercado. Claramente estaba dirigido a la Policía”, dijo el embajador mexicano ante EU, Arturo Sarukhán, en un foro en el Congreso norteamericano.


Sin embargo, el propio embajador no hizo mención a lo ocurrido el viernes pasado en Nuevo Laredo, donde ocho personas murieron y hubo 21 heridos.


Tampoco habló de la masacre ocurrida en Torreón.
Quizá porque, como dijo el diputado priísta Jorge Carlos Ramírez Marín: “Todo mundo sabe que (la explosión de) los autosbomba son actos terroristas, y el Gobierno sabe lo grave que sería reconocer como grupo terrorista a un grupo de la delincuencia organizada”.


Sin embargo, independientemente de las clasificaciones, lo cierto es que la ola de violencia creció el pasado fin de semana, causando terror en Los Pinos.


Quizá por eso el Presidente de la República, o quien lo aconseje, está buscando cambiar la percepción. La percepción de que su administración es rebasada y que ha fracasado su estrategia para hacer creer a la población que se requiere el total apoyo para convertir su Estrategia Nacional de Seguridad en una política de Estado que trascienda su sexenio.


Es decir, más reformas y leyes que limiten las libertades y derechos de las personas con el pretexto de que urge crear leyes antiterroristas. Sólo así se puede entender por qué Felipe Calderón se reunió el 21 de julio con los dirigentes de organizaciones no gubernamentales con las que mantiene cierto tipo de afinidad. Quería recibir su aplauso para la Estrategia Nacional de Seguridad. Según el boletín oficial emitido por la Presidencia de la República, México Unido contra la Delincuencia, A.C., que preside Eduardo Gallo y Tello, “destacó la necesidad de que esta estrategia tenga permanencia más allá de los periodos constitucionales de los gobiernos”.


Jalisco, Colima, Morelos, Sinaloa y Chihuahua también han tenido que aprender a vivir en la cotidianidad del terror.
Y no podía faltar Ciudad Juárez. Aunque por alguna inexplicable razón, el cochebomba que mató a dos policías federales no tenía más destinatarios que las fuerzas de seguridad. Si en el pasado los estadounidenses habían puesto especial atención a lo que sucedía en Ciudad Juárez, ahora también están profundamente preocupados por lo que sucede en Nuevo Laredo.


Y es que Nuevo Laredo es la ciudad fronteriza más importante para el comercio entre México y EU, la donde diariamente transitan más de 12 mil tráileres.


Hoy se da por hecho que el gobierno mexicano es incapaz de controlar la violencia que afecta de manera abierta a ciudadanos inocentes. Y si esto sucede en la frontera con el país más poderoso del mundo, las cosas no andan mejor al interior del país.


El Apocalipsis


Para algunos, los pronósticos de Edgardo Buscaglia pueden parecer exagerados.
Puede ser que no lleguemos a tanto porque, como se dijo en 2006, México es un país de instituciones capaz de sobrevivir a pesar de los funcionarios ineptos y corruptos.


Sin embargo, si los hechos dan la razón a este experto en seguridad, como se la han dado en los cuatro años de la administración de Calderón, ¿no habrá alguien cercano al presidente que le sugiera tener a la mano un plan B, el plan Buscaglia, antes de que sea demasiado tarde?


De continuar por el mismo camino, el tsunami de la violencia terminará por ahogar en sangre a mucha gente inocente.
Entraremos, entonces sí, a terrenos apocalípticos. Tan peligrosos, que otros tendrán que venir de fuera para contener por la fuerza al creciente monstruo mexicano de la violencia. Que ya no es sólo un peligro para México, sino para el mundo.

Ve más sangre


El miércoles pasado, el doctor Buscaglia habló con Carmen Aristegui en su programa de radio: “(Los actos de violencia) van a ser cada vez más sangrientos, lamentablemente, porque la violencia, es una enfermedad social que requiere de dosis cada vez más grandes para lograr el mismo efecto.
“Ésta es una de las lamentables consecuencias de la negligencia del Poder Ejecutivo actual, que ha seguido manteniendo en el poder en el gabinete a personajes que han formado parte del escenario de corrupción que ha venido azotando a este país hace 10 años o más. “Tenemos que comenzar a ver que estos actos de terrorismo, lamentablemente, y lo digo con tristeza, pueden volverse cada vez más frecuentes si el Estado mexicano no toma las medidas que tú y yo conversamos desde a hace como cuatro años al aire, por radio y por televisión.


“Tenemos que comenzar a tomarlas. Afganistán ya las ha delineado en acuerdo político mayor. Es hora de que México tome la delantera y comience a delinearlas como lo hizo Colombiay ha obtenido resultados en los últimos cuatro o cinco años. “México lo puede hacer, pero no con personajes que tiene en el gabinete el presidente Calderón. Hoy en ese escenario político que tiene no se pueden implementar esas medidas.


“Hay que comenzar a procesar judicialmente en un Estado de derecho a gobernadores, a presidentes de asambleas municipales, a secretarios de Estado que rodean al presidente. “Son medidas muy dolorosas que hoy parecen ciencia ficción. Parecen descabelladas, pero de que se van a tener que tomar, se van a tener que tomar. A la fuerza. Le gusten o no le gusten al presidente Calderón, esas medidas se van a tomar.
“No se puede esperar a que lleguen las elecciones del 2012 para cambiar de gobierno. “Lo que normalmente sucede es que el presidente constitucional simplemente llama a un cambio y a una renovación de su gabinete. A una renovación del escenario político. Llama a las fuerzas políticas del país, y de los partidos.


“Los convoca con hechos, no discursitos, como le gusta al presidente Calderón, sino con hechos concretos. Llama a los demás partidos a que apoyen, pero con hechos, con secretarías de Estado que se les asignan a diferentes personas de otros partidos, por ejemplo. Con hechos se les asigna la responsabilidad de implementar estas medidas”.
Respecto a la situación actual de México y el futuro que se avecina, Buscaglia dijo: “Es como una tormenta perfecta en donde muchos factores se están conjugando para llevar a México a un escenario de guerra civil en muy poco tiempo si no se toman las medidas adecuadas (como las de procesar a gobernadores y hasta a secretarios del gobierno de Felipe Calderón).

¿Quién es?

Es director del Centro de Derecho Internacional y Desarrollo Económico de la Universidad de Virginia, profesor investigador visitante del ITAM y miembro de diversas misiones de la ONU desde 1990.
Nadie le puede regatear su experiencia ni su conocimiento en materia de seguridad. Y nadie puede negar que conoce a fondo la realidad mexicana.
Es también consultor y consejero de la ONU.



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