“Nunca he tenido sexo sin amor” y “jamás lo había hecho así” son algunas de las falsedades que dicen las mujeres, ya sea por quedar bien, por pena o por jugar a las “inocentes”


Hay mentiras que las mujeres, aunque no lo hayan querido, las han dicho alguna vez en su vida. La mayoría de féminas de este auditorio ciberlector aprobarán las palabras aquí escritas aunque se revelarán porque, bueno, chicas, estoy contando nuestras intimidades aquí.

A veces se trata de mentiras piadosas, para no generar un conflicto mayor, para que nuestra pareja no se sienta mal en un momento sensible o para no decir lo que se siente en ese momento por un millón de razones. Ya saben que yo siempre seré partidaria de decir la verdad y las cosas como son, pero a veces el azar nos obliga a decirlas. Aquí ocho puntos que he preparado.

1. No importa, es normal. A todos les pasa: cuando él, por la razón que sea no tiene una erección, ese es un momento de tensión, de estrés, de nervios. Una chica sabe que esto es realmente importante para un hombre y que alguna palabra mal dicha en ese trance será usada en su contra o afectará la autoestima masculina para siempre. Sí importa, pero la gran mayoría de las mujeres sabremos entender si esto ocurre.

2. No tengo muchas fantasías sexuales. Todo el mundo tiene fantasías sexuales. Algunas mujeres son más explícitas que otras para nombrarlas o incluso pedirlas. Otras quizá se repriman cuando el deseo de tenerlas o imaginarlas llega. Pero las tienen. No confesarlas debido al "qué pensará de mí" sólo muestra poca confianza en la pareja. Alguien con quien de verdad te sientes segura o seguro de hablar de la fantasía en el sexo es, sin duda, una pareja sólida.

3. Nunca he tenido sexo sin amor. Bueno, hoy en día, esta afirmación resultaría risible. Las mujeres sabemos que para nosotras sí es importante sentir y estar enamoradas para tener un buen desempeño sexual e incluso llegar a un buen orgasmo, pero de eso a que TODAS nuestras relaciones sexuales se hayan basado en el amor, no es verdad. Como ellos, porque no habría por qué ser diferentes, también tenemos encuentros casuales, y sexo sin amor. No hay para nosotras ninguna novedad en eso.

4. ¡Me encantó! Siempre lo diremos al final de una jornada sexual pero, aunque casi siempre es realidad, la magnitud del placer es lo que cambia. Habrá un "me encantó" con cien signos de admiración y otro me encantó que ni comillas lleve.

5. Jamás lo había hecho así. Aunque sé que en muchos casos es real, de verdad que lo es. En algunos otros se dice más bien para mantener ese halo virginal sobre nuestro manto. En algunos casos no es necesario. De hecho es mejor ser vista como alguien que tiene experiencia, que ha aprendido y sabe lo que quiere, que jugar con "soy nueva en todo esto" o "perdón, ¿qué es el sexo?".

6. El tamaño no importa. A las mujeres les importa el tamaño y la firmeza en la erección. Si a tu lado hay un hombre que no tiene muchas cualidades de ambas pues ¡a disfrutar con lo que se tiene! Sobre todo si se ama al hombre en cuestión. No es que no nos importe. Siempre nos importa pero cuando en una relación las cosas marchan bien o estamos enamoradas, esto queda siempre en un segundo plano.

7. Nunca he fingido un orgasmo. Ya se sabe que una de cada 3 mujeres fingen el orgasmo. A veces incluso por cansancio, cuando ya quieren terminar y su pareja sigue. Aunque no es el mejor método para decir las cosas, el orgasmo es usado de muchas maneras por muchas mujeres.

8. Las palabras sucias me denigran. A la gran mayoría de las mujeres les excita que les digan palabras sucias durante el acto sexual. Depende con quién, el momento y el lugar, pero hacerlo puede aumentar su libido a mil. Sólo hay que saber hacerlo.