Luego de haber convocado a la ciudadanía a donar el material visual y documental sobre dicho acontecimiento, el CCUT organizará y seleccionará el material para presentarlo en la exposición El terremoto, 25 años después.​

El sol comenzaba a iluminar la ciudad cuando, a las 7:19 horas, se suscitó el movimiento telúrico con una intensidad de 8.1 grados en la escala de Richter y durante poco más de dos minutos. Si bien el epicentro fue en las costas del estado de Michoacán, el Distrito Federal, y especialmente Tlatelolco, fue la zona más afectada del país.​

Entre el 9 de agosto y el 3 de septiembre, a partir de una convocatoria, abierta a los vecinos de Tlatelolco y zonas aledañas, el espacio universitario reunió diversos materiales audiovisuales. Con fotografías, grabaciones sonoras y de video, entre otros objetos, se compilará un fondo documental sobre los efectos de este acontecimiento en la zona de Nonoalco-Tlatelolco.​

Los materiales que serán presentados han sido digitalizados y devueltos a sus propietarios. Como primer resultado de este proceso de acopio, se realizará una muestra conmemorativa que podrá apreciarse a partir del 18 de septiembre en las instalaciones del CCU Tlatelolco.​

El programa de actividades se dividirá en dos partes, detalló en entrevista Sergio Raúl Arroyo, director del CCU Tlatelolco. La primera corresponde a la convocatoria dirigida a los vecinos de Tlatelolco y las zonas aledañas afectadas por el sismo, para que presenten materiales audiovisuales, como fotografías, grabaciones sonoras, videos o cualquier material referente del sismo, incluso algunas publicaciones de aquellos años que permitan hacer un fondo para la Universidad sobre ese episodio tan significativo en la historia de la Ciudad de México.​

"Nos interesa particularmente porque el CCUT se encuentra en uno de los lugares más afectados por el sismo y donde la organización ciudadana y vecinal tuvo una presencia muy importante", refirió el etnólogo.​

Tras este acopio, se realizará una muestra con los materiales reunidos para que el público pueda reconocer cómo la gente mantiene la memoria a través de documentos y de todas las vinculaciones sociales que genera un acontecimiento de tal naturaleza.​

Paralelamente, agregó, se lleva a cabo una investigación que derivará en una exposición sobre el sismo de 1985 que será inaugurada el primer semestre del próximo año, probablemente en la sala de exposiciones temporales del Memorial del 68.​

Será una muestra con documentos muy valiosos. Por ejemplo, fotografías del terremoto y de la reconstrucción de la zona; escritos de orden legal que sobre problemas de tipo inmobiliario, así como una tesis profesional bajo el nombre de "Reconstrucción de la Unidad Habitacional Presidente Adolfo López Mateos, Nonoalco-Tlatelolco", realizada en 1989 por el ingeniero civil Germán Arellano. Entre otros documentos, se recibió uno titulado "Tlatelolco, una historia colectiva", materiales que los propios vecinos comenzaron a hacer al respecto.​

Una de las visiones de la exposición es destacar cómo la gente se organizó frente al desastre, más allá de las propias instituciones, y realizó una de las gestas más significativas de la historia de la Ciudad de México. Es por eso que la Universidad no quiere pasar por alto este hecho.​

Arroyo destacó que se deben rescatar dos cosas significativas de lo sucedido hace 25 años. Primero, que una ciudad como la nuestra es susceptible a un desastre como estos y, lamentablemente, a veces no se tienen todos los instrumentos de orden de infraestructura y de resguardo necesarios. Por otro, debe resaltarse la capacidad de respuesta de la sociedad para mantenerla viva, recuperarla y reconstruirla.​

Añadió que son acontecimientos que no se olvidan, pero que no han sido suficientemente sistematizados. Por ello, en esta ocasión no sólo se presentarán los hechos sino la posibilidad de analizarlos y hacer una reflexión sobre ello; si el terremoto de 1985 reveló la reacción de una sociedad frente a un desastre natural, también puso al descubierto aspectos como la corrupción y el descuido de los programas de seguridad.​

Para la exposición del próximo año, adelantó que se hará con mayor profundidad y reflexión, con una investigación de por medio y un proceso de análisis de los materiales con los que se cuenta, sumados a piezas especiales, así como entrevistas a personas que vivieron el terremoto no sólo en Tlatelolco sino en las colonias aledañas.
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