amy rangel
Bovino adolescente
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- 29 Jun 2015
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- #1
Hola a todos! Gracias a todos los que se han comunicado conmigo pidiendome relatos nuevos. Para quienes no han leido mis relatos anteriores, les cuento que me llamo Amy y actualmente soy estudiante de tiempo completo. Soy una chica que disfruto al maximo mi vida sexual y que me encanta escribir acerca de ello. Les dejo un nuevo relato, espero les guste y haya valido la pena la espera. Este es un relato largo, como todos, asi que lo dividí en varias partes. Quizas este les parezca un tanto aburrido pero es porque es el intro de lo demas que viene. Tengan paciencia.
Manoseada en el transporte publico, parte 1
Finalmente ya estaba en vacaciones de la escuela y aunque habia prometido aprovechar el tiempo para escribir mas relatos, la verdad es que me habia ganado la flojera. Aparte que mi tiempo lo tenia dividido entre andar en la vagancia con mi amiga Elena y darme mis escapadas con su padrastro. Todo muy a escondidas de mi familia.
Ni siquiera a mi hermana Karla le habia comentado de esto. Hasta ahora ella habia sido mi apoyo y siempre me daba consejos, pero preferia que no supiera nada. Despues de todo el señor me pasaba como por unos 35 años mas o menos y no creo que eso le fuera causar gracia a mi hermana.
Y bueno, la mañana habia estado demasiado aburrida. Mi mamá y papá se habian ido a trabajar, lo mismo que mi hermana Karla asi que me habia quedado sola. Decidí llamarle a don Miguel, el padrastro de mi amiga Elena. Quizas podría escaparse un par de horas de su trabajo e irnos a encerrarnos un ratito. Marqué su número y pasados unos segundos, me contestó.
-'Hola papí' -le dije, fingiendo la voz de Elena.
-'Ammm.....Elena? Amy? -me respondió don Miguel un tanto confundido. Me encantaba jugar con su mente fingiendo la voz de su hijastra.
-'Ayyyy papi, ya no me conoceees? Soy Amy' -le respondi, arrastrando las palabras tal y como lo hace Elena con su voz de chica fresa.
-'Eres una diablita, Amy' -me dijo ya con voz mas segura ahora que me habia reconocido.
-'Si papi, pero soy tu diablitaaa' -le dije con voz sexy.
-'Ok baby, que necesitas? Estoy por entrar a una junta y no puedo estar mucho al telefono' -contestó.
-'Aay, yo queria vernos un ratito' -dije.
-'Lo siento, bebé. Como te dije, estoy por entrar a una junta y no puede faltar. Tendrá que ser otro dia' -me dijo don Miguel.
-'Pero papi.....yo tenia ganas de verte hooy. Tengo muchas ganas de ya sabes quee' -le dije aún con mi voz melosa y fresa.
-'Ya sabes que no me gusta decirte que no, Amy. Pero es imposible escaparme' -dijo don Miguel con una voz que denotaba contrariedad.
-'Aaay papitooo.....mira, si vienes te dejo que termines adentro de mi, como te gusta. Si?
-'Amy, amy.....esta vez tendrá que esperar, corazón. No puedo'
-'Bueno, papi....Si vienes, te dejo que me la metas por detras, como siempre me lo has pedido. Metela hasta dentro, hasta donde tope, Y luego te la chupo, salga como salga, siii?? -le dije jugando mi ultima carta. Mi primera y unica experiencia con sexo anal habia sido muy dolorosa y no queria probarlo de nuevo. Pero tenia tantas ganas de que viniera por mi que me atreví a proponerselo. Ahora solo era cosa que don Miguel aceptara.
-'Eres un demonio, Amy. Me pones entre la espada y la pared. Sabes bien que me muero de ganas por romperte el culito, bebé. Pero de plano no puedo escaparme, tendrá que ser en otra ocasión' -me dijo Miguel nuevamente y supe que sería innecesaio insistir mas. No me quedó mas opción que despedirme de el antes de que me cortara la llamada.
La tarde pintaba para ser aburrida y empezaba a resignarme a pasarla solita en casa cuando sonó mi celular. Era Karla, mi hermana.
-'Hey pendeja, que estas haciendo? -me dijo.
-'Nada pendeja, aqui aburridota en casa' -le contesté. Pendeja era nuestra palabra que nos deciamos de cariño.
-'Wey necesito que me hagas un favor. Ahi en mi recamara dejé un paquete que tenia que llevarle a Gil. Se me olvidó en la casa y lo tiene que entregar hoy en el correo. Podrías ir a dejarselo, porfas? -Gil es el novio de mi hermana Karla.
-'Y a donde se lo llevo? -refuté. Estaba aburrida pero no me latia la idea de tomar el transporte público para ir hasta la casa de Gil.
-'Daah! Pos a su casa, wey. Ni modo que a donde?
-'Y porque no viene el a recogerlo? Es mas facil, el trae carro' -le contesté.
-'Ah que la chingada contigo, ni un favor quieres hacer! El está ocupado y no puede ir, por eso necesito que vayas y se lo dejes porque tiene que llevarlo hoy por la tarde al correo' -dijo Karla ya con tono molesto.
-'Mmm...andale pues, yo voy. Pero luego me tienes que pagar el favor, pendeja'
-'Ni madres! Si tu me debes muchos favores, pendeja. Y todas las veces que he tenido que andar de tapadera con mi mamá porque tu andas de putilla, qué? Tu me debes a mi un montón de favores, asi que tomalo esto como un abono jajaja' -me dijo Karla y no niego que me molestó.
-'Bueno pues, ahí voy. Pero si no está se lo voy a dejar ahí en la puerta y me regreso. No voy a estar ahi como wey esperandolo, ok? -le dije ya tambien con tono molesto.
Una media hora mas tarde ya iba en el transporte público, de pie porque no habia asientos disponibles ni caballeros que los cedieran. El camión olía a axila hedionda y daba saltos a cada minuto, en parte por lo mal de las calles y en parte por la forma irresponsable de manejar del chofer. El transporte iba completamente lleno, todos apretados como sardinas. Los que vivimos en Mexico sabrán de lo que hablo. El dia habia amanecido fresco, nublado y con probabilidades de llover, asi que habia decidido ponerme un vestido cortito de tela suave que dejaba a la vista mis rechonchas piernas y con un escote pronunciado. No me habia puesto brassiere y ahora pensandolo bien no habia sido buena idea. Podia sentir las miradas de la mayoria de los hombres y para acabarla de joder en cada salto del camión sentía que se me salian las tetas. Varias veces tuve que acomodarme el escote por temor a que se me salieran los pezones a la vista de todos.
Era extraño ver como incluso señores de edad mayor disimuladamente trataban de ver mis tetas. Y digo extraño porque trataba de imaginarme que pasaba por sus mentes. A pesar de su muy mayor edad estarian pensando en cogerse a una chava de 17 años? Lo que daria por poder ver lo que imaginaban en ese momento jaja. No pude evitar sentir humedad en mi panochita por culpa de ese pensamiento. Mi despertar al sexo habia sido brutal y sentirme deseada era una de las cosas que mas me prendía.
Afuera ya había empezado a llover ligeramente pero todo parecía que se pondría mas fuerte. Solo esperaba llegar antes de que la llovizna se convirtiera en chubasco.
Para colmo durante el trayecto llevaba pegado detras de mi a un chavo que aprovechaba la apretura de pasajeros y los saltos del camión para repegarme su miembro por todo mi trasero. Habia empezado de forma discreta pero al ver que no le decia nada ahora lo hacia de forma descarada, presionandome contra el respaldo de un asiento con sus empujes a mi trasero. Sentía su verga erecta presionarse contra la raja de mi culo cada vez con mas fuerza, que si no fuera porque traigo calzones capaz y me hubiera metido por enmedio su miembro.
Pude haberle dicho algo, pero para ser honesta me estaba calentando con cada empujada que se daba contra mi trasero. Pasado un tiempo yo misma empezé a empujarme hacia atrás, presionando su verga con mis nalgas. El lo sintió, y sin perder tiempo empezó a aplicar mas fuerza en su empuje contra mi culo. Entre mas me empujaba, mas me echaba yo para atrás. Incluso abrí ligeramente mis piernas para poder apoyarme mas.
El chavo empezó a mover sus caderas, para restregarme toda su verga por mis nalgas. La delgada tela de mi vestido no era ningun impedimento para poder sentir su miembro pasar por toda la raja que separaba mis cachetes. Maniobrando con su mano libre, sacó su miembro de su pantalón deportivo y acomodó la punta de su verga erecta por debajo de mi pequeña falda justo en mi ano, como queriendo entrar en él.
-'Aummhh!' -fué tanta la presión y calentura que me estaba provocando que no pude evitar emitir un gémido.
-'Te gusta, mamacita?' -me susurró al oído el chavo, teniendo el descaro de hablarme. Sabía que me tenia en sus manos, por lo que presionó aún más su cuerpo contra el mio.
-'Cállate.....solo...sigue' -le dije susurrando tambien. Sentí como una pequeña gotita resbalaba por mi pierna, mas no supe si era de orines o de mis flujos vaginales.Cerré mis ojos tratando de soportar los embates del intruso en mis nalgas, o terminaría mojandome toda.
Continua en parte 2
Manoseada en el transporte publico, parte 1
Finalmente ya estaba en vacaciones de la escuela y aunque habia prometido aprovechar el tiempo para escribir mas relatos, la verdad es que me habia ganado la flojera. Aparte que mi tiempo lo tenia dividido entre andar en la vagancia con mi amiga Elena y darme mis escapadas con su padrastro. Todo muy a escondidas de mi familia.
Ni siquiera a mi hermana Karla le habia comentado de esto. Hasta ahora ella habia sido mi apoyo y siempre me daba consejos, pero preferia que no supiera nada. Despues de todo el señor me pasaba como por unos 35 años mas o menos y no creo que eso le fuera causar gracia a mi hermana.
Y bueno, la mañana habia estado demasiado aburrida. Mi mamá y papá se habian ido a trabajar, lo mismo que mi hermana Karla asi que me habia quedado sola. Decidí llamarle a don Miguel, el padrastro de mi amiga Elena. Quizas podría escaparse un par de horas de su trabajo e irnos a encerrarnos un ratito. Marqué su número y pasados unos segundos, me contestó.
-'Hola papí' -le dije, fingiendo la voz de Elena.
-'Ammm.....Elena? Amy? -me respondió don Miguel un tanto confundido. Me encantaba jugar con su mente fingiendo la voz de su hijastra.
-'Ayyyy papi, ya no me conoceees? Soy Amy' -le respondi, arrastrando las palabras tal y como lo hace Elena con su voz de chica fresa.
-'Eres una diablita, Amy' -me dijo ya con voz mas segura ahora que me habia reconocido.
-'Si papi, pero soy tu diablitaaa' -le dije con voz sexy.
-'Ok baby, que necesitas? Estoy por entrar a una junta y no puedo estar mucho al telefono' -contestó.
-'Aay, yo queria vernos un ratito' -dije.
-'Lo siento, bebé. Como te dije, estoy por entrar a una junta y no puede faltar. Tendrá que ser otro dia' -me dijo don Miguel.
-'Pero papi.....yo tenia ganas de verte hooy. Tengo muchas ganas de ya sabes quee' -le dije aún con mi voz melosa y fresa.
-'Ya sabes que no me gusta decirte que no, Amy. Pero es imposible escaparme' -dijo don Miguel con una voz que denotaba contrariedad.
-'Aaay papitooo.....mira, si vienes te dejo que termines adentro de mi, como te gusta. Si?
-'Amy, amy.....esta vez tendrá que esperar, corazón. No puedo'
-'Bueno, papi....Si vienes, te dejo que me la metas por detras, como siempre me lo has pedido. Metela hasta dentro, hasta donde tope, Y luego te la chupo, salga como salga, siii?? -le dije jugando mi ultima carta. Mi primera y unica experiencia con sexo anal habia sido muy dolorosa y no queria probarlo de nuevo. Pero tenia tantas ganas de que viniera por mi que me atreví a proponerselo. Ahora solo era cosa que don Miguel aceptara.
-'Eres un demonio, Amy. Me pones entre la espada y la pared. Sabes bien que me muero de ganas por romperte el culito, bebé. Pero de plano no puedo escaparme, tendrá que ser en otra ocasión' -me dijo Miguel nuevamente y supe que sería innecesaio insistir mas. No me quedó mas opción que despedirme de el antes de que me cortara la llamada.
La tarde pintaba para ser aburrida y empezaba a resignarme a pasarla solita en casa cuando sonó mi celular. Era Karla, mi hermana.
-'Hey pendeja, que estas haciendo? -me dijo.
-'Nada pendeja, aqui aburridota en casa' -le contesté. Pendeja era nuestra palabra que nos deciamos de cariño.
-'Wey necesito que me hagas un favor. Ahi en mi recamara dejé un paquete que tenia que llevarle a Gil. Se me olvidó en la casa y lo tiene que entregar hoy en el correo. Podrías ir a dejarselo, porfas? -Gil es el novio de mi hermana Karla.
-'Y a donde se lo llevo? -refuté. Estaba aburrida pero no me latia la idea de tomar el transporte público para ir hasta la casa de Gil.
-'Daah! Pos a su casa, wey. Ni modo que a donde?
-'Y porque no viene el a recogerlo? Es mas facil, el trae carro' -le contesté.
-'Ah que la chingada contigo, ni un favor quieres hacer! El está ocupado y no puede ir, por eso necesito que vayas y se lo dejes porque tiene que llevarlo hoy por la tarde al correo' -dijo Karla ya con tono molesto.
-'Mmm...andale pues, yo voy. Pero luego me tienes que pagar el favor, pendeja'
-'Ni madres! Si tu me debes muchos favores, pendeja. Y todas las veces que he tenido que andar de tapadera con mi mamá porque tu andas de putilla, qué? Tu me debes a mi un montón de favores, asi que tomalo esto como un abono jajaja' -me dijo Karla y no niego que me molestó.
-'Bueno pues, ahí voy. Pero si no está se lo voy a dejar ahí en la puerta y me regreso. No voy a estar ahi como wey esperandolo, ok? -le dije ya tambien con tono molesto.
Una media hora mas tarde ya iba en el transporte público, de pie porque no habia asientos disponibles ni caballeros que los cedieran. El camión olía a axila hedionda y daba saltos a cada minuto, en parte por lo mal de las calles y en parte por la forma irresponsable de manejar del chofer. El transporte iba completamente lleno, todos apretados como sardinas. Los que vivimos en Mexico sabrán de lo que hablo. El dia habia amanecido fresco, nublado y con probabilidades de llover, asi que habia decidido ponerme un vestido cortito de tela suave que dejaba a la vista mis rechonchas piernas y con un escote pronunciado. No me habia puesto brassiere y ahora pensandolo bien no habia sido buena idea. Podia sentir las miradas de la mayoria de los hombres y para acabarla de joder en cada salto del camión sentía que se me salian las tetas. Varias veces tuve que acomodarme el escote por temor a que se me salieran los pezones a la vista de todos.
Era extraño ver como incluso señores de edad mayor disimuladamente trataban de ver mis tetas. Y digo extraño porque trataba de imaginarme que pasaba por sus mentes. A pesar de su muy mayor edad estarian pensando en cogerse a una chava de 17 años? Lo que daria por poder ver lo que imaginaban en ese momento jaja. No pude evitar sentir humedad en mi panochita por culpa de ese pensamiento. Mi despertar al sexo habia sido brutal y sentirme deseada era una de las cosas que mas me prendía.
Afuera ya había empezado a llover ligeramente pero todo parecía que se pondría mas fuerte. Solo esperaba llegar antes de que la llovizna se convirtiera en chubasco.
Para colmo durante el trayecto llevaba pegado detras de mi a un chavo que aprovechaba la apretura de pasajeros y los saltos del camión para repegarme su miembro por todo mi trasero. Habia empezado de forma discreta pero al ver que no le decia nada ahora lo hacia de forma descarada, presionandome contra el respaldo de un asiento con sus empujes a mi trasero. Sentía su verga erecta presionarse contra la raja de mi culo cada vez con mas fuerza, que si no fuera porque traigo calzones capaz y me hubiera metido por enmedio su miembro.
Pude haberle dicho algo, pero para ser honesta me estaba calentando con cada empujada que se daba contra mi trasero. Pasado un tiempo yo misma empezé a empujarme hacia atrás, presionando su verga con mis nalgas. El lo sintió, y sin perder tiempo empezó a aplicar mas fuerza en su empuje contra mi culo. Entre mas me empujaba, mas me echaba yo para atrás. Incluso abrí ligeramente mis piernas para poder apoyarme mas.
El chavo empezó a mover sus caderas, para restregarme toda su verga por mis nalgas. La delgada tela de mi vestido no era ningun impedimento para poder sentir su miembro pasar por toda la raja que separaba mis cachetes. Maniobrando con su mano libre, sacó su miembro de su pantalón deportivo y acomodó la punta de su verga erecta por debajo de mi pequeña falda justo en mi ano, como queriendo entrar en él.
-'Aummhh!' -fué tanta la presión y calentura que me estaba provocando que no pude evitar emitir un gémido.
-'Te gusta, mamacita?' -me susurró al oído el chavo, teniendo el descaro de hablarme. Sabía que me tenia en sus manos, por lo que presionó aún más su cuerpo contra el mio.
-'Cállate.....solo...sigue' -le dije susurrando tambien. Sentí como una pequeña gotita resbalaba por mi pierna, mas no supe si era de orines o de mis flujos vaginales.Cerré mis ojos tratando de soportar los embates del intruso en mis nalgas, o terminaría mojandome toda.
Continua en parte 2