alcanet
Bovino maduro
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- 16 Feb 2009
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Estimados todos les dejo este relato por aqui, espero sea de su agrado, los créditos nos son para mí, pues no soy el autor pero me atrapó el relato y ahora lo comparto con ustedes...
Eran las fiestas del pueblo y mi hijo se trajo a su novia, tengo que decir que vivimos en un pueblo a las afueras de la ciudad, por lo que era un engorro coger el autobús nocturno para bajarse, además en fiesta del pueblo, yo acepté que Beatriz se quedar a dormir en mi casa, llevaban saliendo un par de años y la verdad es que la muchacha era muy simpática, en comparación con mi hijo esa niña era un ángel, atenta, buena persona, voluntaria, además de tener una cara angelical con sus ojos verdes y su boca con labios finos y sus manos con dedos largos y finos, nunca entenderé que veía ella en mi hijo pero el caso es que se soportaban y ella a él le hacía feliz y viceversa. Ese viernes de Fiesta salimos mi esposa a la caseta municipal mientras que mi hijo, mi hija y sus respectivas parejas se fueron a otras casetas. a mitad de la noche vi a Beatriz caminar hacía la casa con una cara larga y mi hijo detrás empezaron a discutir de forma enérgica luego siguieron caminando y los perdí de vista.
al llegar a casa nos encontramos a los dos discutiendo en el salón, al parecer mi hijo con la papa le había dicho una cosas muy feas a lo que ella se había ofendido, beatriz se quería ir a casa pero ya no había autobuses y mi hijo estaba muy perjudicado para llevarla en coche además que no tenía ganas por lo que mi esposa para acabar la conversación decidió que fuera yo quien la llevara a casa. acepté Beatriz recogió todas sus cosas y las metió en su maleta y ambos nos montamos en el coche. Conduje hasta la casa de Beatriz en la ciudad en silencio cuando llegamos a su casa empezó a llorar le dije que no se bajará hasta que dejara de llorar, me estuvo explicando la pelea, por supuesto todo culpa de mi hijo, entonces le dije “ tu lo que tienes que hacer es buscarte una tio mas maduro que mi hijo, mira que yo quiero un montón pero es un puto crio” ella se quedó pensativa y luego se rió. “ ¿ que quieres hacer quedarte en tu casa o venir de vuelta a la mía y hacer las paces? “ le pregunté,” volver” arranqué el coche y ya de mejor humor volvimos a la casa. Mi hijo se había acostado ya, mejor porque con la papa no era el momento de hablar, Beatriz se fue a la habitación de mi hija en el piso superior y mi esposa estaba en el salón viendo no sé qué película pastelón por lo que yo me fui a la salita que estaba en el sótano junto a las escaleras a ver una película de las que me gustan a mí.
Al poco tiempo mi esposa bajó las escalera dijo que se acostaba, yo que aún no tenía sueño me quedé allí sentado viendo la película. al rato escuché ruido dentro pensé que era mi esposa o mi hijo pero no, era Beatriz que no podía dormir y bajó las escalera con una camiseta holgada y unas braguitas, que al estar abajo cuando se dió la vuelta con el vuelo de la camiseta pude verlas sin querer todo fue unos reflejos y se me fueron los ojos.” ¿te importa que me quede aquí contigo? “ , “ sin problema” le dije. Yo sentado en un sofá y ella en el otro seguimos viendo la televisión.
Al poco tiempo creo que me quedé dormido, cuando sentí que estaba tocando algo suave y esponjoso es más estaba sintiendo algo en la cara, abrí los ojos y me encontré a Beatriz sin la camiseta y sin sujetador acariciando sus pechos con mis manos mientras que me besaba en la comisura de los labios, intenté quitar las manos pero ella las aprisiona bajo las suyas y con voz sensual me dijo “ ya he encontrado un tio mas maduro “ y diciendo esto empezó a besarme, intenté mantener la cabeza fría pero fue imposible y me abandoné, ya no hice amago de quitar las manos sino que empecé a acariciar sus pechos con mis manos ella gemía de placer mientras que movía su cintura arriba y abajo rozando su coño con mi polla medio erecta, dejando una mano en sus pechos la otra la bajé hasta su trasero y metiendo la mano dentro de sus bragas comencé a acariciar la piel de su trasero. Sus manos nos perdieron el tiempo y me quitaron la camiseta del pijama frotando así piel con piel, mi calentón era máximo y comencé a besarle los pechos, lamerles los pezones cuando escuchamos el ruido de la puerta. Ambos paramos y seguimos escuchando. “ Papa ¿estas abajo?” era mi hija “ Si viendo la tele” le respondí mientras tenía encima medio desnuda a la novia de mi hijo, “ok, no te acuestes tarde” y subió las escaleras ambos sonreímos y volvimos a besarnos aparté su cuerpo haciendo que se levantara luego me levanté yo y cogiendola de la mano me la llevé a la habitación de enfrente, nuestra habitación de invitados, la tumbé en la cama quitándole las bragas. Tenía el coño depilado, nunca me lo habría imaginado, luego bajé el pantalón de mi pijama sacando mi polla, me subí a la cama abriéndole las piernas y metí mi cabeza entre sus piernas comiendole todo el coño, jugando a meter mi lengua dentro y sacandola, dandole con la punta de ésta a su clítoris , la estaba poniendo cachonda perdida luego guiando con mi mano mi polla la puse en la entrada de su coño, poco a poco la fui metiendo dentro hasta que toda mi polla estaba dentro de ella, Beatriz cuanto más entraba más abría la boca y su expresión fue de asombro cuando estuvo toda dentro de su coño. Comencé a meterle la polla y a sacarla lentamente con un ritmo lento de balanceo mientras que ella se sujetaba a mis hombros, sus pechos se movían de arriba a abajo balanceándose con los empujes que le estaba propinando mi polla a su coño, aumente el ritmo ella me clavaba las uñas en el hombro de la excitación que estaba teniendo y creo que del orgasmo que le había propinado. Me corrí dentro de su coño y caí rendido a su lado, ella con más ganas de marcha puso su cara a la altura de mi polla, medio flácida y empezó a comérmela limpiando todo rastro de semen o flujo suyo en mi polla. Cuando terminó nos quedamos y rato abrazados y ella dándome un beso en la mejilla me dijo “ gracias” luego se puso sus bragas y su camiseta y subió las escaleras silenciosamente.
Mi hijo y Beatriz siguieron unos mese más en los cuales Beatriz y yo tuvimos nuestros encuentros después dejó a mi hijo y nos convertimos en amantes.
Eran las fiestas del pueblo y mi hijo se trajo a su novia, tengo que decir que vivimos en un pueblo a las afueras de la ciudad, por lo que era un engorro coger el autobús nocturno para bajarse, además en fiesta del pueblo, yo acepté que Beatriz se quedar a dormir en mi casa, llevaban saliendo un par de años y la verdad es que la muchacha era muy simpática, en comparación con mi hijo esa niña era un ángel, atenta, buena persona, voluntaria, además de tener una cara angelical con sus ojos verdes y su boca con labios finos y sus manos con dedos largos y finos, nunca entenderé que veía ella en mi hijo pero el caso es que se soportaban y ella a él le hacía feliz y viceversa. Ese viernes de Fiesta salimos mi esposa a la caseta municipal mientras que mi hijo, mi hija y sus respectivas parejas se fueron a otras casetas. a mitad de la noche vi a Beatriz caminar hacía la casa con una cara larga y mi hijo detrás empezaron a discutir de forma enérgica luego siguieron caminando y los perdí de vista.
al llegar a casa nos encontramos a los dos discutiendo en el salón, al parecer mi hijo con la papa le había dicho una cosas muy feas a lo que ella se había ofendido, beatriz se quería ir a casa pero ya no había autobuses y mi hijo estaba muy perjudicado para llevarla en coche además que no tenía ganas por lo que mi esposa para acabar la conversación decidió que fuera yo quien la llevara a casa. acepté Beatriz recogió todas sus cosas y las metió en su maleta y ambos nos montamos en el coche. Conduje hasta la casa de Beatriz en la ciudad en silencio cuando llegamos a su casa empezó a llorar le dije que no se bajará hasta que dejara de llorar, me estuvo explicando la pelea, por supuesto todo culpa de mi hijo, entonces le dije “ tu lo que tienes que hacer es buscarte una tio mas maduro que mi hijo, mira que yo quiero un montón pero es un puto crio” ella se quedó pensativa y luego se rió. “ ¿ que quieres hacer quedarte en tu casa o venir de vuelta a la mía y hacer las paces? “ le pregunté,” volver” arranqué el coche y ya de mejor humor volvimos a la casa. Mi hijo se había acostado ya, mejor porque con la papa no era el momento de hablar, Beatriz se fue a la habitación de mi hija en el piso superior y mi esposa estaba en el salón viendo no sé qué película pastelón por lo que yo me fui a la salita que estaba en el sótano junto a las escaleras a ver una película de las que me gustan a mí.
Al poco tiempo mi esposa bajó las escalera dijo que se acostaba, yo que aún no tenía sueño me quedé allí sentado viendo la película. al rato escuché ruido dentro pensé que era mi esposa o mi hijo pero no, era Beatriz que no podía dormir y bajó las escalera con una camiseta holgada y unas braguitas, que al estar abajo cuando se dió la vuelta con el vuelo de la camiseta pude verlas sin querer todo fue unos reflejos y se me fueron los ojos.” ¿te importa que me quede aquí contigo? “ , “ sin problema” le dije. Yo sentado en un sofá y ella en el otro seguimos viendo la televisión.
Al poco tiempo creo que me quedé dormido, cuando sentí que estaba tocando algo suave y esponjoso es más estaba sintiendo algo en la cara, abrí los ojos y me encontré a Beatriz sin la camiseta y sin sujetador acariciando sus pechos con mis manos mientras que me besaba en la comisura de los labios, intenté quitar las manos pero ella las aprisiona bajo las suyas y con voz sensual me dijo “ ya he encontrado un tio mas maduro “ y diciendo esto empezó a besarme, intenté mantener la cabeza fría pero fue imposible y me abandoné, ya no hice amago de quitar las manos sino que empecé a acariciar sus pechos con mis manos ella gemía de placer mientras que movía su cintura arriba y abajo rozando su coño con mi polla medio erecta, dejando una mano en sus pechos la otra la bajé hasta su trasero y metiendo la mano dentro de sus bragas comencé a acariciar la piel de su trasero. Sus manos nos perdieron el tiempo y me quitaron la camiseta del pijama frotando así piel con piel, mi calentón era máximo y comencé a besarle los pechos, lamerles los pezones cuando escuchamos el ruido de la puerta. Ambos paramos y seguimos escuchando. “ Papa ¿estas abajo?” era mi hija “ Si viendo la tele” le respondí mientras tenía encima medio desnuda a la novia de mi hijo, “ok, no te acuestes tarde” y subió las escaleras ambos sonreímos y volvimos a besarnos aparté su cuerpo haciendo que se levantara luego me levanté yo y cogiendola de la mano me la llevé a la habitación de enfrente, nuestra habitación de invitados, la tumbé en la cama quitándole las bragas. Tenía el coño depilado, nunca me lo habría imaginado, luego bajé el pantalón de mi pijama sacando mi polla, me subí a la cama abriéndole las piernas y metí mi cabeza entre sus piernas comiendole todo el coño, jugando a meter mi lengua dentro y sacandola, dandole con la punta de ésta a su clítoris , la estaba poniendo cachonda perdida luego guiando con mi mano mi polla la puse en la entrada de su coño, poco a poco la fui metiendo dentro hasta que toda mi polla estaba dentro de ella, Beatriz cuanto más entraba más abría la boca y su expresión fue de asombro cuando estuvo toda dentro de su coño. Comencé a meterle la polla y a sacarla lentamente con un ritmo lento de balanceo mientras que ella se sujetaba a mis hombros, sus pechos se movían de arriba a abajo balanceándose con los empujes que le estaba propinando mi polla a su coño, aumente el ritmo ella me clavaba las uñas en el hombro de la excitación que estaba teniendo y creo que del orgasmo que le había propinado. Me corrí dentro de su coño y caí rendido a su lado, ella con más ganas de marcha puso su cara a la altura de mi polla, medio flácida y empezó a comérmela limpiando todo rastro de semen o flujo suyo en mi polla. Cuando terminó nos quedamos y rato abrazados y ella dándome un beso en la mejilla me dijo “ gracias” luego se puso sus bragas y su camiseta y subió las escaleras silenciosamente.
Mi hijo y Beatriz siguieron unos mese más en los cuales Beatriz y yo tuvimos nuestros encuentros después dejó a mi hijo y nos convertimos en amantes.