Piden indemnizar a familias y denuncian trabas de Sedena, PGR y Procuraduría de NL

Osvaldo Robles

Monterrey (13 agosto 2010).- Javier Francisco Arredondo Verdugo y Jorge Antonio Mercado Alonso, estudiantes de excelencia del Tec que murieron en un enfrentamiento entre el Ejército y sicarios el pasado 19 de marzo, fueron golpeados mientras agonizaban, les sembraron armas ya caídos y la escena de los hechos fue alterada por militares, reveló ayer la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

La Recomendación 45/2010 difundida por la CNDH casi cinco meses después de la tragedia que conmovió al País sostiene, además, que Mercado recibió dos disparos directos a menos de un metro de distancia al ser abatido cuando salía con Arredondo de estudiar del Campus Monterrey en la Avenida Garza Sada en su cruce con Luis Elizondo.

El documento subraya que la Procuraduría de Justicia de Nuevo León, la PGR y la Procuraduría de Justicia Militar obstaculizaron el acceso a las pruebas contenidas en las averiguaciones, lo que impidió a la CNDH definir quién privó de la vida a los dos alumnos de posgrado becados por excelencia académica.

Pese a ello, se advierte en el texto, las evidencias permiten afirmar que el uso arbitrario de la fuerza pública por parte de la Unidad "Néctar Urbano 4" del Ejército tuvo como consecuencia directa o indirecta la muerte de los jóvenes ingenieros.

Por ello, la recomendación establece que la Sedena debe indemnizar a las familias de las víctimas y destaca que se debe restituir el prestigio, honor y buena fama de los estudiantes, quienes ­ya muertos­ fueron identificados como sicarios por elementos del Ejército que participaron en la balacera.

"(Los estudiantes) recibieron impactos por proyectil de arma de fuego en el enfrentamiento entre elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y miembros de la delincuencia organizada", se indica en el documento, "lesiones que no les produjeron la muerte de forma instantánea, lo que significa que tuvieron un periodo agónico".

Añade que los cuerpos presentaban lesiones que recibieron cuando aún vivían y que aparentemente no fueron causadas por su caída, sino producidas por un golpe directo de un objeto "romo, de consistencia dura y bordes lisos".

"Conforme al dictamen médico forense de la Coordinación de Servicios Periciales", añade, "existió Œ...un periodo agónico de las víctimas (de segundos a minutos), lo cual tiene relevancia, en el sentido de que con un alto grado de probabilidad que después de haber recibido los disparos, fueron lesionados en la cara".

"Esta Comisión Nacional también observa una alteración de la escena de los hechos en tanto que fue modificada la posición de los cuerpos (de los estudiantes muertos),... también se les depositaron armas y se destrozó la cámara de seguridad perimetral (del Tec)", se lee en el documento elaborado con informes de la Sedena, la Procuraduría estatal, el Tec y otros entrevistados.

El 19 de marzo, tras el enfrentamiento entre sicarios y militares frente a uno de los accesos al campus, el Rector del Tec, Rafael Rangel Sostmann, descartó inicialmente que las dos víctimas fueran estudiantes, con base ­explicó después­ en información proporcionada por el Procurador estatal, Alejandro Garza.

Sin embargo, al día siguiente, el propio Rangel informó que familiares de las víctimas habían identificado los cuerpos de los estudiantes foráneos Arredondo, de 24 años de edad, y Mercado, de 23 años, originarios de Todos Santos, Baja California Sur, y Saltillo, Coahuila, respectivamente.

Según el documento de la CNDH, la Sedena había citado declaraciones de soldados asegurando que los dos jóvenes descendieron de la camioneta Yukon de los sicarios y posteriormente corrieron hacia la entrada del campus.

En el informe militar, anexado a la denuncia presentada por el Ejército ante la PGR, se dice que Arredondo tenía en su brazo derecho un fusil negro con verde, del cual no se observaba número de serie o marca, mientras que Mercado portaba en su brazo izquierdo un arma color negro calibre .223 de la marca Bushmaster, matrícula L262834.

Sin embargo, la CNDH hace notar que esas dos armas fueron reportadas en el informe militar del armamento asegurado dentro de la Yukon donde viajaban los sicarios.

Además, advierte, las credenciales que ambos estudiantes debieron portar para ingresar al campus nunca fueron localizadas, lo mismo que una mochila que portaba Arredondo.

La recomendación, de 31 páginas, dice que, de forma irregular, la Procuraduría estatal entregó los casquillos recolectados en el lugar al personal militar sin ninguna justificación y pese a que la investigación y recolección de evidencias se encontraba a cargo del Estado.

De acuerdo con otro informe proporcionado por la Sedena, la Procuraduría de Justicia Militar ejerció en junio pasado acción penal en contra de un militar, a quien no se identifica, por su probable responsabilidad en la alteración del lugar de los hechos.

Entre las recomendaciones finales, la CNDH convoca al General Guillermo Galván Galván, Secretario de la Defensa, a indemnizar a los familiares de las víctimas y otorgar la atención física y psicológica necesaria, además de colaborar en el trámite de su queja ante la Unidad de Inspección y Contraloría General de la Sedena contra los militares que manipularon la escena.

Asimismo, pide instruir a los militares para que se abstengan de alterar las escenas de los hechos y tergiversar la verdad, además de capacitarlos en la preservación de los indicios del delito.

Al titular de la PGR, Arturo Chávez Chávez, se le conmina a integrar las observaciones de la recomendación en la averiguación y se reconozca a los familiares de los estudiantes el carácter de víctimas del delito.

Al Gobernador del Estado, Rodrigo Medina, se le invita a instruir al Procurador estatal a preservar la escena del crimen y colaborar en el procedimiento administrativo de investigación que se inicie en contra de los funcionarios de esa dependencia que participaron en las irregularidades.


Quiero ver que sigan defendiendo al "inmaculado" ejército y a Calderón y su "guerra al narco"...is for the more