lotoxs
Bovino maduro
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Caer ante la gula, lujuria, avaricia, soberbia, pereza, ira y envidia, harán que lleguen al orgasmo y disfruten más de su relación
Los siete pecados capitales: avaricia, gula, lujuria, pereza, ira, envidia y soberbia, son una clasificación de vicios mencionados en las primeras enseñanzas del cristianismo y catolicismo.
Estas faltas nunca fueron tan divertidas y excitantes; algunas de ellas te harán sentir en el cielo, y otras evitarán que tu relación termine en el fracaso. El sitio electrónico Nosotras.com revela cómo usarlas a tu favor durante la intimidad.
Gula: Es siempre relacionada al consumo excesivo de la comida y la bebida, pero en el sexo, la cocina se relaciona de una manera diferente.
Hay alimentos que serán tus aliados, estos deben ser o incluir afrodisíacos; ponlos en tu cuerpo o en de tu amante y disfruten de un delicioso manjar.
Lujuria: Este es uno de los pecados más populares; desde siempre relacionado al sexo y al erotismo. La innovación es lo importante, dale rienda suelta a la imaginación y prueba todo lo nuevo que se te ocurra o se te antoje.
Puedes hacer una lista de fantasías, tanto tuyas como de tu pareja, o bien, revisar cuáles son las que te faltan por hacer.
Pereza: Es el pecado más metafísico de todos, ya que no sólo se refiere a la flojera de hacer algo, sino a una tristeza de ánimo que aparta al creyente de sus obligaciones espirituales.
En lo sexual remite a la monotonía, a lo aburrido del sexo; no dejar que la llama se apague, ni caer en la rutina. Reconoce a los enemigos de tu relación y no te duermas.
Avaricia: Es un pecado de exceso, como la gula y la lujuria, que siempre te orilla a querer más. En el caso del sexo, ¿por qué un orgasmo si pueden ser dos o diez? ¿Por qué una vez a la semana, si puede ser diario, mañana, tarde y noche? Lo que importa es que sepas que no existen frecuencias, pero depende también de tu pareja.
Ira: El pecado destructivo, este no es nada recomendable porque puede acabar con tus relaciones sexuales. Discusiones, peleas, agresiones, miedos e inseguridades son parte de esto.
Y si discutes no olvides que siempre hay una buena reconciliación donde el sexo es más intenso. La confianza es fundamental, se recomienda confesar los más secretos deseos sexuales, disfrazarse y entregarse como nunca.
Envidia: Es cuando se valora más lo que tiene el otro. Hay que dejar de comparar lo que se tiene con lo que te gustaría tener de los demás. Lo que puedes hacer es transformar esa envidia e inspirarte para hacer más cosas en tu relación.
Soberbia: Se refiere al orgullo y menosprecio de los demás, es considerado el más serio de los pecados capitales y es identificado como un deseo por ser más importante o atractivo que los otros.
En el terreno de lo sexual sácale partido, recuerda que nunca se sabe demasiado; si tu pareja es experta en algún tema, apréndele y contágiate. Después de esto, pecar no costará nada, y al contrario, la experiencia ganada será digna de enseñarse.
Los siete pecados capitales: avaricia, gula, lujuria, pereza, ira, envidia y soberbia, son una clasificación de vicios mencionados en las primeras enseñanzas del cristianismo y catolicismo.
Estas faltas nunca fueron tan divertidas y excitantes; algunas de ellas te harán sentir en el cielo, y otras evitarán que tu relación termine en el fracaso. El sitio electrónico Nosotras.com revela cómo usarlas a tu favor durante la intimidad.
Gula: Es siempre relacionada al consumo excesivo de la comida y la bebida, pero en el sexo, la cocina se relaciona de una manera diferente.
Hay alimentos que serán tus aliados, estos deben ser o incluir afrodisíacos; ponlos en tu cuerpo o en de tu amante y disfruten de un delicioso manjar.
Lujuria: Este es uno de los pecados más populares; desde siempre relacionado al sexo y al erotismo. La innovación es lo importante, dale rienda suelta a la imaginación y prueba todo lo nuevo que se te ocurra o se te antoje.
Puedes hacer una lista de fantasías, tanto tuyas como de tu pareja, o bien, revisar cuáles son las que te faltan por hacer.
Pereza: Es el pecado más metafísico de todos, ya que no sólo se refiere a la flojera de hacer algo, sino a una tristeza de ánimo que aparta al creyente de sus obligaciones espirituales.
En lo sexual remite a la monotonía, a lo aburrido del sexo; no dejar que la llama se apague, ni caer en la rutina. Reconoce a los enemigos de tu relación y no te duermas.
Avaricia: Es un pecado de exceso, como la gula y la lujuria, que siempre te orilla a querer más. En el caso del sexo, ¿por qué un orgasmo si pueden ser dos o diez? ¿Por qué una vez a la semana, si puede ser diario, mañana, tarde y noche? Lo que importa es que sepas que no existen frecuencias, pero depende también de tu pareja.
Ira: El pecado destructivo, este no es nada recomendable porque puede acabar con tus relaciones sexuales. Discusiones, peleas, agresiones, miedos e inseguridades son parte de esto.
Y si discutes no olvides que siempre hay una buena reconciliación donde el sexo es más intenso. La confianza es fundamental, se recomienda confesar los más secretos deseos sexuales, disfrazarse y entregarse como nunca.
Envidia: Es cuando se valora más lo que tiene el otro. Hay que dejar de comparar lo que se tiene con lo que te gustaría tener de los demás. Lo que puedes hacer es transformar esa envidia e inspirarte para hacer más cosas en tu relación.
Soberbia: Se refiere al orgullo y menosprecio de los demás, es considerado el más serio de los pecados capitales y es identificado como un deseo por ser más importante o atractivo que los otros.
En el terreno de lo sexual sácale partido, recuerda que nunca se sabe demasiado; si tu pareja es experta en algún tema, apréndele y contágiate. Después de esto, pecar no costará nada, y al contrario, la experiencia ganada será digna de enseñarse.
¿Qué pecado es tu favorito para sacarle provecho en la intimidad?