tiburonxx
Bovino de la familia
- Desde
- 6 Nov 2005
- Mensajes
- 4.037
- Tema Autor
- #1
Irene Selser
Milenio Diario
http://impreso.milenio.com/node/8611066
Hace apenas 180 días, con el telón de fondo de una devastadora crisis económica, Barack Obama prestó juramento como el primer presidente afroamericano estadunidense en 233 años de historia americana, en medio de una expectativa generalizada. Su impensable triunfo electoral dejó atrás ocho años de desastrosa administración Bush, en medio de un panorama internacional implacable, con recesión mundial, crisis climática, hambrunas y enfermedades, dos guerras y centenares de miles de muertos (Irak y Afganistán), el irresuelto conflicto israelo-palestino, y una impunidad rampante en derechos humanos y libertades individuales al amparo del unilateralismo bushiano que dio al traste con medio siglo de acuerdos internacionales.
Pero a seis meses de aquel discurso de 17 minutos en las escalinatas del Capitolio, la desilusión ha comenzado a permear, dentro y fuera de EU, entre los simpatizantes de esta encarnación de 47 años del sueño americano, con una voz “mezcla de fortaleza y moderación”, al decir de su derrotado contrincante John McCain, y una capacidad de oratoria capaz de seducir a palestinos y latinoamericanos, europeos o africanos, si bien a la vuelta de los discursos —que vale la pena releer y subrayar— éstos resultan casi idénticos y sólo parecen variar en cuanto a cada destinatario y lo que éste desea escuchar.
Con resultados aún inciertos en su gestión doméstica, aun cuando “el desastre inmediato fue evitado”, según el experto Godfrey Hodgson de OpenDemocracy, no habría hasta ahora ningún avance sustancial en los tres temas claves: a) manejo de la crisis económico-financiera, b) calendario del clima (donde más bien se está ratificando el paso atrás dado por George W. Bush, con su “mercado de contaminación” para seguir contaminando igual o peor), y c) el tema de la salud.
En su gestión exterior, la crisis pos electoral en Irán, el desafío de Israel, inamovible en su decisión de seguir colonizando tierras palestinas y el golpe de Estado en Honduras se convirtieron muy pronto en un test para Obama, criticado de “errático” por la bancada republicana, que también ha fustigado su acercamiento a Cuba aunque éste no sea más que unas tímidas señales de deshielo sobre el diálogo migratorio en suspenso desde 2003.
Y habiendo sido incapaz de cumplir su promesa de cerrar de inmediato la prisión de Guantánamo, y cuando arrecian los rumores de que “el Departamento de Estado se valió de su viaje a Moscú para dar el golpe en Honduras”, tal vez sea cierto lo que dicen algunos diplomáticos de que en realidad “Obama gobierna en lo civil, pero el Pentágono y los neoconservadores están tomando el control del resto”.
:eolo::comillas::eolo:
Milenio Diario
http://impreso.milenio.com/node/8611066
Hace apenas 180 días, con el telón de fondo de una devastadora crisis económica, Barack Obama prestó juramento como el primer presidente afroamericano estadunidense en 233 años de historia americana, en medio de una expectativa generalizada. Su impensable triunfo electoral dejó atrás ocho años de desastrosa administración Bush, en medio de un panorama internacional implacable, con recesión mundial, crisis climática, hambrunas y enfermedades, dos guerras y centenares de miles de muertos (Irak y Afganistán), el irresuelto conflicto israelo-palestino, y una impunidad rampante en derechos humanos y libertades individuales al amparo del unilateralismo bushiano que dio al traste con medio siglo de acuerdos internacionales.
Pero a seis meses de aquel discurso de 17 minutos en las escalinatas del Capitolio, la desilusión ha comenzado a permear, dentro y fuera de EU, entre los simpatizantes de esta encarnación de 47 años del sueño americano, con una voz “mezcla de fortaleza y moderación”, al decir de su derrotado contrincante John McCain, y una capacidad de oratoria capaz de seducir a palestinos y latinoamericanos, europeos o africanos, si bien a la vuelta de los discursos —que vale la pena releer y subrayar— éstos resultan casi idénticos y sólo parecen variar en cuanto a cada destinatario y lo que éste desea escuchar.
Con resultados aún inciertos en su gestión doméstica, aun cuando “el desastre inmediato fue evitado”, según el experto Godfrey Hodgson de OpenDemocracy, no habría hasta ahora ningún avance sustancial en los tres temas claves: a) manejo de la crisis económico-financiera, b) calendario del clima (donde más bien se está ratificando el paso atrás dado por George W. Bush, con su “mercado de contaminación” para seguir contaminando igual o peor), y c) el tema de la salud.
En su gestión exterior, la crisis pos electoral en Irán, el desafío de Israel, inamovible en su decisión de seguir colonizando tierras palestinas y el golpe de Estado en Honduras se convirtieron muy pronto en un test para Obama, criticado de “errático” por la bancada republicana, que también ha fustigado su acercamiento a Cuba aunque éste no sea más que unas tímidas señales de deshielo sobre el diálogo migratorio en suspenso desde 2003.
Y habiendo sido incapaz de cumplir su promesa de cerrar de inmediato la prisión de Guantánamo, y cuando arrecian los rumores de que “el Departamento de Estado se valió de su viaje a Moscú para dar el golpe en Honduras”, tal vez sea cierto lo que dicen algunos diplomáticos de que en realidad “Obama gobierna en lo civil, pero el Pentágono y los neoconservadores están tomando el control del resto”.
:eolo::comillas::eolo: