Si no has leído la primera parte te recomiendo que lo hagas, ahí sabrás como comenzó mi historia con Abril.


Regresando al salón todo transcurrió normal, Abril y yo apenas nos dirigimos la palabra. Pensé que ahí quedaría todo pero, no podía sacarme de mi cabeza ese momento que pasamos ella y yo.

Llego la hora de la salida y como era costumbre yo caminaba con mis amigos a la parada de mi camión, mis amigos vivían a un par de calles así que no tomaban el transporte publico como yo. Al llegar me quede solo en cuestión de que mis amigos se habían ido ya, Abril esperaba el transporte. Ella noto que yo estaba ahí pero no me hablo ni dijo nada, llego el camión y como es costumbre a esa hora paso lleno, no a reventar pero si iban personas paradas.
Subió Abril e inmediatamente subí yo, fue un deleite ver subir a ese trasero por las escaleras del camión.
Como dije, no había lugares para sentarse y algunas personas viajaban paradas, yo me quede casi al frente del camión y Abril se movió casi hasta el final. Pensé que ella ahora ya no quería ni verme, pero al levantar el rostro vi que me hacia unas señas discretas con la mirada, así que decidí ir hasta donde se encontraba ella.

Sin decirme nada se volteo con su espalda apuntando hacía mi, al principio no entendía el como lo íbamos a disimular pero mas tarde en intentar averiguarlo que en lo que la respuesta llego sola, el transporte paro y subió mas gente, tanta gente que naturalmente cada vez estábamos mas pegados el uno del otro. Nuevamente sentía sus nalagas en mi miembro, sentía que sus nalgas estaban amoldadas a la forma de mi pene, parecía que eran piezas de rompecabezas y embonaban perfectamente, cada movimiento brusco nosotros lo aprovechábamos, ella haciéndose para atrás y yo empujado para el frente. Esta vez solo era arrimon sin manoseo pero aun así mi pene ya estaba completamente duro, con líquido preseminal desbordando.

El camión seguía llenándose más, cosa que era perfecta, ya que entre tanta gente se perdía nuestra "aventurita". Pero nada es para siempre, mi parada se aproximaba y tal vez esta seria la ultima vez que lo hiciéramos así que aproveche comencé a tocar su panochita por en cima de su ropa. Intentaba hacerlo lo mas discreto posible, ella solo se mordía los labios para no gemir, estaba tan mojada que sus jugos comenzaban a sentirse en su pantalón. Mi parada era la próxima y se lo dije a ella, me respondió en un tono perverso "mañana nos vemos" mientras tomaba la mano con la que la toque y chupaba mis dedos.

Continuara...