lotoxs
Bovino maduro
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Disfruta del sexo prohibido y del placer de los siete vicios más excitantes. La lujuria, la gula, la avaricia, la pereza, la ira, la envidia y la soberbia se cuelan en tu cama ¡Úsalos para llegar al orgasmo!
Los siete pecados capitales se disfrutan en clave sexual. Desde Nosotras te desvelamos cómo usar la avaricia, la gula, la lujuria, la pereza, la ira, la envidia y la soberbia en la cama. Ve haciéndoles un hueco porque los vicios más famosos te llevan al séptimo cielo.
A continuación averigua cuál de ellos te hará más débil y te entregará directa al orgasmo. Prepárate para disfrutar en pareja de las técnicas prohibidas más excitantes ¿Lista para que los siete pecados capitales dominen tus juegos de cama?
La gula te hace perder el sentido. Imagen Flora Amore (fashiontography)
La Lujuria
La lujuria es uno de los pecados más populares que se relaciona con los pensamientos y los deseos más eróticos tal como recoge Terra. Deja que tu mente e imaginación se unan a este vicio e innova en tus relaciones sexuales. Sácale el máximo partido y haz realidad tus fantasías más sexuales. Atrévete a dar rienda suelta a tu pasión en el ascensor, en la playa o invita por que no, a tu vibrador. Sorprende a tu chico revelándole tus deseos sexuales más íntimos.
La gula
¿Nunca has unido el sexo y la comida? Este pecado capital te anima a hacerlo. Relacionado con el apetito incontrolable y la ansiedad desmedida, la gula puede llevarte a unir en un mismo momento la cocina y el sexo.
Aprovecha tu imaginación y recorre a los alimentos aliados para llevaros directos al éxito. Desde incluir afrodisíacos a un menú de alto voltaje, jugar con los alimentos más adecuados, hasta convertir tu cuerpo, en el soporte perfecto donde depositar los alimentos o ¿A caso no te acuerdas de aquella escena de Sexo en Nueva York en la que Samantha cubría las zonas más estratégicas de su anatomía con sushi?
La avaricia
La avaricia rompe el saco, o te lleva directa al orgasmo. El vicio del exceso en la cama puede ser un excelente estimulante para alcanzar el placer máximo ¿Para que vas a conformarte con un solo orgasmo cuando tu cuerpo pide otro asalto?
Cambia tu rutina sexual y disfruta del sexo cuando te plazca. Por la mañana, por la tarde, por la noche, después de comer, o antes de desayunar... En cuestiones de sexo, no hay frecuencias establecidas, solo las que tu pareja y tu establezcáis.
La pereza
Tal como recoge Terra, este pecado es 'la tristeza del ánimo'. No dejes que la pereza se cuele en tus relaciones sexuales y las convierta en sosas y aburridas. Cuando se hayan establecidos horarios, cuando el escenario sea siempre el mismo, cuando el sexo se haya convertido en una tarea más... entonces, toca ¡Cambiar al chip!
No dejes que la llama se apague y se muera el deseo. La espontaneidad, el arrebato y las ganas irrefrenables de dar rienda suelta a la pasión, no pueden ser controladas.
La ira
El pecado capital más destructivo debe alejarse de tus relaciones sexuales. No dejes entrar en tu cama a las discusiones, a los temores, a las inseguridades... Para canalizar este vicio capital, es fundamental la comunicación y la confianza entre ambos.
Sorpréndele confesándole tus deseos sexuales más íntimos, disfrázate de chica mala y ponlo a 100 en un segundo, enséñale cómo acariciarte y entrégate a sus caprichos eróticos más salvajes.
Experimenta nuevas sensaciones sexuales. Imagen John Galliano (fashiontography)
La envidia
Tal como recoge Terra, a este pecado capital lo dejamos entrar cuando valoramos más lo que tienen los demás que uno mismo. Parar barrerle el paso a la envidia, deja de comparar tus relaciones con la de tus amigas, a tu novio con los de ellas... No pierdas el tiempo y concéntrate en valorar que es lo que tienes y cómo te hace disfrutar tu pareja.
Una de las formas más efectivas de acabar con este vicio es transformar la envidia en una fuente de inspiración para añadir innovación en tus relaciones sexuales. Deja de envidiar y ponte a disfrutar. El factor sorpresa ¡Nunca falla!
Soberbia
Este pecado capital hace referencia al orgullo y menosprecio a los demás. En el terreno sexual aprende a canalizar este vicio y sacarle el máximo partido. Recuerda que en el sexo, nunca se sabe demasiado. Como recomienda Terra, 'contágiate de la seguridad y revélate'.
En tu búsqueda de la satisfacción sexual, atrévete a decir lo que sientes, lo que quieres, ábrete a nuevas experiencias, confía en ti y no dejes que los complejos y los temores te bloqueen en la búsqueda del placer máximo.
Los siete pecados capitales se disfrutan en clave sexual. Desde Nosotras te desvelamos cómo usar la avaricia, la gula, la lujuria, la pereza, la ira, la envidia y la soberbia en la cama. Ve haciéndoles un hueco porque los vicios más famosos te llevan al séptimo cielo.
A continuación averigua cuál de ellos te hará más débil y te entregará directa al orgasmo. Prepárate para disfrutar en pareja de las técnicas prohibidas más excitantes ¿Lista para que los siete pecados capitales dominen tus juegos de cama?
La gula te hace perder el sentido. Imagen Flora Amore (fashiontography)
La Lujuria
La lujuria es uno de los pecados más populares que se relaciona con los pensamientos y los deseos más eróticos tal como recoge Terra. Deja que tu mente e imaginación se unan a este vicio e innova en tus relaciones sexuales. Sácale el máximo partido y haz realidad tus fantasías más sexuales. Atrévete a dar rienda suelta a tu pasión en el ascensor, en la playa o invita por que no, a tu vibrador. Sorprende a tu chico revelándole tus deseos sexuales más íntimos.
La gula
¿Nunca has unido el sexo y la comida? Este pecado capital te anima a hacerlo. Relacionado con el apetito incontrolable y la ansiedad desmedida, la gula puede llevarte a unir en un mismo momento la cocina y el sexo.
Aprovecha tu imaginación y recorre a los alimentos aliados para llevaros directos al éxito. Desde incluir afrodisíacos a un menú de alto voltaje, jugar con los alimentos más adecuados, hasta convertir tu cuerpo, en el soporte perfecto donde depositar los alimentos o ¿A caso no te acuerdas de aquella escena de Sexo en Nueva York en la que Samantha cubría las zonas más estratégicas de su anatomía con sushi?
La avaricia
La avaricia rompe el saco, o te lleva directa al orgasmo. El vicio del exceso en la cama puede ser un excelente estimulante para alcanzar el placer máximo ¿Para que vas a conformarte con un solo orgasmo cuando tu cuerpo pide otro asalto?
Cambia tu rutina sexual y disfruta del sexo cuando te plazca. Por la mañana, por la tarde, por la noche, después de comer, o antes de desayunar... En cuestiones de sexo, no hay frecuencias establecidas, solo las que tu pareja y tu establezcáis.
La pereza
Tal como recoge Terra, este pecado es 'la tristeza del ánimo'. No dejes que la pereza se cuele en tus relaciones sexuales y las convierta en sosas y aburridas. Cuando se hayan establecidos horarios, cuando el escenario sea siempre el mismo, cuando el sexo se haya convertido en una tarea más... entonces, toca ¡Cambiar al chip!
No dejes que la llama se apague y se muera el deseo. La espontaneidad, el arrebato y las ganas irrefrenables de dar rienda suelta a la pasión, no pueden ser controladas.
La ira
El pecado capital más destructivo debe alejarse de tus relaciones sexuales. No dejes entrar en tu cama a las discusiones, a los temores, a las inseguridades... Para canalizar este vicio capital, es fundamental la comunicación y la confianza entre ambos.
Sorpréndele confesándole tus deseos sexuales más íntimos, disfrázate de chica mala y ponlo a 100 en un segundo, enséñale cómo acariciarte y entrégate a sus caprichos eróticos más salvajes.
Experimenta nuevas sensaciones sexuales. Imagen John Galliano (fashiontography)
La envidia
Tal como recoge Terra, a este pecado capital lo dejamos entrar cuando valoramos más lo que tienen los demás que uno mismo. Parar barrerle el paso a la envidia, deja de comparar tus relaciones con la de tus amigas, a tu novio con los de ellas... No pierdas el tiempo y concéntrate en valorar que es lo que tienes y cómo te hace disfrutar tu pareja.
Una de las formas más efectivas de acabar con este vicio es transformar la envidia en una fuente de inspiración para añadir innovación en tus relaciones sexuales. Deja de envidiar y ponte a disfrutar. El factor sorpresa ¡Nunca falla!
Soberbia
Este pecado capital hace referencia al orgullo y menosprecio a los demás. En el terreno sexual aprende a canalizar este vicio y sacarle el máximo partido. Recuerda que en el sexo, nunca se sabe demasiado. Como recomienda Terra, 'contágiate de la seguridad y revélate'.
En tu búsqueda de la satisfacción sexual, atrévete a decir lo que sientes, lo que quieres, ábrete a nuevas experiencias, confía en ti y no dejes que los complejos y los temores te bloqueen en la búsqueda del placer máximo.
¿Cual es tu pecado favorito? ¿Tenes algún otro compártelo?