- Tema Autor
- #1
Aqui esta un avance mas de llaves siniestras
pueden verlo desde el principio en nuestra pagina, espero que les guste http://bigwolfbite.blogspot.com/
Kenny tomó de la mano a Tom y ambos se levantaron de la banca.
-Tienes la mano helada Tom- dijo Kenny.
-Oh, no es nada. Estos últimos días he sentido algo de frio, probablemente enferme- dijo Tom.
Caminaron hacia el edificio y entraron al mismo salón.
Durante el resto del día Tom estuvo pensando en aquel horrible ser que vio o fuera lo que fuese. En un día dos cosas extrañas le habían ocurrido, primero el sueño y anciano demente que lo atacó. Después la extraña aparición a plena luz del día y… Un momento ¡Eso era!...Tom recordó la cara de aquel ser. Era el mismo que aparecía repetidas veces en las tumbas de aquel cementerio donde fue atacado. La misma cara que aparecía en el arco con el número uno… Pero, ¿qué significaba todo eso? ¿Por qué la cara tiene a un lado el número uno? ¿Había sido una alucinación únicamente? ¿Qué relación tenía el obscuro ser con el cementerio? Pareciera que nada tenía una respuesta y por más que buscó y buscó en su mente algo en concreto, nada tenía sentido. En su clase de anatomía, había decidido buscar en internet imágenes de demonios o cosas relacionadas con lo obscuro, pero nada no aparecía nada similar a lo que el había visto.
Su clase terminó y por el pasillo encontró a Otto. Se preguntó si tal vez su amigo pudiera ayudarlo. Aunque sabía que preguntar o contarle a alguien al respecto no tendría algún caso, estaba más que claro que la respuesta sería la misma de cualquier persona. Aún así no tenía nada que perder, lo único que quería era una respuesta, un indicio por más pequeño que fuera.
-¿Estás demente amigo?- pregunto Otto exaltado-. ¡Fue solo un sueño!
-¿Entonces como explicas la aparición?- preguntó Tom.
-Son simples ilusiones ópticas. El reflejo del sol te encandilo y te hizo ver eso.
-De acuerdo y ¿como lo escuche?
-Solo tu lo escuchaste, créelo, yo estaba ahí y Mindy también y ninguno de los dos vio algo y mucho menos escuchamos un grito, ¡Gritó amigo! Y yo estaba a centímetros de distancia, un grito se escucha a metros.
-Muy bien, tienes razón. Por último explícame ¿por qué mi mano estaba congelada?
-No lo sé, pero si todo el día me vas a estar preguntando cosas como esas… ¿Por qué tengo la mano fría? ¿Por qué mi chamarra tiene una mancha de salsa en la manga izquierda? ¿Por qué mi cremallera esta abajo? Y ¿Por qué se me olvido mi mochila y mi laptop en el salón?-exclamó Otto mientras buscaba más detalles en Tom-. Hay cosas que no tienen explicación, no seas paranoico amigo. Te espero en la cafetería en lo que vas por tus cosas.
-Maldición- susurró Tom.
-Enserio Tom, esa mierda te está dañando la cabeza. Es lo que te pasa por no compartir- dijo Otto.
Tom regreso corriendo por el pasillo para entrar en el salón. Otto se detuvo un segundo a observarlo como si lo estuviera analizando, movió la cabeza en señal de negación y dio la vuelta dirigiéndose a la cafetería. Tom entró en el salón y se dirigió a su lugar. Tomo sus libros y los metió en la mochila. Su computadora emitió un sonido cual si hubiera recibido un correo electrónico. Supuso que sería la batería que estaba a punto de descargarse, así que ignoro el sonido y la metió a su mochila. Justo antes de cerrarla, la computadora comenzó a sonar como si fuera un detector de metal y recién hubiera encontrado una tonelada de oro. Tom extrañado la sacó, sin que esta dejara de sonar. Lentamente la abrió y una página apareció de repente, era su correo electrónico y marcaba un nuevo mensaje en la bandeja de entrada. Este se titulaba “Esta noche”. Tom lo abrió y el reproductor de video se activo. En el video aparecía una gran casa con un amplio jardín. Mucha gente bebiendo y bailando. Era la casa de Mindy, donde sería la fiesta de esa noche. Poco a poco fue identificando a universitarios que hace un par de minutos acababa de ver, con la misma ropa. ¡Era imposible! Eso todavía no había pasado, la fiesta de Mindy sería esa noche. ¿Acaso era una broma? Siguió viendo el video y la imagen se empezaba a mover a la parte de atrás de la casa, otro gran jardín pero con una ovalada y enorme alberca. Otto bailaba de forma muy comprometedora con una chica de segundo grado, el también traía el mismo atuendo de ese día. A un lado se encontraba el mismo bailando y besándose con Mindy. Al verse a el mismo, se sobresalto y cayo al suelo por la impresión. Se incorporo para seguir viendo. Mindy le hacía una seña de que la esperara, Tom asentía y caminaba hacía una mesa cerca de él. Se sirvió un vaso únicamente con ron, como le gustaba. Mindy subía por las escaleras y entraba a una de las habitaciones, se acercaba a un buró junto a la cama y sacaba un arma no tan grande, al parecer calibre 22 mm. El arma no era común, tenía un brillo amarillento descomunal, pero a fin de cuentas Tom creyó que era una simple pistola. Mindy bajaba por las escaleras y regresaba con Tom. Le mostraba el arma y en cuestión de un minuto comenzaban a discutir. Otto se acercaba a ellos y tomaba el arma, al parecer Mindy se molestaba por tal acción, pero Otto corría y se escabullía entre las personas, llegaba a la orilla de la alberca y cargaba la pistola. Apuntaba hacia el cielo, lo cual tranquilizó en ese momento a Tom que veía el video atentamente. Disparaba, pero no había respuesta, al parecer la pistola tenía la cámara vacía. Otto regresaba con Mindy y con Tom, que aún lo observaban. Mindy le arrebataba la pistola y caminaba hacia Tom muy decidida, cargaba de nuevo la pistola y apuntaba a la cabeza de Tom. Este se recorría hacia atrás y le pedía a Mindy que bajara la pistola. Mindy reía y le repetía que no tenía nada, que estaba vacía. Al ver como se asustaba Tom, ella insistía aún más en apuntarle a la cabeza. Tom enojado, daba la vuelta y empezaba a caminar hacia la mesa para servirse de nuevo cuando… Mindy había disparado directo a la frente de Tom y todo mundo se había estremecido al instante y empezaban a correr. Tom caía al suelo instantáneamente y de su cabeza salía un chorro increíble de sangre. Mindy con la cara bañada en sangre, gritaba horrorizada y dejaba caer la pistola al suelo. Otto le gritaba como loco y con sus manos ensangrentadas trataba de reanimar a Tom. Con gritos le suplicaba que no se muriera, pero era inútil. Tom yacía en el suelo con la cabeza atravesada con un agujero de lado a lado.
De entre las personas que corrían para todos lados como locos, el viejo del cementerio se abría paso como si los atravesara. Su túnica ondeaba con el aire como si fuera una bandera mientras lentamente se acerba a Tom. Llegaba a el y lo observaba por un momento. La casa empezaba a ser invadida de diferentes partes por siete bestias infernales, que corrían endemoniadamente rápido hacia el cuerpo inmóvil del muchacho, una de ellas era la misma que Tom había visto hace unas cuantas horas, las demás eran la encarnación de las otras en el arco, desde la primera hasta la séptima. El anciano observaba a su alrededor y veía la situación. Estaba rodeado y no tenía escapatoria. Tomaba de ambas manos al muchacho y después de cargarlo lo recostaba en su hombro, como si este fuera un costal. Ahora había dos replicas exactas del Tom muerto, una en el suelo aún tratando de ser reanimado por Otto y otro en los brazos del anciano. Tom aún podía ver como su rostro en el video, no daba señal alguna de vida y sus ojos no daban otro color más que el blanco, situación que se convertía en un trauma para él. Segundos antes de que las bestias llegaran al anciano, este se encendía en llamas por completo, levitaba un poco y tras una ligera nube de humo, desaparecía con un gran estruendo.
El gran ruido del video hizo que Tom cayera nuevamente en el suelo. Sumamente alterado, se levantó y de inmediato cerro la computadora, la metió en su mochila y salió corriendo del salón de clase. Temblaba de miedo y estaba totalmente descontrolado por los nervios. No sabía a donde ir. ¿Quién le creería semejante cosa? Todos pensarían que estaba loco. ¿Será una broma? Se repetía una y otra vez la pregunta en su mente.
Corrió despavorido por el pasillo y entró en el baño. Aventó la mochila al suelo y se dirigió al lavamanos. Abrió el grifo, y metió la cabeza entera al chorro de agua. Al sacarla se observo en el espejo, estaba pálido al grado de parecer un muerto o un vampiro de películas de terror. Los grifos de los otros lavamanos se abrieron y de todos comenzó a salir agua. De igual manera de los retretes se empezaron a asomar chorros de agua a presión. El baño entero se inundaba velozmente y las puertas se abrían y cerraban golpeándose unas con otras. Todo pasó tan rápido que Tom se paralizó y no supo como reaccionar.
-¡Basta! ¡Basta!-gritó Tom-. ¡¿Quién eres?! ¡Muéstrate!
No hubo respuesta alguna, y el agua en el suelo ya alcanzaba a tapar los tobillos de Tom.
-¡Maldición, enfréntame!
Tom escuchó un ruido tras el y rápidamente volteo. El agua salía disparada para todos lados y le era un poco difícil ver el panorama. Uno de los espejos empezaba a empañarse y lentamente letra por letra se formo la palabra “Pronto”. Todos los espejos del baño volaron en mil pedazos. Afortunadamente ninguno lastimó a Tom.
Agarró su mochila y salió corriendo del baño, todo empapado en agua y con pedazos de cristal en su ropa.
Recordó que Otto se encontraba en la cafetería y sin pensarlo dos veces se dirigió para allá. Todas las personas en el pasillo lo observaban como si este estuviera loco de remate, aunque más de uno reía al verlo escurriendo en agua.
Abrió la puerta las puertas de la cafetería de golpe y todos en general lo observaron fijamente. A Tom no le importó esa situación y a lo lejos alcanzo a ver Otto sentado en una mesa junto con la chica de segundo grado del video. Al ver esto, perdió la cabeza por completo, ¡Jamás en su vida Otto había hablado con esa chica!
pueden verlo desde el principio en nuestra pagina, espero que les guste http://bigwolfbite.blogspot.com/
Kenny tomó de la mano a Tom y ambos se levantaron de la banca.
-Tienes la mano helada Tom- dijo Kenny.
-Oh, no es nada. Estos últimos días he sentido algo de frio, probablemente enferme- dijo Tom.
Caminaron hacia el edificio y entraron al mismo salón.
Durante el resto del día Tom estuvo pensando en aquel horrible ser que vio o fuera lo que fuese. En un día dos cosas extrañas le habían ocurrido, primero el sueño y anciano demente que lo atacó. Después la extraña aparición a plena luz del día y… Un momento ¡Eso era!...Tom recordó la cara de aquel ser. Era el mismo que aparecía repetidas veces en las tumbas de aquel cementerio donde fue atacado. La misma cara que aparecía en el arco con el número uno… Pero, ¿qué significaba todo eso? ¿Por qué la cara tiene a un lado el número uno? ¿Había sido una alucinación únicamente? ¿Qué relación tenía el obscuro ser con el cementerio? Pareciera que nada tenía una respuesta y por más que buscó y buscó en su mente algo en concreto, nada tenía sentido. En su clase de anatomía, había decidido buscar en internet imágenes de demonios o cosas relacionadas con lo obscuro, pero nada no aparecía nada similar a lo que el había visto.
Su clase terminó y por el pasillo encontró a Otto. Se preguntó si tal vez su amigo pudiera ayudarlo. Aunque sabía que preguntar o contarle a alguien al respecto no tendría algún caso, estaba más que claro que la respuesta sería la misma de cualquier persona. Aún así no tenía nada que perder, lo único que quería era una respuesta, un indicio por más pequeño que fuera.
-¿Estás demente amigo?- pregunto Otto exaltado-. ¡Fue solo un sueño!
-¿Entonces como explicas la aparición?- preguntó Tom.
-Son simples ilusiones ópticas. El reflejo del sol te encandilo y te hizo ver eso.
-De acuerdo y ¿como lo escuche?
-Solo tu lo escuchaste, créelo, yo estaba ahí y Mindy también y ninguno de los dos vio algo y mucho menos escuchamos un grito, ¡Gritó amigo! Y yo estaba a centímetros de distancia, un grito se escucha a metros.
-Muy bien, tienes razón. Por último explícame ¿por qué mi mano estaba congelada?
-No lo sé, pero si todo el día me vas a estar preguntando cosas como esas… ¿Por qué tengo la mano fría? ¿Por qué mi chamarra tiene una mancha de salsa en la manga izquierda? ¿Por qué mi cremallera esta abajo? Y ¿Por qué se me olvido mi mochila y mi laptop en el salón?-exclamó Otto mientras buscaba más detalles en Tom-. Hay cosas que no tienen explicación, no seas paranoico amigo. Te espero en la cafetería en lo que vas por tus cosas.
-Maldición- susurró Tom.
-Enserio Tom, esa mierda te está dañando la cabeza. Es lo que te pasa por no compartir- dijo Otto.
Tom regreso corriendo por el pasillo para entrar en el salón. Otto se detuvo un segundo a observarlo como si lo estuviera analizando, movió la cabeza en señal de negación y dio la vuelta dirigiéndose a la cafetería. Tom entró en el salón y se dirigió a su lugar. Tomo sus libros y los metió en la mochila. Su computadora emitió un sonido cual si hubiera recibido un correo electrónico. Supuso que sería la batería que estaba a punto de descargarse, así que ignoro el sonido y la metió a su mochila. Justo antes de cerrarla, la computadora comenzó a sonar como si fuera un detector de metal y recién hubiera encontrado una tonelada de oro. Tom extrañado la sacó, sin que esta dejara de sonar. Lentamente la abrió y una página apareció de repente, era su correo electrónico y marcaba un nuevo mensaje en la bandeja de entrada. Este se titulaba “Esta noche”. Tom lo abrió y el reproductor de video se activo. En el video aparecía una gran casa con un amplio jardín. Mucha gente bebiendo y bailando. Era la casa de Mindy, donde sería la fiesta de esa noche. Poco a poco fue identificando a universitarios que hace un par de minutos acababa de ver, con la misma ropa. ¡Era imposible! Eso todavía no había pasado, la fiesta de Mindy sería esa noche. ¿Acaso era una broma? Siguió viendo el video y la imagen se empezaba a mover a la parte de atrás de la casa, otro gran jardín pero con una ovalada y enorme alberca. Otto bailaba de forma muy comprometedora con una chica de segundo grado, el también traía el mismo atuendo de ese día. A un lado se encontraba el mismo bailando y besándose con Mindy. Al verse a el mismo, se sobresalto y cayo al suelo por la impresión. Se incorporo para seguir viendo. Mindy le hacía una seña de que la esperara, Tom asentía y caminaba hacía una mesa cerca de él. Se sirvió un vaso únicamente con ron, como le gustaba. Mindy subía por las escaleras y entraba a una de las habitaciones, se acercaba a un buró junto a la cama y sacaba un arma no tan grande, al parecer calibre 22 mm. El arma no era común, tenía un brillo amarillento descomunal, pero a fin de cuentas Tom creyó que era una simple pistola. Mindy bajaba por las escaleras y regresaba con Tom. Le mostraba el arma y en cuestión de un minuto comenzaban a discutir. Otto se acercaba a ellos y tomaba el arma, al parecer Mindy se molestaba por tal acción, pero Otto corría y se escabullía entre las personas, llegaba a la orilla de la alberca y cargaba la pistola. Apuntaba hacia el cielo, lo cual tranquilizó en ese momento a Tom que veía el video atentamente. Disparaba, pero no había respuesta, al parecer la pistola tenía la cámara vacía. Otto regresaba con Mindy y con Tom, que aún lo observaban. Mindy le arrebataba la pistola y caminaba hacia Tom muy decidida, cargaba de nuevo la pistola y apuntaba a la cabeza de Tom. Este se recorría hacia atrás y le pedía a Mindy que bajara la pistola. Mindy reía y le repetía que no tenía nada, que estaba vacía. Al ver como se asustaba Tom, ella insistía aún más en apuntarle a la cabeza. Tom enojado, daba la vuelta y empezaba a caminar hacia la mesa para servirse de nuevo cuando… Mindy había disparado directo a la frente de Tom y todo mundo se había estremecido al instante y empezaban a correr. Tom caía al suelo instantáneamente y de su cabeza salía un chorro increíble de sangre. Mindy con la cara bañada en sangre, gritaba horrorizada y dejaba caer la pistola al suelo. Otto le gritaba como loco y con sus manos ensangrentadas trataba de reanimar a Tom. Con gritos le suplicaba que no se muriera, pero era inútil. Tom yacía en el suelo con la cabeza atravesada con un agujero de lado a lado.
De entre las personas que corrían para todos lados como locos, el viejo del cementerio se abría paso como si los atravesara. Su túnica ondeaba con el aire como si fuera una bandera mientras lentamente se acerba a Tom. Llegaba a el y lo observaba por un momento. La casa empezaba a ser invadida de diferentes partes por siete bestias infernales, que corrían endemoniadamente rápido hacia el cuerpo inmóvil del muchacho, una de ellas era la misma que Tom había visto hace unas cuantas horas, las demás eran la encarnación de las otras en el arco, desde la primera hasta la séptima. El anciano observaba a su alrededor y veía la situación. Estaba rodeado y no tenía escapatoria. Tomaba de ambas manos al muchacho y después de cargarlo lo recostaba en su hombro, como si este fuera un costal. Ahora había dos replicas exactas del Tom muerto, una en el suelo aún tratando de ser reanimado por Otto y otro en los brazos del anciano. Tom aún podía ver como su rostro en el video, no daba señal alguna de vida y sus ojos no daban otro color más que el blanco, situación que se convertía en un trauma para él. Segundos antes de que las bestias llegaran al anciano, este se encendía en llamas por completo, levitaba un poco y tras una ligera nube de humo, desaparecía con un gran estruendo.
El gran ruido del video hizo que Tom cayera nuevamente en el suelo. Sumamente alterado, se levantó y de inmediato cerro la computadora, la metió en su mochila y salió corriendo del salón de clase. Temblaba de miedo y estaba totalmente descontrolado por los nervios. No sabía a donde ir. ¿Quién le creería semejante cosa? Todos pensarían que estaba loco. ¿Será una broma? Se repetía una y otra vez la pregunta en su mente.
Corrió despavorido por el pasillo y entró en el baño. Aventó la mochila al suelo y se dirigió al lavamanos. Abrió el grifo, y metió la cabeza entera al chorro de agua. Al sacarla se observo en el espejo, estaba pálido al grado de parecer un muerto o un vampiro de películas de terror. Los grifos de los otros lavamanos se abrieron y de todos comenzó a salir agua. De igual manera de los retretes se empezaron a asomar chorros de agua a presión. El baño entero se inundaba velozmente y las puertas se abrían y cerraban golpeándose unas con otras. Todo pasó tan rápido que Tom se paralizó y no supo como reaccionar.
-¡Basta! ¡Basta!-gritó Tom-. ¡¿Quién eres?! ¡Muéstrate!
No hubo respuesta alguna, y el agua en el suelo ya alcanzaba a tapar los tobillos de Tom.
-¡Maldición, enfréntame!
Tom escuchó un ruido tras el y rápidamente volteo. El agua salía disparada para todos lados y le era un poco difícil ver el panorama. Uno de los espejos empezaba a empañarse y lentamente letra por letra se formo la palabra “Pronto”. Todos los espejos del baño volaron en mil pedazos. Afortunadamente ninguno lastimó a Tom.
Agarró su mochila y salió corriendo del baño, todo empapado en agua y con pedazos de cristal en su ropa.
Recordó que Otto se encontraba en la cafetería y sin pensarlo dos veces se dirigió para allá. Todas las personas en el pasillo lo observaban como si este estuviera loco de remate, aunque más de uno reía al verlo escurriendo en agua.
Abrió la puerta las puertas de la cafetería de golpe y todos en general lo observaron fijamente. A Tom no le importó esa situación y a lo lejos alcanzo a ver Otto sentado en una mesa junto con la chica de segundo grado del video. Al ver esto, perdió la cabeza por completo, ¡Jamás en su vida Otto había hablado con esa chica!