Luego de cenarme a la mamá de Lizeth, ni siquiera pensé que pudiera tener una aventura con madre e hija, había llegado muy lejos en mis locuras, profesor universitario, casado y cogiéndome en la recámara matrimonial a la señora. La preocupación me tenía conciliando poco sueño por una semana.
Así estuve el resto de la semana, comenzó el aislamiento social, las clases se suspendieron y las asesorías se volvieron vía correo electrónico y whatsapp.
Era poco mas de las 12 de la noche cuando veo que Lizeth me manda un mensaje:
-Profe disculpe la hora, le acabo de mandar mi avance de proyecto, espero lo pueda checar en su correo electrónico
-Claro Liz, lo reviso ahora mismo, no concilio el sueño y estoy frente a la computadora
Pasaron unos 5 minutos y de pronto recibo otro mensaje:
-¿Hola, estas despierto?
-Si reinita, ¿qué se te ofrece?
-¿Te digo o lo imaginas?
-No se, dime
-¿Qué mas? que me pongas una buena cogida y me trates como a tu puta.
-En serio que te me antojas Liz, pero ni como vernos, estamos en cuarentena
-¿No se te antoja un video chat? y nos masturbamos?, solo traigo un boxer y una blusa sin bra, ¿tú como andas?
-En boxer, a ver, prende tu cámara
Encendió su cámara y me deleité con su bello rostro, la blusa transparentaba sus soberbias tetas y bajó hasta llegar a un boxer flojo, que dejaba ver parte de su vulva por la entrepierna, yo le mostré mi cara y bajé por mi torso, llegué a mi boxer, saqué mi pene y comencé a masturbarlo
-Que rica verga papito, se me antoja mucho, creo que no podré vivir sin ella
-Es toda tuya mamacita
Mientras le daba vuelo a manuela, ella se quitó el boxer y se metió uno, luego 2 y terminó con 3 dedos dentro de su rajada, los metía y sacaba a velocidad meteórica... no tardó mucho en gemir y retorcerse. Y... apagó su cámara.
-¿Que pasó Liz?, me dejaste a medias
-Perdona, es que tocó la puerta mi mamá, por cierto te quiero hablar de ella, me dice que te fue a ver a la escuela para saber de mi y que hasta raid le diste
-Ah si, le dije que vas muy bien y al salir, ella esperaba taxi y le di raid
-¿No le dijiste nada de lo nuestro, verdad?
-Obviamente, aunque ya se de donde heredaste tu belleza
-Pobre mi madre, tan hermosa y mi papá tan pendejo, si conocieras a su querida, es joven pero bastante fea.
-Pues mira que la suegra aguanta un piano
-Cabrón, no se te vaya a ocurrir, ni decirle de lo nuestro ni tirarle los perros, mira que le gustaste, solo me pregunta por ti, te manda saludos y dice que estas bien guapo
-Oh, la suegrita es muy tierna. Pero la respeto
-Si, me pregunta mucho por ti, pero no se, creo que aunque le hayas gustado, no soportaría saber que tengas que ver con ella
En ese momento me cayo la cuenta que debía enfriar las cosas. Terminé de masturbarme, pensando en las 2, me vine en mi mano, tomé una foto de mi miembro medio flácido con la leche en la mano y se la mandé, con el texto "a tu salud y la de mi suegra"
-Eres un cabrón, no se por qué te dije lo de mi mamá
-No te preocupes, pero creo que no debemos estar corriendo el riesgo de estos mensajes, se entera mi esposa o tu mamá y no nos la acabamos.
-Tienes razón, mejor nos vemos después de la cuarentena y te aparto una sorpresita, quiero que me estrenes por detrás
-¿Cómo por detrás, de perrito?
-No te hagas, se que deseas mi culito y ese será tu regalo después de la cuarentena, espero mi regalo también
-No se diga mas, esperaré ese rico culito para estrenarlo
-Mientras practicaré con mis dedos, besos y sueña conmigo
-Besos preciosa, eso haré
La cuarentena ya tiene como un mes, espero que cuando la vea, me regale ese soberbio par de nalgas y estrecho culo, aunque también me encantaría culear a su mamá, tendré que preparar la estrategia. ¿Será que logre pervertir a Liz para que acepte que me las coja a las 2?, solo el tiempo dirá.