Hola!

Registrándote como bakuno podrás publicar, compartir y comunicarte en privado con otros bakuos :D

Regístrame ya!

¿Licenciado, Maestro, Doctor? En el México de EPN estudiar más no garantiza empleo ni buen salario

jarochilandio

Bovino de la familia
Desde
14 Mar 2010
Mensajes
6.207
DPU9qKt.jpg

Daniela Barragán
Febrero 25, 2018




La Presidencia de la República, la Secretaría del Trabajo y el Instituto Mexicano del Seguro Social han insistido en este último año que en materia laboral se alcanzaron las metas: se crearon empleos y crecieron los salarios.

No es la primera vez que se dice que las cifras que sustentan esas metas esconden otras verdades: sí se crearon empleos, pero con salarios de uno a dos salarios mínimos y a los que la inflación destruyó entre 2017 y los inicios de este 2018.

El estudio del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) muestra ahora una nueva realidad de la desocupación: el mayor porcentaje es de personas con educación media superior o superior, por lo que puede decirse que la educación dejó de ser un motor de movilidad social.


Ciudad de México, 25 de febrero (SinEmbargo).– Del año 2000 a la fecha, la tendencia de contratar personas con estudios de los niveles medio superior y superior disminuyó. Mientras que antes representaban el 30 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) desocupada, en 2017 se ubicó en 47 por ciento.

De acuerdo con el estudio Empleo Precario y Mala Educación en México, elaborado por el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), la tendencia es sumamente visible en todos los estados del país y esto es muestra de que la calidad del empleo ha disminuido al igual que las oportunidades de negocio, ya que la informalidad gana terreno con esta condición.

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), durante el tercer trimestre de 2017 la tasa de desocupación se ubicó en 3.6 por ciento y es de las más bajas de los últimos 12 años.

De 54.4 millones de personas económicamente activas [aquellas que buscan una ocupación y tienen edad legal para hacerlo], 1.9 millones están desocupadas; es decir, 3.6 por ciento del total que es incluso inferior a la de otros países. El 47 por ciento de esas personas desocupadas tiene un grado de estudios de nivel medio superior y superior.

“A pesar de ser minoría, los mexicanos que tienen mayores calificaciones escolares enfrentan fuertes dificultades para encontrar una ocupación”, destaca el documento. En el año 2000, la proporción fue de 30 por ciento, pero en 2017 tocó casi el 50 por ciento, expone.

seguro_desempleo_indigena-1.jpg

El desempleo es bajo, pero devora a más personas capacitadas. Foto: Mario Jasso, Cuartoscuro


Las cifras de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) muestran que la tendencia en México es contratar personas con menor nivel de estudios. Si se toma como referencia el año 2000, en la Ciudad de México, la tasa de desocupación de gente con estudios de nivel medio superior y superior, era de 46 por ciento y pasó a 58 por ciento.

En Quintana Roo, se pasó de 28 a 57 por ciento; en Morelos, de 27 a 56 por ciento; en Tamaulipas de 27 por ciento a 54 por ciento; en Puebla de 26 a 51 por ciento; en el Estado de México, de 33 a 49 por ciento; En Veracruz, de 23 a 49 por ciento; en Baja California, de 19 a 45 por ciento; en Michoacán, de 10 a 43 por ciento; en Sinaloa de 18 a 41 por ciento; en Chihuahua de 21 a 38 por ciento y en Guanajuato de 17 a 36 por ciento.

Más de la mitad de los desocupados tiene un grado de estudios de media superior o superior en 12 entidades de la República, por lo que se concluye que tener un grado de estudios superior al promedio nacional, ya no es suficiente para encontrar un buen empleo.

zhO33Wq.jpg

Fuente: secretaría del Trabajo y Previsión Social


“México requiere crecer más, más innovación y requiere gente educada, pero resulta que la gente educada no encuentra oportunidades, lo que es una contradicción delicada, ya que parecería que de nada sirve estar destinando recursos al sistema educativo si en un momento dado no se garantiza una vinculación con el sistema productivo”, comentó José Luis de la Cruz, director general del IDIC, en entrevista con SinEmbargo.

La razón está en el bajo valor agregado que genera el sector productivo, que requiere poco capital humano, es decir, un nivel de estudios y de capacitación bajo, el bajo crecimiento económico y la maquila.

“Bajo ese escenario hay menos demanda de mano de obra calificada porque detrás del crecimiento está el valor agregado, que es la capacidad para generar transformación, innovación y para ello se requiere gente más educada y más capacitada. Como México no ha encontrado la fórmula de crecimiento, eso termina en menores oportunidades para la gente que más estudios tiene. Las oportunidades de trabajo se están generando en las actividades de bajo valor agregado, en donde no se necesita tener estudios. Está también el hecho de que en México predomina el sector manufacturero y maquilador. Esto implica que únicamente ensamblan cosas y se importa la tecnología. Se requiere poca gente calificada para hacer este tipo de actividades porque solo se exporta. Esos son los factores que inhiben la generación de empleos para la gente con mayores estudios”, agregó De la Cruz.

Esta selección al momento de contratar, sostiene el estudio, va en contra del modelo de apertura económica y comercial que busca contratar personas con alta educación y capacitadas. En México no se está cumpliendo.

En cuanto al sistema educativo, este tiene que ser factor de movilidad e inclusión social porque si no lo es, entonces ¿para qué educarse?

“Se pervierte que una parte importante de los objetivos del sistema educativo, que es la de generar estabilidad social a través del ingreso económico para quienes hacen el esfuerzo de estudiar”.

Además, se detectan “incentivos perversos”, como optar por la informalidad, la ilegalidad o descartar el sistema educativo.

La educación y la industria no están vinculadas, ya que eso genera estrategias de formación de empleo y hay un aceleramiento económico, se incrementa la productividad.

“Estudiar dejó de ser factor de movilidad social, probablemente por el bajo nivel de calidad educativa y la existencia de un modelo que genera bajo valor agregado”, sostiene el estudio.

Por estado, sobresale que Guerrero y Chiapas lideren la lista. De acuerdo con el director del Instituto, esto se debe a que hay pocas empresas transformadoras en esas entidades y a que la actividad productiva es de subsistencia y está vinculada a la informalidad. Eso es parte de lo que inhibe el desarrollo del sur, sureste y acaba reflejándose en menores oportunidades para la gente que más estudia en aquella región del país.

“La actividad productiva de estos estados en informal, cerca del 70 por ciento del empleo que se genera está vinculado con ello, al comercio al por menor, en donde no se requieren grandes cualificaciones en términos de capital humano. Ahí se genera un círculo vicioso de pobreza que está asociado con la baja productividad, en el que hay pocos incentivos para las empresas para instalarse allá porque tampoco hay infraestructura de seguridad pública y hasta de marco legal para salvaguardar los derechos de propiedad”, sostuvo el investigador.

[CONTINUA EN LA SIGUIENTE ENTRADA]
 
[CONTINUA DE LA ANTERIOR ENTRADA]

EL CAMINO DE LA INFORMALIDAD

También está la mala calidad de los salarios y la no contratación a pesar del nivel de capacidades, termina por orillar a las personas a la informalidad.

La informalidad es el grado de precarización de la ocupación laboral en el país y se traduce en:

–32.6 millones de personas ocupadas sin seguridad social.

–15.9 millones de trabajadores no tienen un contrato por escrito.

–13.5 millones tienen prestaciones distintas a la de la seguridad social.

–Todas carecen de pensión.

“La informalidad agrupa a ese México que vive en las sombras, que no espera mucho de las instituciones porque en el extremo le estorban en su actividad diaria”.

Entonces, de acuerdo con la investigación, por un lado el empleo es precario y la informalidad, que no requiere innovación tecnológica, es alta; las actividades económicas formales de bajo valor agregado no necesitan de personas altamente calificadas y preparadas.

Sobre la industria de la maquila, refiere que “¿para qué ganar recursos en investigación, ciencia y tecnología si se puede importar barato de otras naciones? La realidad muestra que los países con mayor inversión en educación, ciencia, progreso tecnológico e innovación han alcanzado niveles de crecimiento económico y desarrollo social superiores a los de países, como México”.

Según la investigación, México está en un círculo vicioso: paga caro el haber descuidado la educación, las actividad empresarial y la salud del mercado laboral. Todo eso tiene como resultado un crecimiento inercial de 2.5 por ciento y altos niveles de pobreza.

“La consolidación de la estabilidad social de México hace prioritario que los ciudadanos sean capaces de integrares exitosamente a los procesos productivos modernos”.

“El sistema educativo debe garantizarlo […] cuando la educación y la industria se encuentran estrechamente vinculadas se pueden generar programas de estudio, estrategias de formación de empleo, de creación y aceleramiento de empresas con alto valor agregado que garanticen el incremento de la productividad al mismo tiempo que se eleva el bienestar de la población”.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y empleo (ENOE), seis de cada 10 jóvenes trabajan en empleos informales con salarios bajos, inestabilidad laboral y sin prestaciones como servicios de salud y seguridad social y sólo la mitad de los jóvenes que estudiaron una licenciatura se encuentran ocupados (53.9 por ciento) y a pesar de estar empleados, 57.7 por ciento no tiene acceso a servicios de salud y cuatro de cada diez trabajan en empleos informales.

En el caso de las mujeres, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) señala que a pesar de que estudian en la misma proporción que los hombres y se titulan en mayores proporciones, siguen siendo contratadas para ocupar los niveles más bajos de investigador. Además, tres de cada diez mujeres jóvenes que tuvieron al menos un hijo nacido vivo tenían rezago educativo, mientras que solo una de cada diez que no tuvieron hijos tenía rezago.

De parte de los contratistas, se cayó en el error cuando dejaron de innovar, dejaron de producir aquí tecnología y hacer desarrollos en el país. Algunas empresas trasnacionales buscan que los puestos sean para el trabajador local. En el caso de México, no se garantiza que se pueda competir por puestos directivos que son en los que se requieren mayores grados. México es un país muy abierto y lo deja libre. Eso representa menores oportunidades para los trabajadores mexicanos, en este caso los más preparados.

“A nivel internacional vemos que México, dentro de los países en desarrollo, es una nación que tiene un sistema educativo grande, pero que no tiene la capacidad de vincularlo con las capacidades empresariales, productivas. Le impide saltar de una nación en desarrollo a una nación desarrollada o a una economía emergente. La renegociación del TLCAN implicaría pasar de ser maquilador a tener mayores encadenamientos productivos y eso por sí solo requiere gente más calificada […] La renegociación del TLC debe obligar a que México busque subsanar esa deficiencia que tiene”, concluyó De la Cruz.


Fuente


"El estudio del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) muestra ahora una nueva realidad de la desocupación: el mayor porcentaje es de personas con educación media superior o superior, por lo que puede decirse que la educación dejó de ser un motor de movilidad social."

Traducción, para los que no lo entendieron: TENER UNA LICENCIATURA EN ESTOS TIEMPOS NO ES GARANTÍA EN ABSOLUTO SIQUIERA DE TENER UN TRABAJO, YA NO DIGAMOS QUE ESTÉ BIEN PAGADO.

Luego entonces, ¿PARA QUÉ QUEREMOS TODAVÍA MÁS EGRESADOS DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR, como lo plantea el pejengañabobos? Pues porque... ¡SUENA MUY BONITO Y PROVEE DE VOTOS ENTRE LA POBLACIÓN JOVEN Y SUS PADRES = MUCHOS VOTOS! Conceptos básicos del engaño disfrazado que todo buen político debe conocer... y manejar adecuadamente.

Pero ¡ánimo! que habrá 100 nuevas pejeuniversidades. Antes sólo había en el ex-reducto del Mesías (DF), ahora las habrá a nivel nacional. Y, como es obligado, en la Dirección o Rectoría de cada una de ellas habrá, "favor" obliga, ¡UNA ENORME FOTOGRAFÍA DE SAN PEJE SONRIENDO CONDESCENDIENTEMENTE! El culto a la personalidad, ¡que ni le gusta al Virrey de Macuspana!... ¡perdón! el virtual presidente electo (un presidente es MÁS que un Virrey).

"De parte de los contratistas, se cayó en el error cuando dejaron de innovar, dejaron de producir aquí tecnología y hacer desarrollos en el país. Algunas empresas trasnacionales buscan que los puestos sean para el trabajador local. En el caso de México, no se garantiza que se pueda competir por puestos directivos que son en los que se requieren mayores grados. México es un país muy abierto y lo deja libre. Eso representa menores oportunidades para los trabajadores mexicanos, en este caso los más preparados."

Y se cayó en el error de "echarse a la hamaca" justamente porque los empresarios mexicanos son mayoritariamente comerciantes, no generadores de desarrollo e innovación tecnológicas. La lógica de ésto es simple de entender: es más seguro, pero mucho más seguro, revender productos que lanzarse a la aventura de la inversión de RIESGO que significan la innovación y el desarrollo tecnológicos. Y no esperaríamos que las trasnacionales quieran invertir en venir a un país extraño, con una plataforma casi inexistente para ello y los enormes riesgos que el porosa ambiente mexicano empresarial e industrial (seguridad industrial, vamos) ofrece, para investigar acá lo que es más seguro desde cualquier punto de vista en sus países. Acá vienen para aprovechar las enormes ventajas que la plácida legislación laboral mexicana les ofrece, para producir más barato y punto. Y sí, como es de entenderse, los puestos directivos en las empresas trasnacionales en la inmensa mayoría de los casos están reservados para elementos que esas empresas seleccionan en sus propios países. ¿Se puede pedir algo mejor (me refiero a las trasnacionales, claro está)?

¿Y ahí termina todo? ¡NO!, Falta el POSTRE DELICATESSEN... (lean la siguiente entrada)
 
Aurora tiene postdoctorados y, como a miles, no sirven para abrir puertas o para conseguir empleo

DPU9qKt.jpg

Delia Barragán
Marzo 03, 2018


aurora.jpg



Las cifras sobre desempleo muestran una realidad que se ha gestado en los últimos 15 años: estudiar ya no es sinónimo de un buen empleo y un buen salario. Estudios privados y del Inegi sustentan que actualmente de entre el grupo de personas en edad de trabajar, el porcentaje de quienes tienen más estudios, va en aumento.

La causa, según la voz de alguien que vive en esta situación, es un problema estructural: el Estado no sabe a dónde dirigir la ciencia y el conocimiento. Aunado a esto, está la crisis económica de las universidades públicas y las políticas del Conacyt, que parece sólo crear paliativos para los investigadores.

Aurora López (*) compartió su testimonio con SinEmbargo. Es una mujer que invirtió 12 años de su vida en su formación académica –tiene una licenciatura, una maestría, un doctorado y dos estancias postdoctorales– y que a pesar de los intentos, no ha logrado obtener una plaza como docente o como investigadora.

SinEmbargo realizó este ejercicio tomando como referencia las cifras más recientes de empleo y salarios, que identifican al país en el último lugar entre los países de la OCDE y con los sueldos y prestaciones más bajas en América Latina, para reflejar la realidad de de jóvenes y adultos en un país que no ha podido cerrar la brecha de desigualdad y falta de oportunidades.


PRIMERA DE TRES PARTES

Ciudad de México, 3 de marzo (SinEmbargo).- Desde que terminó su Licenciatura en Letras, Aurora tuvo en mente que quería continuar su preparación académica porque confiaba en que eso le abriría las puertas de un buen empleo y un buen salario.

Ella misma dice que 12 años después –tiempo en el que estudió su licenciatura, maestría, doctorado y dos estancias postdoctorales– los intentos que ha hecho por conseguir un empleo han tenido resultados negativos: le han negado un puesto por estar “sobre calificada” y otros porque no hay plazas en las universidades.

Esta es la realidad de 1.9 millones de mexicanos. De acuerdo con el estudio Empleo Precario y Mala Educación en México, elaborado por el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), del año 2000 a la fecha, la tendencia de contratar personas con estudios de nivel medio superior y superior disminuyó, ya que mientras antes representaban el 30 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) desocupada, en 2017 se ubicó en 47 por ciento.

Esta tendencia en la contratación fue reforzada con las cifras más recientes de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi): el 78.6 por ciento de las personas desocupadas tienen altos niveles de estudios.

Aurora tenía 28 cuando ya era doctora en Ciencias Humanas. Cuando terminó la licenciatura, siguió con los estudios por razones personales, por inquietudes, porque le gusta la investigación y sobre todo porque lo vio como una opción laboral viable.

“Pensaba: voy, estudio el doctorado, regreso y encontraré trabajo porque seré doctora. Ese fue el razonamiento que seguí cuando decidí estudiar”, comentó en la entrevista con SinEmbargo.




Fueron en total cinco años de licenciatura, dos de maestría y tres de doctorado. Todos los estudios los realizó con el apoyo del Centro Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), ya que no contaba con recursos propios para estudiar la maestría y “mucho menos” para estudiar un doctorado.

“Todo ese tiempo cumplí con todos los requisitos tanto en el doctorado como en la maestría. Mandaba mis informes y todo. Fue un posgrado muy demandante. Algunas personas hasta sufrieron problemas de salud porque era mucho el estrés cumplir con todas las normas de calidad y los requisitos necesarios de Conacyt. No es algo fácil, estudiar un posgrado es una actividad que demanda mucho tiempo, se tiene que sacrificar la vida personal, se pone en pausa. Yo no hubiera sido capaz de al mismo tiempo casarme, tener hijos y hacer la maestría, no en uno que esté en Conacyt”, comentó.

Enfatizó en que la inversión en tiempos y cuestiones personales es fuerte, lo que convierte ese camino en una gran apuesta, “yo dije: ‘dejo mi vida personal, dejo todo y me voy por mi doctorado, lo hago lo más rápido que puedo, me doctoro y luego regreso a retomar todo’. Pero regresé y la Universidad en la que yo me quería insertar tenía graves problemas económicos. Enormes. Y no es la única universidad pública que está así. Al menos hay seis en esa situación”.

LA FRUSTRACIÓN DE LA BÚSQUEDA

Aurora buscó trabajo en la ciudad en la que nació y no logró ser aceptada. Evaluó su entorno y al ver que es una ciudad que depende mucho de remesas, pensó que el problema era la ciudad y se mudó a Morelia, donde puso sus expectativas en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

Vio que era una ciudad más grande, con más movimiento económico y con más institutos de investigación. Llegó con esa esperanza, pero igual: en la universidad “la situación económica es deplorable y tienen muchos problemas de sindicato, rectoría y profesorado”.

Fue en ese momento que decidió intentar como freelance y aprovechar su experiencia como editora y correctora. Trabajó así por un tiempo, pero tenía a cambio un trabajo inseguro, poco estable y mal pagado. Entonces optó por hacer un postdoctorado, que es otra opción que ofrece el Conacyt.

“Me puse en contacto con la Universidad Michoacana y propuse un proyecto en conjunto en una maestría y Conacyt lo aceptó. Estuve realizando investigación durante un año. El posdoctorado es una estancia que es como un desahogo que encontró Conacyt para todos los doctores jóvenes que no sabíamos cómo insertarnos en las universidades. Uno propone el proyecto, nos insertamos en el núcleo académico de los profesores, damos clase, asesoramos tesis, estamos en los comités de evaluación. Es decir, eres un profesor de ese postgrado pero no te paga la Universidad, sino Conacyt y es una manera de que las universidades pueden tener a los investigadores sin necesariamente tener los recursos”, explicó.

La esperanza al final es que la Universidad contrate, ya que esa política se pensó como una especia de puente entre los doctores jóvenes y las universidades públicas.

Ahí estuvo un año y al terminar presentó un segundo proyecto que también le aceptó Conacyt, “pero realmente esto fue un paliativo. Cuando salí de la estancia posdoctoral, parece que regresé en el tiempo a cuando había terminado el doctorado. Otra vez estaba desempleada, otra vez seguía haciendo trabajos freelance y otra vez la Universidad me decía que no había plazas. Entonces el propósito original de la estancia no se cumplió”.

“Ha sido un camino bastante frustraste en ese sentido, porque es una apuesta que haces para tu vida y no ha salido como querías o como pensaste cuando apostaste por esto. A partir de eso yo dedico tiempo a revisar convocatorias en distintas universidades, pero hay pocas, son muy específicas, a veces ya tienen nombre… no sé”, agregó Aurora.

Por otro lado, está la calidad del trabajo que hay y el salario que ofrecen.

La última experiencia que tuvo Aurora ocurrió cuando aplicó a un trabajo de edición. Vio que la paga no era buena, pero la daría por sentado porque lo que quería era trabajar aunque no fuera realizando investigación.

“En la entrevista me dijeron que estaba sobre calificada. Yo respondí que sabía cuál era el sueldo y que qué más daba que estuviera sobre calificada, que no podía ser ni siquiera un pretexto o argumento para que no me contrataran, y que incluso sería mejor para ellos. Pero no”, recordó.

zhO33Wq.jpg

Fuente: secretaría del Trabajo y Previsión Social

[CONTINUA EN LA SIGUIENTE ENTRADA]
 
[CONTINUA DE LA ANTERIOR ENTRADA]

UN PROBLEMA ESTRUCTURAL

“Hay toda una masa crítica de doctores que anda por ahí flotando que no pueden conseguir ni ese tipo de trabajos. Conozco personas que son doctores por el Colegio de México y dan clases de preparatoria y es muy frustrante para ellos, es trabajar sin recursos, sin bibliotecas. Otra opción son las universidades privadas, pero ahí se descarta la investigación, es una dinámica completamente distinta, algo para lo que no fui formada”, señaló Aurora.

En medio de todo ella no considera su formación como una pérdida de tiempo y tampoco se arrepiente porque es lo que le “gusta”.

Ahora sigue intentando entrar a alguna universidad. El proceso lleva más de un año. Entiende que las universidades públicas se han vuelto mucho más agresivas al momento de contratar personas porque son pocas las plazas..

Pero insiste en que son muchos los factores que la tienen en esta situación: “por un lado estuvo muy bien que Conacyt apoye y dé becas, pero le faltó pensar qué iba a pasar con todos los maestros y doctores. No se está apoyando a las universidades públicas y al contrario, el Estado les recorta el presupuesto. ¿Dónde espera que trabajen todos los jóvenes si no hay una inversión? Les faltó un plan más integral, buscó paliativos que son las estancias posdoctorales y las cátedras Conacyt”, señaló.

Ve un problema aún más grave en el terreno de las ciencias humanas, ya que se les da prioridad a los proyectos de tecnología, biología, física y matemáticas, “hasta hay un problema en la concepción de ciencia y conocimiento que tenemos los mexicanos, que se considera que esos estudios no son ciencia, no son observables. Esa idea la reproducen las mismas personas en Conacyt e influye en la inserción al campo laboral. Cuando yo digo en mi currículum que son doctora en Ciencias Humanas y que hago cosas de literatura, me preguntan que si hago como ‘cosas de español’. Hay ignorancia de ciertas personas sobre lo que son las humanidades”, agregó.

Desde la perspectiva de Aurora, existe una mala planeación del Estado hacia dónde quiere dirigir la educación de su país, de los ciudadanos, y una mala distribución de los recursos, que deja en crisis a las universidades públicas y no permite la apertura de más institutos de investigación que calmen la demanda de los profesionistas.

“No es una cosa aislada, es una tendencia. No hubo un camino claro desde que se otorgan las becas Conacyt de hacia dónde iban a trabajar esos jóvenes. No saben qué hacer con esa masa crítica y le dan estancias pos doctorales y desahogan el problema de momento. Mientras siguen y siguen saliendo doctores, pero ¿qué van a hacer? No hay plazas en las universidades y no hay centros de investigación”, lamentó.

Aurora concluyó con una crítica hacia quienes sí tienen un empleo bien pagado: los legisladores.

“Con un salario de un legislador se podría sostener un centro de investigación. De que hay recursos los hay, pero hay una mala distribución. Pero ahí hay gente ignorante que está a cargo de decisiones importantes. El dinero y las decisiones están en sus manos. Y se están tomando malas decisiones”, sostuvo.

–(*) El nombre real de Aurora fue cambiado a petición expresa.


Fuente
 
Lo primero que debo hacer notar es un craso error de Delia Barragán, autora de este muy buen artículo (por su contendido):

El Conacyt NO ES el Centro Nacional de Ciencia y Tecnología, sino el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.


Luego, hay que ser menos melodramáticos:

“No es algo fácil, estudiar un posgrado es una actividad que demanda mucho tiempo, se tiene que sacrificar la vida personal, se pone en pausa. Yo no hubiera sido capaz de al mismo tiempo casarme, tener hijos y hacer la maestría, no en uno que esté en Conacyt”.

¡Por favor! ¡"A otro perro con ese hueso"! Desde hace años (y la inercia sigue aumentado), el estudiar un posgrado en México es más justamente un paliativo a los problemas de desempleo de los egresados de la educación superior, que una actividad realmente muy demandante. Los montos mensuales de las becas para Maestría y Doctorado otorgados por el Conacyt son:
  • Maestría 4.5 Unidades de Medida y Actualización mensuales (UMA) = $11,026.08
  • Doctorado 6.0 Unidades de Medida y Actualización mensuales(UMA) = $14,701.44
Bastante más potables que los misérrimos salarios que ofrece el mercado laboral para los recién egresados de nivel licenciatura (y peor aún porque esencialmente los contratan como aprendices). Luego entonces, los egresados de licenciatura, al saber que inscribiéndose en un posgrado pueden percibir estos SALARIOS (lo cual incluye seguro médico y de vida), pues no se la piensan dos veces. Eso por un lado. Por el otro, como a los investigadores del país los tienen apergollados con el Sistema Nacional de Investigadores, un esquema perverso para darles un ingreso adicional, pero que no sea un salario, sino algo como una beca, con la condición de que acepten participar en la mecánica de estar al servicio de la Cofradía de las Vacas Sagradas, les exigen titular y titular alumnos de posgrado para "merecer" su beca. Luego entonces, pues están necesitados de "mano de obra", que no son otra cosa que... ¡los becarios Conacyt! Y así, como los miembros del SNI necesitan mano de obra, pues hay que darle "manga ancha" al ingreso a los posgrados, para que los chicos tengan una chamba y que los "ilustres" SNI tengan mano de obra para chambear en sus proyectos. En razón de ello, tanto los requisitos de ingreso, como de permanencia, en los posgrados, no son tan exigentes como "Aurora" lo señala. Claro que con tanto candidote queriendo tener al menos esa chamba, pues hay que "pedalearle" entre un mar de postulantes. Todo gracias al nivel de desempleo actual entre los egresados de nivel profesional. Pero exigentes... ¡para nada!

Yo personalmente pude estudiar la Maestría en México (el Doctorado en el extranjero) recién casado y con un hijo. Y eso cuando el ingreso y permanencia sí era francamente difícil (no habían empezado las extra-laxas políticas actuales).

Ahora, por cuanto hace a los postdocs, el realizarlos es aún más "saludable". A diferencia de las Maestrías y Doctorados, ahí NO EXISTE TABULADOR OFICIAL. Cuando algún investigador tiene una necesidad de investigación más avanzada que la que se puede ofrecer a un estudiante de Maestría/Doctorado (digamos por alguna investigación contratada externamente), a nivel mundial desde hace años se ha recurrido al mercado paralelo de los postdocs para subcontratar a personal altamente calificado y capacitado (usualmente recién egresados del doctorado o que no tenga más de dos/tres años de haber terminado) que pueda entregar resultados en los tiempos comprometidos (ahí hay un contrato formal que cumplir, con cláusulas de penalización). Los salarios que se pagan son bien inferiores a los que tendría que pagar el investigador principal a un tipo experto y con amplio CV. En el caso de México van desde los 20 hasta los 30 mil pesos mensuales netos (ya no son becas, por lo que sí se pagan impuestos), que se incluyen en el presupuesto del proyecto. Son mejores aún que las becas doctorales, sin duda. Así que aceptar realizar una estancia posdoctoral es también un paliativo para el problema del desempleo laboral de personas con alto perfil, que les permite tener un ingreso "potable"... mientras se puede.

"La esperanza al final es que la Universidad contrate, ya que esa política se pensó como una especia de puente entre los doctores jóvenes y las universidades públicas."

Y cuando despiertas del sueño... ¡PLAF!


"... le han negado un puesto por estar “sobre calificada” y otros porque no hay plazas en las universidades."

Como lo mencioné en su momento, imagino que la idea subyacente en la propuesta del Peje de abrir 100 pejeuniversidades es darle chamba a algunos de estos desempleados con calificaciones profesionales (habría chamba para unos 1500-2000 pobresores). Y si tienen posgrado, ¡pues qué mejor!, ya que a los funcionarios del sistema educativo y políticos les encanta presumir que los pobresores de nuestras universidades son tontores, como si eso los hiciera mejores para la labor de impartir clases, revisar tareas, aplicar y calificar exámenes a nivel licenciatura. El problema es que, mientras así minipaliamos un problemón (le damos chamba a unos poquitos de esos profesionales), creamos un mayor: egresamos grandes cantidades de futuros desempleados. Termina saliendo peor el remedio que la enfermedad...


“Pensaba: voy, estudio el doctorado, regreso y encontraré trabajo porque seré doctora. Ese fue el razonamiento que seguí cuando decidí estudiar”

Pues sí, esa la falaz idea que les han repetido por años, tanto en casa, como en la escuela. Cuando despiertan del sueño...


"Pero insiste en que son muchos los factores que la tienen en esta situación: “por un lado estuvo muy bien que Conacyt apoye y dé becas, pero le faltó pensar qué iba a pasar con todos los maestros y doctores. No se está apoyando a las universidades públicas y al contrario, el Estado les recorta el presupuesto. ¿Dónde espera que trabajen todos los jóvenes si no hay una inversión? Les faltó un plan más integral, buscó paliativos que son las estancias posdoctorales y las cátedras Conacyt”, señaló.

¡Ahí te hablan Peje! En el dichoso Proyecto18 no ha siquiera una mención superficial a este problemón. De ese tamaño es el interés de la próxima administración al respecto. Sigan soñando con El Dorado que les pintó el Mesías Tropical.


"Desde la perspectiva de Aurora, existe una mala planeación del Estado hacia dónde quiere dirigir la educación de su país, de los ciudadanos, y una mala distribución de los recursos, que deja en crisis a las universidades públicas y no permite la apertura de más institutos de investigación que calmen la demanda de los profesionistas."

“No es una cosa aislada, es una tendencia. No hubo un camino claro desde que se otorgan las becas Conacyt de hacia dónde iban a trabajar esos jóvenes. No saben qué hacer con esa masa crítica y le dan estancias pos doctorales y desahogan el problema de momento. Mientras siguen y siguen saliendo doctores, pero ¿qué van a hacer? No hay plazas en las universidades y no hay centros de investigación”


Y sí, necesitó pasar las de Caín para darse cuenta de la triste realidad de este país al respecto. ¡Ánimo, que quizá con la administración post-Peje suceda algo!


“Con un salario de un legislador se podría sostener un centro de investigación. De que hay recursos los hay, pero hay una mala distribución. Pero ahí hay gente ignorante que está a cargo de decisiones importantes. El dinero y las decisiones están en sus manos. Y se están tomando malas decisiones”

¡Cómo se atreve a hablar mal de nuestros sacrificados legisladores! Eso seguro pasaba con los "maiceados" de esta legislación (aunque entre ellos había morenos). De seguro con los impolutos de la Morena legislación futura todo cambiará... JAJAJAJAJAJAJA ¡Se vale soñar!
 
Volver
Arriba