Anteroz
Bovino de alcurnia
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Me acabo de enterar de la noticia.
El "efecto Dominó" de Egipto a llegado a otros países tal es el caso de Libia, cuyo presidente Ghadafi con 42 años en el poder, reaccionó contra los civiles enviando opresión militar y ordenando masacrar a los manifestantes, se hablan de varias cifras de víctimas masacradas de distintas fuentes, incluso de una amenaza de Seif al-Islam (hijo de Ghadafi que sería el heredero a la presidencia) que advierte sobre que serán miles (de muertos) más si Libia no llega a un acuerdo.
Paso algunas notas con sus respectivas fuentes.
El "efecto Dominó" de Egipto a llegado a otros países tal es el caso de Libia, cuyo presidente Ghadafi con 42 años en el poder, reaccionó contra los civiles enviando opresión militar y ordenando masacrar a los manifestantes, se hablan de varias cifras de víctimas masacradas de distintas fuentes, incluso de una amenaza de Seif al-Islam (hijo de Ghadafi que sería el heredero a la presidencia) que advierte sobre que serán miles (de muertos) más si Libia no llega a un acuerdo.
Paso algunas notas con sus respectivas fuentes.
FUENTEEl régimen libio del coronel Muammar Ghadafi, en el poder desde hace 42 años, lanzó ayer una feroz represión para tratar de sofocar una rebelión que tomó el control de varias ciudades y provocó la deserción de numerosos jerarcas.
La televisión estatal informó de un operativo de las fuerzas de seguridad “contra los saboteadores y quienes siembran el terror”, en el que “varias personas murieron”, sin más precisiones, mientras que la cadena de televisión qatarí Al Jazeera informó que al menos 250 personas murieron ayer en Trípoli por los bombardeos de los aviones del Ejército libio contra los manifestantes que piden la caída del régimen.
Saif al Islam, hijo del líder libio, dijo que los aviones de las Fuerzas Armadas bombardearon depósitos de armas situados lejos de las zonas urbanas y negó que hayan lanzado bombas sobre la población, según la televisión estatal. Sin embargo, residentes en Trípoli denunciaron una “masacre” en los barrios de Tayura y Fashlum y dijeron haber visto “cadáveres tirados en las calles”.
Según diferentes ONG, entre 300 y 400 personas habrían fallecido en los últimos seis días, cuando arreciaron las manifestaciones, aunque esa cifra pudo haber aumentado ayer.
En Bengasi los manifestantes parecían estar casi completamente en control luego de obligar a las tropas y policías a replegarse en un recinto. Edificios gubernamentales fueron incendiados y saqueados.
Había informaciones de que los soldados que se negaron a disparar contra los civiles fueron ejecutados por sus mandos en Bengasi. “Hemos enterrado once cuerpos de soldados. Los cadáveres estaban en trozos”, dijo un manifestante.
El hijo de Ghadafi, Saif al Islam, había emplazado horas antes a los libios a deponer la rebelión. “Me dirijo a vosotros por última vez antes de recurrir a las armas”, dijo. “Seguiremos luchando hasta el último hombre, incluso hasta la última mujer. No dejaremos Libia a los italianos o los turcos”, agregó Saif, que culpó a los exiliados libios por fomentar la violencia.
El ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague, dijo que el coronel libio podría haber huido a Venezuela, pero las autoridades de Caracas lo desmintieron. “Muammar Ghadafi está en Trípoli, donde sigue ejerciendo sus poderes y haciendo frente a la situación” que vive el país, señaló ayer en un comunicado el canciller venezolano, Nicolás Maduro, tras conversar por teléfono con su par libio, Mussa Kussa.
Aparece Ghadafi
Sin embargo, Ghadafi apareció desafiante hoy en la televisión estatal. “Estoy en Trípoli y no en Venezuela. No le crean a los canales que pertenecen a perros descarriados”, señaló bajo un gran paraguas y desde una camioneta.
“Quería decirle algo a los jóvenes de la Plaza Verde (en Trípoli) y quedarme con ellos hasta tarde pero comenzó a llover. Gracias a Dios, es algo bueno”, señaló Ghadafi en el comunicado de 22 segundos que dio en el frente de su casa.
La rebelión en Libia provocó disensos en la cúpula del régimen: el ministro de Justicia, Mustafá Abdel Yalil, renunció a su cargo para protestar contra “el uso excesivo de la fuerza” en la represión de las protestas, después de que por lo menos tres diplomáticos libios en el exterior hicieran lo mismo.
El embajador de Libia en India, Ali al-Essawi, también renunció y acusó al gobierno de desplegar mercenarios extranjeros contra los manifestantes.
Poco después, un muy influyente teólogo qatarí de origen egipcio, el jeque Yusef al Qardaui, de 85 años, emitió una fatua en el canal de televisión Al Jazeera llamando al ejército libio a matar a Ghadafi.
En torno a la casa del hijo de Ghadafi y de los principales consejeros del régimen el movimiento de vehículos cargados de bultos fue incesante toda la noche del domingo y continuó ayer, indicaron los vecinos.
Reacciones
Preocupación de EE.UU.
La jefa de la diplomacia de EE.UU., Hillary Clinton, reclamó “el cese del baño de sangre inaceptable” en Libia, subrayando su preocupación ante la situación en ese país.
Desde la ONU
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, instó a Ghadafi en una conversación telefónica a “cesar inmediatamente" la violencia.
Evacuación
Las embajadas europeas en Libia coordinan desde el domingo por la noche la salida de los ciudadanos europeos.
Advertencia
Estados Unidos ordenó a todo su personal no esencial que abandone Libia y advirtió a los ciudadanos estadounidenses que eviten viajar a ese país.
Rebelión de musulmanes
Una coalición de líderes musulmanes libios indicó a todos los musulmanes que era su obligación rebelarse contra los dirigentes del país.
Precio del petróleo
La situación en Libia, un país petrolero, acrecentó los temores sobre el abastecimiento de energético, y el barril de crudo se negoció ayer por encima de los 105 dólares por primera vez desde septiembre del 2008.
Bolsas europeas
Las bolsas europeas registraron bajas importantes, como consecuencia de la revuelta, en uno los mayores socios comerciales de Italia en los sectores del petróleo y bancario.
FUENTE![]()
Los pobladores de Benghazi tomaron el control de la ciudad, luego que varios militares se sumaran a los rebeldes y la policía desertará tras reprimir violentamente a los manifestantes.
El régimen libio del coronel Muamar Kadhafi, en el poder desde hace 42 años, lanzó ayer una feroz represión para tratar de sofocar una rebelión que tomó el control de varias ciudades y provocó la deserción de numerosos jerarcas.
La televisión estatal informó de un operativo de las fuerzas de seguridad "contra los saboteadores y quienes siembran el terror", en el que "varias personas murieron", sin más precisiones.
Aviones militares sobrevolaban la ciudad y los francotiradores se colocaban en posición por todo Trípoli, aparentemente para impedir que gente fuera de la capital se uniera a la marcha, según Mohamed Abdul-Malek, un activista basado en Londres que se mantiene en contacto con los residentes.
Residentes en Trípoli denunciaron una "masacre" en los barrios de Tayura y Fashlum de la capital.
El hijo de Kadhafi, Saif al Islam, había emplazado horas antes a los libios a deponer la rebelión. "Me dirijo a vosotros por última vez antes de recurrir a las armas", dijo Al Islam, antes de advertir que Libia no es "Túnez ni Egipto", en referencia a las revoluciones que en esos dos países provocaron en las últimas semanas la caída de otros longevos regímenes autoritarios.
Kadhafi sigue en Trípoli
Kadhafi realizó su primera declaración pública desde el inicio de la insurrección solamente para desmentir que había huido a Venezuela.
"Voy a ver a los jóvenes a la plaza verde. Solo para demostrar que estoy en Trípoli y no en Venezuela y desmentir a las televisiones, esos perros", se limitó a decir, respondiendo a las informaciones difundidas ayer por varias televisiones y medios internacionales que sostuvieron que se había marchado a Caracas.
Ejército dividido
Los seis días de rebelión sembraron además disensos en la cúpula del régimen: el ministro de Justicia, Mustafá Abdel Yalil, renunció a su cargo para protestar contra "el uso excesivo de la fuerza" en la represión de las protestas, después que tres diplomáticos libios en el exterior hicieran otro tanto desde el domingo.
La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) indicó que Benghazi (la segunda ciudad libia) y Syrta, ambas en el este, "cayeron" en manos de los manifestantes y que "hay militares que se unieron al movimiento".
Testigos desmintieron, sin embargo, la caída de Syrta.
El propio hijo de Kadhafi, Saif al Islam, reconoció en el mencionado discurso que en Benghazi "los tanques se desplazan conducidos por civiles" y que en Al Baida (este) "la gente tiene fusiles y numerosos depósitos de municiones fueron saqueados". Los enfrentamientos llegaron a la capital, donde la multitud saqueó las instalaciones de una televisión y una radio públicas.
"Un local que albergaba a la televisión Al Jamahiriya 2 y la radio Al Shababia fue saqueado", dijo a la AFP un testigo que pidió el anonimato. La programación de esos medios se había visto interrumpida el domingo por la noche, pero se reanudó ayer.
"Libia está en una encrucijada", declaró Saif al Islam en su discurso televisado. El hijo de Kadhafi acusó a los medios extranjeros de exagerar el número de víctimas -que estimó en un total de 84- pero dijo que si los libios no alcanzaban un acuerdo habrá "miles (de muertos) y ríos de sangre en toda Libia".
La estimación de muertos desde el inicio de la rebelión el 15 de febrero hasta primeras horas del lunes iba de 230 (según Human Rights Watch) a una cifra de 300 a 400 (según la Federación Internacional de Derechos Humanos).
Pero cualquiera que sea el balance, este tuvo un incremento significativo tras los enfrentamientos e incidentes de ayer.se uniera a la marcha, según Mohamed Abdul-Malek, un activista basado en Londres que se mantiene en contacto con los residentes.
Residentes en Trípoli denunciaron una "masacre" en los barrios de Tayura y Fashlum de la capital.
El hijo de Kadhafi, Saif al Islam, había emplazado horas antes a los libios a deponer la rebelión. "Me dirijo a vosotros por última vez antes de recurrir a las armas", dijo Al Islam, antes de advertir que Libia no es "Túnez ni Egipto", en referencia a las revoluciones que en esos dos países provocaron en las últimas semanas la caída de otros longevos regímenes autoritarios.
FUENTEPese a los llamados de la comunidad internacional a detener la violencia en Libia, el excéntrico líder que gobierna desde hace 42 años, Muammar Kadhafi, aferrado al poder, lanzó una feroz represión para frenar la rebelión que no deja de crecer. El ejército bombardeó marchas opositoras en la capital, Trípoli, y la jornada habría terminado con más de 250 muertos, según testigos.
En medio de una fuerte censura a los medios extranjeros, la televisión estatal informó de un operativo de las fuerzas de seguridad "contra los saboteadores y quienes siembran el terror", en el que "varias personas murieron", sin precisar el lugar de los enfrentamientos ni el número de víctimas.
Residentes en Trípoli, donde el domingo y ayer se registraron ataques e incendios contra medios de comunicación y edificios oficiales, denunciaron una "masacre" en los barrios de Tayura y Fashlum.
La situación anoche era de máxima tensión, con cadáveres tirados en las calles y continuos disparos, entre ellos de artillería pesada, en varios barrios, según testigos citados por la TV qatarí Al Jazeera. La estimación de muertos desde el inicio de la rebelión, el martes pasado, iba de 300 a 400, según la Federación Internacional de Derechos Humanos. Pero ayer a la tarde la cifra se disparó.
Al menos 250 personas murieron en Trípoli en los bombardeos de la Fuerza Aérea contra los manifestantes que reclamaban la caída del régimen de Kadhafi, según Al Jazeera. Un trabajador de una empresa petrolera que fue expatriado ayer dijo a la agencia EFE que había visto camino al aeropuerto "varios cadáveres tirados en las calles".
Otros habitantes contaron que la capital estaba "sitiada" por hombres armados que circulaban en vehículos y abrían fuego sobre la población civil. Al Jazeera agregó que el bombardeo ocurrió luego de que todas las comunicaciones telefónicas hubieran sido cortadas súbitamente en esa región.
Pero el diario electrónico Quryna, próximo al hijo mayor de Kadhafi, Seif Al Islam, desmintió que la Fuerza Aérea haya bombardeado a los manifestantes. "La aeronáutica bombardeó algunos depósitos de armas situados en zonas lejanas de los asentamientos urbanos", informó la televisión estatal, citando declaraciones de Seif al-Islam.
En tanto, dos aviones militares libios aterrizaron ayer en Malta y sus pilotos dijeron que habían desertado luego de que les ordenaran atacar a los manifestantes, informaron fuentes militares de la isla mediterránea. "Uno de los pilotos pidió asilo político", dijo una fuente. La comunidad internacional condenó con dureza la represión y hasta algunos de los colaboradores de Kadhafi le pidieron que renuncie para frenar la masacre.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, reclamó el fin inmediato del "inaceptable derramamiento de sangre" y afirmó que "el mundo está observando la situación en Libia con alarma". En el mismo sentido se pronunció la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, y el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, instó a Kadhafi en una conversación telefónica a "cesar inmediatamente" la violencia, informó el portavoz de Ban, Martin Nesirky. Sedes diplomáticas y empresas extranjeras estaban evacuando a su personal de Libia. Hasta los miembros de la misión diplomática de Libia ante la ONU acusaron a Kadhafi de encabezar un "genocidio" contra su propio pueblo.
Ayer durante todo el día corrieron los rumores de que Kadhafi y todos sus hijos habían huido del país. Hasta el canciller británico, William Hague, afirmó desde Bruselas que era posible que el líder libio hubiera viajado a Venezuela, según "contactos que están en el terreno". La versión fue desmentida enérgicamente por el gobierno de Hugo Chávez. Kadhafi "está en Trípoli, donde sigue ejerciendo sus poderes" y "haciendo frente a la situación" que vive el país, confirmó el canciller venezolano, Nicolás Maduro.
FUENTElunes 21 de febrero de 2011 03:38 PM
Trípoli.- El régimen libio del coronel Muamar Kadhafi, en el poder desde hace 42 años, lanzó este lunes una feroz represión para tratar de sofocar una rebelión que tomó el control de varias ciudades y provocó la deserción de numerosos jerarcas.
La televisión estatal informó de un operativo de las fuerzas de seguridad "contra los saboteadores y quienes siembran el terror", en el que "varias personas murieron", sin precisar el lugar de los enfrentamientos ni el número de fallecidos, manifestó AFP.
Residentes en Trípoli, donde el domingo se registraron ataques contra medios de comunicación y edificios oficiales, denunciaron una "masacre" en los barrios de Tayura y Fashlum de la capital.
Los pilotos de dos aviones militares libios que aterrizaron el lunes en Malta dijeron que habían desertado luego de que les ordenaran atacar a los manifestantes, dijeron fuentes militares y oficiales de la isla mediterránea.
Los dos pilotos dijeron a las autoridades militares en el aeropuerto de La Valeta, a donde llegaron al mando de sendos cazas de reacción monoplazas Mirage F1, que eran coroneles de la fuerza aérea libia y que uno de ellos pedía asilo, citó AFP.
Según las mismas fuentes, los dos oficiales dijeron que habían desertado luego de que les ordenaran disparar a las personas que protestaban contra el régimen de Muamar Kadhafi en Benghazi, la segunda ciudad del país, situada unos 1.000 km al este de Trípoli y foco de la rebelión desde el 15 de febrero.
"Uno de los pilotos pidió asilo político", dijo un portavoz del gobierno.
Los oficiales dijeron que se habían visto forzados a escapar de su base aérea en Benghazi luego de que fuera invadida por manifestantes, según las mismas fuentes.
"Los dos pilotos están respondiendo a la policía para profundizar la investigación", señaló el gobierno de Malta en un comunicado.
Además de los dos aviones de combate, dos helicópteros civiles con siete personas a bordo, que dijeron ser franceses aunque solo uno presentó su pasaporte, aterrizaron casi al mismo tiempo en el aeropuerto de la isla.
Los pasajeros, que aseguraron ser trabajadores de una plataforma petrolera en alta mar, cercana a Benghazi (norte de Libia), solicitaron protección de las autoridades malteses.
Los helicópteros Super Puma con matrículas francesas, tienen las marcas identificatorias de Heli Union, una empresa especializada en el transporte aéreo para compañías de petróleo y gas.
Estos helicópteros no contaban con la autorización de salir de Libia, por lo que se sospecha que huyeron de ese país a raíz de las violentas protestas.
La República de Malta es un país insular miembro de la Unión Europea compuesto por un archipiélago y situado en el centro del Mediterráneo, al sur de Italia, a 288 km al este de Túnez y a 340 km al norte de Libia.
El hijo de Gadafi, Saif al Islam, había emplazado pocas horas antes a los libios a deponer la rebelión.
"Me dirijo a vosotros por última vez antes de recurrir a las armas", dijo Al Islam, antes de advertir que Libia no es "Túnez ni Egipto", en referencia a las revoluciones que en esos dos países provocaron en las últimas semanas la caída de otros longevos regímenes autoritarios.
La estimación de muertos desde el inicio de la rebelión el 15 de febrero hasta primeras horas del lunes iba de 230 (según Human Rights Watch) a una cifra de 300 a 400 (según la Federación Internacional de Derechos Humanos).
Pero cualquiera sea el balance, éste tuvo un incremento significativo tras los enfrentamientos e incidentes del lunes.
En Tobruk, cerca de la frontera con Egipto, diez egipcios murieron baleados por "bandas armadas, de mercenarios libios", indicó a la AFP un médico egipcio citando a compatriotas que habían huido del convulsionado país.
En el otro extremo del país, tunecinos que huyeron de Libia informaron a la AFP que los policías de Zauia habían desertado y que esa localidad a 60 km al oeste de Trípoli se hallaba sumida en el caos.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, instó a Kadhafi en una conversación telefónica a "cesar inmediatamente" la violencia, informó el portavoz de Ban, Martin Nesirky.
Y el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, urgió a las autoridades libias a poner fin a la represión contra civiles desarmados y a responder a las "aspiraciones legítimas" de la población a un cambio democrático.
El hijo de Kadhafi reconoció el lunes que en Benghazi (este) "los tanques se desplazan conducidos por civiles" y que en Al Baida (este) "la gente tiene fusiles y numerosos depósitos de municiones fueron saqueados".
Los enfrentamientos llegaron el domingo a la capital, donde la multitud saqueó las instalaciones de una televisión y una radio públicas e incendió comisarías y edificios oficiales.
La rebelión provocó disensos en la cúpula del régimen: el ministro de Justicia, Mustafá Abdel Yalil, renunció a su cargo para protestar contra "el uso excesivo de la fuerza" en la represión de las protestas, después que por lo menos tres diplomáticos libios en el exterior hicieran otro tanto desde el domingo.
Gadafi no ha realizado ninguna declaración pública desde el inicio del movimiento insurreccional, y este lunes el ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague, dijo en Bruselas que el coronel libio podría haber huido de su país para ir a Venezuela, aunque las autoridades del país sudamericano desmintieron terminantemente esa versión.
El viceministro libio de Relaciones Exteriores, Jaled Kaim, afirmó por la noche a la televisión que Kadhafi sigue en Libia.
Las embajadas europeas en Libia "están coordinando" desde el domingo por la noche "la salida de los ciudadanos europeos que así lo deseen", explicó la ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, al término de una reunión con sus colegas de la Unión Europea (UE) en Bruselas.
Estados Unidos ordenó a todo su personal no esencial que abandone Libia y advirtió a los ciudadanos estadounidenses que eviten viajar a ese país.
La situación en Libia, un país petrolero, acrecentó los temores sobre el abastecimiento de energético, y el barril de crudo se negoció este lunes por encima de los 105 dólares por primera vez desde septiembre de 2008.
Las bolsas europeas registraron bajas importantes, que llegaron a 3,59% en Milán, como consecuencia de la revuelta en uno los mayores socios comerciales de Italia en el sector del petróleo y bancario.
La agencia de calificación Fitch rebajó por su lado en un escalón la nota de la deuda soberana de Libia, de BBB+ a BBB, a raíz de la "creciente revuelta popular" contra el régimen del coronel Gadafi.