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Después de haber tenido relaciones sexuales con Juan y que fue algo único, una experiencia en la que sentí algo muy diferente en relación de acostarme con otro hombre quien no es mi marido, como les dije no es que tenga un pene descomunal como los de las películas pornográficas, pero si me brindo un placer diferente al que me da mi esposo Julio, mi subconsciente sabía que había sido de otro hombre, que otro hombre me había penetrado y eyaculado su esperma en mi vagina.
Por circunstancias de la vida Julio tuvo que regresarse a México por unos días, su tío murió y vino a los funerales correspondientes. Para mi esposo Julio fue un duro golpe, pues ese señor lo crio como un padre cuando el verdadero padre de Julio se fue de la casa. El señor lo consideraba como otro mas de sus hijos, como les dije, el se hizo cargo de el desde que era un pequeño. Cuando julio llego después de ese largo viaje se tomo un baño y se metió directo en la cama, el estaba muy cansado y cayo en un sueño profundo, así que solo le acaricie los testículos y el pene por un rato, pero el no reacciono como se debe, en lugar de molestarme pues yo quería que me correspondiera como mi hombre, lo comprendí pues había sido un largo viaje desde Atlanta.
A la mañana siguiente que se despertó escucho que me estaba bañando, sin hacer ruido se metió conmigo en la regadera, su pene estaba ya erecto, lo sentí muy deliciosamente en medio de mis pompis. Agarrándome por detrás me empezó a decirme cosas muy obscenas, tales como : eres mia, te voy a coger deliciosamente y demás, al oírlo me puse muy caliente. Le pedí que lo hiciéramos en la cama de la recamara, me obedeció y en la orilla de la cama me coloque del estilo perrito, Julio se posiciono detrás mio me penetro de la misma forma que siempre lo hace, sus testículos estaban muy ardientes, los sentí al chocar en mi pelvis, mis labios vaginales estaban muy humedecidos, de mi vagina emergía un liquido viscoso, estaba más que caliente. Julio sabia mover su pene dentro de mi vagina, esto hizo que me viniera entre 6 y 7 veces sin que el hiciera lo mismo. Julio se detuvo por completo, ya no me penetro, sacándome el pene de julio me acosté por completo en la cama, mi esposo sabia que eso era indicio de que ya me había satisfecho. Pasaron algo así como 2 minutos y me incorpore dándome la vuelta quedando boca arriba de la cama, era el turno de eyacular de julio. Ya que repose Julio se puso en medio de mis piernas, su penen comenzó a cogerme. Julio manipulaba mis pezones, los mordía, los chupaba y mamaba deliciosamente. Por lapsos me recordaba a la vez que lo hice con Juan, mi esposo era muy bueno para cogerme, lo sabe hacer delicioso, además que al venirse era muy abundante, pues al caminar su semen me salía de la vagina y me llegaba hasta los tobillos. Julio al sentirse que se estaba viniendo saco su pene de mi vagina y me vacio su semen en la cara y en los senos, lo ultimo que le salió quedo ahí en mis vellos púbicos. Julio se desplomo encima de mi cansado después de haber cogido a su esposa.
Después de haberme bañado de nueva cuenta y que Julio se dio un baño nos fuimos al funeral de su tio. Como su familia es muy unida y demás el se fue con su tía y estuvo llorando un rato con ella, yo aproveche y me fui a la cafetería a tomar un café. Me senté en un sillón cómodo y revise que había varios mensajes de Juan. En ellos me decía que me extrañaba y que quería verme para volver a tener un encuentro como el de aquella vez. Yo le conteste que ese día no se iba a poder porque estaba en la funeraria acompañando a mi esposo. El me pidió disculpas y que cuando tuviese algo de tiempo le avisara para platicar un buen rato. El proceso funerario se llevo por completo, se llevaron a su tio al crematorio y la familia se reunió en nuestra casa para hacer una oración para este señor.
La familia de Julio se retiro temprano, mientras que Julio y yo nos quedamos en la sala, el se sento en el sillón doble, me sente a su lado y el comenzó a llorar, a su mente le vinieron muchos recuerdos de su tio, lo console como se debe, como es el labor de mujer. Nos retiramos a la cama como a eso de las 11 de la noche. Juan se quedo profundamente dormido, esta vez no lo iba a despertar par que me cogiera, esta vez si lo dejaría dormir como un angelito. Yo me fui a darme una ducha, me gusta hacerlo pues me calma un poco el ansia de sexo, es un buen relajante. Me despoje de la pantaleta y el sujetador, mis manos tocaron mis vellos púbicos, sentí delicioso pasarme los dedos en medio de mis labios vaginales. Entre a la regadera, el agua tibia recorría mi cuerpo, la sentí deliciosa, como caia por mi cabeza y bajaba por mi cuerpo. Mis pezones estaba paraditos, los presione un poco, me gusto, me sentí muy erotica, se activo la mujer que hay dentro de mi, el agua era como las manos de un hombre que tocaba mi piel centímetro a centímetro, era simplemente orgásmico. Tome un poco de jabon y lo pase por mis vellos púbicos, ahí de plano me abandone al placer que me daba pasar mis manos por mis labios externos, el clítoris y demás partes de mi anatomía femenina. Con mis ojos cerrados imaginaba quienes me estaban acariciando eran mis hombres, Julio mi marido y Juan mi amante, la imagen era de ellos con sus penes erectos, acariciándome ansiosos por penetrarme, con sus testículos hinchados de semen listo para eyacular dentro de mi. Ya habían sido mas de 10 orgasmos los que me había provocado al estar acariciando mi intimidad., estaba mas que satisfecha con esta masturbación, pero una voz me hizo estremecerme: “ahora deja que te meta la mia”, era julio que estaba parado en la entrada del baño, por error la había dejado abierta.
Estaba ya desnudo con su pene erecto, se acerco a mi y con fuerza me dio la media vuelta, me recargue en la pared de la regadera, Julio aprovecho para embestirme con una fuerza que no lo conocía, estaba como loco, me estaba penetrando muy fuerte, sentía como su pene entraba cada vez más profundo en mi vagina, incluso sentí como topaba con algo alla adentro. Por poco despertábamos a la niña que estaba dormida en el cuarto contiguo, pero no nos importaba a pesar de la cantidad de ruido que estábamos haciendo, jadeaba bastante, el también estaba jadeando, además que me insultaba que yo era una puta , su puta a quien podría coger a su antojo las veces que el deseaba y cuando el deseara hacerlo, además de otras cosas ofensivas y calientes que me dijo. Julio eyaculo en mis adentros, fue algo tan intenso y tan abundante que me diran mentirosa, pero los testículos de Julio se hicieron mas pequeños al terminar de eyacular.
Al dia siguiente se fue Julio con la niña y sus familiares a un pueblito a visitar a unos parientes, así como a darles la noticia del tio de mi esposo. Yo no quise acompañarlos porque a mi los viajes largos memarean y hacen que me sienta mal, Julio me rogo que me quedara pues iban muchas personas y comprendió lo que me sucede cada vez que hacemos un viaje largo. Aproveche para hacer mis quehaceres del dia a dia, lavar, trapear, acomodar y demás csas que hago todos los días en la casa. Estaba acomodando una ropa en mi recamara cuando entro una llamada a mi celular, si ya saben quién es: Juan. En la llamada me rogaba que nos viéramos, pues tenia muchas ganas de cogerme, que ya se había cansado de pensar que cada noche lo hice con Julio ahora que regreso. Me pregunto si lo había hecho con mi esposo, le conteste la verdad, para que negarle que mi esposo me había cogido. El se molesto un poco, pero comprendió que era normal que lo hiciera con el. No me gusta que me rueguen las cosas, porque no soy alguien que lo merezca. Cedi verlo pero que fuese algo rápido, pues Julio estaba en la ciudad y no desearía que me atrapara con el en la cama.
Juan llego con la intensión directa de cogerme, en la recamara se desnudo con mucha prisa, pero su pene estaba flácido, me sugirió mamárselo, me hinque y lo metí en mi boca, se lo lamí, lo bese y acaricie sus testículos, el pene de Juan se erecto de inmediato, pero yo no estaba prendida para coger, saque su pene de mi boca, el me quería penetrar, pero al sentarme en la cama le comente que no estaba tan prendida para hacerlo con el. Juan pensó que era culpa de el, le respondi que no, que dos días seguidos lo había hecho con Julio y eso me había bastado para no tener tantas ganas de hacerlo. De ´pronto Juan se dio un giro y me avento a la cama, me acosto por completo en la cama, abrió mis piernas y me comenzó a hacer sexo oral. Su lengua paso por mis labios vaginales, les dio unas ligeras mordidas, su índice toqueteo mi clítoris y lo comenzó a mover de lado a lado, cada vez mas fuerte , en eso metió un dedo en mi vagina, esto prendió mis ganas de hacerlo, su dedo invasor estaba provocándome placer, pues había tocado algo sensible alla adentro, en un momento metió un segundo dedo, Juan los metia y sacaba mas rápido cada vez, ya me había mojado y tenido un orgasmo gracias a esa penetración de dedos.
Me entregue al palcer de manera completa, no sabia de mi, menos que el bribon de Juan me habi humedecido el ano con una crema que el traia con la firme intensión de metérmela analmente. Juan estaba haciendo un extraordinario trabajo, en mi vagina su mano derecha estaba masturbándome y con la mano izquierda lubricaba mi ano. Pasaron algunos minutos, juan me incorporo y me coloque de perrito, en eso dijo : “te la meteré por el culo” , no reaccione ante esas palabras, pues estaba inmersa en el placer.
Al ponerse detrás de mi me puso su pene en mi ano, sentí un dolor terrible pues habían sido pocas las veces que lo había hecho con Julio pues a el no le gusta así de esa manera. El pene de Juan se metió en mi poco a poco, mi esfínter anal se iba dilatando cada centímetro del pene de Juan, fue algo doloroso, no lo niego, me sentí muy adolorida del ano, pero fue disminuyendo poco a poco el dolor e incrementando el placer. Al entrar su pene en mi ano se detuvo por completo, su pene ya estaba dentro de mi ano, no había quedado nada afuera de el, todo su pene estaba dentro de mi. No hizo ningún movimiento, se quedo quieto, solo fue un momento, lentamente lo hizo un poco para atrás y luego adelante, así se movio unos momentos. Ya que mi ano se acostumbro a su pene lo comenzó a mover mas fuerte, el que me moviera de adelante a tras hizo que mis senos rozaran con la sabana de la cama, juan me agarro de las caderas y me jalaba hacia el desesperadamente, quería vaciarse pronto en mi ano, clavando sus uñas en mis nalgas y tembloroso de su cuerpo se vino en mi ano. Juan estaba dando las ultimas convulsiones de su pene en mi ano yo estaba mas que satisfecha, llena de leche y con el ano destrozado.
Juan se retiro de la casa y me dijo estas palabras: “se que tu marido lo querra hacer hoy en la noche, no se lo permitas y si lo haces con el recuerda como te lo he hecho yo”-
Por circunstancias de la vida Julio tuvo que regresarse a México por unos días, su tío murió y vino a los funerales correspondientes. Para mi esposo Julio fue un duro golpe, pues ese señor lo crio como un padre cuando el verdadero padre de Julio se fue de la casa. El señor lo consideraba como otro mas de sus hijos, como les dije, el se hizo cargo de el desde que era un pequeño. Cuando julio llego después de ese largo viaje se tomo un baño y se metió directo en la cama, el estaba muy cansado y cayo en un sueño profundo, así que solo le acaricie los testículos y el pene por un rato, pero el no reacciono como se debe, en lugar de molestarme pues yo quería que me correspondiera como mi hombre, lo comprendí pues había sido un largo viaje desde Atlanta.
A la mañana siguiente que se despertó escucho que me estaba bañando, sin hacer ruido se metió conmigo en la regadera, su pene estaba ya erecto, lo sentí muy deliciosamente en medio de mis pompis. Agarrándome por detrás me empezó a decirme cosas muy obscenas, tales como : eres mia, te voy a coger deliciosamente y demás, al oírlo me puse muy caliente. Le pedí que lo hiciéramos en la cama de la recamara, me obedeció y en la orilla de la cama me coloque del estilo perrito, Julio se posiciono detrás mio me penetro de la misma forma que siempre lo hace, sus testículos estaban muy ardientes, los sentí al chocar en mi pelvis, mis labios vaginales estaban muy humedecidos, de mi vagina emergía un liquido viscoso, estaba más que caliente. Julio sabia mover su pene dentro de mi vagina, esto hizo que me viniera entre 6 y 7 veces sin que el hiciera lo mismo. Julio se detuvo por completo, ya no me penetro, sacándome el pene de julio me acosté por completo en la cama, mi esposo sabia que eso era indicio de que ya me había satisfecho. Pasaron algo así como 2 minutos y me incorpore dándome la vuelta quedando boca arriba de la cama, era el turno de eyacular de julio. Ya que repose Julio se puso en medio de mis piernas, su penen comenzó a cogerme. Julio manipulaba mis pezones, los mordía, los chupaba y mamaba deliciosamente. Por lapsos me recordaba a la vez que lo hice con Juan, mi esposo era muy bueno para cogerme, lo sabe hacer delicioso, además que al venirse era muy abundante, pues al caminar su semen me salía de la vagina y me llegaba hasta los tobillos. Julio al sentirse que se estaba viniendo saco su pene de mi vagina y me vacio su semen en la cara y en los senos, lo ultimo que le salió quedo ahí en mis vellos púbicos. Julio se desplomo encima de mi cansado después de haber cogido a su esposa.
Después de haberme bañado de nueva cuenta y que Julio se dio un baño nos fuimos al funeral de su tio. Como su familia es muy unida y demás el se fue con su tía y estuvo llorando un rato con ella, yo aproveche y me fui a la cafetería a tomar un café. Me senté en un sillón cómodo y revise que había varios mensajes de Juan. En ellos me decía que me extrañaba y que quería verme para volver a tener un encuentro como el de aquella vez. Yo le conteste que ese día no se iba a poder porque estaba en la funeraria acompañando a mi esposo. El me pidió disculpas y que cuando tuviese algo de tiempo le avisara para platicar un buen rato. El proceso funerario se llevo por completo, se llevaron a su tio al crematorio y la familia se reunió en nuestra casa para hacer una oración para este señor.
La familia de Julio se retiro temprano, mientras que Julio y yo nos quedamos en la sala, el se sento en el sillón doble, me sente a su lado y el comenzó a llorar, a su mente le vinieron muchos recuerdos de su tio, lo console como se debe, como es el labor de mujer. Nos retiramos a la cama como a eso de las 11 de la noche. Juan se quedo profundamente dormido, esta vez no lo iba a despertar par que me cogiera, esta vez si lo dejaría dormir como un angelito. Yo me fui a darme una ducha, me gusta hacerlo pues me calma un poco el ansia de sexo, es un buen relajante. Me despoje de la pantaleta y el sujetador, mis manos tocaron mis vellos púbicos, sentí delicioso pasarme los dedos en medio de mis labios vaginales. Entre a la regadera, el agua tibia recorría mi cuerpo, la sentí deliciosa, como caia por mi cabeza y bajaba por mi cuerpo. Mis pezones estaba paraditos, los presione un poco, me gusto, me sentí muy erotica, se activo la mujer que hay dentro de mi, el agua era como las manos de un hombre que tocaba mi piel centímetro a centímetro, era simplemente orgásmico. Tome un poco de jabon y lo pase por mis vellos púbicos, ahí de plano me abandone al placer que me daba pasar mis manos por mis labios externos, el clítoris y demás partes de mi anatomía femenina. Con mis ojos cerrados imaginaba quienes me estaban acariciando eran mis hombres, Julio mi marido y Juan mi amante, la imagen era de ellos con sus penes erectos, acariciándome ansiosos por penetrarme, con sus testículos hinchados de semen listo para eyacular dentro de mi. Ya habían sido mas de 10 orgasmos los que me había provocado al estar acariciando mi intimidad., estaba mas que satisfecha con esta masturbación, pero una voz me hizo estremecerme: “ahora deja que te meta la mia”, era julio que estaba parado en la entrada del baño, por error la había dejado abierta.
Estaba ya desnudo con su pene erecto, se acerco a mi y con fuerza me dio la media vuelta, me recargue en la pared de la regadera, Julio aprovecho para embestirme con una fuerza que no lo conocía, estaba como loco, me estaba penetrando muy fuerte, sentía como su pene entraba cada vez más profundo en mi vagina, incluso sentí como topaba con algo alla adentro. Por poco despertábamos a la niña que estaba dormida en el cuarto contiguo, pero no nos importaba a pesar de la cantidad de ruido que estábamos haciendo, jadeaba bastante, el también estaba jadeando, además que me insultaba que yo era una puta , su puta a quien podría coger a su antojo las veces que el deseaba y cuando el deseara hacerlo, además de otras cosas ofensivas y calientes que me dijo. Julio eyaculo en mis adentros, fue algo tan intenso y tan abundante que me diran mentirosa, pero los testículos de Julio se hicieron mas pequeños al terminar de eyacular.
Al dia siguiente se fue Julio con la niña y sus familiares a un pueblito a visitar a unos parientes, así como a darles la noticia del tio de mi esposo. Yo no quise acompañarlos porque a mi los viajes largos memarean y hacen que me sienta mal, Julio me rogo que me quedara pues iban muchas personas y comprendió lo que me sucede cada vez que hacemos un viaje largo. Aproveche para hacer mis quehaceres del dia a dia, lavar, trapear, acomodar y demás csas que hago todos los días en la casa. Estaba acomodando una ropa en mi recamara cuando entro una llamada a mi celular, si ya saben quién es: Juan. En la llamada me rogaba que nos viéramos, pues tenia muchas ganas de cogerme, que ya se había cansado de pensar que cada noche lo hice con Julio ahora que regreso. Me pregunto si lo había hecho con mi esposo, le conteste la verdad, para que negarle que mi esposo me había cogido. El se molesto un poco, pero comprendió que era normal que lo hiciera con el. No me gusta que me rueguen las cosas, porque no soy alguien que lo merezca. Cedi verlo pero que fuese algo rápido, pues Julio estaba en la ciudad y no desearía que me atrapara con el en la cama.
Juan llego con la intensión directa de cogerme, en la recamara se desnudo con mucha prisa, pero su pene estaba flácido, me sugirió mamárselo, me hinque y lo metí en mi boca, se lo lamí, lo bese y acaricie sus testículos, el pene de Juan se erecto de inmediato, pero yo no estaba prendida para coger, saque su pene de mi boca, el me quería penetrar, pero al sentarme en la cama le comente que no estaba tan prendida para hacerlo con el. Juan pensó que era culpa de el, le respondi que no, que dos días seguidos lo había hecho con Julio y eso me había bastado para no tener tantas ganas de hacerlo. De ´pronto Juan se dio un giro y me avento a la cama, me acosto por completo en la cama, abrió mis piernas y me comenzó a hacer sexo oral. Su lengua paso por mis labios vaginales, les dio unas ligeras mordidas, su índice toqueteo mi clítoris y lo comenzó a mover de lado a lado, cada vez mas fuerte , en eso metió un dedo en mi vagina, esto prendió mis ganas de hacerlo, su dedo invasor estaba provocándome placer, pues había tocado algo sensible alla adentro, en un momento metió un segundo dedo, Juan los metia y sacaba mas rápido cada vez, ya me había mojado y tenido un orgasmo gracias a esa penetración de dedos.
Me entregue al palcer de manera completa, no sabia de mi, menos que el bribon de Juan me habi humedecido el ano con una crema que el traia con la firme intensión de metérmela analmente. Juan estaba haciendo un extraordinario trabajo, en mi vagina su mano derecha estaba masturbándome y con la mano izquierda lubricaba mi ano. Pasaron algunos minutos, juan me incorporo y me coloque de perrito, en eso dijo : “te la meteré por el culo” , no reaccione ante esas palabras, pues estaba inmersa en el placer.
Al ponerse detrás de mi me puso su pene en mi ano, sentí un dolor terrible pues habían sido pocas las veces que lo había hecho con Julio pues a el no le gusta así de esa manera. El pene de Juan se metió en mi poco a poco, mi esfínter anal se iba dilatando cada centímetro del pene de Juan, fue algo doloroso, no lo niego, me sentí muy adolorida del ano, pero fue disminuyendo poco a poco el dolor e incrementando el placer. Al entrar su pene en mi ano se detuvo por completo, su pene ya estaba dentro de mi ano, no había quedado nada afuera de el, todo su pene estaba dentro de mi. No hizo ningún movimiento, se quedo quieto, solo fue un momento, lentamente lo hizo un poco para atrás y luego adelante, así se movio unos momentos. Ya que mi ano se acostumbro a su pene lo comenzó a mover mas fuerte, el que me moviera de adelante a tras hizo que mis senos rozaran con la sabana de la cama, juan me agarro de las caderas y me jalaba hacia el desesperadamente, quería vaciarse pronto en mi ano, clavando sus uñas en mis nalgas y tembloroso de su cuerpo se vino en mi ano. Juan estaba dando las ultimas convulsiones de su pene en mi ano yo estaba mas que satisfecha, llena de leche y con el ano destrozado.
Juan se retiro de la casa y me dijo estas palabras: “se que tu marido lo querra hacer hoy en la noche, no se lo permitas y si lo haces con el recuerda como te lo he hecho yo”-