lotoxs
Bovino maduro
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Hacer el amor sobre él es una de las posiciones eróticas favoritas de las mujeres, ya que pueden ver el rostro del hombre totalmente complacido, sonriente, excitado y disfrutando del placer al máximo; al mismo tiempo que ellas llegan al éxtasis
Debo decir que soy un gran jinete. Me encanta montar y cabalgar con el cabello al aire como buena vaquerita que soy. Años de experiencia me han hecho un reconocido jinete en el ámbito cuáquero. Y he montado todo tipo de sementales, pero, ya lo saben, no tengo ni qué repetirlo, me gustan y prefiero siempre los más grandes... Preferiré siempre los retos.
Hacer el amor sobre él. Las mujeres arriba teniendo sexo. Sólo de nombrarlo, pensarlo, recordarlo¡ mmmm! Ahora mismo quisiera dar gala de mis dotes vaqueras, pero dejaría botado este texto y ustedes jamás me lo perdonarían. La cabalgata puede esperar. ¿Se dan cuenta de los sacrificios que hago por ustedes mis queridos lectores?
Debo decir que estar arriba es una de mis posiciones sexuales favoritas por muchas razones, que ya revelaré una a una. Por suerte no soy la única en este rodeo. De otras también lo es, pero aunque pocas lo dicen, muchas todavía ni siquiera se atreven (por más sencilla e inofensiva que parezca) a probarla. No sé por qué. Yo simplemente no podría. ¿Sexo sin cabalgar al menos una vez en toda la faena? Ni de broma.
Y creo que no soy tan mala en ese tema. Ver el rostro de mi hombre totalmente complacido, sonriente y disfrutando del placer al máximo, mientras sabe lo mucho que me gusta y cómo me muevo para él, pero buscando mi propio placer, mis puntos clave para tener un orgasmo, no tiene precio. Saber que él me mira y disfruta la vista del cuerpo que tiene frente a sí y usa sus manos para tocarme, me excita de sobremanera.
También debo decir que ésta es la posición más fácil a través de la cual tengo una eyaculación. La profundidad, tocar el punto G, friccionar el clítoris, más lo que él hace con sus manos, me llevan al cielo siempre.
Al resto de las mujeres, les gusta por lo mismo que a mí. Estoy segura, me lo han dicho: puedes controlar tus movimientos, lo tienes a él allí inerme ante ti, a expensas tuyo, puedes friccionar tu clítoris sobre su pubis tanto como desees para tener un orgasmo clitoridiano y al mismo tiempo rozar con su pene erecto tu punto G. Además, con ella arriba, él puede abrir su trasero con ambas manos para excitarla más y tratar de introducir un dedo juguetón en el ano. ¿Hay algo más que pedirle a la vida? ¿A la diosa Afrodita? No creo.
¿Qué uno se cansa de tener esta cabalgata en vagina? No te preocupes, siempre hay una puerta trasera y abatible que puede usarse en esa misma posición. Diez veces más sensaciones, cien veces más sensible, puerta de atrás, misma postura. Y con el clítoris friccionándose en esta posición, uno puede enloquecer de placer.
Uno, con tantas sensaciones ocurriendo al mismo tiempo, puede perder fácilmente la razón. Bajarse de la silla de montar y preguntarle al testigo más cercano (léase, el hombre del cual uno se ha bajado) qué es lo que pasó. Yo, en particular, adoro sentir su pene en lo más profundo de mi vagina y sentir cómo va hinchándose al interior mío, poniéndose cada vez más erecto. Apenas el aire cabe allí. ¡No sé cómo el pene no muere de asfixia!
Luego, dejar entrar y salir, subir y bajar, montar y luego cabalgar con ritmo como la experta jinete que se es hasta lograr el orgasmo. Yo soy especialmente salvaje cuando de sexo se trata, ya lo saben. Y a mí en lo particular me encanta moverme con rapidez, de atrás hacia delante, para sentir el golpeteo del pene dentro y con fuerza.
Para muchas mujeres esto resulta imposible pues son más sensibles que otras, y pueden sentir dolor. Sin embargo, si superan un poco la sensibilidad, intentar la rapidez en esta posición es el paraíso. Sólo hay que tener cuidado de no ir demasiado fuerte o rápido porque habría riesgo de lastimarlo a él si de pronto el pene se sale. ¡Auch! A ambos les dolerá, pero la práctica hace al maestro y nunca es tarde para comenzar.
Otras veces, se puede jugar a hacer círculos con el pene en la vagina. Esto resulta divertido y diferente. Para ello hay que hacer cierto movimiento de caderas y trasero que a los hombres les encanta. Otra variante de ésta penetración es introducir apenas un poco de la punta del pene o glande en la vagina, mientras la mujer se levanta un poco en cuclillas sobre la cama, y sube y baja, para darle a él sensaciones verdaderamente placenteras.
Otro consejo que no está de más es que esta posición es mejor hacerla en la cama o en alguna superficie acolchonada, pues si lo hacen en el suelo, las rodillas de ella pueden tener severos hematomas al día siguiente. Yo, debo admitir, en ocasiones donde se da la situación, y el piso es la única opción, no escatimo en montar con fuerza, aun amanezca con las rodillas moreteadas.
Una postura llamada "clip" es que ella coloque las manos detrás (entre las piernas de él) y se balanceé hacia delante. Esta postura es más lenta pero el pene está en contacto entero con el punto G y ella puede sentir mucho placer. Sólo tengan cuidado de que ella no vaya muy atrás, pues el pene podrá salirse y hacer un efecto como de liga altamente doloroso para él.
La otra variante de ellas arriba es la posición llamada "tarántula" en la que él se levanta hasta quedar sentado y ella está sobre el sin estar del todo sentada sino más bien echada para atrás y con las piernas flexionadas a la altura de los brazos de él. Ésta también está hecha para un movimiento más lento pero ofrece la posibilidad de estar más cerca del rostro de él, besarse, mirarse de frente y tener otros juegos y sensaciones.
¡Atención chicos! Un consejo para ustedes: no dejen de usar las manos. Ellas podrán hacer la mayor parte del trabajo mientras están arriba, pero ellos no pueden dormirse en sus laureles. Tóquenlas, díganle lo mismo palabras tiernas que "sucias", toquen su trasero, denle pequeñas palmaditas (tantas como ella soporte y si es que le gustan) y con un dedo muy bien lubricado, mientras ella está arriba, en pleno momento del climax, introdúzcanlo poco a poco en su ano. El placer será indecible. Lo demás se improvisa. Cabalgar no tiene mayor ciencia que dejarse llevar por las sensaciones, y tener el ritmo que el mismo movimiento indica para sentirse libre en las alturas.
¿A ustedes chicas por qué les gusta estar arriba? ¿Tienen más orgasmos así? ¿A ustedes, chicos, qué les gusta de esta posición? ¿Cómo ser un buen jinete sexual?