Cabo Hicks
Bovino de la familia
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En medio de la caótica turbulencia, Bielsa le preguntó al exguardameta guaraní:
- Chilavert, ¿usted es feliz?
“Era domingo después de la siesta (el partido se jugaba el lunes). Yo estaba en el pasillo, jugando con un Pacman y se me acercó Bielsa. Me miró y me preguntó si tenía ganas de jugar, si estaba ansioso porque llegara el momento. Yo, a todo esto, seguía jugando, hasta que de pronto me dice:
Pará, mírame, te estoy hablando
Dejé de jugar y le contesté:
– Tranquilo, profe, ¿qué pasa?
Me vuelve a mirar fijamente y me pregunta:
– ¿Qué daría usted por ganar este clásico?
– Todo, absolutamente todo, soy capaz de trabar con la cabeza.
No le satisfizo la respuesta y me dijo:
– Más, hay que dar más
– ¿Algo más? ¿Le parece poco?
Fue entonces que me mostró la mano y me dijo:
– Si me aseguran ganar, me dejo cortar este dedo.
En su etapa como técnico del Olympique de Marsella, se le hizo costumbre sentarse a mirar los partidos arriba de una heladera, bien pegado a la cancha, para observar de más cerca a las jugadas y al desempeño de su equipo. Los hinchas del equipo francés comenzaron a comprar el artefacto y a imitar al excéntrico técnico, subiendo distintas fotos y videos a las redes sociales que rápidamente se viralizaron.
De El Loco también cuentan que una vez, durante una concentración, paró a un jugador en el pasillo y le preguntó: “¿Qué compañero suyo debe marcar a tal, en los centros desde la derecha?”
En sus comienzos como entrenador, a Marcelo Bielsa le aconsejaron que buscara jóvenes promesas que reunan varias condiciones. El Loco dividió a la Argentina en 70 partes, las cuales recorrió en coche. A cada pueblo o ciudad que llegaba consultaba a la gente por el "buen jugador" y lo fichaba, a cualquier hora y en cualquier momento. Así fue como puso los ojos en Mauricio Pochettino, de por entonces 13 años, a las ¡3 de la madrugada!. El actual entrenador del Tottenham de la Premier League inglesa debutó en el primer equipo de Newell's a los 16 años.
Norberto Scoponi, exarquero e ícono de Newell's Old Boys entre 1979 y 1994, fue dirigido por Bielsa. En una ocasión, Scoponi contó que fue abucheado continuamente por el público leproso durante un partido, ya que el guardameta tiraba todos los saques de arco para afuera. Insólitamente, la acción era pedida por el mismo Marcelo Bielsa, quien había calculado que con el saque de costado del rival, el club rosarino podía recuperar más rápido la pelota.
Durante una conferencia de prensa, le preguntaron a El Loco por los jugadores de el Lens, por lo que Bielsa comenzó a describir el estilo de juego de dicho equipo y destacó algunos números: "20, 21, 14 y 23". ¿Por qué los decía por números y no por los nombres de los jugadores? "Conozco los nombres pero no los pronuncio bien y me alejo del ridículo" contestó el técnico rosarino.
Bielsa nunca aprendió a hablar francés, pese a haber dirigido por un año al Olympique de Marsella. Por esta razón debió ser acompañado por un traductor durante todas sus conferencias de prensa. Con el tiempo, los traductores fueron cambiando, hasta que Fabrice Olszewski se mantuvo en el puesto. Este muchacho tuvo la difícil tarea de traducir las interminables frases de El Loco.
No se define si es timidez, humildad o locura, pero el entrenador ha llegado a dar una conferencia de prensa de 30 minutos de duración sin levantar la vista para mirar a los periodistas franceses. "Cuando levante la vista del libro de francés, la cruzaré con ustedes" dijo el técnico de 60 años.
Se dice que durante su época de entrenador de la Selección Argentina, El Loco no manejaba su vehículo: el iba en el auto viendo videos de jugadas, analizando jugadores y observando tácticas de equipos rivales.
Como si fuera poco, y para cerrar este abanico de anécdotas desopilantes que tienen como protagonista a El Loco, en Rosario hay un mito que dice que en 1992, en una oportunidad y motivados por una importante goleada en contra, propinada por San Lorenzo, un grupo de barras bravas de Newell' Old Boys fueron a increpar a Bielsa, por entonces técnico de La Lepra, a su casa, con el fin de recriminarle la derrota del equipo en la Copa Libertadores. El entrenador de 37 años respondió ante la agresividad de los hinchas con una actitud furiosa y empuñando ¡una granada! en su mano derecha y gritando “Si no se van ahora mismo, los hago explotar a todos!", entre otras frases irreproducibles. Ante la colérica reacción de Bielsa, el grupo de indignados, que en un principio fueron envalentonados, corrieron despavoridos mientras El Loco los corrió por varias cuadras.