villano360
Becerro
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Se dice que la X’tabay vive en los ceibos frondosos, en los árboles de pochote o en los cactus en forma de cruz.
Es una mestiza hermosa de cabello largo que se posa en las noches, bajo las ramas de un árbol de ceibo, con un peine de espinas en la mano peina su larga cabellera, mientras entona una canción en espera de alguna víctima.
Los que han tenido la mala fortuna de toparse con ella han vivido minutos u horas de terror, esa mestiza es muy mala atrae a los hombres con sus encantos, sobre todo a los borrachitos que alegres y bullangueros pasan cerca de ella.
Los borrachos al mirar a aquella mestiza se ponen muy conquistadores, corren a su encuentro sin medir las consecuencias, pues no se ponen a pensar que a tales horas de la media noche ni una mujer decente puede estar en la calle, mucho menos a un lado del monte a menos que se trate de un espanto.
La mestiza con su vestido largo corre para que el borracho la persiga, pero por el estado de embriaguez no se da cuenta que esa mujer no pisa el suelo sino que flota en el aire.
Cuando llega al centro del monte junto a una enorme nopalera se detiene la mestiza, con la mano invita al borrachito a acercarse a ella, el desvelado pensando que ya está lista su conquista, corre lanzándose a sus brazos.
Pero sorpresa, cuando quiere abrazarla, esta mestiza de singular belleza, se convierte en espanto, le sale la cabeza de dragón y cuerpo de serpiente con los brazos llenos de espinas.
Cuando el borrachito reacciona, ya es demasiado tarde, aquel espanto de la media noche se ha convertido en X’tabay con una fuerza descomunal lo arroja sobre las nopaleras. Pobre hombre entre dolores y llanto vuelve a la realidad, mientras la mujer espanto regresa a su árbol en espera de su siguiente víctima.
Muy pocos se han salvado y los que lo han logrado quedan completamente locos.
Esta Leyenda Maya es completamente verídica ocurrió en el pueblo de Cuzamá, Yucatán, en donde don Fausto Cauich lo vivió en carne propia. Logró salvarse de las rede de la X’tabay corriendo por su vida.
:eolo:
Es una mestiza hermosa de cabello largo que se posa en las noches, bajo las ramas de un árbol de ceibo, con un peine de espinas en la mano peina su larga cabellera, mientras entona una canción en espera de alguna víctima.
Los que han tenido la mala fortuna de toparse con ella han vivido minutos u horas de terror, esa mestiza es muy mala atrae a los hombres con sus encantos, sobre todo a los borrachitos que alegres y bullangueros pasan cerca de ella.
Los borrachos al mirar a aquella mestiza se ponen muy conquistadores, corren a su encuentro sin medir las consecuencias, pues no se ponen a pensar que a tales horas de la media noche ni una mujer decente puede estar en la calle, mucho menos a un lado del monte a menos que se trate de un espanto.
La mestiza con su vestido largo corre para que el borracho la persiga, pero por el estado de embriaguez no se da cuenta que esa mujer no pisa el suelo sino que flota en el aire.
Cuando llega al centro del monte junto a una enorme nopalera se detiene la mestiza, con la mano invita al borrachito a acercarse a ella, el desvelado pensando que ya está lista su conquista, corre lanzándose a sus brazos.
Pero sorpresa, cuando quiere abrazarla, esta mestiza de singular belleza, se convierte en espanto, le sale la cabeza de dragón y cuerpo de serpiente con los brazos llenos de espinas.
Cuando el borrachito reacciona, ya es demasiado tarde, aquel espanto de la media noche se ha convertido en X’tabay con una fuerza descomunal lo arroja sobre las nopaleras. Pobre hombre entre dolores y llanto vuelve a la realidad, mientras la mujer espanto regresa a su árbol en espera de su siguiente víctima.
Muy pocos se han salvado y los que lo han logrado quedan completamente locos.
Esta Leyenda Maya es completamente verídica ocurrió en el pueblo de Cuzamá, Yucatán, en donde don Fausto Cauich lo vivió en carne propia. Logró salvarse de las rede de la X’tabay corriendo por su vida.
:eolo: