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- #1
Que tal bakunos esta vez traigo un relato corto pero interesante, la verdad no sé cómo paso pero lo disfrute. Todo empezó cuando decidí darme un fin de semana de descanso, me organice un un viaje a un pueblito cercano a la playa para desestresarme un poco del trabajo.
Me hospede en un hotelito barato, ese día tome un par de cervezas y regrese a descansar. Al día siguiente me levante muy temprano y salí a caminar por las calles, después de un par de horas me dio mucha hambre así que busque un buen lugar para calmarla. Aquí es donde empieza lo interesante.
Entre en una bonita fonda la cual estaba vacía y noto que la dependienta es una muñeca como de 24 años, morena de ojos grandes, más o menos de 1.60m de estatura, delgada, una chica muy guapa. Al verme entrar ella dice:
-Hola, buen día, pasa.
-Hola.
-No eres de por aquí, cierto?
-Acertaste, estoy de vacaciones.
-Bueno en que puedo ayudarte?
-Pues… que es lo más rico que tienes?
-El culo, gustas probarlo?
Wow! En verdad me quede pendejo por su respuesta, no sabía si había escuchado mal o si ella lo había dicho enserio, después de unos cuantos segundos me di cuenta que en ese lugar nadie me conocía así que no tenía nada que perder y decidí entrarle al juego.
-Pues depende de cuánto cuesta…
Increíblemente ella hablaba enserio.
-Por que no lo pruebas y si te gusta lo pagas y si no la casa invita.
Ella salió de detrás de la barra que nos separaba y sin preguntar nada más se abalanzo sobre mí, su boca se topó con la mía y su mano izquierda encontró el camino hacia mi pantalón. No había duda de que esta chica era una putita y como dice el dicho “a quien le dan pan que llore”. Así que metí mi mano debajo de su faldita azul para tocar su caliente panocha, ella no me detuvo, por el contrario se notaba ansiosa por que lo hiciera. Yo sobaba su concha por encima de su ropa interior y ella me besaba con más fuerza y pasión, cual sería mi sorpresa cuando decidí darle un poco más de placer con mis dedos dentro de su vulva; la chica traía ensartado un vibrador de esos diminutos tipo bala, ahora entendía la calentura que la morena se cargaba.
Me cachondeo saber que le excitaba masturbarse mientras atendía a los clientes, seguro que estaba ansiosa de tener una verga que la saciara, afortunadamente la mía fue la primera en cruzar su puerta aquella mañana.
Ella sonrió con malicia cuando mis dedos descubrieron su juguete, deje que lo disfrutara un poco más y me dedique a masajear su excitado clítoris, ella se retorcía de placer y me mordía el cuello. Instantes después sentí como como las paredes de su coño comenzaron a contraerse y por mis dedos escurrió su caliente jugo, ella terminó su delicioso orgasmo con un suspiro en mi oreja.
-Uh! papi que rico me hiciste venir, ven ahora me toca jugar a mí.
Afortunadamente no habíamos acabado aún pues no quería retirarme caliente de aquel lugar. Me sacó la verga del pantalón, se arrodilló y comenzó a mamarla con unas ganas frenéticas.
-Mmm! Tienes una verga riquísima, me podría pasar todo el día mamándotela.
-Y espera a que te folle, no te la vas a querer sacar.
-Uh! enserio follas tan rico?
-Por que no lo compruebas tu misma.
-No todavía no, primero quiero probar tu semen caliente.
Esta putita me chupaba la verga como una profesional de película porno así que no tarde mucho en venirme en su boca.
-Uh! que rica esta tu leche.
Ella se la trago toda sin gesto alguno, la excitación de aquel encuentro mantuvo mi verga erguida lista para el segundo round.
-Ven ahora me toca probar a mí.
La tome de la cintura y la senté sobre la barra, le arranque las bragas y abriéndole las piernas me dispuse a lengüetear aquella panochita rasuradita y mojada. Mi lengua comenzó a hacer su trabajo recorriendo sus labios, su clítoris y penetrándola hasta sentir el vibrador que aún tenía ensartado. Ella estaba gustosa y súper caliente, gemía de placer, de pronto se desabotono la blusa y se sacó las tetas, las empezó a tocar hasta que no pudo más y me pidió la verga a gritos.
-Uh! ya métemela, pícame, cógeme.
Escucharla suplicar por mi verga me cachondeo más así que la hice sufrir un rato.
-Que quieres putita?
-Que me folles cabrón, que me cojas.
-No te escucho…
-Méteme tu verga papi por favor.
Le quite el vibrador, la baje de la barra y recargándola contra ella se la deje ir toda completita de un jalón, solo escuche un suspiro apagado y de nuevo sentí como se estremecían las paredes de su panocha, se estaba viniendo por segunda vez, yo la bombeaba con un ritmo acelerado estaba demasiado caliente y quería llenar aquella cueva antes de que se extinguiera el furor de su orgasmo.
-Eres un cabrón follas delicioso, sabes bien como mover esa polla. Dale papi, dale que me vengo otra vez…aaah!
Con su tercera venida termine yo también…
-Wow! Eres una puta bien hecha. Me encantó, creo que me saldrá cara la comida no?
-No creo que te haya gustado más que a mí, esta ocasión la casa invita y lárgate porque mi novio está por llegar.
-Ok pero este me lo quedo yo…
Tome su calzoncito y me lo embolse, se acomodó la ropa y andes de que ella pudiera reclamarme el suvenir la puerta de la entrada se abrió, era el cornudo de su novio, la saludo y después se dirigió a mí.
-Buenas tardes, ya lo atienden?
-Si gracias ya estoy por irme.
-Y que le pareció la comida?
-Deliciosa y el servicio excelente, espero regresar pronto…
No supe su nombre o su edad, pero esa tarde mi viaje había valido la pena. Y por cierto el culo si lo tenía muy rico.
Me hospede en un hotelito barato, ese día tome un par de cervezas y regrese a descansar. Al día siguiente me levante muy temprano y salí a caminar por las calles, después de un par de horas me dio mucha hambre así que busque un buen lugar para calmarla. Aquí es donde empieza lo interesante.
Entre en una bonita fonda la cual estaba vacía y noto que la dependienta es una muñeca como de 24 años, morena de ojos grandes, más o menos de 1.60m de estatura, delgada, una chica muy guapa. Al verme entrar ella dice:
-Hola, buen día, pasa.
-Hola.
-No eres de por aquí, cierto?
-Acertaste, estoy de vacaciones.
-Bueno en que puedo ayudarte?
-Pues… que es lo más rico que tienes?
-El culo, gustas probarlo?
Wow! En verdad me quede pendejo por su respuesta, no sabía si había escuchado mal o si ella lo había dicho enserio, después de unos cuantos segundos me di cuenta que en ese lugar nadie me conocía así que no tenía nada que perder y decidí entrarle al juego.
-Pues depende de cuánto cuesta…
Increíblemente ella hablaba enserio.
-Por que no lo pruebas y si te gusta lo pagas y si no la casa invita.
Ella salió de detrás de la barra que nos separaba y sin preguntar nada más se abalanzo sobre mí, su boca se topó con la mía y su mano izquierda encontró el camino hacia mi pantalón. No había duda de que esta chica era una putita y como dice el dicho “a quien le dan pan que llore”. Así que metí mi mano debajo de su faldita azul para tocar su caliente panocha, ella no me detuvo, por el contrario se notaba ansiosa por que lo hiciera. Yo sobaba su concha por encima de su ropa interior y ella me besaba con más fuerza y pasión, cual sería mi sorpresa cuando decidí darle un poco más de placer con mis dedos dentro de su vulva; la chica traía ensartado un vibrador de esos diminutos tipo bala, ahora entendía la calentura que la morena se cargaba.
Me cachondeo saber que le excitaba masturbarse mientras atendía a los clientes, seguro que estaba ansiosa de tener una verga que la saciara, afortunadamente la mía fue la primera en cruzar su puerta aquella mañana.
Ella sonrió con malicia cuando mis dedos descubrieron su juguete, deje que lo disfrutara un poco más y me dedique a masajear su excitado clítoris, ella se retorcía de placer y me mordía el cuello. Instantes después sentí como como las paredes de su coño comenzaron a contraerse y por mis dedos escurrió su caliente jugo, ella terminó su delicioso orgasmo con un suspiro en mi oreja.
-Uh! papi que rico me hiciste venir, ven ahora me toca jugar a mí.
Afortunadamente no habíamos acabado aún pues no quería retirarme caliente de aquel lugar. Me sacó la verga del pantalón, se arrodilló y comenzó a mamarla con unas ganas frenéticas.
-Mmm! Tienes una verga riquísima, me podría pasar todo el día mamándotela.
-Y espera a que te folle, no te la vas a querer sacar.
-Uh! enserio follas tan rico?
-Por que no lo compruebas tu misma.
-No todavía no, primero quiero probar tu semen caliente.
Esta putita me chupaba la verga como una profesional de película porno así que no tarde mucho en venirme en su boca.
-Uh! que rica esta tu leche.
Ella se la trago toda sin gesto alguno, la excitación de aquel encuentro mantuvo mi verga erguida lista para el segundo round.
-Ven ahora me toca probar a mí.
La tome de la cintura y la senté sobre la barra, le arranque las bragas y abriéndole las piernas me dispuse a lengüetear aquella panochita rasuradita y mojada. Mi lengua comenzó a hacer su trabajo recorriendo sus labios, su clítoris y penetrándola hasta sentir el vibrador que aún tenía ensartado. Ella estaba gustosa y súper caliente, gemía de placer, de pronto se desabotono la blusa y se sacó las tetas, las empezó a tocar hasta que no pudo más y me pidió la verga a gritos.
-Uh! ya métemela, pícame, cógeme.
Escucharla suplicar por mi verga me cachondeo más así que la hice sufrir un rato.
-Que quieres putita?
-Que me folles cabrón, que me cojas.
-No te escucho…
-Méteme tu verga papi por favor.
Le quite el vibrador, la baje de la barra y recargándola contra ella se la deje ir toda completita de un jalón, solo escuche un suspiro apagado y de nuevo sentí como se estremecían las paredes de su panocha, se estaba viniendo por segunda vez, yo la bombeaba con un ritmo acelerado estaba demasiado caliente y quería llenar aquella cueva antes de que se extinguiera el furor de su orgasmo.
-Eres un cabrón follas delicioso, sabes bien como mover esa polla. Dale papi, dale que me vengo otra vez…aaah!
Con su tercera venida termine yo también…
-Wow! Eres una puta bien hecha. Me encantó, creo que me saldrá cara la comida no?
-No creo que te haya gustado más que a mí, esta ocasión la casa invita y lárgate porque mi novio está por llegar.
-Ok pero este me lo quedo yo…
Tome su calzoncito y me lo embolse, se acomodó la ropa y andes de que ella pudiera reclamarme el suvenir la puerta de la entrada se abrió, era el cornudo de su novio, la saludo y después se dirigió a mí.
-Buenas tardes, ya lo atienden?
-Si gracias ya estoy por irme.
-Y que le pareció la comida?
-Deliciosa y el servicio excelente, espero regresar pronto…
No supe su nombre o su edad, pero esa tarde mi viaje había valido la pena. Y por cierto el culo si lo tenía muy rico.