Ayrton Senna
Bovino de la familia
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La industria del entretenimiento: derechos de autor, su historia y estado actual
Durante mucho tiempo, EU fue el país visto como punto de referencia en cuanto a avance científico y tecnológico, pues cuenta con una enorme infraestructura para el desarollo científico y tecnológico, muchas de las que se consideran las mejores universidades del mundo radican en ese país, así como algunos de los más importantes centros de investigación. Es fácil pensar que la industria estadounidense, que cuenta con el apoyo de toda esta infraestructura, la explote fácilmente.
Una industria en declive
La otrora enorme industria estadunidense de producción de bienes que hicieran más fácil y cómoda la vida a los ciudadanos, parecía estar en decadencia. Los estadounidenses se dieron cuenta que productos de compañías foráneas eran igual o mejores que los productos estadounidenses. Fue así que compañías como Sony o Toyota se hicieron de la reputación que hoy gozan. Tan amantes de las cosas de gran tamaño los estadunidenses encontraban muy adecuada a su forma de vida los autos producidos por su industria local con grandes motores y de gran espacio tanto interior como exterior que, comparados con las opciones europeas, parecían dar más por menos dinero. La crisis petrolera de inicios de los 70 le dio un duro golpe a esta industria pues además coincidió con un gran cambio en las políticas ambientales que pretendían reducir las emisiones contaminantes especialmente abundantes en los autos originarios de EU. La gente se vio de pronto en la necesidad de deshacerse de sus pesados y contaminantes vehículos y encontró una opción en los pequeños autos japoneses. Las cosas fueron cambiando con el tiempo, el precio y la producción del petróleo se estabilizaron, pero los fabricantes japoneses no se quedaron dormidos en sus laureles y se adaptaron a los nuevos cambios, haciendo crecer sus modelos para hacerlos al gusto del público estadounidense.
En el ámbito de la tecnología y en un corto lapso de tiempo, las compañías estadunidenses que habían sido pioneras en nuevas áreas de la tecnología como la telefonía celular -incluida la empresa pionera de esteramo, la estadunidense Motorola- fueron incapaces de seguirle el paso a marcas como Nokia, Ericsson,LG y Samsung como lo podemos consultar en un reporte de Bloomberg.com
Algo similar le pasó a IBM, que dominaba el mercado de computadoras que en aquel entonces era exclusivo para empresas e instituciones y que al ver el despegue de la industria del cómputo personal, decidió incursionar creando toda una plataforma que paradójicamente es la causa de su éxito y fracaso en ese ámbito. Hoy existen fabricantes de todos lados del mundo, muchos de ellos estadunidenses y algunos muy exitosos, sin embargo y aunque los componentes más básicos e importantes como procesadores y chips de video son obra de marcas estadunidenses, las tarjetas electrónicas que conforman al conjunto que llamamos computadoras son ensambladas en otros países. Y es que los grandes fabricantes de EU se dieron cuenta que el obrero de su país bien calificado exigía mucho en cuanto a las condiciones de su paga y de condiciones laborales. La solución que estas empresas tomaron fue trasladar la industria de la manufactura a países principalmente de Asia oriental, principalmente China, que con una gran oferta de mano de obra barata y pocas exigencias para las condiciones laborales de sus trabajadores, podían fabricar casi cualquier cosa en corto tiempo y con las medidas necesarias, con la calidad que las empresas requerían. Al mismo tiempo, el final de la guerra fría trajo consigo una nueva generación de jóvenes que ya no deseaban estudiar carreras largas y complicadas como las profesiones enfocadas a la ciencia y la tecnología, sino que buscaban carreras menos complicadas como las ciencias sociales y las enfocadas a la economía. Ante esto, las grandes universidades estadunidenses podían ofrecer mayores oportunidades a extranjeros que sí estuvieran interesados en carreras científico-tecnológicas. Es por ello que en los mas recientes trabajos de investigación de las prestigiadas instituciones estadunidenses es común encontrar apellidos no sajones si no principalmente chinos.
Proteccionismo hacia la industria nacional
Ante esta situación, EU se quedó con pocas industrias realmente fuertes. Si bien en materia de autos los japoneses dominaban el mercado estadunidense, el gusto por el tamaño del público de ese país hizo que el ramo de las camionetas, es decir, pick-ups, SUVs y demás variantes, comenzara a crecer, lo que fue aprovechado por los fabricantes estadunidenses. El gobierno tenía medidas restrictivas para los autos en materia de seguridad y emisiones contaminantes, sin embargo, para proteger a la industria nacional que era fuerte en el ramo de las camionetas, por lo que se consideró que este tipo de vehículos entraban en una categoría distinta y por lo tanto, las exigencias aplicables para los autos no afectaban a las camionetas.
La crisis de finales de la primera década del siglo XXI debido a las políticas neoliberales que eliminaban restricciones y regulaciones sobre las instituciones financieras afectaron a la industria automotriz de manera que el gobierno tuvo que intervenir para rescatar a Chrysler y GM con recursos públicos.
La otra industria
Existe otra industria estadunidense de la cual siempre habíamos consumido productos, pero que no habíamos tomado en cuenta: la industria del entretenimiento. Esta industria es en EU de una gran relevancia, pues cuando una sociedad tiene un cierto nivel de bienestar, empieza a buscar formas de entretenimiento y hubo gente que aprovechó esta necesidad para forjar una industria desde inicios del siglo XX con el advenimiento de tecnologías que permitían grabar y reproducir música de manera cada vez más fácil y económica así como tecnologías que permitían llevar a la gente historias llevadas de un libreto a la voz e incluso presentarlas de manera visual a las personas, nacía así la industria del entretenimiento. La gente común podía comprar diversos aparatos como radios y fonógrafos que trasladaban sonidos, rompiendo la barrera del espacio e incluso del tiempo que implicaba el asistir a conciertos, por ejemplo. Pero los aparatos por sí mismos son inútiles si no se produce material para que el público pueda consumir. Empezaron a aparecer estaciones de radio, así como compañías disqueras, que permitían a las personas llevar la música a sus hogares. Igualmente, el cine marcó una revolución al mostrar historias al gran público que se asombraba de ver en las pantallas a los actores en situaciones que no se podían presentar dentro de un teatro. Con el paso del tiempo, la parte de la industria que producía cine en EU fue conocida como “Hollywood” y fue adoptando poco a poco tecnologías tanto para los efectos como para el sonido y color en la pantalla. Toda esta industria traspasó fronteras y ha llegado a los rincones más insospechados del mundo. Conforme fueron apareciendo nuevas tecnologías llegaron también otras ramas de esta industria del entertenimiento como la televisión. La tecnología en algún punto permitió a las personas ver películas ya no solo en los cines, sino también dentro de sus hogares. Las videocintas abrieron una nueva industria en la que no solo se vendían las películas, sino que podía incluso copiarlas. Lo mismo sucedió con los audiocassettes, que además de permitir llevar a todos lados la música, daban a las personas un medio donde copiar música de otra fuente a un cassete. Esto dio lugar a una nueva forma de lucro que violaba a los derechos de autor y de distribución de las obras. Para la industria del entretenimiento el problema se agravó cuando aparecieron las tecnologías digitales o mejor dicho, cuando estas alcanzaron su madurez. El disco compacto era complicado de fabricar y por lo tanto costoso, pero parecía imposible que los llamados “piratas”, que en esos tiempos producían copias de audiocassettes y videocintas con contenidos protegidos, pudieran realizar copias de una obra almacenada en un disco compacto. Lo mismo pasó con el DVD, al cual se agregaron restricciones en base a la región en la cual se vendía y que impedían que un DVD comprado en una región se pudiera ver en otra región distinta. Sin embargo los discos ópticos digitales como el CD y el DVD encontraron aplicaciones inesperadas en la industria de la computación pues podían almacenar grandes cantidades de información en un espacio muy reducido. Conforme los programas de software y la exigencia de multimedios en la computación fueron creciendo, la industria electrónica desarrolló nuevas tecnologías que permitían al consumidor crear, primero sus propios CDs y posteriormente sus DVDs. Esta misma tecnología podría ser usada en ocasiones, eliminando restricciones de esas tecnologías, para duplicar obras protegidas por derechos de autor.
Los derechos de autor en la era digital
Es cierto que la industria del entretenimiento gasta miles de millones de dólares al año para producir un número relativamente bajo de películas y un número ligeramente más grande de discos musicales y también es cierto que esas personas que invirtieron su dinero tienen, como autores de sus obras, los llamados derechos de autor. Mediante estos derechos, el propietario de la obra vende un medio que contiene a la obra de manera que el consumidor la pueda reproducir en algún aparato, sin embargo, el autor o mejor dicho, el propietario de estos derechos es quien retiene los principales derechos sobre la obra, como decidir cuando alguien la puede reproducir en público, quien puede copiarla y quien puede distribuirla, aunque algunos de estos derechos se limitan mediante otros derechos conocidos como uso justo, que permiten a otros realizar críticas y parodias de dichas obras.
A finales de los años 90, se creó la Digital Millenium Copyright Act, conocida también como DMCA que no es otra cosa mas que un intento de detener la copia de obras protegidas por derecho de autor almacenadas en medios digitales. Los esfeurzos de la DMCA se concentran tanto en implementar medidas tecnológicas en contra del copiado o uso no autorizado de las obras así como propugnar por las penas impuestas a los que violen tales derechos. Mediante ciertas adiciones, la DMCA se fue adaptando a medios cambiantes como la telefonía celular y el internet. Sin embargo, toda ley está sujeta a interpretaciones y por ende, puede ser objeto de abuso por parte de quienes dan su propia interpretación de huecos en las leyes.
Abuso de las leyes de protección a derechos de autor
Con el crecimiento del internet vienieron tecnologías que no sólo permitían la reproducción de multimedios desde internet sino que también permitían al usuario subir sus propios contenidos a algún sitio tanto como para compartirlos como para almacenarlos para un uso posterior. El más popular de estos sitios es YouTube, que permite subir videos a un servidor y hacerlos disponibles para el público de internet. Al poco tiempo de su creación, el sitio se volvió popular y no faltó quien subiera material protegido por derechos de autor, aun con las limitaciones que la página tenía como un límite en la duración de los videos. Las empresas del entretenimiento reaccionaron y cuando detectaban un video que, según su punto de vista, violara los derechos de autor solicitaban a la página su inmediata eliminación del sitio. Sin embargo, las cosas empezaron a llevarse al extremo como en el caso de Stephanie Lenz , que subió a YouTube un video que muestra a sus hijos bailando con música de Prince de fondo. Menos de medio año después de subir el video, Universal Music Group(UMG, por sus siglas) solicitó su eliminación del sitio debido a una presunta violación de los derechos de autor, simplemente por el hecho de que la música de fondo era de su propiedad, sin importar que el sonido fuera de mala calidad. Lenz demandó en una corte a UMG, argumentando un uso justo de la obra y ganó el caso.
Lo relevante de éste caso es que empresas como UMG están dispuestas a realizar terribles abusos con tal defender lo que ellos consideran su propiedad. Irónicamente, pareciera que no solo las obras son de su propiedad. A finales del 2011, el sitio que proveía servicios de almacenamiento en línea, Megaupload, subió a YouTube un video publicitario que presentaba a diversos famosos cantando y hablando sobre las bondades del servicio de almacenamiento de esta empresa. Al poco tiempo, el video fue removido a petición de UMG sin dar razones claras al respecto. La petición carecía aún más de sentido cuando los cantantes ahí presentados firmaron contratos con Megaupload para la realización del video. ¿Será que UMG también es propietaria no sólo de las obras, sino también de los artistas mismos? Resulta curioso que, posterior a una investigación del FBI, Megaupload haya sido hasta ahora el máximo afectado por la decisión de una corte de cerrar el sitio por violación de derechos de autor. Si bien ese sitio era el más grande dedicado al almacenamiento en línea, servicio también conocido como “nube”, hay una gran cantidad de otros sitios que se dedican a lo mismo desde hace un buen rato y es de sobra sabido que dichos sitios se usan para subir contenido con derechos de autor como videos, películas, música y software. ¿Es esto solamente una coincidencia? ¿O acaso alguien habrá movido sus influencias para que el sitio fuera sujeto a escrutinio por parte de las autoridades? O lo que es más importante, ¿vale la pena que las instituciones de justicia de un país usen recursos públicos para defender los derechos de un grupo pequeño de personas, cuando en ese país existen muy graves casos de tráfico de armas y drogas desde y hacia otros países?
El contexto actual de la industria del entretenimiento
¿Qué es lo que produce la industria del entretenimiento? Como ya había mencionado, una sociedad que alcanza un cierto nivel de bienestar deja como algo secundario aquello que le da ese bienestar y gracias a la disminución de sus preocupaciones, tiende a buscar en qué invertir su tiempo libre. Ahí es donde actúa la industria del entretenimiento, proveyendo de medios para que la gente pase su tiempo libre, y a veces no tan libre. Música y películas son los principales tipos de obras para esta industria, la cual está dispuesta a usar sus recursos e incluso, presionar a las autoridades para defender los derechos sobre esas obras. Sin embargo la industria ha sobreexplotado la creatividad de los autores, que en otros tiempos creaban obras sobresalientes y que ahora producen obras cada vez más mediocres, más banales, más perecederas. De estas obras, un enorme porcentaje terminarán olvidadas por la mayoría de la gente. El secreto del éxito de las obras que lo tienen consiste en repetir patrones que a la gente le agraden, en el caso de la música, una melodía o un ritmo agradables al auditorio promedio, en el caso de las películas, contar de manera distinta historias ya vistas que han demostrado tener éxito pero al mismo tiempo, predecibles, con efectos cada vez más impactantes al espectador. La mayoría de estas obras son, en el mejor de los casos, una auténtica golosina intelectual, en el peor, pueden llegar a distorsionar los valores morales de la gente. Son realmente pocas las obras que se salvan del cliché y presentan algo atractivo y novedoso. ¿Por qué entonces invertir tanto dinero en protegerlas? Porque es de las pocas industrias fuertes en EU, porque los jefes de esa industria tienen una gran influencia en un gobierno neoliberal que cada vez deja más de lado al pueblo y se enfoca en darles más y más protección a minorías que controlan medios de producción como es el mencionado caso. Son estos personajes quienes encontraron la gallina de los huevos de oro y que tienen bajo su mando a gente que entiende lo que la gente busca en materia de entretenimiento. Claro está, por cada éxito hay muchos fracasos, sin embargo, la fórmula está ahí.
Medicinas y sus “derechos de autor”
Una patente es una forma de otorgar derechos sobre una creación en beneficio de su propio inventor. Si bien no se trata de permitir el uso de la invención, sino de otorgar o negar el derecho a otros de usar, vender o importar el producto derivado de esa invención. Uno de los casos más relevantes de patentes la encontramos en los medicamentos. Estas patentes son especiales por el hecho de que tienen una fecha de expiración a los pocos años de ser creada, de tal manera que otros fabricantes distintos al creador original del medicamento puedan ofrecer su versión de ese medicamento en ocasiones a un costo menor. Sin embargo de todas las sustancias que se investigan como potenciales medicamentos, solo una fracción muy pequeña llega al mercado sin dejar de mencionar que el costo de investigación por todas y cada una de estas sustancias es muy grande y en total, cada medicamento que llega al mercado, carga consigo el costo de muchos otros medicamentos que no pudieron llegar al mercado y que le costaron recursos a la farmacéutica responsable. Además, para proteger a las sustancias que se están investigando, las farmacéuticas realizan la pantente de las mismas durande la etapa de investigación y desarrollo, pues alguna otra farcacéutica podría desarrollar primero un medicamento con la sustancia investigada. La patente en sí dura 20 años, el tiempo de desarrollo e investigación dura alrededor de 10 a 12 años, por lo tanto, el tiempo efectivo de patente como producto comercial de un medicamento es de 8 a 10 años. Es cierto que hay empresas farmacéuticas que han abusado de sus patentes y han reducido la probabilidad de que algunas personas que los necesitan puedan acceder a estos medicamentos. Sin la menor duda, los medicamentos son uno de los productos más importantes para la humanidad, han salvado millones de vidas y han eliminado enfermedades que antes eran epidemias que arrasaban poblaciones enteras y que dejaban a los sobrevivientes en malas condiciones.
Entonces, si a las farmacéuticas se les exige que cedan las patentes de sus medicamentos para que otros puedan usarlas después de algunos años, medicamentos en los que se invirtió una gran cantidad de recursos monetarios y de tiempo, ¿porqué no hacer lo mismo con obras tan intrascendentes para la humanidad como algunas obras musicales y películas que pasaran al olvido colectivo? ¿Por qué se les otorga a ese tipo de obras derechos de autor por una duración de más de cien años cuando en muchos casos solo rehicieron algo ya hecho, mientras las farmacéuticas gozan sólo de alrededor de 10 años de sus patentes? ¿Por qué no se invierten los recursos, que se utilizan en defender a la industria del entretenimiento, en defender a la industria farmacéutica de la piratería que finalmente lleva falsos medicamentos al consumidor y que pone en riesgo potencial su vida?
La humanidad no siempre reconoce lo que tiene verdadero valor, pero sí tiende a sobrevalorar otras cosas más banales. No se puede negar que la música es la expresión artística más importante de la humanidad, pues prácticamente a todos nos agrada al menos algún estilo musical. Si se liberaran los derechos de obras artísticas después de un lapso más corto de tiempo, incluidos los libros, más gente podría tener acceso a la auténtica cultura. A pesar de que los derechos de autor impiden la copia parcial o total de una obra como sería un libro, la mayoría de los estudiantes nos hemos visto en la necesidad de fotocopiar un libro pues a veces el costo del mismo es prohibitivo o simplemente las circunstancias no requieren la compra de toda la obra completa. El liberar después de un tiempo los derechos sobre este tipo de obras facilitaría que una sociedad que lee muy poco -como la mexicana- pudiera tener acceso a libros más económicos y por lo tanto, adquiera un mayor gusto por la lectura.
¿Cómo afecta la piratería a los autores?
Los propietarios de derechos de autor a menudo equiparan a la piratería de sus obras con el robo sin embargo, muchas legislaciones son excesivamente duras contra acciones como la simple descarga de música en comparación con el robo físico de una obra en, por ejemplo, una tienda de discos. También afirman que la piratería les deja pérdidas por millones de dólares al año. Sin embargo, este argumento se basa en la premisa de que cada persona que obtiene de manera ilegal una obra o parte de una obra, compraría a la misma de una fuente legítima, lo cual es patentemente falso. Diversos estudios afirman que la mayoría de las personas que descargan piratería no estarían dispuestas a comprar la obra original si no le fuera posible descargarla y eso ha llevado al gobierno Suizo a la conclusión de que el supuesto impacto negativo de la piratería sobre la industria del entretenimiento es falso.
Resulta irónico que muchas personas conozcan a nuevos artistas y a sus obras gracias a la piratería y a las descargas desde internet, dados los altos precios de los medios en los que se venden estas producciones. De ser ciertos los estudios que mencionan la poca o nula influencia de la piratería sobre la industria del entretenimiento, la piratería permitiría que más gente conozca más y más obras de esta industria. Sin embargo, la industria está presionando a los gobiernos para criminalizar esta práctica de tal manera que algunos crímenes graves podrían ser menos castigados que haberse dedicado a la piratería o simplemente haber descargado obras protegidas en internet.
Fuente:http://blogdelempleo.com/la-industr...derechos-de-autor-su-historia-y-estado-actual
Durante mucho tiempo, EU fue el país visto como punto de referencia en cuanto a avance científico y tecnológico, pues cuenta con una enorme infraestructura para el desarollo científico y tecnológico, muchas de las que se consideran las mejores universidades del mundo radican en ese país, así como algunos de los más importantes centros de investigación. Es fácil pensar que la industria estadounidense, que cuenta con el apoyo de toda esta infraestructura, la explote fácilmente.
Una industria en declive
La otrora enorme industria estadunidense de producción de bienes que hicieran más fácil y cómoda la vida a los ciudadanos, parecía estar en decadencia. Los estadounidenses se dieron cuenta que productos de compañías foráneas eran igual o mejores que los productos estadounidenses. Fue así que compañías como Sony o Toyota se hicieron de la reputación que hoy gozan. Tan amantes de las cosas de gran tamaño los estadunidenses encontraban muy adecuada a su forma de vida los autos producidos por su industria local con grandes motores y de gran espacio tanto interior como exterior que, comparados con las opciones europeas, parecían dar más por menos dinero. La crisis petrolera de inicios de los 70 le dio un duro golpe a esta industria pues además coincidió con un gran cambio en las políticas ambientales que pretendían reducir las emisiones contaminantes especialmente abundantes en los autos originarios de EU. La gente se vio de pronto en la necesidad de deshacerse de sus pesados y contaminantes vehículos y encontró una opción en los pequeños autos japoneses. Las cosas fueron cambiando con el tiempo, el precio y la producción del petróleo se estabilizaron, pero los fabricantes japoneses no se quedaron dormidos en sus laureles y se adaptaron a los nuevos cambios, haciendo crecer sus modelos para hacerlos al gusto del público estadounidense.
En el ámbito de la tecnología y en un corto lapso de tiempo, las compañías estadunidenses que habían sido pioneras en nuevas áreas de la tecnología como la telefonía celular -incluida la empresa pionera de esteramo, la estadunidense Motorola- fueron incapaces de seguirle el paso a marcas como Nokia, Ericsson,LG y Samsung como lo podemos consultar en un reporte de Bloomberg.com
Algo similar le pasó a IBM, que dominaba el mercado de computadoras que en aquel entonces era exclusivo para empresas e instituciones y que al ver el despegue de la industria del cómputo personal, decidió incursionar creando toda una plataforma que paradójicamente es la causa de su éxito y fracaso en ese ámbito. Hoy existen fabricantes de todos lados del mundo, muchos de ellos estadunidenses y algunos muy exitosos, sin embargo y aunque los componentes más básicos e importantes como procesadores y chips de video son obra de marcas estadunidenses, las tarjetas electrónicas que conforman al conjunto que llamamos computadoras son ensambladas en otros países. Y es que los grandes fabricantes de EU se dieron cuenta que el obrero de su país bien calificado exigía mucho en cuanto a las condiciones de su paga y de condiciones laborales. La solución que estas empresas tomaron fue trasladar la industria de la manufactura a países principalmente de Asia oriental, principalmente China, que con una gran oferta de mano de obra barata y pocas exigencias para las condiciones laborales de sus trabajadores, podían fabricar casi cualquier cosa en corto tiempo y con las medidas necesarias, con la calidad que las empresas requerían. Al mismo tiempo, el final de la guerra fría trajo consigo una nueva generación de jóvenes que ya no deseaban estudiar carreras largas y complicadas como las profesiones enfocadas a la ciencia y la tecnología, sino que buscaban carreras menos complicadas como las ciencias sociales y las enfocadas a la economía. Ante esto, las grandes universidades estadunidenses podían ofrecer mayores oportunidades a extranjeros que sí estuvieran interesados en carreras científico-tecnológicas. Es por ello que en los mas recientes trabajos de investigación de las prestigiadas instituciones estadunidenses es común encontrar apellidos no sajones si no principalmente chinos.
Proteccionismo hacia la industria nacional
Ante esta situación, EU se quedó con pocas industrias realmente fuertes. Si bien en materia de autos los japoneses dominaban el mercado estadunidense, el gusto por el tamaño del público de ese país hizo que el ramo de las camionetas, es decir, pick-ups, SUVs y demás variantes, comenzara a crecer, lo que fue aprovechado por los fabricantes estadunidenses. El gobierno tenía medidas restrictivas para los autos en materia de seguridad y emisiones contaminantes, sin embargo, para proteger a la industria nacional que era fuerte en el ramo de las camionetas, por lo que se consideró que este tipo de vehículos entraban en una categoría distinta y por lo tanto, las exigencias aplicables para los autos no afectaban a las camionetas.
La crisis de finales de la primera década del siglo XXI debido a las políticas neoliberales que eliminaban restricciones y regulaciones sobre las instituciones financieras afectaron a la industria automotriz de manera que el gobierno tuvo que intervenir para rescatar a Chrysler y GM con recursos públicos.
La otra industria
Existe otra industria estadunidense de la cual siempre habíamos consumido productos, pero que no habíamos tomado en cuenta: la industria del entretenimiento. Esta industria es en EU de una gran relevancia, pues cuando una sociedad tiene un cierto nivel de bienestar, empieza a buscar formas de entretenimiento y hubo gente que aprovechó esta necesidad para forjar una industria desde inicios del siglo XX con el advenimiento de tecnologías que permitían grabar y reproducir música de manera cada vez más fácil y económica así como tecnologías que permitían llevar a la gente historias llevadas de un libreto a la voz e incluso presentarlas de manera visual a las personas, nacía así la industria del entretenimiento. La gente común podía comprar diversos aparatos como radios y fonógrafos que trasladaban sonidos, rompiendo la barrera del espacio e incluso del tiempo que implicaba el asistir a conciertos, por ejemplo. Pero los aparatos por sí mismos son inútiles si no se produce material para que el público pueda consumir. Empezaron a aparecer estaciones de radio, así como compañías disqueras, que permitían a las personas llevar la música a sus hogares. Igualmente, el cine marcó una revolución al mostrar historias al gran público que se asombraba de ver en las pantallas a los actores en situaciones que no se podían presentar dentro de un teatro. Con el paso del tiempo, la parte de la industria que producía cine en EU fue conocida como “Hollywood” y fue adoptando poco a poco tecnologías tanto para los efectos como para el sonido y color en la pantalla. Toda esta industria traspasó fronteras y ha llegado a los rincones más insospechados del mundo. Conforme fueron apareciendo nuevas tecnologías llegaron también otras ramas de esta industria del entertenimiento como la televisión. La tecnología en algún punto permitió a las personas ver películas ya no solo en los cines, sino también dentro de sus hogares. Las videocintas abrieron una nueva industria en la que no solo se vendían las películas, sino que podía incluso copiarlas. Lo mismo sucedió con los audiocassettes, que además de permitir llevar a todos lados la música, daban a las personas un medio donde copiar música de otra fuente a un cassete. Esto dio lugar a una nueva forma de lucro que violaba a los derechos de autor y de distribución de las obras. Para la industria del entretenimiento el problema se agravó cuando aparecieron las tecnologías digitales o mejor dicho, cuando estas alcanzaron su madurez. El disco compacto era complicado de fabricar y por lo tanto costoso, pero parecía imposible que los llamados “piratas”, que en esos tiempos producían copias de audiocassettes y videocintas con contenidos protegidos, pudieran realizar copias de una obra almacenada en un disco compacto. Lo mismo pasó con el DVD, al cual se agregaron restricciones en base a la región en la cual se vendía y que impedían que un DVD comprado en una región se pudiera ver en otra región distinta. Sin embargo los discos ópticos digitales como el CD y el DVD encontraron aplicaciones inesperadas en la industria de la computación pues podían almacenar grandes cantidades de información en un espacio muy reducido. Conforme los programas de software y la exigencia de multimedios en la computación fueron creciendo, la industria electrónica desarrolló nuevas tecnologías que permitían al consumidor crear, primero sus propios CDs y posteriormente sus DVDs. Esta misma tecnología podría ser usada en ocasiones, eliminando restricciones de esas tecnologías, para duplicar obras protegidas por derechos de autor.
Los derechos de autor en la era digital
Es cierto que la industria del entretenimiento gasta miles de millones de dólares al año para producir un número relativamente bajo de películas y un número ligeramente más grande de discos musicales y también es cierto que esas personas que invirtieron su dinero tienen, como autores de sus obras, los llamados derechos de autor. Mediante estos derechos, el propietario de la obra vende un medio que contiene a la obra de manera que el consumidor la pueda reproducir en algún aparato, sin embargo, el autor o mejor dicho, el propietario de estos derechos es quien retiene los principales derechos sobre la obra, como decidir cuando alguien la puede reproducir en público, quien puede copiarla y quien puede distribuirla, aunque algunos de estos derechos se limitan mediante otros derechos conocidos como uso justo, que permiten a otros realizar críticas y parodias de dichas obras.
A finales de los años 90, se creó la Digital Millenium Copyright Act, conocida también como DMCA que no es otra cosa mas que un intento de detener la copia de obras protegidas por derecho de autor almacenadas en medios digitales. Los esfeurzos de la DMCA se concentran tanto en implementar medidas tecnológicas en contra del copiado o uso no autorizado de las obras así como propugnar por las penas impuestas a los que violen tales derechos. Mediante ciertas adiciones, la DMCA se fue adaptando a medios cambiantes como la telefonía celular y el internet. Sin embargo, toda ley está sujeta a interpretaciones y por ende, puede ser objeto de abuso por parte de quienes dan su propia interpretación de huecos en las leyes.
Abuso de las leyes de protección a derechos de autor
Con el crecimiento del internet vienieron tecnologías que no sólo permitían la reproducción de multimedios desde internet sino que también permitían al usuario subir sus propios contenidos a algún sitio tanto como para compartirlos como para almacenarlos para un uso posterior. El más popular de estos sitios es YouTube, que permite subir videos a un servidor y hacerlos disponibles para el público de internet. Al poco tiempo de su creación, el sitio se volvió popular y no faltó quien subiera material protegido por derechos de autor, aun con las limitaciones que la página tenía como un límite en la duración de los videos. Las empresas del entretenimiento reaccionaron y cuando detectaban un video que, según su punto de vista, violara los derechos de autor solicitaban a la página su inmediata eliminación del sitio. Sin embargo, las cosas empezaron a llevarse al extremo como en el caso de Stephanie Lenz , que subió a YouTube un video que muestra a sus hijos bailando con música de Prince de fondo. Menos de medio año después de subir el video, Universal Music Group(UMG, por sus siglas) solicitó su eliminación del sitio debido a una presunta violación de los derechos de autor, simplemente por el hecho de que la música de fondo era de su propiedad, sin importar que el sonido fuera de mala calidad. Lenz demandó en una corte a UMG, argumentando un uso justo de la obra y ganó el caso.
Lo relevante de éste caso es que empresas como UMG están dispuestas a realizar terribles abusos con tal defender lo que ellos consideran su propiedad. Irónicamente, pareciera que no solo las obras son de su propiedad. A finales del 2011, el sitio que proveía servicios de almacenamiento en línea, Megaupload, subió a YouTube un video publicitario que presentaba a diversos famosos cantando y hablando sobre las bondades del servicio de almacenamiento de esta empresa. Al poco tiempo, el video fue removido a petición de UMG sin dar razones claras al respecto. La petición carecía aún más de sentido cuando los cantantes ahí presentados firmaron contratos con Megaupload para la realización del video. ¿Será que UMG también es propietaria no sólo de las obras, sino también de los artistas mismos? Resulta curioso que, posterior a una investigación del FBI, Megaupload haya sido hasta ahora el máximo afectado por la decisión de una corte de cerrar el sitio por violación de derechos de autor. Si bien ese sitio era el más grande dedicado al almacenamiento en línea, servicio también conocido como “nube”, hay una gran cantidad de otros sitios que se dedican a lo mismo desde hace un buen rato y es de sobra sabido que dichos sitios se usan para subir contenido con derechos de autor como videos, películas, música y software. ¿Es esto solamente una coincidencia? ¿O acaso alguien habrá movido sus influencias para que el sitio fuera sujeto a escrutinio por parte de las autoridades? O lo que es más importante, ¿vale la pena que las instituciones de justicia de un país usen recursos públicos para defender los derechos de un grupo pequeño de personas, cuando en ese país existen muy graves casos de tráfico de armas y drogas desde y hacia otros países?
El contexto actual de la industria del entretenimiento
¿Qué es lo que produce la industria del entretenimiento? Como ya había mencionado, una sociedad que alcanza un cierto nivel de bienestar deja como algo secundario aquello que le da ese bienestar y gracias a la disminución de sus preocupaciones, tiende a buscar en qué invertir su tiempo libre. Ahí es donde actúa la industria del entretenimiento, proveyendo de medios para que la gente pase su tiempo libre, y a veces no tan libre. Música y películas son los principales tipos de obras para esta industria, la cual está dispuesta a usar sus recursos e incluso, presionar a las autoridades para defender los derechos sobre esas obras. Sin embargo la industria ha sobreexplotado la creatividad de los autores, que en otros tiempos creaban obras sobresalientes y que ahora producen obras cada vez más mediocres, más banales, más perecederas. De estas obras, un enorme porcentaje terminarán olvidadas por la mayoría de la gente. El secreto del éxito de las obras que lo tienen consiste en repetir patrones que a la gente le agraden, en el caso de la música, una melodía o un ritmo agradables al auditorio promedio, en el caso de las películas, contar de manera distinta historias ya vistas que han demostrado tener éxito pero al mismo tiempo, predecibles, con efectos cada vez más impactantes al espectador. La mayoría de estas obras son, en el mejor de los casos, una auténtica golosina intelectual, en el peor, pueden llegar a distorsionar los valores morales de la gente. Son realmente pocas las obras que se salvan del cliché y presentan algo atractivo y novedoso. ¿Por qué entonces invertir tanto dinero en protegerlas? Porque es de las pocas industrias fuertes en EU, porque los jefes de esa industria tienen una gran influencia en un gobierno neoliberal que cada vez deja más de lado al pueblo y se enfoca en darles más y más protección a minorías que controlan medios de producción como es el mencionado caso. Son estos personajes quienes encontraron la gallina de los huevos de oro y que tienen bajo su mando a gente que entiende lo que la gente busca en materia de entretenimiento. Claro está, por cada éxito hay muchos fracasos, sin embargo, la fórmula está ahí.
Medicinas y sus “derechos de autor”
Una patente es una forma de otorgar derechos sobre una creación en beneficio de su propio inventor. Si bien no se trata de permitir el uso de la invención, sino de otorgar o negar el derecho a otros de usar, vender o importar el producto derivado de esa invención. Uno de los casos más relevantes de patentes la encontramos en los medicamentos. Estas patentes son especiales por el hecho de que tienen una fecha de expiración a los pocos años de ser creada, de tal manera que otros fabricantes distintos al creador original del medicamento puedan ofrecer su versión de ese medicamento en ocasiones a un costo menor. Sin embargo de todas las sustancias que se investigan como potenciales medicamentos, solo una fracción muy pequeña llega al mercado sin dejar de mencionar que el costo de investigación por todas y cada una de estas sustancias es muy grande y en total, cada medicamento que llega al mercado, carga consigo el costo de muchos otros medicamentos que no pudieron llegar al mercado y que le costaron recursos a la farmacéutica responsable. Además, para proteger a las sustancias que se están investigando, las farmacéuticas realizan la pantente de las mismas durande la etapa de investigación y desarrollo, pues alguna otra farcacéutica podría desarrollar primero un medicamento con la sustancia investigada. La patente en sí dura 20 años, el tiempo de desarrollo e investigación dura alrededor de 10 a 12 años, por lo tanto, el tiempo efectivo de patente como producto comercial de un medicamento es de 8 a 10 años. Es cierto que hay empresas farmacéuticas que han abusado de sus patentes y han reducido la probabilidad de que algunas personas que los necesitan puedan acceder a estos medicamentos. Sin la menor duda, los medicamentos son uno de los productos más importantes para la humanidad, han salvado millones de vidas y han eliminado enfermedades que antes eran epidemias que arrasaban poblaciones enteras y que dejaban a los sobrevivientes en malas condiciones.
Entonces, si a las farmacéuticas se les exige que cedan las patentes de sus medicamentos para que otros puedan usarlas después de algunos años, medicamentos en los que se invirtió una gran cantidad de recursos monetarios y de tiempo, ¿porqué no hacer lo mismo con obras tan intrascendentes para la humanidad como algunas obras musicales y películas que pasaran al olvido colectivo? ¿Por qué se les otorga a ese tipo de obras derechos de autor por una duración de más de cien años cuando en muchos casos solo rehicieron algo ya hecho, mientras las farmacéuticas gozan sólo de alrededor de 10 años de sus patentes? ¿Por qué no se invierten los recursos, que se utilizan en defender a la industria del entretenimiento, en defender a la industria farmacéutica de la piratería que finalmente lleva falsos medicamentos al consumidor y que pone en riesgo potencial su vida?
La humanidad no siempre reconoce lo que tiene verdadero valor, pero sí tiende a sobrevalorar otras cosas más banales. No se puede negar que la música es la expresión artística más importante de la humanidad, pues prácticamente a todos nos agrada al menos algún estilo musical. Si se liberaran los derechos de obras artísticas después de un lapso más corto de tiempo, incluidos los libros, más gente podría tener acceso a la auténtica cultura. A pesar de que los derechos de autor impiden la copia parcial o total de una obra como sería un libro, la mayoría de los estudiantes nos hemos visto en la necesidad de fotocopiar un libro pues a veces el costo del mismo es prohibitivo o simplemente las circunstancias no requieren la compra de toda la obra completa. El liberar después de un tiempo los derechos sobre este tipo de obras facilitaría que una sociedad que lee muy poco -como la mexicana- pudiera tener acceso a libros más económicos y por lo tanto, adquiera un mayor gusto por la lectura.
¿Cómo afecta la piratería a los autores?
Los propietarios de derechos de autor a menudo equiparan a la piratería de sus obras con el robo sin embargo, muchas legislaciones son excesivamente duras contra acciones como la simple descarga de música en comparación con el robo físico de una obra en, por ejemplo, una tienda de discos. También afirman que la piratería les deja pérdidas por millones de dólares al año. Sin embargo, este argumento se basa en la premisa de que cada persona que obtiene de manera ilegal una obra o parte de una obra, compraría a la misma de una fuente legítima, lo cual es patentemente falso. Diversos estudios afirman que la mayoría de las personas que descargan piratería no estarían dispuestas a comprar la obra original si no le fuera posible descargarla y eso ha llevado al gobierno Suizo a la conclusión de que el supuesto impacto negativo de la piratería sobre la industria del entretenimiento es falso.
Resulta irónico que muchas personas conozcan a nuevos artistas y a sus obras gracias a la piratería y a las descargas desde internet, dados los altos precios de los medios en los que se venden estas producciones. De ser ciertos los estudios que mencionan la poca o nula influencia de la piratería sobre la industria del entretenimiento, la piratería permitiría que más gente conozca más y más obras de esta industria. Sin embargo, la industria está presionando a los gobiernos para criminalizar esta práctica de tal manera que algunos crímenes graves podrían ser menos castigados que haberse dedicado a la piratería o simplemente haber descargado obras protegidas en internet.
Fuente:http://blogdelempleo.com/la-industr...derechos-de-autor-su-historia-y-estado-actual