Ernestoduran
Becerro
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- 27 Ago 2009
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La estilista.
Hola vacunos, el relato que les presento les soy honesto no es verídico, pero espero les guste ya que creo se me da la invención de relatos eróticos y lo narraré en primera persona.
Mi nombre es Mario y vivo en la Colonia Roma, soy un joven de 23 años, estudio la carrera de Ingeniero Agrónomo, soy de tez morena y mido 1.80 de estatura, soy corpulento pues juego en el equipo de fut bol americano de la escuela de Chapingo, razón por la que debo traer siempre el cabello corto, ya que en el equipo el entrenador en jefe no nos permite traer el cabello largo.
Era viernes y cómo teníamos un partido de semifinales el sábado siguiente y traía un poco largo el cabello, decidí ir a cortarme el cabello, pero como era viernes y ya eran las 8:30 de la noche, no encontré peluquerías abiertas cerca de mi casa, por lo que tomé mi auto para buscar donde encontrar una abierta a esa hora, fui transitando por las calles hasta que encontré una estética abierta en la Colonia Condesa, me baje apresurado del auto ya que eran 8:55 de la noche, la puerta del local estaba ya cerrada, pero la cortina permanecía abierta, percatándome que en el interior del local se encontraba una estilista cortando el cabello a un caballero, toque por el cristal logrando que la estilista volteara a verme, por el vidrio le dije a la estilista que si me podría cortar el cabello, se acercó a la puerta y sin abrir me dijo que no, porque ya se tenía que retirar ya que cerraba a las 9 de la noche y solo terminaría de atender al cliente y se tendría que retirar; le suplique que me atendiera, que me era de suma importancia el cortarme el cabello por un compromiso que tendría el día sábado a las 7:00 de la mañana; a tanta suplica accedió y me abrió la puerta, pase al interior y volvió a cerrar la puerta.
Tardó unos diez minutos en terminar de atender al otro cliente, le abrió la estilista la puerta, el cliente se retiró y volvió a serrarla, y me dijo, a ver, pasa al sillón para atender tu urgencia, yo solo le sonreí, me quite la chamarra y me quede con la camiseta la cual dejaba entre ver la musculatura de mi cuerpo y el pantalón del pants holgado que acostumbraba usar después de los entrenamientos, ella se quedó mirándome unos segundo en lo que yo me sentaba en el sillón; me dijo, voy a bajar la cortina para no correr riesgos de un asalto o bien que llegue otro cliente con alguna otra urgencia, a lo cual me pareció muy normal y atinado su comentario, a lo que le respondí que estaba bien, así estaríamos mas seguros; bajo la cortina y se dispuso a atenderme.
Como es clásico, me preguntó que cómo quería mi corte y me puso la correspondiente capa de peluquero al frente, comenzó a mojarme el cabello y a cortarlo como se lo había pedido, me preguntó el porqué de la urgencia de cortarme el cabello, yo le respondí diciéndole lo del partido que tenía al día siguiente y que no me permitían ir con el cabello largo, cuando le dije que jugaba americano en Chapingo, me respondió que con razón esa musculatura, yo le dije, ni tanto, es normal por el ejercicio que nos hacen hacer, seguimos platicando a la vez que ella seguía cortando el cabello, yo tenía mis brazos y manos sobre el descansabrazos del sillón, mis codos salín un poco del descansabrazos, de repente, poco a poco se fue acercando más hacia mis codos y sentí como en un instante me dio un razón en el codo derecho con su panochita; yo no le di importancia creyendo que había sido un accidente normal, pero después fue otro y otro y otro, cosa que hizo que mi imaginación empezara a volar y a despertar a mi inseparable amigo de mis entrepiernas, eran tan constantes los arrimones de panochita que le estaba dando a mi codo, que opté por sacar un poco mas mi codo y dejar que se diera más cómodamente sus arrimones; durante la plática me dijo que se llamaba María, pero que le podía decir Mary, que tenía 28 años y que era divorciada desde hace dos años y que tenia un hijo de un año, pero que le gustaba hacer mucho ejercicio para cuidar su figura; se pasó del lado izquierdo y yo ni tardo ni perezoso saqué mi codo izquierdo y cuál sería mi sorpresa que su panochita se fue directamente a mi codo, ya no le daba arrimones, la dejó permanentemente ahí y comenzó a encajarse mi codo en su panochita, yo al sentir los empujones que se daba con mi codo, lo empujaba para que se le encajara como ella lo quería, Mary me comentó que todo el día había echo mucho calor y que con la bata que traía sentía mucho más calor, que si no tendría inconveniente en que se quitara la bata para estar un poco más fresca, a lo que respondí que no había ningún problema, que si quería que se la quitara, cuál sería mi sorpresa que al despojarse de su bata y yo mirándola por el espejo, me dejó ver su hermoso cuerpo, traía puestos unos pantalones de mezclilla extremadamente ajustados, lo que dejaba ver unas nalgas redondas y duras, al voltear y ponerse de frente hacia mi, me di cuenta que traía un top de licra color crema, que permitía ver dos enormes tetas redondas y duras, el top hacía que se juntaran entre si y salieran voluptuosamente por la parte superior; al verla por el espejo, mi verga se puso a mil, logrando verse como tienda de campaña por entre la capa de peluquero y lo holgado de mi pantalón, yo la miraba por el espejo caminar hacia mi y en un instante se puso frente a mi, puso su panochita a la altura del descansabrazos del sillón y se fue acercando poco a poco; pude ver que por lo ajustado de su pantalón dejaba ver perfectamente marcados su dos labios vaginales, yo puse mis manos apretando la punta del descansabrazos por debajo de la capa de peluquero, Mary al notar el movimiento de mis brazos, se dio cuenta perfectamente dónde tenía mis manos, a lo que arrimó su panochita a mi mano derecha y comenzó a restregar su panochita nuevamente pero ahora sobre los nudillos de mi mano, metía su rajita de la vagina en cada uno de mis nudillos, uno por uno los fue recorriendo y cada vez que pasaba de uno a otro, volteaba a ver mi verga, la cual parecía gritar que la sacara de su prisión, cuando levantaba sus ojos para ver los míos solo sonreía, ya no decíamos palabra alguna, mientras ella se masajeaba la panochita con mis nudillos, por el espejo yo veía como apretaba el culo a cada cambio de nudillo, en un movimiento logre dar vuelta a mi mano derecha y la puse boca arriba, ella se percató de mi movimiento y abrió un poco más sus piernas, permitiéndome meter mi dedo índice entre sus labios vaginales, solo nos separaba la capa de peluquero y su pantalón; la froté por espacio de cinco minutos aquella panochita que se sentía completamente caliente, levante la mirada y me di cuenta que no traía sostén y sus pezones estaban completamente erectos, los tenía a la altura de mi boca y de vez en cuando los acercaba ella hacia mi boca, sin que lograra poder rozarlos, aquella situación ya me tenía loco de caliente, intenté con la mano izquierda sujetarla por la cintura, pero se separó y me dijo: ya terminamos, ahora si te dejarán jugar el día de mañana, esas palabras me dejaron completamente helado, me quedé mudo; y ella sonriendo me dijo: o quieres que te haga otro corte, me quedé como un verdadero imbécil y no podía articular palabra alguna, ella volvió a tomar la iniciativa y me dijo, bueno, como no respondes tendré que ver que tipo de corte traes, sin decir más, levantó la capa de peluquero y sin desabrocharla, me cubrió la cara con ella, yo me quedé pasmado, de una sola pieza, no podía ver que haría, me dijo, no te muevas para nada eh, porque si no te puedo cortar más de la cuenta, yo muy obediente cerré mis ojos y mis manos apretaron los descansabrazos del sillón, con sus dos manos tomó el resorte de mis pantalones y de un solo golpe los bajo junto con mis bóxer, mi verga brinco de felicidad al sentirse liberada de su prisión, Mary me dijo: también necesitas un corte de pelos de aquí, puedes decirme cómo lo quieres o dejas que yo te lo deje como a mi me gusta, de mi boca solo pude decir, como tu quieras, ella respondió: no acepto después reclamaciones eh, pero no tienes que destaparte la cara eh, yo solo moví la cabeza en sentido afirmativo, ella tomo con una mano mi verga que se encontraba completamente parada y me bajo el prepucio, dejando salir la cabeza de mi verga que estaba a punto de estallar, soltó por unos instantes mi verga y comenzó a enjabonar mis bellos con su mano, mientras enjabonaba con una mano, con la otra comenzó a masturbar mi verga, era una sensación inigualable, me dijo: no te muevas porque te puedo capar y después no podrás lucir el corte que te voy a hacer, tomó la navaja y sin soltar mi verga y continuar masturbándome, comenzó a rasurarme, tenía una coordinación de manos magistral, terminó de rasurarme, me limpió con una toalla y me dijo: quieres que te ponga loción o prefieres cremita, a lo que respondí ponme cremita, no se como pude aguantar aquella masturbada que me estaba dando mientras me rasuraba y no venirme en su mano.
Sin dejar de masturbarme escuche que tomaba un frasco imaginándome que sería la crema que me pondría para no irritarme, me dijo: no te quites la capa eh, no importa lo que sientas, porque si lo haces, dejo de ponerte la cremita; yo respondí no te preocupes, no lo haré. Movió mi verga hacia el ombligo levantando mis testículos con la otra mano, en un instante su lengua empezó a recorrer mis testículos metiéndoselos en la boca, los chupo alternadamente, después recorrió toda la parte que me había rasurado con su lengua, sin dejar de masturbarme, poco a poco fue recorriendo el tronco de mi verga hasta que la introdujo en su boca comenzó a mamármela lentamente, poco a poco fue metiéndosela más y más, hasta que se la introdujo completamente, cuando se hacía hacia atrás, no permitía que la cabeza de mi verga saliera de su boca y cuando llegaba a sus labios, succionaba fuertemente pretendiendo sacarme toda la leche de mi verga, por un instante traté de agarrarle la cabeza para empujarla más hacia mi verga, pero dejo de mamármela y me dijo: no te muevas que es peligros, así que volvía apretar con mis manos el descansabrazos del sillón, ella regreso a mamarme la verga pero ahora solo su boca tocaba mi verga, ninguna otra parte de su cuerpo me tocaba, solo su boca, aquello era una locura, solo me estaba mamando la verga con su boca, yo trataba de hacer movimientos de arriba hacia abajo como si me la estuviera cogiendo por la boca, pero ella los detenía metiéndose completamente la verga en su boca y aprisionándome contra el sillón, fueron tales sus embestidas y succiones a mi verga, que explotó en un enorme orgasmo, arrojándole toda mi leche caliente dentro de su boca, la cual al sentir mi semen caliente, se metió la verga lo más profundo que pudo para que la cabeza de mi verga le traspasara su garganta, eyaculé tremendamente en el interior de su garganta, Mary se quedó inmóvil en lo que mi verga terminaba de arrojar el semen y poco a poco fue perdiendo su firmeza, al quedar mi verga flácida, la sacó de su boca y me dijo, ahora si ya terminamos, puedes bajarte la capa de la cara, inmediatamente me la quité de la cara y vi como Mary Seguía lamiéndose los labios con su lengua, yo me incorporé del sillón y me dirigí hacia ella, a lo que ella dio unos pasos hacia atrás y me dijo: no ahora no, te propongo que el próximo viernes vengas a la misma hora y ahora te tocará a ti hacerme el corte que quieras y como tu quieras; yo le dije: pero tengo muchas ganas de cogerte, no se vale, no te pude tocar, a lo que ella me respondió, el próximo viernes te tocará a ti ser el estilista; y mira, te voy a enseñar que si requiero un cortecito, se desabrochó el botón del pantalón, bajó el cierre de pantalón y se bajó el pantalón hasta las rodilla, pude ver que traía una mini tanga transparente de hilo dental, de donde salían sus bellos vaginales, también se subió el top y dejó completamente al descubierto aquellas tetas hermosas con unos pezones completamente parados y una aureola grande y oscurita, yo intenté ir hacia ella pero insistió diciéndome: no ahora no; y si insistes no habrá otro día.
Al ver aquella tajante negativa, opté por subirme el pantalón y decirle bueno, pues será el próximo viernes, pero cuanto te debo; a lo que ella me respondió, el próximo viernes me pagas y espero que no me salgas debiendo eh.
Próximamente el siguiente y último capítulo, espero sus comentarios, sean buenos o malos paro que sean comentarios, así sabré si tengo imaginación para este tipo de relatos o no.
Hola vacunos, el relato que les presento les soy honesto no es verídico, pero espero les guste ya que creo se me da la invención de relatos eróticos y lo narraré en primera persona.
Mi nombre es Mario y vivo en la Colonia Roma, soy un joven de 23 años, estudio la carrera de Ingeniero Agrónomo, soy de tez morena y mido 1.80 de estatura, soy corpulento pues juego en el equipo de fut bol americano de la escuela de Chapingo, razón por la que debo traer siempre el cabello corto, ya que en el equipo el entrenador en jefe no nos permite traer el cabello largo.
Era viernes y cómo teníamos un partido de semifinales el sábado siguiente y traía un poco largo el cabello, decidí ir a cortarme el cabello, pero como era viernes y ya eran las 8:30 de la noche, no encontré peluquerías abiertas cerca de mi casa, por lo que tomé mi auto para buscar donde encontrar una abierta a esa hora, fui transitando por las calles hasta que encontré una estética abierta en la Colonia Condesa, me baje apresurado del auto ya que eran 8:55 de la noche, la puerta del local estaba ya cerrada, pero la cortina permanecía abierta, percatándome que en el interior del local se encontraba una estilista cortando el cabello a un caballero, toque por el cristal logrando que la estilista volteara a verme, por el vidrio le dije a la estilista que si me podría cortar el cabello, se acercó a la puerta y sin abrir me dijo que no, porque ya se tenía que retirar ya que cerraba a las 9 de la noche y solo terminaría de atender al cliente y se tendría que retirar; le suplique que me atendiera, que me era de suma importancia el cortarme el cabello por un compromiso que tendría el día sábado a las 7:00 de la mañana; a tanta suplica accedió y me abrió la puerta, pase al interior y volvió a cerrar la puerta.
Tardó unos diez minutos en terminar de atender al otro cliente, le abrió la estilista la puerta, el cliente se retiró y volvió a serrarla, y me dijo, a ver, pasa al sillón para atender tu urgencia, yo solo le sonreí, me quite la chamarra y me quede con la camiseta la cual dejaba entre ver la musculatura de mi cuerpo y el pantalón del pants holgado que acostumbraba usar después de los entrenamientos, ella se quedó mirándome unos segundo en lo que yo me sentaba en el sillón; me dijo, voy a bajar la cortina para no correr riesgos de un asalto o bien que llegue otro cliente con alguna otra urgencia, a lo cual me pareció muy normal y atinado su comentario, a lo que le respondí que estaba bien, así estaríamos mas seguros; bajo la cortina y se dispuso a atenderme.
Como es clásico, me preguntó que cómo quería mi corte y me puso la correspondiente capa de peluquero al frente, comenzó a mojarme el cabello y a cortarlo como se lo había pedido, me preguntó el porqué de la urgencia de cortarme el cabello, yo le respondí diciéndole lo del partido que tenía al día siguiente y que no me permitían ir con el cabello largo, cuando le dije que jugaba americano en Chapingo, me respondió que con razón esa musculatura, yo le dije, ni tanto, es normal por el ejercicio que nos hacen hacer, seguimos platicando a la vez que ella seguía cortando el cabello, yo tenía mis brazos y manos sobre el descansabrazos del sillón, mis codos salín un poco del descansabrazos, de repente, poco a poco se fue acercando más hacia mis codos y sentí como en un instante me dio un razón en el codo derecho con su panochita; yo no le di importancia creyendo que había sido un accidente normal, pero después fue otro y otro y otro, cosa que hizo que mi imaginación empezara a volar y a despertar a mi inseparable amigo de mis entrepiernas, eran tan constantes los arrimones de panochita que le estaba dando a mi codo, que opté por sacar un poco mas mi codo y dejar que se diera más cómodamente sus arrimones; durante la plática me dijo que se llamaba María, pero que le podía decir Mary, que tenía 28 años y que era divorciada desde hace dos años y que tenia un hijo de un año, pero que le gustaba hacer mucho ejercicio para cuidar su figura; se pasó del lado izquierdo y yo ni tardo ni perezoso saqué mi codo izquierdo y cuál sería mi sorpresa que su panochita se fue directamente a mi codo, ya no le daba arrimones, la dejó permanentemente ahí y comenzó a encajarse mi codo en su panochita, yo al sentir los empujones que se daba con mi codo, lo empujaba para que se le encajara como ella lo quería, Mary me comentó que todo el día había echo mucho calor y que con la bata que traía sentía mucho más calor, que si no tendría inconveniente en que se quitara la bata para estar un poco más fresca, a lo que respondí que no había ningún problema, que si quería que se la quitara, cuál sería mi sorpresa que al despojarse de su bata y yo mirándola por el espejo, me dejó ver su hermoso cuerpo, traía puestos unos pantalones de mezclilla extremadamente ajustados, lo que dejaba ver unas nalgas redondas y duras, al voltear y ponerse de frente hacia mi, me di cuenta que traía un top de licra color crema, que permitía ver dos enormes tetas redondas y duras, el top hacía que se juntaran entre si y salieran voluptuosamente por la parte superior; al verla por el espejo, mi verga se puso a mil, logrando verse como tienda de campaña por entre la capa de peluquero y lo holgado de mi pantalón, yo la miraba por el espejo caminar hacia mi y en un instante se puso frente a mi, puso su panochita a la altura del descansabrazos del sillón y se fue acercando poco a poco; pude ver que por lo ajustado de su pantalón dejaba ver perfectamente marcados su dos labios vaginales, yo puse mis manos apretando la punta del descansabrazos por debajo de la capa de peluquero, Mary al notar el movimiento de mis brazos, se dio cuenta perfectamente dónde tenía mis manos, a lo que arrimó su panochita a mi mano derecha y comenzó a restregar su panochita nuevamente pero ahora sobre los nudillos de mi mano, metía su rajita de la vagina en cada uno de mis nudillos, uno por uno los fue recorriendo y cada vez que pasaba de uno a otro, volteaba a ver mi verga, la cual parecía gritar que la sacara de su prisión, cuando levantaba sus ojos para ver los míos solo sonreía, ya no decíamos palabra alguna, mientras ella se masajeaba la panochita con mis nudillos, por el espejo yo veía como apretaba el culo a cada cambio de nudillo, en un movimiento logre dar vuelta a mi mano derecha y la puse boca arriba, ella se percató de mi movimiento y abrió un poco más sus piernas, permitiéndome meter mi dedo índice entre sus labios vaginales, solo nos separaba la capa de peluquero y su pantalón; la froté por espacio de cinco minutos aquella panochita que se sentía completamente caliente, levante la mirada y me di cuenta que no traía sostén y sus pezones estaban completamente erectos, los tenía a la altura de mi boca y de vez en cuando los acercaba ella hacia mi boca, sin que lograra poder rozarlos, aquella situación ya me tenía loco de caliente, intenté con la mano izquierda sujetarla por la cintura, pero se separó y me dijo: ya terminamos, ahora si te dejarán jugar el día de mañana, esas palabras me dejaron completamente helado, me quedé mudo; y ella sonriendo me dijo: o quieres que te haga otro corte, me quedé como un verdadero imbécil y no podía articular palabra alguna, ella volvió a tomar la iniciativa y me dijo, bueno, como no respondes tendré que ver que tipo de corte traes, sin decir más, levantó la capa de peluquero y sin desabrocharla, me cubrió la cara con ella, yo me quedé pasmado, de una sola pieza, no podía ver que haría, me dijo, no te muevas para nada eh, porque si no te puedo cortar más de la cuenta, yo muy obediente cerré mis ojos y mis manos apretaron los descansabrazos del sillón, con sus dos manos tomó el resorte de mis pantalones y de un solo golpe los bajo junto con mis bóxer, mi verga brinco de felicidad al sentirse liberada de su prisión, Mary me dijo: también necesitas un corte de pelos de aquí, puedes decirme cómo lo quieres o dejas que yo te lo deje como a mi me gusta, de mi boca solo pude decir, como tu quieras, ella respondió: no acepto después reclamaciones eh, pero no tienes que destaparte la cara eh, yo solo moví la cabeza en sentido afirmativo, ella tomo con una mano mi verga que se encontraba completamente parada y me bajo el prepucio, dejando salir la cabeza de mi verga que estaba a punto de estallar, soltó por unos instantes mi verga y comenzó a enjabonar mis bellos con su mano, mientras enjabonaba con una mano, con la otra comenzó a masturbar mi verga, era una sensación inigualable, me dijo: no te muevas porque te puedo capar y después no podrás lucir el corte que te voy a hacer, tomó la navaja y sin soltar mi verga y continuar masturbándome, comenzó a rasurarme, tenía una coordinación de manos magistral, terminó de rasurarme, me limpió con una toalla y me dijo: quieres que te ponga loción o prefieres cremita, a lo que respondí ponme cremita, no se como pude aguantar aquella masturbada que me estaba dando mientras me rasuraba y no venirme en su mano.
Sin dejar de masturbarme escuche que tomaba un frasco imaginándome que sería la crema que me pondría para no irritarme, me dijo: no te quites la capa eh, no importa lo que sientas, porque si lo haces, dejo de ponerte la cremita; yo respondí no te preocupes, no lo haré. Movió mi verga hacia el ombligo levantando mis testículos con la otra mano, en un instante su lengua empezó a recorrer mis testículos metiéndoselos en la boca, los chupo alternadamente, después recorrió toda la parte que me había rasurado con su lengua, sin dejar de masturbarme, poco a poco fue recorriendo el tronco de mi verga hasta que la introdujo en su boca comenzó a mamármela lentamente, poco a poco fue metiéndosela más y más, hasta que se la introdujo completamente, cuando se hacía hacia atrás, no permitía que la cabeza de mi verga saliera de su boca y cuando llegaba a sus labios, succionaba fuertemente pretendiendo sacarme toda la leche de mi verga, por un instante traté de agarrarle la cabeza para empujarla más hacia mi verga, pero dejo de mamármela y me dijo: no te muevas que es peligros, así que volvía apretar con mis manos el descansabrazos del sillón, ella regreso a mamarme la verga pero ahora solo su boca tocaba mi verga, ninguna otra parte de su cuerpo me tocaba, solo su boca, aquello era una locura, solo me estaba mamando la verga con su boca, yo trataba de hacer movimientos de arriba hacia abajo como si me la estuviera cogiendo por la boca, pero ella los detenía metiéndose completamente la verga en su boca y aprisionándome contra el sillón, fueron tales sus embestidas y succiones a mi verga, que explotó en un enorme orgasmo, arrojándole toda mi leche caliente dentro de su boca, la cual al sentir mi semen caliente, se metió la verga lo más profundo que pudo para que la cabeza de mi verga le traspasara su garganta, eyaculé tremendamente en el interior de su garganta, Mary se quedó inmóvil en lo que mi verga terminaba de arrojar el semen y poco a poco fue perdiendo su firmeza, al quedar mi verga flácida, la sacó de su boca y me dijo, ahora si ya terminamos, puedes bajarte la capa de la cara, inmediatamente me la quité de la cara y vi como Mary Seguía lamiéndose los labios con su lengua, yo me incorporé del sillón y me dirigí hacia ella, a lo que ella dio unos pasos hacia atrás y me dijo: no ahora no, te propongo que el próximo viernes vengas a la misma hora y ahora te tocará a ti hacerme el corte que quieras y como tu quieras; yo le dije: pero tengo muchas ganas de cogerte, no se vale, no te pude tocar, a lo que ella me respondió, el próximo viernes te tocará a ti ser el estilista; y mira, te voy a enseñar que si requiero un cortecito, se desabrochó el botón del pantalón, bajó el cierre de pantalón y se bajó el pantalón hasta las rodilla, pude ver que traía una mini tanga transparente de hilo dental, de donde salían sus bellos vaginales, también se subió el top y dejó completamente al descubierto aquellas tetas hermosas con unos pezones completamente parados y una aureola grande y oscurita, yo intenté ir hacia ella pero insistió diciéndome: no ahora no; y si insistes no habrá otro día.
Al ver aquella tajante negativa, opté por subirme el pantalón y decirle bueno, pues será el próximo viernes, pero cuanto te debo; a lo que ella me respondió, el próximo viernes me pagas y espero que no me salgas debiendo eh.
Próximamente el siguiente y último capítulo, espero sus comentarios, sean buenos o malos paro que sean comentarios, así sabré si tengo imaginación para este tipo de relatos o no.