Roberto Blancarte
Milenio Diario
http://impreso.milenio.com/node/8573928

Hay varios tipos de epidemia. No todo se circunscribe a la de influenza. Ya se ha mencionado la epidemia de violencia, que al parecer se ha expandido con gran velocidad por todas las entidades de la República y amenaza con no extinguirse nunca. Pero, por si esto fuera poco, ahora tenemos otra, que a largo plazo podría ser todavía más peligrosa, si no para nuestra salud, al menos para nuestras libertades. Se trata de una epidemia conservadora que ha invadido a las legislaturas y gobiernos de las diversas entidades del país. El último episodio de ésta fue el de la reforma al artículo 1º de la Constitución de Guanajuato, en la que en la práctica se prohibió el derecho al aborto, incluso en casos de violación. En reciente boletín, la legislatura de dicho estado anunció dicha aprobación: “De esta forma, el segundo párrafo de este artículo, con la reforma aprobada, establece: ‘Para los efectos de esta Constitución y de las leyes que de ella emanen, persona es todo ser humano desde su concepción hasta su muerte natural. El Estado le garantizará el pleno goce y ejercicio de todos sus derechos’... Estas reformas fueron aprobadas con el voto a favor de 26 integrantes de la Legislatura… Cabe señalar que nueve integrantes no registraron voto por haber abandonado el salón de sesiones en este punto… Para poder cobrar vigencia conforme el artículo transitorio, este decreto deberá contar con la aprobación de la mayoría de los ayuntamientos de la entidad… Estas reformas tienen su origen en una iniciativa presentada por las y los integrantes del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional en el año 2007. En sus consideraciones, los iniciantes refieren que el derecho a la vida es inviolable y es fundamento y origen de todos los demás derechos y, ante ello, existe la obligación para el Estado de garantizarlo y protegerlo… Por su parte, la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, en las consideraciones plasmadas en el dictamen, señala que… al igual que cualquier autoridad, tienen la grave responsabilidad de garantizar los derechos inherentes a la persona, y esta reforma contribuye a establecer con claridad quienes son los sujetos de estos derechos humanos y en general los sujetos de las garantías consagradas en la Constitución… Estos derechos y garantías, precisa el dictamen, corresponden al ser humano desde su concepción, el respeto a los mismos es condición ineludible para la vida en sociedad”. En otras palabras, las y los diputados panistas consideraron que un espermatozoide que acaba de unirse a un óvulo es una persona y por lo tanto tiene más derechos que una mujer, aún si ésta ha sido violada.
De esa manera se consumó en Guanajuato una acción que ni siquiera en los inicios de la presidencia de Fox los panistas pudieron lograr. Pero ahora ellos no lo hicieron solos, como no lo han hecho solos en otros nueve estados de la República. En este caso, los 23 diputados panistas requirieron de la ayuda de dos diputados del PRI (un hombre y una mujer), así como una diputada del PT. Corrupción, falta de visión, conservadurismo o entreguismo político. Se les ha acusado de todo a estos diputados y diputadas. Lo cierto es que los panistas han conseguido los votos necesarios, en algunas de las entidades que gobiernan, para poder hacer las reformas retrógradas a las leyes y constituciones estatales: de esa manera, en Jalisco los 20 diputados del PAN obtuvieron el apoyo de siete diputados del PRI, dos del Partido Verde y otro del PT. Y así en otros lugares. No se trata entonces de uno o dos diputados que equivocaron el rumbo. Es una verdadera entrega del PRI al panismo, en uno de los temas medulares de las libertades y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, particularmente el derecho a decidir sobre lo que sucede en su propio cuerpo.
Es en estados gobernados por el PRI y por iniciativas de sus gobernadores que se han llevado a cabo esas reformas conservadoras, lo que constituye una verdadera traición al Estado laico y a las mujeres mexicanas: Campeche, Puebla, Sonora son sólo algunos ejemplos de ello. La meta de Provida, del panismo y del priismo conservador es conseguir reformas similares en 17 entidades de la República para que tengan rango nacional o federal. Así que ahora van por Querétaro, Nuevo León, Guerrero, Veracruz o en cualquier otro estado donde haya un gobernador “prianista” y existan legisladores dispuestos a traicionar los ideales de sus partidos, de las mujeres o de un Estado comprometido con las libertades de todos y de todas.
Lo más increíble de esta epidemia conservadora es que ha avanzado impunemente y en plena precampaña electoral. En otras palabras, el PAN está anunciando el tipo de país que quiere para el futuro, y el PRI parece querer ayudarlo. Beatriz Paredes, antigua luchadora por las causas de las mujeres, pasará quizás a la historia como la dirigente de su partido que permitió ese enorme retroceso en la vida nacional. La pregunta es: ¿será ayudada por otros distinguidos priistas, como el gobernador de Veracruz, quien festejará con ese atentado al Estado laico los 150 años de las Leyes de Reforma? ¿Castigará el electorado, sobre todo el femenino, a estos dos partidos, en las elecciones del 5 de julio?

No tienen perdón de Pandora, me caegulp!