Benito Kozman
31 de julio de 2017


Cuando la Casa Blanca divulgó su nómina salarial el pasado 30 de junio, sobresalió un nombre: Madeleine Westerhout, la asistente personal del presidente Trump, que con apenas 26 años recibe un salario de 95.000 dólares.




Pero, ¿quién es esta atractiva mujer de piel blanca, cabello negro y curvilínea figura?

Westerhout ha tenido una carrera meteórica en los círculos políticos republicanos.





Cuando comenzó a llamar la atención de la prensa, a finales de 2016, se encontraba a punto de un importante salto en su carrera, precisa el sitio web Business Insider.

En ese período era frecuentemente fotografiada en el vestíbulo de la Torre Trump, conduciendo a los invitados del presidente electo Donald Trump -como Rick Perry, Mitch McConnell y Gary Cohn, ejecutivo de Goldman Sachs. Al no conocer su nombre, los cuerpos de fotógrafos y periodistas comenzaron a llamarla “la chica del elevador”, algo que ella misma pareció disfrutar como puede verse:





En enero de este año, “la chica del elevador” fue designada como asistente ejecutiva y especial del presidente Trump, encargada de hacer llamadas en su nombre y ayudar a programar su agenda diaria.

Westerhout creció en un estado demócrata, California, pero asistió al Colegio de Charleston en Carolina del Sur. De filiación republicana, por supuesto, en 2012, Westerhout pidió una licencia escolar para trabajar como pasante en la fallida campaña presidencial de Mitt Romney.




Al año siguiente se graduó con una licenciatura en ciencias políticas y comenzó a trabajar de inmediato como coordinadora de proyectos especiales y voluntarios para el ex senador estatal de Carolina del Sur, John Kuhn, durante su fracasado intento de llegar al Congreso federal.

Después trabajó con el representante conservador de California, John Campbell. Campbell, que representaba el área del Condado de Orange, había ocupado un puesto en el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes pero no buscó la reelección en 2014.

Westerhout consiguió entonces una posición como empleada en el Comité Nacional Republicano (RNC, por sus siglas en inglés).




Allí ayudó a Katie Walsh, quien fue brevemente jefa de personal de la campaña de Trump. Fue en ese momento que le encargaron escoltar a los huéspedes desde las puertas de entrada y en el ascensor en la Torre Trump.

Westerhout comenzó a asistir al equipo de transición Trump, que incluyó al entonces presidente del RNC, Reince Priebus. Como es evidente, rápidamente captó la atención de este y del propio Trump.




Otra asistente de Trump, Rhona Graff, se encargó de entrenar a Westerhout para su posición en la Casa Blanca. Graff había trabajado con Trump en la organización Trump desde 1987.

La joven no habla mucho de sus responsabilidades, aunque sí declaró al diario universitario The College Today de Charleston que “era un honor” ser asistente del presidente.

Más elocuentes son las fotos que la muestran en la Casa Blanca, junto a Trump y sus distinguidos huéspedes.



Fuente



JAJAJAJAJA... El Trumposo refunfuñando todo el tiempo en contra de Hillary Clinton y ahora hace exactamente lo que el marido de ésta hizo cuando era presidente. ¿Será como para recordarle ese penoso y vergonzoso caso? "Como lo de los e-mails no le está funcionando, pues entonces, para rascarle a los recuerdos, yo también le pongo los cuernos a mi mujercita... con una chica de la mismísima Casa Blanca". La diferencia es que al menos Bill no necesitaba usar Viagra (¡además de que... todavía no existía!) para "dar el ancho"... JAJAJAJAJA

Ya más en serio. Si bien la nota parecería ser mas estilo "jet set" (algo que es al mero mole del Trompetas), lo cierto es que deja ver el trasfondo de la conocida y pendenciera costumbre del macho alfa al que evidenciaron desde la campaña electoral. Por más que la chica se haya graduado con una licenciatura en ciencias políticas, eso es MUY RECIENTE, y no le provee de la NECESARIA EXPERIENCIA PROFESIONAL, sobre todo para ser LA ASISTENTE PERSONAL DEL PRESIDENTE (digo, suponiendo que en lo que lo asistirá será en sus funciones como presidente de la república, no en asuntos de índole sentimental privada). No importa que la haya entrenado Rhona Graff (¡treinta años siendo la "mano derecha" y agenda personal del Trumpas!); la misma Rhona Graff reconocería (si la dejara hacerlo el ex-patrón) que alcanzar el grado de EXPERIENCIA necesario para "dar el ancho" -sobre todo para un presidente- no se puede programar como si de una computadora se tratara.

De todas las imágenes, la que más representa las "razones" por las cuales el Trompudo la contrató como su "ASISTENTE PERSONAL" (y que a mí en lo particular me parece la más denigrante) es la primera. No sé si es mi apreciación, pero le encuentro cierto sesgo facial (y corporal) de semejanza con las anteriores y la actual esposa del Pelochas. ¿Será la "ayuda para los momentos de soledad" de Mr. PresiTrump, y que no extrañe a su mujercita?

Y entre las envidias al matrimonio Clinton, y su inevitable tendencia congénita al machismo, sigue queriendo demostrar (así sea de las maneras más ridículas posibles, algo que no le incomoda) que él "puede" más que ellos. En lo que se han convertido las presidencias hoy en día: competencias de costumbres vulgares, irracionales y/o infantiles. En México un "guapo" que se siente divo, en los USA un macho alfa (ya con evidentes signos de impotencia, pero que no reconocerá), en Turquía un mafioso que se siente el heredero del imperio Turco-Otomano, en Venezuela un orate que habla con los pajaritos y se siente el nuevo Fidel Castro, en Corea del Norte un chavalo al que le gusta jugar a la guerra como si de un juego de video se tratara (y que tiene un harem personal para sus excesos sexuales), en fin...

Lo que sobre todo muchas personas del sexo femenino no han podido dejar de notar, es EL SALARIO: poquito menos de OCHO MIL DÓLARES MENSUALES... ¡A LOS 26 AÑOS! Muchos ejecutivos en la misma gringolandia no ganan eso. No se diga los profesores universitarios: ninguno tiene un salario así. Y no hablo de la inmensa mayoría de los gringolandeses, porque están muy por debajo de esa suma. ¿Los inmigrantes? aparte de que los ande persiguiendo "la migra", no ganarían eso... ¡ni en sus sueños más guajiros! ¡Ánimo, no se me agüiten!