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Bovino maduro
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[FONT="]La Colegiala 1: [/FONT]http://ba-k.com/showthread.php?t=2464235
[FONT="]La Colegiala 2: [/FONT]http://ba-k.com/showthread.php?t=2483528[FONT="]
La Colegiala 3: [/FONT]http://ba-k.com/showthread.php?t=2508011[FONT="]
La Colegiala 4:[/FONT]http://ba-k.com/showthread.php?t=2530087[FONT="]
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Como nunca Susana sale feliz del colegio, después de esforzarse estudiando con su hermano y haciendo el sacrificio de dejar de lado las fiestas y las amistades Susana se saca un 7 en matemáticas, ella tiene una sonrisa que no le cabe en el rostro, sus compañeros apenas lo pueden creer y atribuyen esto a varios factores, desde la intervención divina, trampas e incluso que Susana pudo haberle hecho algún favor al profesor. Sin embargo Susana esta tan feliz que ignora dichos comentarios.
Al llegar a su casa Susana corre a mostrarle a sus padres la nota que se sacó, “vaya, vaya un 7 quien lo hubiera imaginado” le dice su mama, “¿y bien?” pregunta Susana ansiosa por saber si le levantarán su castigo, “si prometes sacarte más notas como esta, te levantamos el castigo” le dice su papá. Susana salta de alegría y de inmediato va a la habitación de Andrés a darle las gracias, ella literalmente se le tira encima y lo empieza a besar, Susana se muere de ganas por darle las gracias a su manera, pero Andrés la controla diciéndole que es peligroso. “En la noche cuando los viejos estén durmiendo, ve al cobertizo del patio, ahí te estaré esperando para darte las gracias y una nueva clase”, Susana le da un beso y después se va a su habitación. Andrés fue al cobertizo en la noche y Susana le dio una clase “intensiva”.
Para Susana fue una excelente semana en el colegio, le fue bien en matemáticas y pudo demostrar a las malas lenguas que ella no necesita estar usando sus encantos para conseguir algo. Lo mejor es que ella puede volver a salir nuevamente con sus amistades y justo a tiempo para aprovechar la invitación de su tía Elisa para el fin de semana, ella y su esposo eran viejos amigos desde la escuela de sus padres, pero Susana cuando era niña se acostumbro a decirles tios como lo hacia con todos los adultos que no eran sus padres en esa época, desde entonces se quedaron los apodos, aunque no eran parientes de sangre, era casi como si lo fueran gracias a esto.[/FONT]
[FONT="]Como el lunes entra en la tarde ella planea volver el mismo día lunes directo al colegio. Su tía vive en una hacienda que esta a una hora de la ciudad, la ha visto muy a lo lejos, de hecho la última vez fue hace tres años, ahora la invita a pasar el fin de semana junto a su hermano. Susana esta entusiasmada con la idea, pero Andrés no la puede acompañar, él debe terminar un trabajo urgente para el lunes, Susana no se desanima.
Tras salir de clases el viernes Susana va a cambiarse de ropa a la casa y de ahí va a tomar un bus que la deja a un par de kilómetros del lugar, ya que la hacienda se encuentra en una zona relativamente alejada del pueblo más cercano. Susana camina un buen rato hasta dar con la casa, su tía la esta esperando y la recibe con los brazos abiertos. Susana viene exhausta y su tía le sirve la once, ambas comparten además una cerveza mientras conversan de todo un poco después de tanto tiempo.
Ya era de noche cuando Ricardo, el marido de Elisa, regresa del campo. Susana cuando era niña le tenía mucho miedo y corría a esconderse cada vez que lo veía, no era para menos. Ricardo es un hombre sumamente corpulento y fornido, tiene como 55 años, canoso y muy alto de más de 1.90 de estatura. A pesar de ver muy poco a Susana siempre ha tenido un cariño especial por ella y todos los años le envía regalos para su cumpleaños y para la navidad. Al ver a Susana se impresiona por lo crecida que esta y ella lo saluda de forma muy efusiva después de tanto tiempo sin verlo.
Susana se siente a gusto en ese lugar, a ella le encanta salir y estar al aire libre lejos de su casa. Con su tía recorre todo el campo, a lo lejos ella observa a Ricardo trabajar, “¿el tío siempre es tan reservado?” pregunta ella, “siempre, nunca habla mucho, es muy callado y como puedes ver muy trabajador” le contesta su tía.
A medida que transcurre la tarde el calor se hace cada vez más insoportable, algo típico en ese lugar a estas alturas del año. Siguiendo el consejo de su tía Susana se va a refrescar en una laguna cercana, al principio Susana solamente se moja los pies mientras camina por la orilla, pero al ver que no hay nadie cerca Susana decide darse un baño en ropa interior al no tener un bikini. “Que rico” dice ella aliviada por sacarse el calor de encima aunque sea por un rato. Ella se pasa casi toda la tarde ahí hasta que decide volver a la casa, al salir del agua se encuentra con su tío, que le da una mirada penetrante, ella se queda casi paralizada. La ropa interior de Susana se ha vuelto casi transparente marcando sus pezones y una oscura mata de vello en su pubis, “vamos a tomar once, Elisa nos espera” le dice él en un tono paternal mientras la envuelve con la toalla, ambos regresan juntos a la casa.
Al día siguiente por la tarde, después del almuerzo, Susana esta leyendo un libro a la sombra de un árbol, totalmente relajada, Susana no es una buena estudiante pero siempre le gusta leer novelas. Entonces su tía la llama bastante alterada y le dice que deberá dejarla sola, una vecina se enfermó y la va a llevar al hospital y se quedara con ella, “deberás irte sola mañana, me gustaría acompañarte más pero no puedo” Susana entiende todo, “para las vacaciones de verano puedes venir y te quedas más tiempo” le dice ella, Susana pregunta por su tío, “lo siento mi niña, él se va a quedar en el campo de mi vecina cuidándolo y no va a venir esta noche, ahora si quieres le digo que venga contigo si tienes miedo de quedarte sola”, “no, no hay problema, ya estoy grande” le responde Susana que se despide de su tía. “Bueno, será” piensa ella resignada.
Ya era de noche cuando Susana se va a dormir, hace mucho calor, esta realmente sofocante y no puede conciliar el sueño. “¡No sé como mi tía puede aguantar esto todos los días!” exclama ella que esta realmente incómoda. Susana decide dormir desnuda, como esta sola en la casa desarma casi toda la cama dejando solo las sabanas para cubrirse y al estar su cuerpo muy sudado estas se pegan en el. La morena duerme, cuando de pronto Susana comienza a moverse inquieta en la cama, se siente extraña, se siente excitada como si algo recorriera su cuerpo, un gemido se escapa de sus labios cuando algo roza sus pechos. Susana despierta de improviso muy alterada y se encuentra cara a cara con su tío.
Ambos se miran a los ojos, Susana no sabe que hacer, ella se siente pérdida en los intensos azules de Ricardo. Lentamente él la empieza a destapar quitando la sabana que la cubre, a medida que esta desaparece él aprecia el voluptuoso cuerpo de la morena. Susana no dice nada ni hace nada, cuando Ricardo luego de destaparla desliza sus arrugadas manos sobre el cuerpo de Susana ella cierra los ojos y comienza a gemir y suspirar, ella estira sus manos hacia el respaldo de la cama y Ricardo se las sujeta con una de las suyas inmovilizando a Susana. La morena chupa los dedos de su tío cuando este se los pone en la boca, ella lo hace como si de un miembro se tratara, luego él pasa sus dedos sobre los pezones de Susana haciendo pequeños círculos alrededor de los mismos para después atraparlos con sus labios. La respiración de su Susana se agita cada vez que él le besa los pechos, con su lengua se los acaricia y se los aprieta ligeramente mientras aún la tiene sujeta. Ricardo sigue deslizando su mano sobre el cuerpo de la morena, desciende por su vientre hasta llegar a su pubis pasando por encima de la pequeña mata de vello que ella tiene, Ricardo le frota el pubis lentamente moviéndola despacio sobre el para darle un intenso placer. Un fuerte gemido se escapa de los labios de la morena cuando los dedos de Ricardo juegan con su clítoris, lo atrapa y lo acaricia delicadamente haciendo delirar a Susana.
La morena se agita en la cama ante las intensas caricias de su tío, ella actúa de forma muy ardiente solo pidiéndole que continué. Poco a poco él desliza sus dedos comenzando en el culo de Susana hasta llegar a coño, con caricias que se hacen cada vez más fuertes, de pronto el dedo mayor se lo empieza a meter en el culo en medio de los gemidos de la morena. Lentamente empieza un movimiento de mete y saca que hace que Susana se retuerza en la cama, pero Ricardo no la ha soltado, aún. Con el pulgar juega en el coño de la morena hasta que también se lo mete, Susana siente como es follada en ambos agujeros y él no deja de besarle sus pechos, ella se mueve como loca disfrutando al máximo de este momento que jamás se había imaginado.
Ricardo la libera y Susana se atraviesa en la cama separando sus piernas, él reconoce la invitación y hunde su rostro entre los muslos de ella, con su boca devora ansiosamente el coño de la morena, ella carga el rostro de su tío sobre su sexo, con su portentosa lengua se la mete en el coño y con sus dedos recorre el culo de Susana que lo recibe ansiosamente, ella se mueve sobre la cama, retorciéndose y gimiendo ante cada lamida que le dan, “¡vamos meteme tu lengua más adentro no pares, no pares, eso es!”, exclama ella.
Muy ansiosa Susana observa a su tío abrirse los pantalones, entonces la morena ve su verga totalmente erecta y se queda casi estupefacta, son al casi 30 centímetros de carne dura y tiesa solo para ella. Susana no sabe por donde empezar, la toma con ambas manos y la siente palpitar, jamás ha tenido algo así para entretenerse. Susana se ensaliva sus manos y comienza a frotarla con fuerza, ella siente como se pone aun más dura que antes a medida que la frota. Finalmente la morena no espera más y con su lengua la recorre partiendo desde su base hasta llegar a su gran y roja cabeza. Susana no se detiene en ningún momento, para ella tener ese miembro a su entera disposición es un sueño hecho realidad. Aquel miembro apenas le cabe en su boca debido a lo larga y gruesa que es, pero ella se traga tanto como puede. Con sus labios la recorre hasta donde es capaz, ella le demuestra a su tío lo mucho que ha crecido y lo mucho que sabe de estas cosas. Su tío de improviso la empuja sobre la cama y se pone sobre ella, Susana con sus grandes pechos atrapa su verga y la comienza a frotar fuertemente, ella la recorre en toda su extensión, sus caricias son tan intensas que Susana lo hace acabar de manera muy abundante cubriéndole sus pechos y salpicándole el rostro, sin embargo la verga de su tío se mantiene totalmente erecta.
Ricardo se encima sobre Susana y pone su verga contra su coño, un profundo quejido deja escapar ella al sentir como aquel enorme pedazo de carne se va metiendo en su sexo. Su respiración se vuelve entrecortada ante cada embestida que recibe, separa tanto como puede sus piernas para que él se mueva entre ellas, Susana aún trata de acomodarse, la verga de su tío es bien grande y ella nunca había tenido algo así metido en su coño. Su tío no le da tregua y le da con bastante fuerza, a Susana que le cuesta seguirle el ritmo, es tal la fuerza de Ricardo que Susana siente un poco de dolor en cada embestida que él le da, ella lo abraza y lo besa en todo momento mientras siente su miembro recorrer su coño, Susana esta totalmente extasiada por la forma en que su tío la folla, ella esta impresionada por su forma de coger, fuerte y rudo, jamás pensó que él siendo tan calmado pudiera ser tan efusivo a la hora de coger.
Sobre la cama la morena se pone en cuatro, exhibiendo su coño, Ricardo se lo devora un instante y luego la empala de una sola vez, “¡oh cielos si es tan grande!” exclama Susana que casi no le sale el habla. Ricardo la toma de las caderas y le da bien duro a la morena, Susana incluso se carga contra él para poder acogerla mejor en su coño, “¡vamos, vamos que la quiero toda!” le grita ella sumamente excitada, pero Ricardo recién a comenzado y en vista de lo caliente que está Susana decide darle algo más.
Antes que Susana pueda reaccionar su tío la empuja sobre la cama dejando acostada sobre su estomago, Ricardo le abre bien las nalgas y comienza a lamerle su estrecho culo, metiéndole además sus dedos en el. De pronto Susana siente algo muy duro apoyándose contra su culo, “¡espera, que haces, por ahí no la tienes muy grande para...!”, pero ya es tarde. Ricardo carga a Susana contra la cama mientras su polla se va enterrando en el culo de la morena, Susana siente mucho dolor al recibir semejante miembro, una cosa es la verga de José o la de su hermano pero esta, esta es muy distinta. Ni siquiera los estremecedores gritos de Susana rogándole que se detenga lo hacen desistir, una vez que la tiene bien metida comienza a bombearla y Susana siente que su tío la va a partir en dos. “¡Ay, ay, detente por favor, me duele, me duele mucho!” le grita llorando, pero Ricardo no para y le sigue dando a Susana cuyo culo apenas es capaz de recibir su miembro. Susana ya no da más, a pesar del enorme dolor el placer es mayor aún, de pronto siente una calidez llenando su culo, su tío saca su verga y a ella la da vuelta acabando sobre su cuerpo. Tras esto él se arregla y sale de la habitación dejando a la morena, adolorida, acostada sobre la cama.
Por la mañana Susana despierta temprano, esta algo confundida, “¿habrá sido un sueño?” se pregunta ella, sin embargo al sentarse sobre la cama siente algo de dolor en el culo, “¡ouch, no, no fue un sueño!” dice ella mientras se lo soba. Ella recoge una toalla y se va a dar una ducha tibia ya que esta algo fría la mañana. Ella se pone su uniforme de inmediato para no estarse cambiando después ya que planea irse directamente al colegio sin pasar por su casa. Al llegar a la cocina Susana se encuentra con Ricardo que le sirve el desayuno, “te iré a dejar al bus” le dice él. Susana se sienta a la mesa y ambos conversan de cualquier cosa, del tiempo, bueyes perdidos, lo que sea.
“Me dijeron que anoche no ibas a llegar”, “un cuñado de la vecina llegó a ultima hora a cuidar el campo, por eso regrese y te fui a ver”, “¿siempre eres así en la cama?” le pregunta de improviso Susana tratando de tomarlo por sorpresa. “A veces” le responde él sin siquiera inmutarse, “no sé como mi tía puede aguantar que la folles de esa manera, en especial por el culo, fuiste muy duro conmigo” le dice ella mientras toma un sorbo de café. Una tímida sonrisa se esboza en el rostro Ricardo, “en realidad eres la primera mujer que acepta tener sexo anal conmigo, por mi tamaño siempre se habían negado incluso tu tía”, a Susana casi se le cae la taza de café al escuchar esto, “¿bromeas?, además anoche precisamente no me diste a elegir, de hecho ni siquiera me preguntaste”, “tal vez” le responde él. Ricardo recoge algo de loza de la mesa y la deja en el lavaplatos, al darse media vuelta se encuentra con ella, Susana se empina para darle un beso, le toma las manos y las lleva hacia su culo, “vas a llegar tarde” le dice su tío, con toda calma Susana se hinca frente a él y comienza a abrirle los pantalones, “entro más tarde hoy, ahora lo haremos a mi modo” le dice ella.
Susana pone en su boca la verga de su tío, a medida que le va haciendo una mamada ella la siente como se va poniendo cada vez más dura hasta quedar totalmente erecta, solo le basta una mamada rápida. “Esta lista” le dice ella, Susana despeja la mesa de la cocina y se acuesta sobre ella subiéndose la falda de colegio, se abre su blusa mostrándole sus pechos que se acaricia provocadoramente y después se aparta su calzón, ella se mete sus dedos en su coño, “ven aquí, mi coño ya esta bien ardiente”, Ricardo con su gran verga totalmente erecta toma las piernas de Susana y las apoya sobre sus hombros, lentamente su miembro comienza a hundirse en el coño de ella. Susana cierra sus ojos mientras él la va bombeando, ella se sujeta de los bordes de la mesa mientras sus tetas se agitan ante cada arremetida, Susana nuevamente siente como su tío le da bien duro. Ricardo demostrando su fuerza física levanta a Susana de la mesa y la sostiene en brazos con su verga aun metida en su coño. La morena sube y baja por su miembro, ella lo besa y le dice que no se detenga, un dedo de Ricardo se abre paso en el culo de Susana y ella se excita más aún.
Con una voz débil ella le pide a su tío que se siente en una silla, ella se pone de pie y le hace una mamada de nuevo, “sujétame de las caderas” le pide ella. Susana le da la espalda a su tío, él la toma de las caderas y la morena con sus manos separa sus nalgas y se va dejando caer sobre la verga de Ricardo que parece un mástil. “Pensé que te había dolido mucho” le dice él, “por eso ahora lo haremos a mi modo” le contesta Susana. Poco a poco, el miembro de Ricardo se pierde entre las nalgas de Susana, ella siente algo de dolor pero sigue adelante hasta acogerla por completo. Susana le cabalga encima, al principio despacio pero después con más fuerza, ella hace que su tío le meta los dedos en el coño al tiempo que su verga le recorre el culo. La morena no da más, esta sumamente excitada y finalmente su tío la hace acabar, “espera, ahora te haré acabar yo”, ella se dedica a hacerle una paja con sus pechos y con sus manos hasta que sobre sus tetas él se corre.
Susana exhausta se limpia el semen de su cuerpo, “viste, si lo haces de forma más sutil te podrás coger a cualquier mujer por el culo” le aconseja ella. Ricardo la va a dejar al bus, “¿te volveré a ver?”, “no lo sé, pero puedes venir cuando quieras” le contesta él. Susana se sube al bus y regresa a la ciudad.
Por la tarde la morena vuelve a su casa, su mama esta en la cocina cuando la ve llegar. “¿Cómo te fue?”, “bien, fue súper entretenido, es súper bonito el lugar”. Susana se dirige a su habitación cuando su mama la llama nuevamente, “¿y esa mancha en tu blusa, como te la hiciste?”, Susana se mira en un espejo, a la altura de sus pechos se aprecia una mancha grande y de color blanco oscuro que se nota con claridad, Susana esta algo desconcertada, “ehhhhhh, es una mancha de leche, sí eso es”, “¿de leche?” le pregunta su mama, “si, lo que pasa es que al desayuno mi tío me dio una gran taza de leche y se derramo un poco en mis te----, digo en mi blusa por accidente”. Susana sonríe tratando de pasar desapercibida y salir luego de ahí, “hay, a tu edad y todavía no sabes tomar leche, cámbiate luego de ropa para poder lavar eso” le dice ella moviendo la cabeza de lado a lado, Susana sale corriendo a su habitación, “leche..., si supiera” piensa ella mientras se ríe.[/FONT]
[FONT="]La han gozado en los relatos, pero ¿como se imaginan a la morena?, por eso queria que en cada comentario trataran de poner una foto de alguna morena que sea como ustedes se imaginan a Susana, la foto que mas se parezca a su descripción será publicada en el prox relato
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[FONT="]La Colegiala 2: [/FONT]http://ba-k.com/showthread.php?t=2483528[FONT="]
La Colegiala 3: [/FONT]http://ba-k.com/showthread.php?t=2508011[FONT="]
La Colegiala 4:[/FONT]http://ba-k.com/showthread.php?t=2530087[FONT="]
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Como nunca Susana sale feliz del colegio, después de esforzarse estudiando con su hermano y haciendo el sacrificio de dejar de lado las fiestas y las amistades Susana se saca un 7 en matemáticas, ella tiene una sonrisa que no le cabe en el rostro, sus compañeros apenas lo pueden creer y atribuyen esto a varios factores, desde la intervención divina, trampas e incluso que Susana pudo haberle hecho algún favor al profesor. Sin embargo Susana esta tan feliz que ignora dichos comentarios.
Al llegar a su casa Susana corre a mostrarle a sus padres la nota que se sacó, “vaya, vaya un 7 quien lo hubiera imaginado” le dice su mama, “¿y bien?” pregunta Susana ansiosa por saber si le levantarán su castigo, “si prometes sacarte más notas como esta, te levantamos el castigo” le dice su papá. Susana salta de alegría y de inmediato va a la habitación de Andrés a darle las gracias, ella literalmente se le tira encima y lo empieza a besar, Susana se muere de ganas por darle las gracias a su manera, pero Andrés la controla diciéndole que es peligroso. “En la noche cuando los viejos estén durmiendo, ve al cobertizo del patio, ahí te estaré esperando para darte las gracias y una nueva clase”, Susana le da un beso y después se va a su habitación. Andrés fue al cobertizo en la noche y Susana le dio una clase “intensiva”.
Para Susana fue una excelente semana en el colegio, le fue bien en matemáticas y pudo demostrar a las malas lenguas que ella no necesita estar usando sus encantos para conseguir algo. Lo mejor es que ella puede volver a salir nuevamente con sus amistades y justo a tiempo para aprovechar la invitación de su tía Elisa para el fin de semana, ella y su esposo eran viejos amigos desde la escuela de sus padres, pero Susana cuando era niña se acostumbro a decirles tios como lo hacia con todos los adultos que no eran sus padres en esa época, desde entonces se quedaron los apodos, aunque no eran parientes de sangre, era casi como si lo fueran gracias a esto.[/FONT]
[FONT="]Como el lunes entra en la tarde ella planea volver el mismo día lunes directo al colegio. Su tía vive en una hacienda que esta a una hora de la ciudad, la ha visto muy a lo lejos, de hecho la última vez fue hace tres años, ahora la invita a pasar el fin de semana junto a su hermano. Susana esta entusiasmada con la idea, pero Andrés no la puede acompañar, él debe terminar un trabajo urgente para el lunes, Susana no se desanima.
Tras salir de clases el viernes Susana va a cambiarse de ropa a la casa y de ahí va a tomar un bus que la deja a un par de kilómetros del lugar, ya que la hacienda se encuentra en una zona relativamente alejada del pueblo más cercano. Susana camina un buen rato hasta dar con la casa, su tía la esta esperando y la recibe con los brazos abiertos. Susana viene exhausta y su tía le sirve la once, ambas comparten además una cerveza mientras conversan de todo un poco después de tanto tiempo.
Ya era de noche cuando Ricardo, el marido de Elisa, regresa del campo. Susana cuando era niña le tenía mucho miedo y corría a esconderse cada vez que lo veía, no era para menos. Ricardo es un hombre sumamente corpulento y fornido, tiene como 55 años, canoso y muy alto de más de 1.90 de estatura. A pesar de ver muy poco a Susana siempre ha tenido un cariño especial por ella y todos los años le envía regalos para su cumpleaños y para la navidad. Al ver a Susana se impresiona por lo crecida que esta y ella lo saluda de forma muy efusiva después de tanto tiempo sin verlo.
Susana se siente a gusto en ese lugar, a ella le encanta salir y estar al aire libre lejos de su casa. Con su tía recorre todo el campo, a lo lejos ella observa a Ricardo trabajar, “¿el tío siempre es tan reservado?” pregunta ella, “siempre, nunca habla mucho, es muy callado y como puedes ver muy trabajador” le contesta su tía.
A medida que transcurre la tarde el calor se hace cada vez más insoportable, algo típico en ese lugar a estas alturas del año. Siguiendo el consejo de su tía Susana se va a refrescar en una laguna cercana, al principio Susana solamente se moja los pies mientras camina por la orilla, pero al ver que no hay nadie cerca Susana decide darse un baño en ropa interior al no tener un bikini. “Que rico” dice ella aliviada por sacarse el calor de encima aunque sea por un rato. Ella se pasa casi toda la tarde ahí hasta que decide volver a la casa, al salir del agua se encuentra con su tío, que le da una mirada penetrante, ella se queda casi paralizada. La ropa interior de Susana se ha vuelto casi transparente marcando sus pezones y una oscura mata de vello en su pubis, “vamos a tomar once, Elisa nos espera” le dice él en un tono paternal mientras la envuelve con la toalla, ambos regresan juntos a la casa.
Al día siguiente por la tarde, después del almuerzo, Susana esta leyendo un libro a la sombra de un árbol, totalmente relajada, Susana no es una buena estudiante pero siempre le gusta leer novelas. Entonces su tía la llama bastante alterada y le dice que deberá dejarla sola, una vecina se enfermó y la va a llevar al hospital y se quedara con ella, “deberás irte sola mañana, me gustaría acompañarte más pero no puedo” Susana entiende todo, “para las vacaciones de verano puedes venir y te quedas más tiempo” le dice ella, Susana pregunta por su tío, “lo siento mi niña, él se va a quedar en el campo de mi vecina cuidándolo y no va a venir esta noche, ahora si quieres le digo que venga contigo si tienes miedo de quedarte sola”, “no, no hay problema, ya estoy grande” le responde Susana que se despide de su tía. “Bueno, será” piensa ella resignada.
Ya era de noche cuando Susana se va a dormir, hace mucho calor, esta realmente sofocante y no puede conciliar el sueño. “¡No sé como mi tía puede aguantar esto todos los días!” exclama ella que esta realmente incómoda. Susana decide dormir desnuda, como esta sola en la casa desarma casi toda la cama dejando solo las sabanas para cubrirse y al estar su cuerpo muy sudado estas se pegan en el. La morena duerme, cuando de pronto Susana comienza a moverse inquieta en la cama, se siente extraña, se siente excitada como si algo recorriera su cuerpo, un gemido se escapa de sus labios cuando algo roza sus pechos. Susana despierta de improviso muy alterada y se encuentra cara a cara con su tío.
Ambos se miran a los ojos, Susana no sabe que hacer, ella se siente pérdida en los intensos azules de Ricardo. Lentamente él la empieza a destapar quitando la sabana que la cubre, a medida que esta desaparece él aprecia el voluptuoso cuerpo de la morena. Susana no dice nada ni hace nada, cuando Ricardo luego de destaparla desliza sus arrugadas manos sobre el cuerpo de Susana ella cierra los ojos y comienza a gemir y suspirar, ella estira sus manos hacia el respaldo de la cama y Ricardo se las sujeta con una de las suyas inmovilizando a Susana. La morena chupa los dedos de su tío cuando este se los pone en la boca, ella lo hace como si de un miembro se tratara, luego él pasa sus dedos sobre los pezones de Susana haciendo pequeños círculos alrededor de los mismos para después atraparlos con sus labios. La respiración de su Susana se agita cada vez que él le besa los pechos, con su lengua se los acaricia y se los aprieta ligeramente mientras aún la tiene sujeta. Ricardo sigue deslizando su mano sobre el cuerpo de la morena, desciende por su vientre hasta llegar a su pubis pasando por encima de la pequeña mata de vello que ella tiene, Ricardo le frota el pubis lentamente moviéndola despacio sobre el para darle un intenso placer. Un fuerte gemido se escapa de los labios de la morena cuando los dedos de Ricardo juegan con su clítoris, lo atrapa y lo acaricia delicadamente haciendo delirar a Susana.
La morena se agita en la cama ante las intensas caricias de su tío, ella actúa de forma muy ardiente solo pidiéndole que continué. Poco a poco él desliza sus dedos comenzando en el culo de Susana hasta llegar a coño, con caricias que se hacen cada vez más fuertes, de pronto el dedo mayor se lo empieza a meter en el culo en medio de los gemidos de la morena. Lentamente empieza un movimiento de mete y saca que hace que Susana se retuerza en la cama, pero Ricardo no la ha soltado, aún. Con el pulgar juega en el coño de la morena hasta que también se lo mete, Susana siente como es follada en ambos agujeros y él no deja de besarle sus pechos, ella se mueve como loca disfrutando al máximo de este momento que jamás se había imaginado.
Ricardo la libera y Susana se atraviesa en la cama separando sus piernas, él reconoce la invitación y hunde su rostro entre los muslos de ella, con su boca devora ansiosamente el coño de la morena, ella carga el rostro de su tío sobre su sexo, con su portentosa lengua se la mete en el coño y con sus dedos recorre el culo de Susana que lo recibe ansiosamente, ella se mueve sobre la cama, retorciéndose y gimiendo ante cada lamida que le dan, “¡vamos meteme tu lengua más adentro no pares, no pares, eso es!”, exclama ella.
Muy ansiosa Susana observa a su tío abrirse los pantalones, entonces la morena ve su verga totalmente erecta y se queda casi estupefacta, son al casi 30 centímetros de carne dura y tiesa solo para ella. Susana no sabe por donde empezar, la toma con ambas manos y la siente palpitar, jamás ha tenido algo así para entretenerse. Susana se ensaliva sus manos y comienza a frotarla con fuerza, ella siente como se pone aun más dura que antes a medida que la frota. Finalmente la morena no espera más y con su lengua la recorre partiendo desde su base hasta llegar a su gran y roja cabeza. Susana no se detiene en ningún momento, para ella tener ese miembro a su entera disposición es un sueño hecho realidad. Aquel miembro apenas le cabe en su boca debido a lo larga y gruesa que es, pero ella se traga tanto como puede. Con sus labios la recorre hasta donde es capaz, ella le demuestra a su tío lo mucho que ha crecido y lo mucho que sabe de estas cosas. Su tío de improviso la empuja sobre la cama y se pone sobre ella, Susana con sus grandes pechos atrapa su verga y la comienza a frotar fuertemente, ella la recorre en toda su extensión, sus caricias son tan intensas que Susana lo hace acabar de manera muy abundante cubriéndole sus pechos y salpicándole el rostro, sin embargo la verga de su tío se mantiene totalmente erecta.
Ricardo se encima sobre Susana y pone su verga contra su coño, un profundo quejido deja escapar ella al sentir como aquel enorme pedazo de carne se va metiendo en su sexo. Su respiración se vuelve entrecortada ante cada embestida que recibe, separa tanto como puede sus piernas para que él se mueva entre ellas, Susana aún trata de acomodarse, la verga de su tío es bien grande y ella nunca había tenido algo así metido en su coño. Su tío no le da tregua y le da con bastante fuerza, a Susana que le cuesta seguirle el ritmo, es tal la fuerza de Ricardo que Susana siente un poco de dolor en cada embestida que él le da, ella lo abraza y lo besa en todo momento mientras siente su miembro recorrer su coño, Susana esta totalmente extasiada por la forma en que su tío la folla, ella esta impresionada por su forma de coger, fuerte y rudo, jamás pensó que él siendo tan calmado pudiera ser tan efusivo a la hora de coger.
Sobre la cama la morena se pone en cuatro, exhibiendo su coño, Ricardo se lo devora un instante y luego la empala de una sola vez, “¡oh cielos si es tan grande!” exclama Susana que casi no le sale el habla. Ricardo la toma de las caderas y le da bien duro a la morena, Susana incluso se carga contra él para poder acogerla mejor en su coño, “¡vamos, vamos que la quiero toda!” le grita ella sumamente excitada, pero Ricardo recién a comenzado y en vista de lo caliente que está Susana decide darle algo más.
Antes que Susana pueda reaccionar su tío la empuja sobre la cama dejando acostada sobre su estomago, Ricardo le abre bien las nalgas y comienza a lamerle su estrecho culo, metiéndole además sus dedos en el. De pronto Susana siente algo muy duro apoyándose contra su culo, “¡espera, que haces, por ahí no la tienes muy grande para...!”, pero ya es tarde. Ricardo carga a Susana contra la cama mientras su polla se va enterrando en el culo de la morena, Susana siente mucho dolor al recibir semejante miembro, una cosa es la verga de José o la de su hermano pero esta, esta es muy distinta. Ni siquiera los estremecedores gritos de Susana rogándole que se detenga lo hacen desistir, una vez que la tiene bien metida comienza a bombearla y Susana siente que su tío la va a partir en dos. “¡Ay, ay, detente por favor, me duele, me duele mucho!” le grita llorando, pero Ricardo no para y le sigue dando a Susana cuyo culo apenas es capaz de recibir su miembro. Susana ya no da más, a pesar del enorme dolor el placer es mayor aún, de pronto siente una calidez llenando su culo, su tío saca su verga y a ella la da vuelta acabando sobre su cuerpo. Tras esto él se arregla y sale de la habitación dejando a la morena, adolorida, acostada sobre la cama.
Por la mañana Susana despierta temprano, esta algo confundida, “¿habrá sido un sueño?” se pregunta ella, sin embargo al sentarse sobre la cama siente algo de dolor en el culo, “¡ouch, no, no fue un sueño!” dice ella mientras se lo soba. Ella recoge una toalla y se va a dar una ducha tibia ya que esta algo fría la mañana. Ella se pone su uniforme de inmediato para no estarse cambiando después ya que planea irse directamente al colegio sin pasar por su casa. Al llegar a la cocina Susana se encuentra con Ricardo que le sirve el desayuno, “te iré a dejar al bus” le dice él. Susana se sienta a la mesa y ambos conversan de cualquier cosa, del tiempo, bueyes perdidos, lo que sea.
“Me dijeron que anoche no ibas a llegar”, “un cuñado de la vecina llegó a ultima hora a cuidar el campo, por eso regrese y te fui a ver”, “¿siempre eres así en la cama?” le pregunta de improviso Susana tratando de tomarlo por sorpresa. “A veces” le responde él sin siquiera inmutarse, “no sé como mi tía puede aguantar que la folles de esa manera, en especial por el culo, fuiste muy duro conmigo” le dice ella mientras toma un sorbo de café. Una tímida sonrisa se esboza en el rostro Ricardo, “en realidad eres la primera mujer que acepta tener sexo anal conmigo, por mi tamaño siempre se habían negado incluso tu tía”, a Susana casi se le cae la taza de café al escuchar esto, “¿bromeas?, además anoche precisamente no me diste a elegir, de hecho ni siquiera me preguntaste”, “tal vez” le responde él. Ricardo recoge algo de loza de la mesa y la deja en el lavaplatos, al darse media vuelta se encuentra con ella, Susana se empina para darle un beso, le toma las manos y las lleva hacia su culo, “vas a llegar tarde” le dice su tío, con toda calma Susana se hinca frente a él y comienza a abrirle los pantalones, “entro más tarde hoy, ahora lo haremos a mi modo” le dice ella.
Susana pone en su boca la verga de su tío, a medida que le va haciendo una mamada ella la siente como se va poniendo cada vez más dura hasta quedar totalmente erecta, solo le basta una mamada rápida. “Esta lista” le dice ella, Susana despeja la mesa de la cocina y se acuesta sobre ella subiéndose la falda de colegio, se abre su blusa mostrándole sus pechos que se acaricia provocadoramente y después se aparta su calzón, ella se mete sus dedos en su coño, “ven aquí, mi coño ya esta bien ardiente”, Ricardo con su gran verga totalmente erecta toma las piernas de Susana y las apoya sobre sus hombros, lentamente su miembro comienza a hundirse en el coño de ella. Susana cierra sus ojos mientras él la va bombeando, ella se sujeta de los bordes de la mesa mientras sus tetas se agitan ante cada arremetida, Susana nuevamente siente como su tío le da bien duro. Ricardo demostrando su fuerza física levanta a Susana de la mesa y la sostiene en brazos con su verga aun metida en su coño. La morena sube y baja por su miembro, ella lo besa y le dice que no se detenga, un dedo de Ricardo se abre paso en el culo de Susana y ella se excita más aún.
Con una voz débil ella le pide a su tío que se siente en una silla, ella se pone de pie y le hace una mamada de nuevo, “sujétame de las caderas” le pide ella. Susana le da la espalda a su tío, él la toma de las caderas y la morena con sus manos separa sus nalgas y se va dejando caer sobre la verga de Ricardo que parece un mástil. “Pensé que te había dolido mucho” le dice él, “por eso ahora lo haremos a mi modo” le contesta Susana. Poco a poco, el miembro de Ricardo se pierde entre las nalgas de Susana, ella siente algo de dolor pero sigue adelante hasta acogerla por completo. Susana le cabalga encima, al principio despacio pero después con más fuerza, ella hace que su tío le meta los dedos en el coño al tiempo que su verga le recorre el culo. La morena no da más, esta sumamente excitada y finalmente su tío la hace acabar, “espera, ahora te haré acabar yo”, ella se dedica a hacerle una paja con sus pechos y con sus manos hasta que sobre sus tetas él se corre.
Susana exhausta se limpia el semen de su cuerpo, “viste, si lo haces de forma más sutil te podrás coger a cualquier mujer por el culo” le aconseja ella. Ricardo la va a dejar al bus, “¿te volveré a ver?”, “no lo sé, pero puedes venir cuando quieras” le contesta él. Susana se sube al bus y regresa a la ciudad.
Por la tarde la morena vuelve a su casa, su mama esta en la cocina cuando la ve llegar. “¿Cómo te fue?”, “bien, fue súper entretenido, es súper bonito el lugar”. Susana se dirige a su habitación cuando su mama la llama nuevamente, “¿y esa mancha en tu blusa, como te la hiciste?”, Susana se mira en un espejo, a la altura de sus pechos se aprecia una mancha grande y de color blanco oscuro que se nota con claridad, Susana esta algo desconcertada, “ehhhhhh, es una mancha de leche, sí eso es”, “¿de leche?” le pregunta su mama, “si, lo que pasa es que al desayuno mi tío me dio una gran taza de leche y se derramo un poco en mis te----, digo en mi blusa por accidente”. Susana sonríe tratando de pasar desapercibida y salir luego de ahí, “hay, a tu edad y todavía no sabes tomar leche, cámbiate luego de ropa para poder lavar eso” le dice ella moviendo la cabeza de lado a lado, Susana sale corriendo a su habitación, “leche..., si supiera” piensa ella mientras se ríe.[/FONT]
[FONT="]La han gozado en los relatos, pero ¿como se imaginan a la morena?, por eso queria que en cada comentario trataran de poner una foto de alguna morena que sea como ustedes se imaginan a Susana, la foto que mas se parezca a su descripción será publicada en el prox relato
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