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La Colegiala 1

Phantom_n

Bovino maduro
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3 Nov 2009
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Susana es una chica muy especial y osada, pero pronto recibirá una lección que le demostrará que ella aún debe aprender más.


Apenas suena el despertador ella comienza a levantarse, aun bosteza bastante ya que a ella le enferma levantarse temprano, motivo por el cual casi siempre llega atrasada al colegio. Ella se pone de pie, recoge una toalla y va al baño a darse una ducha para poder despertar por completo. Cuando se esta sacando la ropa se acuerda de una tarea que no hizo, “ya veré a quien se la consigo” piensa ella mientras el agua cae por las generosas curvas de su cuerpo.

De regreso en su habitación, Susana se viste con calma a pesar de los gritos de su mama diciéndole que se apure o va a llegar tarde otra vez, pero Susana casi no le hace caso. Se para frente al espejo y se pone un diminuto calzón de color blanco y luego un sostén que apenas parece contener sus impresionantes pechos. Una blusa blanca algo ajustada y una corta falda color azul marino completan el cuadro, Susana se da una vuelta completa mirándose al espejo y después va a la cocina. Desayuna a la rápida y de ahí al colegio.

Al llegar a su sala ella no pierde el tiempo y de inmediato busca a quien pedirle la tarea que ella no hizo y candidatos para ayudarla no le faltarían, en absoluto, pero Susana es lista y busca siempre a quien más le convenga de acuerdo a la ocasión. Solo 16 años tiene esta chica que es capaz de poner nervioso a cualquier hombre de cualquier edad, Susana es agresiva y siempre hace el alarde de haber hecho “absolutamente todo” con un hombre. Ella es alta, morena de pelo negro largo y liso, curiosamente ella posee unos hermosos ojos verdes y un rostro de facciones marcadas que le dan un aire muy sexy. A su edad ella posee un cuerpo que es la envidia de muchas mujeres en el colegio y fuera de él, sus senos son bastante grandes y bien parados, destacándose con claridad con cualquier ropa que ella use. A Susana le encanta la ropa ajustada o con amplios escotes, sus largas y bien torneadas piernas, su culo redondo y respingón la han convertido en el objeto de deseo de muchos en su colegio.

Tras usar sus encantos con un compañero de curso para conseguirse la tarea, Susana confiada vuelve a su puesto justo cuando el profesor de ciencias entra a sala, “deberías hacer tus tareas de vez en cuando” le dice cáusticamente Julia, una compañera con la cual no se lleva nada bien. Julia es una estudiante realmente buena y muy capaz que al contrario de Susana no usa su cuerpo como medio para conseguir sus objetivos, no es que ella no tenga atributos sencillamente ella prefiere estudiar, además siempre se ha llevado mal con Susana desde que esta le quito un pololo (novio), se dice que Julia siempre ha querido desquitarse por ello.

La clase transcurría con normalidad, Susana hablando con medio mundo y Julia estudiando y poniendo atención. Entonces un inspector entra a la sala, cruza unas palabras con el profesor y luego entra un alumno que ocupa un lugar disponible junto a Julia. Susana queda algo extrañada cuando al poco rato los ve conversar amigablemente, al principio decide no darle mayor importancia pero la curiosidad al final puede más. Viendo que Julia y su nuevo amigo han congeniado muy bien ella decide ir a molestarla cuando ve que ambos conversan en un rincón de la sala. “Hola, ¿Como te llamas?” le dice Susana al nuevo chico sentándose sobre su escritorio mientras su falda se sube descubriendo aun más sus hermosas piernas, “José” le responde él en un tono algo cortante que la sorprende un poco, ambos se quedan mirando mientras Susana le habla en un tono muy sexy hablando solamente tonterías, Julia algo molesta se aleja para deleite de Susana, pero José también se aleja y va tras ella dejando a Susana hablando sola. “Que te paso, ¿fallaron tus encantos?” le dice otra chica al ver que la dejaron sola, ella esta molesta, nunca antes alguien la había dejado botada así y lo que más la enfureció es que José prefirió seguir charlando con Julia que con ella.

Pasaron los días y cada vez era más obvio que Julia y José se estaban convirtiendo en algo más que amigos, para la mayoría del curso era algo sin importancia pero para la celosa y orgullosa Susana era casi inaceptable algo así, en especial por que José prefería compartir con Julia en vez de ella y el colmo de todo esto llego en la clase de matemáticas, cuando a José por el sorteo que hizo el profesor le toco trabajar con Susana. Él hablo con el profesor para hacer el trabajo con Julia en vez de la morena. Esto era lo último que Susana iba a aguantar, para muchos era un sueño estar con ella pero para José eso no significa nada, absolutamente nada, y la morena hervía de celos. Además debía tolerar las bromas de sus amigas, “José no te pesca ni para jugar a las cartas, parece que estas perdiendo tus encantos” le decían a Susana haciéndola enojarse aún más. “Aun no me doy por vencida” responde Susana con una firme mirada.

Una tarde José estaba en la biblioteca haciendo una tarea, Susana aparece en ese momento a pedir un libro y lo ve sentado trabajando, “es mi oportunidad” piensa ella. Susana se le acerca y lo saluda, “¿Qué quieres?” fue la fría respuesta que obtuvo, “no seas tan pesado conmigo, acaso no puedo acompañarte un rato” responde ella muy a la defensiva, resignado José, la tolera. Tampoco quiere ser pesado en exceso con ella aunque Susana es bastante cargante cuando se lo propone. Susana comienza a interrogarlo, de donde viene, en que colegio estaba antes y ese tipo de cosas, José le responde calmadamente, pero cuando ella le empieza a preguntar por Julia él se pone muy a la defensiva, “no te hagas el tonto, los he visto juntos, se ve que son bastante más que amigos, dime ¿ha pasado algo más entre ustedes dos?”, pero no le saca una sola palabra de respuesta. “Ven conmigo”, “¿Adonde?” le responde él, “ven, te enseñare algo que Julia jamás te enseñara”.

Susana lo lleva de la mano a una sala apartada del resto del colegio, “y este lugar no lo conocía” dice José, “es una sala abandonada, casi nadie viene aquí, por lo chica la llamamos la ratonera aunque tiene otros nombres también”, “ah si, ¿Cómo cuales?”, “uhm también la llaman el motel”. José la mira fijamente “¿Qué estas planeando?”, “yo nada, solo quiero ser amigable”, Susana lo empieza a empujar sobre una mesa, antes que José le diga algo ella le da un apasionado beso al tiempo que con sus manos va buscando el miembro de José, ella le abre el pantalón pero no alcanza a tomarle su verga, “no, para, esto esta yendo demasiado lejos, además no le voy a hacer daño a Julia, así que mejor me voy”, y José se fue dejando a Susana con un palmo de narices. “Y esa yegua que tiene que no tenga yo” repetía Susana una y otra vez totalmente furiosa, después de haber sido rechazada de esa forma, nadie se le había negado a una buena mamada antes.

Pasaron dos días y Susana no ocultaba su enojo con José, a cada rato lo molestaba, en especial cuando estaba con Julia. Aunque no quiera admitirlo, estaba celosa por que José prefería a Julia y no a ella, sencillamente eso sacaba de sus casillas a Susana, que ponía su orgullo ante todo.

Una tarde venían saliendo de clases Julia y José, ambos de la mano, cuando se topan con Susana, la morena les hace una señal de desprecio pero ellos solo se ríen y al salir al patio dan la vuelta al edificio. Esto llama la atención de Susana, la biblioteca y la salida están en la otra dirección, más curiosa que nunca ella decide seguirlos. A la distancia los ve caminando hacia el antiguo gimnasio. Atraviesan un cerco colocado ahí para evitar que se acerquen al lugar y entran en el. Susana aun más curiosa que antes los sigue. Dentro del gimnasio ella los pierde de vista, hasta que escucha unos murmullos viniendo de la bodega del lugar, ella se asoma y observa a Julia sentada sobre una banca besándose con todo con José, la morena observa detenidamente la escena y ve con claridad las manos de José recorrer el cuerpo de Julia y también como una de ellas se va deslizando bajo la falda. Ella empieza a gemir a medida que los dedos de José acarician su coño. Los besos entre ambos se hacen cada vez más ardientes al igual que las caricias y Susana no pierde detalle de lo que ocurre, los observa casi con la boca abierta.

Mientras Susana espía a la pareja ella se percata que Julia en realidad tiene un buen cuerpo, ella es más esbelta que la voluptuosa Susana, con senos más pequeños pero bien duros y parados, sus piernas son largas y delgadas y su culo bien formado además. Susana ve con claridad como José le va besando los pechos mientras le sigue metiendo mano entre sus piernas. Susana comienza a calentarse con ganas, mientras observa ella se va tocando sus grandes pechos cuyos pezones se marcan bajo su ajustada blusa y sostén, un débil suspiro sale de sus labios cuando con la punta de sus dedos roza sus pezones, discretamente ella se abre un par de botones de su blusa y se acaricia sus senos con más ganas, ella siente como su sexo se ha puesto muy ardiente, en especial cuando ve a Julia saborear la verga de José que es bastante apetecible para ella. Susana esta cada vez más ardiente a medida que observa la verga de José desaparecer entre los labios de Julia, Susana ya no da más y se frota su entrepierna con todo, sus gemidos se hacen cada vez más fuertes y ella empieza a perder el control de si misma.

Susana esta apoyada contra la pared, su blusa esta abierta y ella no deja de acariciarse con fuerza sus impresionantes pechos, al mismo tiempo ella tiene su otra mano bien metida entre sus piernas metiendo sus dedos dentro de su húmedo coño, a lo lejos ella escucha los gemidos de Julia siendo penetrada, Susana se hace una paja cada vez con más ganas metiéndose sus dedos durante largos minutos, de pronto ella abre los ojos y sorpresivamente ve a Julia y a José a su lado.

Totalmente sorprendida Susana intenta cubrirse pero entre ambos no se lo permiten, sin decirle una palabra comenzaron a meterle mano, acariciándole sus senos y deslizando sus manos bajo su falda, al principio Susana se resiste pero a medida que la van acariciando con más intensidad ella comienza a ceder hasta que se rinde completamente. Sobre la banca donde estaba antes Julia ahora yace Susana, recostada de espaldas con su blusa abierta y senos al descubierto, Julia hunde su rostro entre las piernas de Susana lamiéndole su coño, dándole bien duro con sus dedos. Susana se estremece al sentir la lengua de Julia entrando y saliendo de su sexo, pero ella no esta de ociosa, le hace un gesto a José y él se le acerca poniendo su verga en sus labios, Susana rápidamente comienza a mamarla, con sus carnosos labios la recorre ansiosamente, se le nota en sus ojos lo excitada que esta. Julia no deja de lamer su coño, le da un placer enorme y con sus dedos la recorre por dentro. “ya José, esta lista, follala con todo” le dice Julia con voz de mando.

Julia le sujeta los brazos con firmeza a Susana y los extiende, Susana observa incrédula como José toma sus piernas y las apoya sobre sus hombros, al instante siente como su coño se abre a medida que la verga de José se empieza a enterrar en el, Susana cierra sus ojos y se arquea sobre la banca, “¡esto se siente tan bien!” exclama ella con una débil voz, José la embiste cada más fuerte haciendo que los pechos de Susana se agiten al ritmo de cada acometida, Julia no la deja y le da unos ardientes besos a cada rato. Julia finalmente la suelta, se sube la falda y se aparta su calzón para luego poner su húmedo coño sobre la boca de Susana. El profundo suspiro que Julia libera indica como esta disfrutando de la lengua de Susana metiéndose en su coño.

Los gemidos de los tres se escuchan por todo el lugar, Susana se las arregla para devolverle el favor a Julia enterrándole los dedos bien adentro, Julia se besa con José que sigue follándose a Susana, los tres se lo montan con todo. “Ven aquí, ahora me toca”. Sobre una vieja colchoneta José se acuesta, su verga parece un mástil y ellas se apuran en mamarsela entre ambas, al tiempo que comparten unos besos entre ellas, Julia coge la verga de José y la guía hacia su coño, ella se le monta encima recibiéndola por completo, “¡oh si!” exclama ella, Susana le da un beso metiendo su lengua en la boca de Julia, “¡en clases te haces la niña buena pero en realidad eres una puta calentona!” le dice Susana que le toma los pechos mientras cabalga sobre la dura verga de José. Susana también se monta sobre él, restregando su sexo sobre su rostro. Ellas siguen besándose y acariciándose en medio de sus gemidos, Julia goza una barbaridad de la verga de José.

Julia le dice algo al oído de José, Susana esta expectante, “ahora te daremos algo bien especial”, entre ambos apoyan a Susana contra la banca dejándola con su culo al aire, antes que Susana diga algo siente como Julia le separa sus nalgas y pasa su lengua sobre su ano, la sensación es muy intensa para Susana y se intensifica más cuando un dedo de Julia se abre paso entre sus nalgas, “¡espera, ¿qué haces?, por ahí no!”, protesta Susana, pero ellos no le hacen caso, además; la morena apenas se opone, ella esta tan excitada ahora que quiere probar de todo. Julia sigue sin descanso abriéndole el culo, Susana solo lo esta disfrutando y José la observa complacido, “ahora esta lista, es toda tuya”, José toma su verga y la pone contra el culo de Susana, ella trata de resistirse pero no puede, con un par de fuertes embestidas y en medio de los fuertes quejidos de Susana que al principio siente mucho dolor al ser penetrada por ahí por primera vez, “¿pensé que habías hecho de todo con un hombre?, pero parece que solo alardeabas” le dice Julia en un tono sarcástico. José no la suelta en ningún momento, la tiene fuertemente abrazada. Con un rápido movimiento él se sienta en el piso con Susana bien empalada en su verga, Julia le devora sus pechos que se agitan con vigor ante cada embestida que recibe en su culo, no contenta solo con ellos sus dedos se los entierra en el coño, Susana gime como loca, esta totalmente extasiada, nunca la habían follado de esa manera, le dieron con todo hasta que la hicieron acabar, luego entre ella y Julia, sacaron hasta la última gota a la verga de José.

Tras recuperar el aliento Susana se arregla la ropa, en ese momento Julia se le acerca, “con esto quedamos a mano por haberme levantado a mi pololo”, Susana se queda de una pieza, “como dices, ¿o sea que todo esto fue preparado?”, Julia con una sonrisa la queda mirando “claro que sí, sabes siempre había tenido la duda si eras tan buena en la cama como siempre decías, así que le pedí a José que me ayudara, desde que te vio por primera vez hace unas semanas en una fiesta quedo bien caliente contigo, así que le ofrecí un trato, su ayuda y, a cambio, entre los dos te cogeriamos”, “¿tu conocías de antes a José?” Susana aún no sale de su asombro, “claro, él es mi primo” le responde Julia que comienza a alejarse tranquilamente con José, Susana se queda pensativa un momento luego le habla otra vez, “te diré una cosa, de todas las excusas que algunos han inventado para acostarse conmigo, la tuya fue la mejor”. Ambas intercambian una sonrisa.

Camino a su casa Susana mueve la cabeza pensando en como pudo caer así, pero al menos le queda un muy buen recuerdo.




OJO: De vez en cuando les publicare una continuación de esta, una de las mejores sagas de relatos eroticos que he visto :)
 
genial relato, me hizo imaginarme vestidos de uniforme de colegio, y como puede una chica como la julia ser entrona, bien dicen que las calladitas, jajaja.
 
wow!! mas de 2.000 visitas en poco tiempo!!! parece ke a mucha gente le gusto la colegiala, no se preocupen ya ire subiendo mas ;)
 
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