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- #1
Que tal hermanos Bakunos aqui les traigo un relato; al principio es un poco aburrido pero lo que viene despues es lo interesante:
Eran como las 15:30 horas de un día de agosto; el día de trabajo ya casi terminaba y como siempre me andaba paseando de arriba abajo con los auriculares puestos escuchando una de esas radios de que casi nadie oye; pero me gustaba el segmento de ligues y la conductora de 14 a 16 horas tenía una voz súper sensual y solo la conocía por fotos en redes sociales.
Como siempre todas las tardes a las 15:45 horas la conductora inicia a leer los mensajes de los chicos y chicas que suelen decir “Hola me llamo Carlos y quiero conocer chicas de 18 a 22 años para ligar y mi número es el xxxx-xxxx” y cosas por el estilo; cuando escucho que lee mi mensaje y da mi número y siempre tratando de hacerle entender a la conductora que quería que ella me llamara; pasan los quince minutos; entre leer los mensajes y un par de canciones de moda y algo románticas.
Salgo del trabajo de eso de las 16:10 horas y me dirijo a la estación del Transmetro cuando por lo auriculares escucho el ringtone de mi teléfono, lo sacó del bolsillo y en el identificador de llamadas aparece un número desconocido algo desconfiado contesto con el típico “Aló” y una voz femenina muy agradable me dice “Hola, tu eres El Guapo”; así firmaba siempre los mensajes que enviaba a la radio; le dije: “Si, claro y tú”; ella tarda un poco en responder y dice “Soy Rosi, de la radio”; me quedo helado, sin poder articular palabra alguna, era la conductora del programa que me estaba llamando, le atine a decir “Hola Rosi, que hay?” entonces ella me dijo que en mis mensajes siempre le insinuaba que quería que ella me llamará pero ella no lo hacía por miedo a que fuera un stocker o algo parecido; le dije que nada que ver que era un chavo normal y que ella me parecía una chava interesante.
Me subí al Transmetro y seguimos hablando del programa, un poco de música y otras cosas; cuando ella me dice si quiero conocerla y no dude en responderle que sí, me preguntó que si conocía donde está la estación que en el primer nivel del edificio hay un café que ella estaría allí y para mi fortuna el Transmetro pasa por enfrente del edificio donde está la estación y le dije que claro que conozco, llego en unos 20 minutos; ella responde súper ¿Te gusta el capuchino?; “De hecho es de mis favoritos” y ahora en mi cabeza me pregunto cómo la voy a reconocer y ella me dice “No creo que no me conozcas” y cuelga el teléfono y no me había dado cuento que me estaba llamando del teléfono de la radio; asi que esos fueron los 20 minutos más largos de mi vida.
En esos el Transmetro llega a la estación en donde debía bajarme; para mi suerte se me había acabado el plan de datos de mi móvil; así que esto era una cita a ciegas; entonces llegó al edificio y ubico el café entró e inmediatamente me pregunto una mesera “Necesita una mesa, caballero” y yo le responde “Me están esperando, una conductora de la radio”; la mesera muy amablemente me señalo la mesa donde ella estaba sentada; las piernas me empezaron a temblar y el corazón a latir más rápido; tome un respiro para darme valor y camine hacia la mesa donde estaba mi cita esperándome; al llegar al pie de la mesa pregunte si ella era Rosi y al voltear me respondió con esa voz suave voz, suave, delicada y sensual “Y tú de verdad que eres guapo”; “Pues muchas gracias”; ella me dijo siéntate que el café se enfría a lo que le respondí “No lo creo, todo se parece a su dueño; y frío no tengo y tú?”; listo me senté seguimos platicando un poco más y la conversación fue tomando un giro inquietante; yo no podía quitarle la mirada al escote de su blusa que dejaba ver el borde del brasier que llevada que era blanco, un blusa tallada color azul marino, un jeans color negro tallado y por lo que se alcanzaba a ver lleva una tanga blanca porque sobresalía por el borde del jeans.
Y así llegamos al incomodo momento de preguntar sobre nuestras vidas personales; ella me pregunta a que me dedico, donde vivo, y si tengo pareja; las respuestas no se hicieron esperar le dijo que era colocador de divisas en un banco; que vivía en un residencial decente y que no tenía pareja por el momento; lógicamente le dirigí las mismas preguntas a ella y me respondió: Que en su tiempo libre le gustaba ir la Gym, vivía al norte de la ciudad en una zona exclusiva y que estaba saliendo con alguien pero nada importante solo para matar las ganas; me sorprendió esa ultima parte de su repuesta; para matar las ganas de que?, le atine a preguntar. Ella me respondió con un picara sonrisa y dijo “Pues tu sabes que una de mujer tiene algunas necesidades, si quieres saber tendras que seguirme”; entonces le dije “Si quieres te puedo quitar las ganas”; ella tomo su chaqueta y pidió la cuenta y me dijo “Esto lo pago yo y tu pagas lo que sigue” a lo que estuve de acuerdo pero no sabia que era lo que seguía. Me dijo vienes en coche y solo movi mi cabeza en de izquierda a derecha; me dijo “No importa vamos en mi coche hasta mi casa y luego te llevo a la tuya”; esta bien, le dije.
Eran como las 15:30 horas de un día de agosto; el día de trabajo ya casi terminaba y como siempre me andaba paseando de arriba abajo con los auriculares puestos escuchando una de esas radios de que casi nadie oye; pero me gustaba el segmento de ligues y la conductora de 14 a 16 horas tenía una voz súper sensual y solo la conocía por fotos en redes sociales.
Como siempre todas las tardes a las 15:45 horas la conductora inicia a leer los mensajes de los chicos y chicas que suelen decir “Hola me llamo Carlos y quiero conocer chicas de 18 a 22 años para ligar y mi número es el xxxx-xxxx” y cosas por el estilo; cuando escucho que lee mi mensaje y da mi número y siempre tratando de hacerle entender a la conductora que quería que ella me llamara; pasan los quince minutos; entre leer los mensajes y un par de canciones de moda y algo románticas.
Salgo del trabajo de eso de las 16:10 horas y me dirijo a la estación del Transmetro cuando por lo auriculares escucho el ringtone de mi teléfono, lo sacó del bolsillo y en el identificador de llamadas aparece un número desconocido algo desconfiado contesto con el típico “Aló” y una voz femenina muy agradable me dice “Hola, tu eres El Guapo”; así firmaba siempre los mensajes que enviaba a la radio; le dije: “Si, claro y tú”; ella tarda un poco en responder y dice “Soy Rosi, de la radio”; me quedo helado, sin poder articular palabra alguna, era la conductora del programa que me estaba llamando, le atine a decir “Hola Rosi, que hay?” entonces ella me dijo que en mis mensajes siempre le insinuaba que quería que ella me llamará pero ella no lo hacía por miedo a que fuera un stocker o algo parecido; le dije que nada que ver que era un chavo normal y que ella me parecía una chava interesante.
Me subí al Transmetro y seguimos hablando del programa, un poco de música y otras cosas; cuando ella me dice si quiero conocerla y no dude en responderle que sí, me preguntó que si conocía donde está la estación que en el primer nivel del edificio hay un café que ella estaría allí y para mi fortuna el Transmetro pasa por enfrente del edificio donde está la estación y le dije que claro que conozco, llego en unos 20 minutos; ella responde súper ¿Te gusta el capuchino?; “De hecho es de mis favoritos” y ahora en mi cabeza me pregunto cómo la voy a reconocer y ella me dice “No creo que no me conozcas” y cuelga el teléfono y no me había dado cuento que me estaba llamando del teléfono de la radio; asi que esos fueron los 20 minutos más largos de mi vida.
En esos el Transmetro llega a la estación en donde debía bajarme; para mi suerte se me había acabado el plan de datos de mi móvil; así que esto era una cita a ciegas; entonces llegó al edificio y ubico el café entró e inmediatamente me pregunto una mesera “Necesita una mesa, caballero” y yo le responde “Me están esperando, una conductora de la radio”; la mesera muy amablemente me señalo la mesa donde ella estaba sentada; las piernas me empezaron a temblar y el corazón a latir más rápido; tome un respiro para darme valor y camine hacia la mesa donde estaba mi cita esperándome; al llegar al pie de la mesa pregunte si ella era Rosi y al voltear me respondió con esa voz suave voz, suave, delicada y sensual “Y tú de verdad que eres guapo”; “Pues muchas gracias”; ella me dijo siéntate que el café se enfría a lo que le respondí “No lo creo, todo se parece a su dueño; y frío no tengo y tú?”; listo me senté seguimos platicando un poco más y la conversación fue tomando un giro inquietante; yo no podía quitarle la mirada al escote de su blusa que dejaba ver el borde del brasier que llevada que era blanco, un blusa tallada color azul marino, un jeans color negro tallado y por lo que se alcanzaba a ver lleva una tanga blanca porque sobresalía por el borde del jeans.
Y así llegamos al incomodo momento de preguntar sobre nuestras vidas personales; ella me pregunta a que me dedico, donde vivo, y si tengo pareja; las respuestas no se hicieron esperar le dijo que era colocador de divisas en un banco; que vivía en un residencial decente y que no tenía pareja por el momento; lógicamente le dirigí las mismas preguntas a ella y me respondió: Que en su tiempo libre le gustaba ir la Gym, vivía al norte de la ciudad en una zona exclusiva y que estaba saliendo con alguien pero nada importante solo para matar las ganas; me sorprendió esa ultima parte de su repuesta; para matar las ganas de que?, le atine a preguntar. Ella me respondió con un picara sonrisa y dijo “Pues tu sabes que una de mujer tiene algunas necesidades, si quieres saber tendras que seguirme”; entonces le dije “Si quieres te puedo quitar las ganas”; ella tomo su chaqueta y pidió la cuenta y me dijo “Esto lo pago yo y tu pagas lo que sigue” a lo que estuve de acuerdo pero no sabia que era lo que seguía. Me dijo vienes en coche y solo movi mi cabeza en de izquierda a derecha; me dijo “No importa vamos en mi coche hasta mi casa y luego te llevo a la tuya”; esta bien, le dije.