- Tema Autor
- #1
Buen día. Acá les cuento otra más de mis aventuras; esta ocasión les contaré algo que sucedió hace como 2 años: en ese tiempo, de mi trabajo me ofrecieron un puesto mejor (ganaría el doble de lo que ganaba) pero me tenía que ir un año a Ciudad Obregón, (a 3 horas aprox de Hermosillo, donde vivo), hice cuentas, lo platiqué con mi familia, y acepté la propuesta. Me fui a aquella ciudad, renté un departamento en un edificio donde había otros 9 departamentos, el mío estaba en la planta alta (5 abajo y 5 arriba) y debo decir que los días se me hacían eternos. Extrañaba mi casa, extrañaba a mi esposa y los hijos, y en aquel lugar no había mucho que hacer, además mi trabajo me exigía quedarme los fines de semana así que no podía viajar a Hermosillo; ocasionalmente mi familia iba a visitarme pero era un fin de semana al mes, o a veces pasaba más tiempo. Al pasar las semanas me fui haciendo de amistades, actividades, volví a jugar futbol, corría, leía, veía películas, en fin, iba acostumbrándome a estar lejos de casa. A pesar de todas las actividades que fui sumando, pasaba ratos solo en el departamento, donde vivían casi puros médicos (estaba cerca el Hospital) o personas mayores, además que los depas que estaban pegados al mío estuvieron solos los primeros dos o tres meses.
Fue en ese tiempo cuando me sorprendió ver llegar un camión de mudanza y que se instaló una joven mujer, (muy guapa) con una niña como de 10 años. Ese día yo iba llegando al estacionamiento de los departamentos cuando vi el carro que ocupaba toda la entrada; me paré afuera y subí caminando cuando vi a esta joven que batallaba para subir una caja. La saludé y le ofrecí ayudarla, y con una sonrisa muy linda, aceptó mi ayuda. Le subí la caja, le pregunté a donde la llevaba y para mi sorpresa me dijo que al departamento número 10 (yo tenía el nueve) es decir, enseguida del mío. Me presenté con ella, me dijo que se llamaba Kenia y pues que seríamos vecinos, pues la acababan de mandar a Ciudad Obregón, ella venía de Caborca y trabajaba como contadora en el IMSS. Me despedí de ella y le dije que si se le ofrecía algo, con confianza me dijera, y desde ese primer momento me enamoré de su bella sonrisa y sus ojos hermosos, además de que al ver los shorcitos que tenía, me di cuenta de las bellas piernas y nalguitas que asomaban tímidamente.
Los días pasaron y por cuestiones de horarios, casi no la ví, aunque oía a veces cuando llegaba, (aprendí a reconocer sus taconazos al subir los escalones - cuando prendía la tele - cuando regañaba a su hija, etc) y en la mañana yo salía mas temprano que ella, así que casi no coincidíamos. A la segunda o tercer semana, salí temprano a correr y me sorprendió una llovizna, y al llegar de regreso al depa, ella salía a las 8 a dejar a su niña a la escuela, y me saludó desde su carro: "Vecino! te vas a enfermar si te quedas así todo mojado!!" "ya se!" le contesté "me vas a tener que traer medicinas del seguro! jaja aunque esas no curan ni un dolor de cabeza!" - bromee con ella, y así nos despedimos. Esos días traté de coincidir con su horario en la mañana, así que ya nos veíamos mas seguido - yo salía al gimnasio a las 6:30, volvía a las 8 para verla salir - un saludito, una bromita y así pasaron más días. Al siguiente fin de semana, un sábado temprano salí a tomarme un cafe y fumarme un cigarro al pasillo, cuando vi que ella salió: nos saludamos, le pregunté como le había ido, me dijo que todo iba bien, pero que le urgía lavar su carro - "no sabes donde hay un car wash?" "la verdad que no, pero yo nunca llevo mi carro a lavar, yo lo lavo aquí, asi que si quieres te ayudo y entre los dos lo lavamos rapidito" - mi plan obviamente era pasar el mayor tiempo con ella, lo que al parecer funcionó pues aceptó mi propuesta y bajé mi balde, trapos, jabón, etc y entre los dos lavamos su carro y de paso el mío también. Ya después de pasar toda la mañana juntos, como a las 11 ó 12, la invité a desayunar; "Aquí cerquita hay unos taquitos muy ricos, ¿vamos?" ella aceptó, fuimos, desayunamos muy rico y le trajimos a su niña desayuno, pues no quiso ir y se quedó en el departamento. Fue en este momento cuando intercambiamos teléfonos y platicamos de nuestros trabajos, nuestras vidas, le dije que llevaba apenas dos meses en Obregón y que me sentía muy solo al principio, aunque ahora me llenaba de actividades para no estar solo en el departamento viendo el techo. Ella se reía de todas mis ocurrencias y su risa me llenaba una alegría y emoción que hacia mucho tiempo no sentía. Debo señalar que mi relación de pareja con mi esposa no andaba muy bien por esas fechas, y parte ese era el motivo que había aceptado el trabajo lejos, pues ya las peleas eran constantes y mi vida era una rutina; claro hasta ese momento pues ya Kenia me emocionaba a cada momento pues casi todo el día pensaba en ella. Ya teniendo su contacto a partir del lunes mensajeabamos por watsap casi todo el día, a menos que alguno estuviera realmente ocupado, casi todo el dia platicabamos de cualquier tema, ya fuera el clima, politica, el desayuno, chismes de la oficina, etc. Para el martes o miercoles ya nos pusimos de acuerdo para comer, yo salía a las 3 de trabajar y en lugar de irme a comer con mis compañeros como normalemente lo hacía, me iría a su departamento a comer de 3 a 4 pues a esa hora tendría que salir a recojer a su hija a su escuela. Así lo hicimos, y debo reconocer que fue la mejor comida que había probado hasta ese momento, pues aunque yo era (soy) bueno para hacer comida, lo que preparó me supo a gloria. Ese mismo día le propuse salir a cenar un día o tomarnos unas cervezas, y ella me dijo que le preocupaba dejar a su niña sola, por lo que mejor nos quedábamos en el depa y ahí compráramos algo de cenar; a mi me pareció buena idea y quedamos en que el Viernes compraríamos unas alitas y unas cheves. Llegó rápido el viernes, y me sorprendió como a la una o dos de la tarde, ver que Kenia me llamaba al celular; contesté y me dijo muy apenada que tenía una emergencia, que el papá de su niña (era divorciada) estaba en el hospital en Caborca y tenía que viajar, que estaría el fin de semana allá que volvería hasta el martes; me dijo que no era algo grave de vida o muerte, solo se había accidentado (le cayó encima un carro que arreglaba) y tenía una fractura, pero que su niña estaba muy preocupada y pues la llevaría. Le dije que no se preocupara, que luego nos veíamos, y colgué. Obviamente me quedé triste y pensativo pues ya estaba planeando que algo pasaría entre nosotros dos... en fin, dije, ya veremos la próxima semana. Me apuré a dejar mi trabajo y a las 3 calcule que la alcanzaría a ver en los departamentos, y así fue: llegamos al mismo tiempo y subimos juntos las escaleras, primero las damas, le dije, y aproveché para ir viendo ese hermoso par de nalguitas contonearse a 30 centímetros de mi cara, ella subió y se detuvo en mi puerta, yo la invité a pasar, y le dije que se sentara, que tenía que platicar. Ella muy obediente se sentó y me dijo, "apúrate, que tengo que echar maletas al carro", yo no sabía ni que decirle, pero me sentía tan nervioso como un quinceañero al dar su primer beso. Le dije que esa semana me la había pasado muy bien con su compañía y que la extrañaría mucho, le di un abrazo y sentí que ella me abrazaba mas fuerte. Sin dejar de abrazarla, acerqué mi boca a su cachete y le di un beso, para de ahí pasar rápidamente a besar sus labios que me respondieron tímidamente... Nos separamos unos centímetros y vi que se sonreía sin dejar de soltarme, manteniendo sus ojos cerrados y sus labios seguían buscando los míos para continuar el beso. Dejé que ella se inclinara un poco hacia mí, y continué besándola, y los dos nos acomodamos en el sillón de tal manera que nos podíamos besar y nuestros cuerpos se tocaran con mayor facilidad. Tuvimos que separarnos y ni supe cuanto tiempo pasó, pero me dijo que rico besas! y ahora me iré toda nerviosa pensando en tí todo el fin de semana" "imagínate cómo me quedaré yo aquí solo, pensando en este momento, y pensando en cuánto me tardé en besarte" - le contesté. Ella volteó a ver su reloj, y dijo, pues "aprovechemos el tiempo porque ya me tengo que ir! faltan 10 minutos para que salga mi niña" . Nos seguimos besando como 15 minutos más y al subir de intensidad los besos, sentía como mi verga estaba a punto de estallar dentro de mis pantalones, hacía como un mes que no tenía relaciones y esta mujer ya hacía días que ocupaba mis pensamientos día y noche, y en ese momento la tenía en mis brazos, aunque sabía que el tiempo estaba encima y tenía ella que irse. Muy a mi pesar, ella rompió el abrazo y me dijo que con el dolor de su alma, pero tendría que irse; corrió a verse en el espejo y me aventó unos kleenex riéndose, me dijo "ya te tienes que limpiar mira como te dejé! " pues su pintalabios estaba por toda mi cara y cuello. En 5 minutos bajamos dos maletas a su carro y se fue, yo desde el pasillo de arriba le dije adiós, y a partir de ese momento pasé el fin de semana más largo que recuerde. Tres días de masturbarme pensando en ella y en lo que debí hacer o decir, o que me tardé en besarla y hacerle el amor, que si le pasaba algo o se reconciliaba con su ex esposo, que me rechazaría o que me diría "pensándola bien.. eres casado y no es correcto lo que hicimos"... en fin, mi cabeza dio mil quinientas vueltas porque ella ni me contestó los watsapps ni llamadas ni mensajes ni nada.
(No me dejó escribir más de 10 mil caracteres. Continúa en la parte dos)
Fue en ese tiempo cuando me sorprendió ver llegar un camión de mudanza y que se instaló una joven mujer, (muy guapa) con una niña como de 10 años. Ese día yo iba llegando al estacionamiento de los departamentos cuando vi el carro que ocupaba toda la entrada; me paré afuera y subí caminando cuando vi a esta joven que batallaba para subir una caja. La saludé y le ofrecí ayudarla, y con una sonrisa muy linda, aceptó mi ayuda. Le subí la caja, le pregunté a donde la llevaba y para mi sorpresa me dijo que al departamento número 10 (yo tenía el nueve) es decir, enseguida del mío. Me presenté con ella, me dijo que se llamaba Kenia y pues que seríamos vecinos, pues la acababan de mandar a Ciudad Obregón, ella venía de Caborca y trabajaba como contadora en el IMSS. Me despedí de ella y le dije que si se le ofrecía algo, con confianza me dijera, y desde ese primer momento me enamoré de su bella sonrisa y sus ojos hermosos, además de que al ver los shorcitos que tenía, me di cuenta de las bellas piernas y nalguitas que asomaban tímidamente.
Los días pasaron y por cuestiones de horarios, casi no la ví, aunque oía a veces cuando llegaba, (aprendí a reconocer sus taconazos al subir los escalones - cuando prendía la tele - cuando regañaba a su hija, etc) y en la mañana yo salía mas temprano que ella, así que casi no coincidíamos. A la segunda o tercer semana, salí temprano a correr y me sorprendió una llovizna, y al llegar de regreso al depa, ella salía a las 8 a dejar a su niña a la escuela, y me saludó desde su carro: "Vecino! te vas a enfermar si te quedas así todo mojado!!" "ya se!" le contesté "me vas a tener que traer medicinas del seguro! jaja aunque esas no curan ni un dolor de cabeza!" - bromee con ella, y así nos despedimos. Esos días traté de coincidir con su horario en la mañana, así que ya nos veíamos mas seguido - yo salía al gimnasio a las 6:30, volvía a las 8 para verla salir - un saludito, una bromita y así pasaron más días. Al siguiente fin de semana, un sábado temprano salí a tomarme un cafe y fumarme un cigarro al pasillo, cuando vi que ella salió: nos saludamos, le pregunté como le había ido, me dijo que todo iba bien, pero que le urgía lavar su carro - "no sabes donde hay un car wash?" "la verdad que no, pero yo nunca llevo mi carro a lavar, yo lo lavo aquí, asi que si quieres te ayudo y entre los dos lo lavamos rapidito" - mi plan obviamente era pasar el mayor tiempo con ella, lo que al parecer funcionó pues aceptó mi propuesta y bajé mi balde, trapos, jabón, etc y entre los dos lavamos su carro y de paso el mío también. Ya después de pasar toda la mañana juntos, como a las 11 ó 12, la invité a desayunar; "Aquí cerquita hay unos taquitos muy ricos, ¿vamos?" ella aceptó, fuimos, desayunamos muy rico y le trajimos a su niña desayuno, pues no quiso ir y se quedó en el departamento. Fue en este momento cuando intercambiamos teléfonos y platicamos de nuestros trabajos, nuestras vidas, le dije que llevaba apenas dos meses en Obregón y que me sentía muy solo al principio, aunque ahora me llenaba de actividades para no estar solo en el departamento viendo el techo. Ella se reía de todas mis ocurrencias y su risa me llenaba una alegría y emoción que hacia mucho tiempo no sentía. Debo señalar que mi relación de pareja con mi esposa no andaba muy bien por esas fechas, y parte ese era el motivo que había aceptado el trabajo lejos, pues ya las peleas eran constantes y mi vida era una rutina; claro hasta ese momento pues ya Kenia me emocionaba a cada momento pues casi todo el día pensaba en ella. Ya teniendo su contacto a partir del lunes mensajeabamos por watsap casi todo el día, a menos que alguno estuviera realmente ocupado, casi todo el dia platicabamos de cualquier tema, ya fuera el clima, politica, el desayuno, chismes de la oficina, etc. Para el martes o miercoles ya nos pusimos de acuerdo para comer, yo salía a las 3 de trabajar y en lugar de irme a comer con mis compañeros como normalemente lo hacía, me iría a su departamento a comer de 3 a 4 pues a esa hora tendría que salir a recojer a su hija a su escuela. Así lo hicimos, y debo reconocer que fue la mejor comida que había probado hasta ese momento, pues aunque yo era (soy) bueno para hacer comida, lo que preparó me supo a gloria. Ese mismo día le propuse salir a cenar un día o tomarnos unas cervezas, y ella me dijo que le preocupaba dejar a su niña sola, por lo que mejor nos quedábamos en el depa y ahí compráramos algo de cenar; a mi me pareció buena idea y quedamos en que el Viernes compraríamos unas alitas y unas cheves. Llegó rápido el viernes, y me sorprendió como a la una o dos de la tarde, ver que Kenia me llamaba al celular; contesté y me dijo muy apenada que tenía una emergencia, que el papá de su niña (era divorciada) estaba en el hospital en Caborca y tenía que viajar, que estaría el fin de semana allá que volvería hasta el martes; me dijo que no era algo grave de vida o muerte, solo se había accidentado (le cayó encima un carro que arreglaba) y tenía una fractura, pero que su niña estaba muy preocupada y pues la llevaría. Le dije que no se preocupara, que luego nos veíamos, y colgué. Obviamente me quedé triste y pensativo pues ya estaba planeando que algo pasaría entre nosotros dos... en fin, dije, ya veremos la próxima semana. Me apuré a dejar mi trabajo y a las 3 calcule que la alcanzaría a ver en los departamentos, y así fue: llegamos al mismo tiempo y subimos juntos las escaleras, primero las damas, le dije, y aproveché para ir viendo ese hermoso par de nalguitas contonearse a 30 centímetros de mi cara, ella subió y se detuvo en mi puerta, yo la invité a pasar, y le dije que se sentara, que tenía que platicar. Ella muy obediente se sentó y me dijo, "apúrate, que tengo que echar maletas al carro", yo no sabía ni que decirle, pero me sentía tan nervioso como un quinceañero al dar su primer beso. Le dije que esa semana me la había pasado muy bien con su compañía y que la extrañaría mucho, le di un abrazo y sentí que ella me abrazaba mas fuerte. Sin dejar de abrazarla, acerqué mi boca a su cachete y le di un beso, para de ahí pasar rápidamente a besar sus labios que me respondieron tímidamente... Nos separamos unos centímetros y vi que se sonreía sin dejar de soltarme, manteniendo sus ojos cerrados y sus labios seguían buscando los míos para continuar el beso. Dejé que ella se inclinara un poco hacia mí, y continué besándola, y los dos nos acomodamos en el sillón de tal manera que nos podíamos besar y nuestros cuerpos se tocaran con mayor facilidad. Tuvimos que separarnos y ni supe cuanto tiempo pasó, pero me dijo que rico besas! y ahora me iré toda nerviosa pensando en tí todo el fin de semana" "imagínate cómo me quedaré yo aquí solo, pensando en este momento, y pensando en cuánto me tardé en besarte" - le contesté. Ella volteó a ver su reloj, y dijo, pues "aprovechemos el tiempo porque ya me tengo que ir! faltan 10 minutos para que salga mi niña" . Nos seguimos besando como 15 minutos más y al subir de intensidad los besos, sentía como mi verga estaba a punto de estallar dentro de mis pantalones, hacía como un mes que no tenía relaciones y esta mujer ya hacía días que ocupaba mis pensamientos día y noche, y en ese momento la tenía en mis brazos, aunque sabía que el tiempo estaba encima y tenía ella que irse. Muy a mi pesar, ella rompió el abrazo y me dijo que con el dolor de su alma, pero tendría que irse; corrió a verse en el espejo y me aventó unos kleenex riéndose, me dijo "ya te tienes que limpiar mira como te dejé! " pues su pintalabios estaba por toda mi cara y cuello. En 5 minutos bajamos dos maletas a su carro y se fue, yo desde el pasillo de arriba le dije adiós, y a partir de ese momento pasé el fin de semana más largo que recuerde. Tres días de masturbarme pensando en ella y en lo que debí hacer o decir, o que me tardé en besarla y hacerle el amor, que si le pasaba algo o se reconciliaba con su ex esposo, que me rechazaría o que me diría "pensándola bien.. eres casado y no es correcto lo que hicimos"... en fin, mi cabeza dio mil quinientas vueltas porque ella ni me contestó los watsapps ni llamadas ni mensajes ni nada.
(No me dejó escribir más de 10 mil caracteres. Continúa en la parte dos)