Hola de nuevo.

Continuando con esta serie de relatos que tuve la fortuna de recibir de mi cómplice, les comparto el segundo:

"Estoy de nuevo en su auto, este día me siento algo diferente, un poco incómoda conmigo, evitó saludarlo, no puedo aguantarle la mirada como antes, me dice que es un tanto extraño estar de esta manera con el, yo no siento nada, pero algunas de sus palabras me hacen sonrojar y claro, no puedo evitar tomar mis mejillas para calmar el calor que se acumula en ellas.
Llegamos a la plaza para luego bajarnos del coche y dirigirnos al cine y comprar los boletos, al hacerlo volvimos al auto, luego de hablar empieza a acariciar mis muslos, sus dedos suben hasta mi entrepierna, el vigila que nadie pueda vernos, de forma rápida desabrocha mi pantalón para meter su mano entre mi ropa interir y empiezar a bailar en mi. Yo solo puedo estremecerme por su tacto, cierro los ojos con fuerza y mis gemidos empiezan a escucharse.

-asi mami, regalale un orgasmo a papi.

Su voz diciéndome eso, la gente pasando, sus dedos dentro de mi, mis gemidos toda una bomba de placer, me obliga a verlo y lo beso con fuerza.

-Quería que fuéramos a ver la película, pero y si vamos a hacerla? Me dice de broma y yo por lo caliente que estoy le digo que si.

Sus ojos cambian a unos serios, la verdad no entiendo porque tiene esa expresión cuando acordamos estar cuerpo a cuerpo, me cuesta trabajo entenderlo.
Llegamos a un motel cercano a la plaza, lo obligo a subir al cuarto primero, no quiero que vea mi trasero ahora. Llego a una mesita y dejo mi pequeña bolsa, me dirijo al lavabo a quitarme un poco la pintura de los ojos cuando siento sus manos recorrer mi cintura y su aliento en mi cuello, yo solo puedo estremecerme y mirarme al espejo frente a mi, me doy vuelta y me subo al lavamanos, lo beso y el me toma y apreta mis nalgas, quita mi playera y baja mi sostén para luego succionar mis pechos alagando a mis pezones, me da la vuelta y me obliga a ver como juega con mis pechos y mete una mano en mi entrepierna, yo no aguanto ver esa escena así que decido cerrar mis ojos, el me obliga a recargarme en el lavabo de forma que tiene todo mi trasero para él, baja mi pantalón y ropa interior para empieza a nalguearme, puedo sentir ese delicioso dolor, el se inca y empieza a morderme los y succionar mi clitoris, puedo sentir su lengua jugar en mi interior, yo solo puedo gemir y verme en el espejo, el introduce sus dedos y empeza a querer provocarme un orgasmo, yo solo puedo seguir gritando de dolor y placer, me da la vuelta y me obliga a incarme.

- anda chupasela a papi!

Miro sus ojos llenos de un deseo, tomo su pene y empiezo a masturbarlo y meterlo poco a poco a mi boca sin dejar de verlo, las arcadas son notorias tengo más que la primera vez que la tuve en mis labios, luego me lleva a la cama y para empezar a desbestirnos, se pone el condón y me monto en el sin tantos movimientos pues no se como hacerlo aún, le pido que me lo haga pues lo hace muy muy bien, me acuesta boca abajo con las piernas juntas y empieza a entrar en mi, no entiendo como pero empiezo a sentir sus deliciosas y profundas penetraciones, dios es delicioso poder sentirlo asi, cada que la mete por completo puedo sentir un dolor riquísimo que me hace gritar de lo bien que se siente y es que sabía desde hace mucho que esa sería mi pose favorita. Frente a mi hay un espejo donde puedo vernos disfrutar, el acelera cada vez más sus embestidas, mis gemidos ahora se combinan con pequeños gritos, nunca creí disfrutar de esta manera.

-Mi niña es solo mía, solo yo puedo disfrutar de ella, solo yo puedo cogerte, dime que eres mía

-soy tuya, digo entre gemidos y gritos.

Eso provocó que me penetrara más rápido hasta venirse dentro de mi, el se recuesta y yo me quedo boca abajo hasta tranquilizar mi respiración, me acomodo a su lado platicando do lo que acabamos de hacer. Acaricio su rostro delineando sus labios y robandole uno cuantos besos, seguimos hablando hasta que la platica subió de tono al confesarle que quería hacerlo otra vez, de nuevo su mirada cambio a una intensa.

- muy bien, pues chupasela a papi!

Yo me acomodo entre sus piernas y empiezo a masturbarlo, sin dejar de verlo, muerdo mis labios al sentir como su miembro crecer y palpita en mi mano, no aguanto y decido meterlo a mi boca, me encanta hacerlo temblar cuando siente mi lengua jugar, succióno y chupo lapunta, no quiero parar.
El me pide que le de un condón, me levanto por uno y se lo doy, me acuesto para que el se ponga encima de mi, el abre mis piernas para entrar poco a poco en mi, toma mis manos para entrelazarlas con las mías y evitar que me mueva, siento su aliento en mi cuello el empieza a moverse y yo a gemir.

- Papi, se sintió muy triste cuando me dijiste que ya no querías verme, dime que ya no lo harás, que me mandaras mensajes diciéndome que quieres que te haga mía, te gusta ser solo de papi?

- si, me encanta!

Mis gemidos son más fuertes junto con sus movimientos, aún no entiendo como esto me puede gustar tanto.

- quieres que me venga mami

-si, en mi boca

El se detiene para acostarse de nuevo en la cama y yo me pongo entre sus piernas pidiendo que ponga sus manos debajo de su cabeza, me siento tan excitada que empiezo a torturarlo.

-quiero venirme en tu boca y que te los tragues

Eso de alguna forma me hizo enojar

- pidemelo, quiero escucharte

- quiero venirme en tu boca

- porque?

- quiero que me pruebes

Por un momento creí que diría "por favor" pero no, asi que segui con mi tortura masturbandolo y parando y así por un buen rato hasta que meti su miembro en mi boca, de nuevo no quería detenerme, senti sus manos sujetar mi cabeza, iba a detenerme por no obedecerme pero no quise detener mi trabajo hasta que sentí su su semen entrar en mi boca, sus ricos gemidos provocaron que no quisiera detenerme pero lo hice, me levante para limpiar mis labios sin dejar de verlo, me gusta quitar los restos de el mientras me mira, otro día perfecto para recordar.

Y vaya que fue para recordar ese día y los que vinieron.

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