max-dar
Bovino maduro
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Esta ocasión quiero compartir esta historia que encontré hace unos meses atrás, que a mi parecer esta muy buena espero que les guste.
Escrito por Orlando Dario Pautt
Mi historia comienza un día de verano, salí del colegio y por la tarde me encontré con mi hermana, decidimos ir a ver a unos amigos, cundo llegamos donde estaban ellos nos mostraron un libro que contenía cosas sobre fantasmas, en fin, decidimos encontrarnos más tarde, la hora que fijamos fue las 6:00 de la tarde en un lugar al cual llamamos la torre pues en este lugar hay una torre y queda muy lejos del pueblo.
Mi hermana y yo llegamos puntuales, como los otros miramos muy bien a nuestro alrededor para cerciorarnos que no hubiera nadie, una de nuestros amigos sacó el libro y comenzamos a mirar cada foto y cada cosa que había en ese libro hasta que llegamos a una parte donde había una carta, mi hermana leyó lo que decía la carta nunca supimos que era lo que decía pues solo había una descripción que decía: "con esta carta el cura Merry condenó su alma", una de mis amigas comenzó a transcribir lo que decía la carta pero en vez de colocar el nombre de MERRY coloco nuestros nombres(Mariana, Mauricio, Orlando, Paola) en ese mismo momento sentimos un escalofrió, a mi se me agitó el corazón, tenía miedo y volteamos a mirar y una especie de cuervos desde los árboles nos estaban mirando, al notar esto, Paola que era la que estaba escribiendo rompió de inmediato la carta, después de que Paola rompió la carta nos fuimos cada una para su casa pues ya eran como las 10:00pm.
Al llegar a mi casa me acosté a dormir, como al momento me cogió el sueño escuché como si alguien rompiera un vidrio me desperté y no pude moverme durante un instante pues el miedo me tenía paralizado, me decidí a ver que era ese ruido y me armé de valor y salí a mirar que era pero cuándo salí del cuarto escuché pasos en la casa, me quedé quieto para que no notaran mi presencia y después de escuchar los pasos comencé a registrar la casa pero no vi nada extraño y se me ocurrió salir al patio y mire las ventanas y ninguna estaba rota, escuché un grito de mi hermana y en ese mismo instante vi salir corriendo una especie de cuervo pero muy grande, corrí a ver a mi hermana y cuando llegué a la habitación me dijo que sintió que alguien le tocó y cuando se despertó vio el mismo bicho que yo vi, tenia en su brazo un rasguño, después de esto volvimos a la cama y al día siguiente nos encontramos con Paola y Mauricio, les contamos lo que nos había pasado, no escarmentamos y esa noche nos pusimos a jugar con la tabla ouija en la finca de Mauricio pues sus padres no iban a estar en todo el fin de semana y nosotros decidimos acompañarlo, bueno cuando comenzamos a jugar la primera pregunta fue: ¿Alguien quiere comunicarse con nosotros?, la respuesta fue S-I pero después de esto ninguno creyó porque pensamos que alguno de nosotros lo había movido, después de esto volvimos a preguntar :¿quién se quiere comunicar con nosotros? La respuesta para nuestro terror fue M-E-R-R-Y era el mismo nombre del cura de la carta, seguimos haciendo preguntas y al final concluimos que el cura nos estaba previniendo, nos dijo que nos apartáramos de la magia negra, que dejáramos estos juegos, nosotras decidimos parar estas tonterías de los fantasmas y demás pero ese solo era el comienzo de todas las cosas raras.
Esa misma noche todos nos quedamos en la misma habitación, la finca quedaba muy lejos del pueblo como a unos 12 kilómetros, y a eso de las dos de la mañana empezamos a escuchar que en la puerta principal rasguñaba un perro pero nosotros que nunca dejamos a nuestro perro chester en ningún otro lado que no sea donde nosotros dormimos se nos hizo raro pensamos que se había salido pero cuando lo llamamos estaba durmiendo debajo de una cama, al poco tiempo volvimos a escuchar que rasgaban la puerta y ya sabíamos que no era chester, no paramos muchas bolas y seguimos durmiendo, al rato otra vez escuchamos el mismo ruido pero no fuimos capaces de salir a mirar donde salir a mirar que era ese ruido, a la mañana siguiente abrimos la puerta y si habían rasguños de perro y para nuestro mayor terror y miedo además de tristeza nuestro perro chester estaba muerto estaba descuartizado, nos pusimos nerviosos porque podría haber un asecino, yo por mi parte estaba muy dolido y asustado como para quedarme allí y decidí irme en ese mismo momento pero no me fui, es mas, nadie se fue pues Mauricio tenía que quedarse a esperar que sus padres llegaran en dos días mas así que decidimos quedarnos.
Tampoco teníamos forma de comunicarnos pues ninguno de los móviles que llevábamos tenia cobertura y en la casa no había teléfono a duras penas había una radio, y aventurarnos a caminar no ero nuestro mayor deseo entonces decidimos desayunar y enterrar el perro, ya por la noche comenzamos a hablar y hablar porque decidimos pasar todas las noches restantes en vela de un momento a otro nos quedamos dormidos, me desperté pues tenia ganas de ir al baño pero entre el sueño y la oscuridad vi pasar una sombra en la ventana, al principio pensé que era alguno de ellos, mire bien y lo mas raro fue que era la silueta de una mujer y mire y todos estaban en sus camas, me asuste pues esta silueta siguió de largo y al lado de la ventana a mano derecha quedaba una pared y a su izquierda quedaba la puerta, de un momento a otro comencé a escuchar que en la cocina se movían cubiertos, y me quedé totalmente paralizado del miedo, comencé a sentir frío, perdí el habla, sudaba frió, al cabo de unos minutos dejé de escuchar los ruidos y por fin pude hablar, los desperté y decidimos ir a ver que era, nos dividimos en parejas, yo con Paola y Mauricio con Mariana por otro lado pues nosotros comenzamos a buscar y al cabo de unos 5 minutos escuchamos el grito de Mauricio y corrimos a ver que era lo que pasaba en el momento en que llegamos a la cocina que fue de donde provino el ruido vi a mi hermana que estaba tirada en el piso desmayada de la impresión pues Mauricio estaba como flotando en el aire solo que algo la estaba asfixiando, estaba morado, me tiré a ayudarlo pero una fuerza no me dejaba acercarme me rechazaba después de mucho tiempo Mauricio se desmayó no se como hice para lograr bajarlo pero lo hice, recobró la conciencia y nos dijo que un bicho muy raro lo tenia agarrado por el cuello que era muy grande y no pudo ver su cara, bueno después de esto nosotros no pudimos dormir del miedo y al siguiente día que ya era el último, lo que paso fue algo realmente aterrador y que me desconcertó pues los padres de Mauricio llegaban por la noche a recogernos y a las 6:00 de la tarde cada uno estaba durmiendo en una habitación diferente y de un momento a otro me desperté fui a la cocina por un vaso de agua y vi que la puerta se abrió y fui a cerrarla pero antes de que pudiera hacer el intento de cerrarla sentí un frío muy extraño y vi pasar junto a mí un señor con un vestido largo, una capota y un su mano una lámpara antigua, escuché gritos por toda la casa y no me pude mover, algo me detenía y al momento vi salir al mismo viejo pero esta vez acompañado de tres fantasmas, uno de ellos fue el cuervo grande que vi en mi casa, otro era un bicho muy grande con unos enormes brazos y para mi terror no tenía piel, el tercero era una mujer muy extraña no tenía rostro, llevaba una bata, su silueta se me hizo familiar era la misma que vi pasar al lado de la ventana, después de esto desaparecieron al cruzar la puerta, fui a ver a mis amigos y me dijeron que vieron al mismo viejecito que yo había visto, antes de irnos sobre la mesa de la cocina encontramos una carta que decía: - esta vez yo pude salvarlos pero la próxima no sé si podré, les advierto, nunca jueguen con lo desconocido o terminarán condenando su alma como yo lo hice- y como firma figuraba el nombre de MERRY.
Después de todo esto los padres de Mauricio llegaron a recogernos, no nos creyeron ni siquiera mostrándoles la carta y diciéndoles que el perro estaba muerto, nos dijeron que éramos muy creativos y en fin, llegamos a la casa y como sabíamos que nuestros padres no nos iban a creer dijimos que chester se había escapado.
Lo único que les digo es que nunca jueguen con lo desconocido porque por más valientes que crean ser no podrán evitar que el miedo les invada y tampoco querrán conocer ni sentir lo que mis amigos y yo sentimos.