Christian01
Bovino Milenario
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Hasta el momento cinco personas han atendido la propuesta de manifestación, que tiene como fin la aprobación de la reforma política.
Los jóvenes que convocaron a través de Twitter a una manifestación frente a la sede del Senado, llegaron alrededor de las 13:00 horas y pretenden acampar ahí hasta que los legisladores los reciban.
El 7 de junio, Gonzalo inició la convocatoria de acampar frente a la nueva sede de la Cámara de Senadores, luego de que la reforma política no fue votada. El joven de 32 años, reside en Guadalajara y viajó hoy a la Ciudad de México para encontrarse con quienes atendieron su propuesta de manifestación.
Aunque solamente son cinco personas, aseguran que se sumarán más mexicanos que como ellos buscan incidir en las decisiones legislativas.
La aprobación de la reforma política significaría “cambiar las reglas para los ciudadanos y los políticos que provocarán un comportamiento diferente”, aseguró Antonio Martínez, abogado de 26 años.
Lanzaron un llamado a que tuiteros se sumen al campamento y sigan el hastahg #AcampadaCongresoMX, pero advirtieron que no aceptarán arribistas políticos, toda vez que esta es una iniciativa ciudadana y se desarrollará con respeto, sin bloquear avenidas, sin pintas y sin agredir a nadie.
FUENTE
¿Funcionará la acampada? En términos prácticos dudo que los legisladores nos presten atención, pero si no somos nosotros quienes intentamos delimitar nuevas reglas, esta generación de políticos no lo hará. A reformar el sistema desde afuera, Jorge Volpi concluía así su artículo en Reforma sobre la acampada sol:
FuenteTras decenas de experimentos infructuosos, hemos llegado a creer que la democracia liberal es el menos perverso de los sistemas políticos. Más allá de sus defectos, garantiza ciertos derechos esenciales. Pero tiene un serio inconveniente: sólo admite ser reformada desde dentro (o destruida desde fuera). Es legítimo indignarse y plantarse en una plaza, pero un cambio de paradigma sólo sobrevendrá cuando los miembros de esa generación justamente indignada sean escuchados por quienes estén dispuestos a articular un nuevo partido (“ciudadano”) o a apoderarse de uno más o menos afín -el PSOE, digamos-, para obligarlo a ser, de nuevo, un instrumento capaz de combatir por la justicia, la transparencia y la equidad que los indignados de Sol al menos se han atrevido a bosquejar.