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Indígenas eligen a su vocera y aspirante presidencial para 2018, ¿quién es y quién la respalda?

jarochilandio

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Redacción
Mayo 29, 2017


El Congreso Nacional Indígena conformó un Concejo de Gobierno y eligió a María de Jesús Patricio Martínez como su voz para el proceso electoral de 2018.

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María de Jesús Patricio Martínez (centro de la imagen), durante la asamblea indígena (Cuartoscuro)


Los pueblos originarios del Congreso Nacional Indígena (CNI) conformaron un Concejo Indígena de Gobierno (CIG) y eligieron este domingo en San Cristóbal de las Casas a la vocera que, en 2018, será su aspirante independiente a la presidencia de México, con el respaldo del EZLN.

María de Jesús Patricio Martínez, mujer indígena nahua de Tuxpan, Jalisco, reconocida por preservar la medicina tradicional y herbolaria, “representará la voz de los pueblos originarios del CIG en el proceso electoral del año 2018”, indicó el Congreso Nacional.

“Ella será quien contenderá por la Presidencia de la República. Ella será quien lleve la voz del Concejo Indígena de Gobierno a todo el país, a todo el mundo. Ella será quien lleve la voz de los pueblos y la sociedad civil. Ella será nosotros, nosotras”, se apunta en la página del Congreso.

Un grupo de 693 delegados, 67 concejales, y 230 delegados zapatistas participaron en la Asamblea Constitutiva del Concejo Indígena de Gobierno, organismo cuya creación fue acordada desde diciembre pasado.

Uno a uno fueron presentados para rendir protesta los hombres y mujeres que formarán parte del Concejo, de diferentes pueblos y estados del país. Ellos juraron luchar por un “mundo donde quepan todos los mundos”, y no claudicar ni venderse.

La vocera María de Jesús Patricio Martínez será la encargada de “materializar” o portar la palabra del Concejo, regido por siete principios:”Servir y no servirse, construir y no destruir, obedecer y no mandar, proponer y no imponer, convencer y no vencer, bajar y no subir, representar y no suplantar”.

El Concejo, señala el Congreso Nacional Indígena, es la forma en la que los pueblos se organizarán para tomar decisiones, buscando otra forma de hacer política, desde la horizontalidad y con toma de decisiones colectiva.
“No nos confundan, no pretendemos competir con los partidos políticos porque no somos lo mismo, no somos sus palabras mentirosas y perversas. Somos la palabra colectiva de abajo y a la izquierda, esa que sacude al mundo cuando la tierra retiembla con epicentros de autonomía”, apunta el Congreso en su web.

La ley de procedimientos electorales en México establece que, para aspirar a una candidatura independiente a la presidencia, el interesado o interesada debe reunir en 120 días firmas de apoyo que representen el 1% del listado nominal del país, y en el listado debe haber electores de cuando menos 17 estados.

Los acuerdos

Entre los acuerdos de la Asamblea plenaria Constitutiva del Concejo Indígena, además de la designación de su vocera, está el de que se conforme una comisión jurídica, con asesoría agraria y penal para las comunidades; que el Concejo funcione de forma horizontal, respetando la forma de organización y autonomía de los pueblos; que el Concejo sea vigilante de los derechos de los pueblos, y “que se nombre un parlamento que nos defienda ante los despojos”.

También que el Concejo Indígena de Gobierno “se avoque a la enseñanza de las lenguas originarias”; que el Concejo indígena “sirva para crear vínculos prácticos para transformar al país”; “involucrar a las generaciones futuras, a la juventud y niñez, para que vayan conociendo la ideología, los usos y costumbres”; que el Concejo tome en cuenta los acuerdos de San Andrés, y sean base de una nueva Constitución.

Otros de los acuerdos: rechazo al modelo educativo neoliberal, impulsando una educación alternativa, con enfoque de “descolonización” del pensamiento.

¿Quién es María de Jesús Patricio Martínez?

Quien fue elegida como vocera del Concejo Indígena de Gobierno y representante de los pueblos originarios en las elecciones del próximo año nació en la comunidad nahua de Tuxpan, Jalisco, el 23 de diciembre de 1963.

El cabildo del ayuntamiento de Tuxpan le otorgó una galardón al mérito en 2015, por “preservar la medicina tradicional y la herbolaria, así como por su vinculación con las comunidades indígenas del país”.

En específico, le entregaron aquel año el premio por su trabajo en una Casa de Salud, Calli tecolhuacateca tochan.

“La Casa de Salud nos ha llevado a la defensa de la medicina tradicional, los territorios indígenas y la madre tierra desde la perspectiva anticapitalista, de la lucha libertaria de los pueblos indígenas, circunstancia que nos ha hecho promotores activos del Congreso Nacional Indígena (CNI), de los foros y encuentros en defensa de la medicina tradicional y de la alianza estratégica entre el movimiento indígena civil y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)”, dijo en aquel entonces.

En un artículo para la revista Tukari, dijo que el levantamiento de los zapatistas en 1994 fue para ella “sumamente inspirador”, porque “siendo quizá más pobres que yo, se atrevieron a luchar contra los ricos y poderosos”. Desde ese año, relató, fue elegida como representante de su comunidad, para participar en un foro nacional indígena, convocado por el EZLN. Desde entonces participó en otras reuniones, “fungiendo como puente entre mi comunidad y el resto de las comunidades organizadas”.

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Foto: Cuartoscuro


En la página web del Congreso -constituido desde octubre de 1996-, se detalla que su vocera y candidata para 2018 debe ser una mujer, “una mujer indígena, porque ha sido la discriminada, humillada, violentada, la más pobre de los pobres por el sólo hecho de ser mujer.

La mujer indígena que durante siglos no sólo ha vivido la violencia de este sistema capitalista sino también de este sistema patriarcal que le ha impuesto los lugares del silencio sin voz ni voto en su casa y en su comunidad, de la obediencia al varón, de la negación a decidir sobre su vida y sobre su cuerpo”.

Políticos como el independiente Pedro Kumamoto respaldaron la designación de María de Jesús Patricio Martínez. Solidaridad con la digna candidata indígena”, publicó en Twitter.

¿Quién respalda al Concejo Indígena?

El sábado pasado, al iniciar los trabajos de la Asamblea, con la participación de representantes de más de 40 pueblos originarios, los dirigentes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) resaltaron este ejercicio de organización indígena.

“Aquí estamos para continuar, seguir hasta el final de lo que hemos acordado como Congreso Nacional Indígena, y así entonces salgamos como pensamos, como queremos para este pueblo, y quizás un ejemplo para el mundo”, dijo el subcomandante Moisés.

A la primera sesión de la Asamblea Constitutiva del Concejo también acudió el subcomandante Galeano (Marcos), sin hacer uso de la palabra.

Entre los más de 400 invitados, estuvo una comisión de los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, que respaldó al movimiento.

“Creemos que en nuestro país todos los sectores explotados, los más marginados, los más pobres, estamos cansados de tanta injusticia, de este régimen político neoliberal que ha estado sangrando, golpeando, despojando de los recursos naturales del pueblo, hoy es una buena organización de cómo seguir organizando al pueblo, respetamos y vemos con esperanza esta decisión que toma el CNI”, dijo Melitón Ortega, del grupo de padres, de acuerdo con un reporte de Reforma.

Más de 40 pueblos originarios integran el Congreso Nacional Indígena, entre ellos los pueblos “Amuzgo, Binnizá, Chichimeca, Chinanteco, Chol, Chontal de Oaxaca, Chontal de Tabasco, Coca, Comcac, Cuicateco, Cucapá, Guarijío, Ikoots, Kumiai, Lacandón, Mam, Matlazinca, Maya, Mayo, Mazahua, Mazateco, Mixe, Mixteco, Nahua, Ñahñu/Ñajtho/Ñuhu, Náyeri, Popoluca, Purépecha, Rarámuri, ,Sayulteco, Tepehua, Tepehuano, Tlapaneco, Tohono Oódham, Tojolabal, Totonaco, Triqui, Tzeltal, Tzotzil, Wixárika, Yaqui, Zoque, Afromestizo y Mestizo”.



Fuente


Todo iba...digamos que pasablemente bien... hasta que se mencionó la ingerencia del EZLN. Nada bueno en el horizonte, con grupos de choque creados por el mismo gobierno PRIista metidos en la ecuación (el actual EZLN, no sus antecesores, fue patrocinado por el Pelón Diabólico en 1994... para lo que quienes no somos tan jóvenes bien sabemos, y que todos, jóvenes o no, estamos padeciendo hoy en día).
 
Sobre el Concejo Indígena de Gobierno


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Margarita Warnholtz Locht (La Tlacuila)
Junio 2, 2017


El objetivo del CNI al lanzar una candidata es que se escuchen las voces de los pueblos, sus problemas y propuestas; no pretenden ganar la presidencia ni obtener cargos de poder.

El fin de semana pasado se llevó a cabo en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, la Asamblea Constitutiva del Concejo Indígena de Gobierno (CIG) del Congreso Nacional Indígena (CNI). Los medios resaltaron el nombramiento de la vocera de dicho concejo, María de Jesús Patricio Martínez, quien a su vez será su candidata a la presidencia de la República si se logran reunir las firmas requeridas para registrar una candidatura independiente.

María de Jesús Patricio ha sido de los miembros más activos del CNI y fue elegida para hablar en el Congreso de la República en marzo de 2001 cuando el EZLN realizó la Marcha del Color de la Tierra. Además es médica tradicional y estuvo entre las fundadoras de la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas.

Ella será la vocera del CIG pero es esta instancia la que definirá propuestas y tomará las decisiones. Por lo tanto, es importante conocer cómo está constituido este concejo y quiénes lo forman. En la toma de protesta del CIG (que se puede ver aquí en video) se leyeron los nombres y orígenes de los integrantes. Son 42 hombres y 31 mujeres de 17 estados y 23 pueblos indígenas del país.

Viéndolo por estados, hay una persona de Baja California, nueve de Campeche, 11 de Chiapas, una de Chihuahua, nueve del Estado de México, dos de Jalisco, tres de Nayarit, seis de Oaxaca, cuatro de Puebla, dos de Querétaro, uno de Quintana Roo, dos de San Luis Potosí, siete de Sonora, uno de Tabasco, 10 de Veracruz, 2 de Yucatán y un representante (de origen purépecha) de los indígenas migrantes en la Ciudad de México. Hay también un zoque radicado en Guadalajara.

Los pueblos representados son: Binizaa, coca, comcaac (seri), chol, chontal, hñähñú, kumiai, maya, mayo, mazahua, mixteco, nahua, nayeri, ñhatö, popoluca, purépecha (sólo una persona y radicada en la Ciudad de México) rarámuri, tohono O’odham, totonaca, tzeltal, wixárika y yaqui y zoque (uno radicado en Jalisco). Hay además seis mestizos, de Chiapas, Campeche y Veracruz.

Entre los miembros del CIG hay algunos que son o han sido autoridad de sus comunidades, otros son parte de algunos colectivos y otros representan a organizaciones estatales o regionales que están en lucha contra los megaproyectos en sus territorios. Entre estos últimos se encuentran Bettina Cruz Velázquez (binizaa de Oaxaca), integrante de la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo de Tehuantepec en Defensa de la Tierra y el Territorio, y Miguel López Vega (nahua de Puebla) del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua. También forman parte del concejo Mario Luna, reconocido dirigente yaqui en la lucha contra el acueducto Independencia, y representantes de los wixárikas (huicholes) que llevan años peleando por defender su territorio de las mineras.

Al revisar la lista de los integrantes del CIG llama la atención la ausencia de representantes de los estados de Guerrero, Michoacán y Morelos, en los que hay una importante presencia del CNI, así como de Hidalgo, Durango, Colima, Guanajuato y Sinaloa. De estos estados hubo presencia en la asamblea pero no se nombraron concejeros. En el caso de Guerrero fue porque no alcanzaron a realizar el proceso de selección de sus representantes antes del evento, y probablemente en los demás estados sucedió algo similar. En la misma asamblea se dijo que faltaban personas a integrarse al CIG; habrá que estar pendientes de esto.

Por otro lado, es importante conocer también los resolutivos de las mesas de trabajo que se llevaron a cabo, pues ahí se definieron los objetivos, estrategias y formas de organización del CIG.

En síntesis, se acordó que el CIG deberá vigilar que no se violen los derechos de los pueblos indígenas y defenderlos del despojo, movilizarse para crear una organización nacional y establecer vínculos con otros sectores, luchar desde la autonomía y la determinación y avocarse a la enseñanza de las lenguas indígenas. Además, tendrá una comisión jurídica que brinde asesoría en materia agraria y penal, y una comisión de difusión que divulgará los principios básicos del CNI, así como de los tratados internacionales sobre los derechos de los pueblos indígenas. Por otro lado, el CIG deberá trabajar para que se establezca la figura de la consulta previa, libre e informada, por la soberanía de los pueblos, la recuperación de tierras, el cese de la violencia contra las mujeres y la creación de una red de seguridad. Se mencionó también la necesidad de crear una educación alternativa enfocada en la descolonización del pensamiento y se afirmó que el CIG funcionará de manera horizontal, y respetando siempre las formas de organización de cada pueblo.

Los voceros del CNI han dejado claro que el objetivo de lanzar una candidata es que a través de ella se escuchen las voces de los pueblos, sus problemas y propuestas; no pretenden ganar la presidencia ni obtener cargos de poder. El interés de los medios de comunicación y de las instancias de gobierno por los pueblos indígenas es mínimo; no los escuchan y no son tomados en cuenta. Por ello es que crearon la estrategia de participar en la contienda electoral para acceder a los medios de comunicación.

Si logran reunir las firmas requeridas para la inscripción de una candidatura independiente, tendrán por ley espacios de prensa, radio y televisión para expresarse. Si no lo consiguen, por lo menos ya con el hecho de anunciar una candidata obtuvieron la atención de los medios, aunque la mayoría se centró en la persona elegida y no en las propuestas, y menos aún en las denuncias hechas en la asamblea.

En todo caso, lo más relevante de la constitución del CIG y el nombramiento de la candidata es que, después de varios años de poca actividad y presencia, resurgió el CNI, es decir, que los pueblos indígenas se están organizando nuevamente a nivel nacional para defender sus derechos de manera colectiva. Aunque no son todos; hay muchas organizaciones y comunidades que no forman parte del CNI porque tienen posiciones políticas diferentes. Sin embargo, su problemática es la misma, por lo que podrían -unos y otros- hacer a un lado sus diferencias y articularse para crear un gran movimiento, necesario sin duda en estos tiempos de despojos, discriminación, marginación, represión, asesinatos y demás violaciones a sus derechos como pueblos y como individuos.


Fuente


Me parece buena la estrategia de participar en la contienda electoral para acceder a los medios de comunicación y así lograr que se escuche su voz e intentar crear algún tipo de conciencia que haga que se les tomen en cuenta. Hasta ahí, todo bien. Pero...

"... hay muchas organizaciones y comunidades que no forman parte del CNI porque tienen posiciones políticas diferentes..."

Ésto fue justamente lo que facilitó la colonización española: las eternas rencillas entre pueblos indígenas. Más de 500 años han pasado... y todo sigue igual. Difícil esperar, pues, que algo cambie en un pueblo acostumbrado más a diferir y confrontar, que a consensuar y construir colectivamente. Seguiremos igual.
 
Una candidata indígena recaba un sorpresivo apoyo en México

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Eduardo Verdugo
Retomado por Yahoo Noticias
31 de octubre de 2017


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En esta imagen, tomada el 15 de octubre de 2017, la candidata del Congreso Nacional Indígena a la presidencia de México, María de Jesús Patricio, hace campaña flanqueada por dos indígenas con la cara cubierta en el feudo zapatista de Morelia, en el estado de Chiapas, en el sur de México. Sus seguidores están librando una titánica batalla para lograr la firma de los 866.000 votantes que necesita antes del 12 de febrero para entrar en la boleta de las elecciones presidenciales como candidata independiente. (AP Foto/Eduardo Verdugo)


OVENTIC, México (AP) — Así funciona una campaña de base en México, un país donde la política ha estado siempre dominada por candidatos corruptos con abultadas chequeras.

En primer lugar, casi nadie llama a María de Jesús Patricio por su nombre. Todo el mundo conoce a esta mujer nahua por su apodo, Marichuy.

Nunca se ha vestido con traje o tacones, pero siempre aparece en público con una blusa con bordados indígenas y pantalones o falda. No cuenta con una maquinaria política detrás, a menos que cuente el ejército de rebeldes zapatistas enmascarados que han prometido respaldarla en su estado, Chiapas, al sur del país. Es improbable que gane la presidencia de México, o que entre siquiera en la boleta electoral, pero su campaña ha generado un entusiasmo inusual.

Seguidores de docenas de grupos de tendencia izquierdista en la Ciudad de México organizan encuentros en cafés y pequeños conciertos y recorren los vecindarios en su titánica batalla de inscribir a 866.000 votantes antes del 12 de febrero para que pueda entrar en la lista de aspirantes a la presidencia en los comicios de julio como candidata independiente.

En la primera semana de recolección de firmas, Margarita Zavala _ esposa del expresidente Felipe Calderón y una figura política reconocida por derecho propio _ logró el mayor número de apoyos, con 13.033 rúbricas. Pero la sorpresa estaba en el segundo puesto: Patricio, que no tiene un equipo detrás y era una desconocida hasta su nombramiento como candidata del Congreso Nacional Indígena el pasado mayo, que reunió 4.734 firmas. Fue una cifra mayor a la obtenida por un importante gobernador estatal, un exlegislador y otros 44 políticos que intentan entrar en la lista definitiva.

Y además, según sus partidarios, está en inferioridad de condiciones porque las autoridades electorales emplean una aplicación de telefonía para registrar las firmas, lo que hace muy difícil o incluso imposible la participación de muchas personas pobres en regiones indígenas remotas con una recepción celular muy mala.

A Patricio ni siquiera se le llama candidata. Siempre se refieren a ella como “la portavoz” del Consejo Indígena de Gobierno, una escisión de los zapatistas, que protagonizaron una breve revuelta armada en 1994 pidiendo más derechos para los pueblos nativos, y otros grupos activistas. México tiene alrededor de seis millones de hablantes de lenguas indígenas y se considera que cerca de cuatro millones de personas más forman parte del colectivo por sus comunidades o familias.

Muchos de los indígenas empobrecidos y sin voz de México ven a Patricio como una vía para tener su propia representación política en un país donde durante años se ha votado en bloques, controlados por líderes locales que negocian su respaldo a la formación gobernante. Los zapatistas pidieron a sus seguidores que no participaran en la política electoral en 2006 _ algo que podría haber costado la presidencia al candidato de izquierdas en esa contienda _ pero ahora parecen haber cambiado de idea. Patricio sería la primera candidata en presentarse formalmente en el nombre de los pueblos indígenas.

“Nosotros no buscamos el poder”, dijo Lucía Guzmán Gómez, una activista de Chiapas que participó en la campaña de Patricio en el estado. “Buscamos un espacio para participar como seres humanos, como indígenas”.

Algunos críticos sostienen que el sistema de candidatos independientes, que se estrena en esta cita con las urnas, terminará beneficiando al partido en el poder al fragmentar el voto opositor. El gobernante Partido Revolucionario Institucional no ha conseguido el 50% de los votos en una elección en al menos tres décadas y ha dependiendo de una oposición dividida.

Sin embargo, miles de miembros de la milicia zapatistas y seguidores acuden a animar a Patricio en sus actos de campaña en Chiapas.

Pero no es solo el respaldo de los indígenas lo que busca.

“Es el momento de voltear a ver a nuestras comunidades, voltear a ver a nuestros hermanos”, dijo Patricio en un mítin en el bastión zapatista de Guadalupe Tepeyac, Chiapas, en octubre. “Lo que estamos sufriendo nosotros también lo están sufriendo ellos, aunque sean de otro color, aunque piensan de otra manera de lo que pensamos”.

“Tenemos que unir estos dolores que tenemos”, señaló la aspirante, una sanadora tradicional del estado de Jalisco, en el oeste del país. “Tenemos que unirnos con las personas de la sociedad civil, que viven en la ciudad y que también están sufriendo”.

Sus discursos de campaña están en contra del sistema capitalista, en línea con la plataforma del consejo indígena, que pide un gobierno “anticapitalista y honesto”. “No buscamos administrar el poder, buscamos desmantelarlo”, explica el grupo.

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Se corrigió una versión previa de este despacho para aclarar que se trata del Congreso Nacional Indígena y del Consejo Indígena de Gobierno, no Congreso Indígena Nacional y Consejo de Gobernabilidad Indígena.


Fuente


No voy a discutir si es bueno o no el sistema capitalista (terminología algo obsoleta en estos días de neo-liberalismo económico, que es algo diferente, y que tampoco voy a discutir si es bueno o no). En lo que me parece que se equivoca Marichuy es en su visión tan restringida del mundo de hoy. Pensar en que, como se les ocurrió a los catalanes, va a formar un gobierno muy regional, autóctono, folklórico, pintoresco, pero aislado del mundo, es un craso error. No hay país, región o localidad hoy en día en La Tierra que pueda satisfacer todas sus necesidades estando completamente aislado. A menos que quieran regresar a la Edad de Piedra, en cuyo caso seguramente sería posible. ¿Será esa su aspiración?

Como bien señala el artículo, no se trata de ser antisistema "por default", ya que eso favorece a los grandes partidos y a los poderes fácticos actuales. Hay que ser RAZONABLES e INTELIGENTES, para participar del concierto haciéndose oir y respetar, no sólo yendo a escuchar. Y eso no se logra con posturas radicales, nacionalistas, populistas, asistencialistas, etc.

De entrada me hace ruido de ella el que no tenga experiencia alguna en política (no estoy hablando de que sea una miserable disque política corrupta de esas que pululan en todos los partidos políticos de este México nuestro, sino de que sea UNA POLÍTICA, como sí lo es, por ejemplo, Angela Merkel; ésta última no llegó a canciller salida de la nada, se formó con los mejores y los superó gracias a sus aptitudes innatas; Margaret Tatcher tampoco apareció de la nada, así como tampoco lo hizo Michelle Bachelet, por citar algunas otras políticas destacadas más). Lo de menos es que sea indígena (o medio indígena). Lo que importa para cargos así es... LA EXPERIENCIA. No se está postulando para presidenta municipal de alguna localidad en la sierra en Chiapas. Esa sería la primera etapa para que vaya sabiendo cómo es ese inmundo y difícil ambiente de la polilla. Para que se vaya fogueando, sepa en la que se mete, y comprenda cómo desempeñarse en un puesto así, si en realidad quiere trabajar por el bien de la comunidad. En un puesto de representación popular no sirve el declarar que “Es el momento de voltear a ver a nuestras comunidades, voltear a ver a nuestros hermanos” ... “Lo que estamos sufriendo nosotros también lo están sufriendo ellos, aunque sean de otro color, aunque piensan de otra manera de lo que pensamos” ... “Tenemos que unir estos dolores que tenemos” ... “Tenemos que unirnos con las personas de la sociedad civil, que viven en la ciudad y que también están sufriendo”, si no se sabe qué y cómo se tiene que hacer para resolver esas problemáticas sin populismos y discursos adormecedores.
 
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