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Impaciencia

-_Sasha_-

Bovino adolescente
Desde
28 Ene 2016
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60
Cerré los ojos apretando fuertemente los párpados, manteniéndolos así por unos segundos; como para comprobar que no era ninguna visión o especie de sueño, pero al abrirlos nuevamente me encontré con la misma imagen frente a mi: Un espécimen macho, de aproximadamente 1,90 m, con un cuerpo bien trabajado por el gimnasio y completamente desnudo, postrado sobre la cama.

Tiene dibujada una sonrisa en el rostro, sus ojos me recorren de abajo a arriba con lujuria.

Su pene esta grande, gordo, recostado sobre el lado izquierdo de su cuerpo, totalmente flácido, pero apenas me ve y comienza a cambiar su apariencia; lo que parecía a primera vista parecía una polla en completa calma, ahora comienza a hincharse a una velocidad atroz, poniéndose completamente erecto; tanto que la mitad de ese rabo gordo queda al aire, como una asta reclamando atención.

Mi boca esta abierta de la sorpresa y siento que comienzan a secarse mis labios, los cuales por pura inercia humedezco pasando la lengua sobre de ellos. Me quedo ahí sin moverme, solo mirando. Hasta que una voz me saca de mi trance, diciéndome que continue modelando las prendas que llevo puestas; las cuales son: unas zapatillas negras sin medias, un pequeño short que parece ropa interior, pues es bastante pequeño y apenas logra cubrir algo, una blusa negra que deja al descubierto un hombro, en mis muñecas llevo varias pulseras, un choker en mi cuello y con el cabello en dos chongos sobre mi cabeza, sombra ahumada en los párpados, pintalabios morado de tono metálico. Mi apariencia es la de una niña traviesa.

Doy unos pasos a través de la habitación, me acerco a la cama y comienzo a acariciar su pecho, su abdomen bien trabajado; entonces se inclina ante mi intentando besarme, mientras me alejo sin mirar atrás, provocando sus suplicas, pidiendo que me quede.


- ¡Espera, no te vallas!

- Quedan muchas prendas por modelar… te recuerdo que fue tu idea. (murmure sin dirigirle una mirada)

- Ya lo sé, pero…


Antes de cerrar le dirigí una mirada mientras me mordía los labios, para después jalar la puerta y dejarlo esperando.

Regreso a la habitación de al lado y pongo el seguro para evitar que entre. Noto que mi respiración esta agitada, sacudo la cabeza un par de veces para alejar de mi mente esos pensamientos calientes; mientras trato de elegir alguna otra de las prendas de las que me compró para modelársela.

Ahora elijo: una falda pequeña de color negro, una blusa blanca, medias blancas a la rodilla, con un moño negro a cada lado, unas zapatillas negras, el cabello atado en un gran chongo y con el fleco sobre mi frente, usando lentes, pintalabios rojo oscuro, dejo el choker y la sombra de los ojos tal como estaban.

Vuelvo a abrir la puerta; encuentro esa mirada impaciente, llena de lujuria, el rabo latiendo y parece que a cada latido se va hinchando más, pues esta completamente erecto, lleno de gruesas y marcadas venas en toda su extensión, por debajo colgando un par de testículos envueltos en una piel suave y depilada, tal como me gusta; que no haya ningún vello de por medio.

Camino por la habitación sin poder despegar la vista de ese rabo impaciente, me acerco y trato de hacer lo mismo que la vez anterior para provocarle aún más; pero cuando me doy cuenta le estoy meneando el rabo palpitante que se va humedeciendo cada vez más.


- Sí, no te detengas


Al pronunciar esas palabras, suelto el grueso falo y trato de alejar la mano, pero me toma por la muñeca y me jala hacia la cama.


- Ya quédate aquí, otro día continúas con lo demás…

- Pero eso no es lo que estaba dentro de los planes… (digo con una susurro que denota lujuria, mientras recibo besos por las mejillas, la boca)

- Acaban de cambiar los planes.


Siento sus grandes manos tocando pierna derecha, recorriéndola de arriba a abajo, haciéndome estremecer y como un perro ansioso restregando el falo en mi pierna izquierda, humedeciéndola con ese liquido viscoso que sale de la punta rosada de su pene. Lo empujo sobre la cama para que quede de espaldas y entonces lo monto mientras pongo las palmas de mis manos sobre su pecho y comienzo a moverme encima de su grueso miembro, con sus manos sujeta mi cintura con fuerza como para que no escape.


- Te quiero comer (dice con una voz entrecortada)


Me acerco a su rostro simulando que le voy a dar un beso, pero cuando estoy lo suficientemente cerca me alejo, recibiendo un lengüetazo sobre mi menton.


- Vas a tener que esperar un momento más… (digo mientras de un salto bajo de la cama)
 
Estoy por abrir la puerta de la habitación, cuando siento que se pega por detrás abrazándome y restregando ese pedazo de carne caliente sobre mi trasero.

Esta haciendo que me derrita de deseo, siento su respiración agitada sobre mi piel, mientras que da besos por mi cuello. Sin querer, mi cadera comienza a moverse por cuenta propia, como si fuera ajena a mi cuerpo y siento que esa barra de carne se abre paso entre mis nalgas por encima de la tela de la falda, separándolas y acurrucándose como un pájaro en su nido.


- Ya déjame salir (digo con un hilo de voz apenas audible)

- Ya me torturaste suficiente, quédate…

- Si quieres que me quede debes de quedarte quiero de una vez.


Se queda quieto y entonces me safo alejándome hacia el lado opuesto y me recargo jadeando sobre el tocador. Apenas pasan unos segundos cuando está otra vez sobre mi cuerpo; sujetando mis piernas y levantándome de modo que queda mi trasero sentado sobre el mueble, acariciandome de manera descontrolada.


- Te voy a comer princesa


Finjo tratar de alejar sus manos, pero terminan entrelazándose detrás de su cuello y mis piernas cerrándose tras él a la altura de su trasero, cosa que aprovecha para cargarme directo hacia la cama y poniendo su cuerpo sobre el mío, aprisionándome debajo suyo.

Con unas manos rápidas comienza a jalar esa tanga negra que llevo debajo de la falda y de un tirón, saltando como un racimo mis partes intimas desnudas. Se aleja un poco y saca mis zapatillas, luego la tanga, para volverse a poner encima. Siento que ese grueso falo por momentos rosa mis nalgas, acercándose a mi apretado anito.

Desabotona la blusa y deja descubierto mi pecho desnudo y solamente adornado por un arnés que baja por mi cuello, dibujando lineas elásticas negras de tela sobre mi pecho, abdomen; baja la tela por los lados de mis piernas a modo de liguero y terminar abrazando cada pierna en una terminación vistosa sobre mis muslos.

Parece que su lujuria ha sido estimulada aún mas después de ver lo que llevo de bajo y se pega sobre mi pecho, lamiéndolo a la vez que baja una de sus manos y comienza pasar sus dedos por el canal que se forma entre mis nalgas, en búsqueda del estrecho agujerito, al cual apenas identifica y comienza a acariciarlo de forma circular con uno de sus dedos y en respuesta va dilatándose facilitando cada vez más el acceso a el.

Retira sus manos temblorosas y comienza ahora a luchar por sacar la blusa, que se complica porque estoy de espaldas sobre de ella, trata de levantarme un poco, pero no me muevo de mi lugar para dificultar su labor.

Sigue tratando de una manera tan desesperada que tengo que poner de mi parte para ayudarle un poco antes de que termine desgarrándo la prenda. Levanto mi espalda y con una mano lo empujo del pecho para que se retire un poco, entonces me doy la vuelta y me pongo a horcajadas sobre la cama dandole la espalda. Se acerca y comienza a quitarla ahora con delicadeza; bajándola por los hombros, retirándola por completo. Camina un poco hasta el tocador y toma una botella de aceite para bebé, que comienza a esparcir por todo mi cuerpo, haciendo que me sobresalte al sentir el frío liquido, el cual va esparciendo con ayuda de sus manos sobre mi cuerpo. Baja despacio por mis hombros, espalda; pasa sus manos por mi pecho y continúa bajando. Me pongo en cuatro patas y levanto mi falda para que por debajo comience a lubricar. Se toma su tiempo poniendo especial énfasis en mis nalgas, las cuales masajea en círculos y sus manos van cada vez acercando a mi culito, como si lo hiciera de forma accidental, hasta que de lleno comienza a derramar aceite por el canal entre mis nalgas, a la vez que va introduciendo un dedo, que entra sin la mayor dificultad, haciéndome lanzar un fuerte gemido de placer y sorpresa al sentirlo en mi interior.

Dejo mis nalgas levantadas y bajo el pecho a la cama, apoyando mi cabeza sobre mis brazos, quedando petrificada del placer, mientras entra rítmicamente ese dedo, para luego añadir otro, haciendo que mi respiración sea todavía mas agitada de lo que ya era.

Siento que se apoya en la cama para intentar subir, pero rápidamente me retiro un poco gateando, solo para que me sujete de los tobillos.

Me jala hacia él, apenas me suelta un poco vuelvo a escapar a gatas hasta que me acerca nuevamente jalándome de los tobillos, haciendo que mis medias salgan de lugar y quitándolas, dejando al descubierto mis pies desnudos en los cuales pone su gruesa verga y comienza a masturbarse, restregándola hasta llenarme de su caliente lubricación.


- Te voy a comer…

- No puedes (digo mientras me comienzo a alejar otra vez a gatas)


Solo con la falda y el arnés puesto sobre mi cuerpo es claro el reto que le puse, hasta que sube un poco para tomarme por tercera vez de un tobillo y comenzar a jalar con fuerza hasta que me sacó por completo de la cama.

Ahora solo esta mi pecho recargado sobre el colchón y mis nalgas han quedado a modo; como una niña esperando ser castigada, cosa que apenas pasa por mi mente y mientras le dirijo una rápida mirada parece adivinar.


- Has sido una niña muy mala…


Comienza a dar nalgadas en mis aceitado trasero, haciendo un ruido bastante fuerte, como si estuviera golpeando mas fuerte de lo que en realidad lo hace.


- No, detente, sere buena…


Continúa golpeando: da una nalgada en el lado derecho, luego en el izquierdo. Apenas iba a moverme y se pone detrás mío. Siento que con su grueso pene comienza a buscar la apretada entrada, restregándolo de arriba a abajo, hasta que se va dilatando cada vez más. Siento que la gruesa cabeza de su pene esta apunto de entrar en mi culito.


- ¡Te voy a coger!

- No, espera…
 
Subo un poco más sobre el colchón, pero no he podido hacer otra cosa que ponérsela todavía mas fácil, pues de la cintura hacia abajo no logro subir. Estoy acostada sobre la cama solo con la mitad del cuerpo, la punta de mis pies apenas tocando el piso, a completa merced del lobo; quien ahora ya no me quiere comer, pues ahora advierte otra cosa.


- Te voy a coger, te voy a coger…

- No, mejor comeme… (digo jadeando)

- ¿Te vas a dejar?

- No sé…


Comienza a morderme el lóbulo de la oreja a la vez que apunta nuevamente la gruesa cabeza de su rabo en mi culito.


- ¿Te dejas?

- Aaaah


Siento que su grueso rabo va separando mis nalgas a la vez que se va deslizando dentro de mi agujerito deseoso.


- ¿Te vas a dejar?

- ¿A dejar que? (digo entre gemidos y todavía con ganas de seguir jugando)

- ¡Te vas a dejar coger!


Ahora no era una pregunta, era una afirmación, a la vez que iba deslizando esa gruesa verga dentro de mi culito. Cada centímetro que iba entrando sentía que mis nalgas estaban mas separadas por ese rabo caliente que quemaba mi interior y hacia cada vez mas dilatado mi agujerito.

Primero iba despacio, saliendo casi por completo para entrar nuevamente cada vez mas profundo.

La posición no era la mejor, porque con sus embestidas y mis pies apenas haciendo contacto con el piso iba resbalando. Nos separamos un poco y aproveche a subir a la cama, iba gateando despacio, moviendo el trasero, invitándolo a que subiera, pero se había quedado ahí parado, sin hacer nada.

Me puse de pie y me acerque a la orilla de la cama, pero seguía exactamente igual. Me agache delante de él, dandole la espalda, dejándole el culo a la altura de la cara y bajando lentamente hasta ponerme en cuclillas y yo misma ensartarme. Entonces me tomo de los muslos y me levanto en el aire, dándo la vuelta para que pudiera verme en el espejo del tocador, la manera en que me tenía sujeta, con su verga clavada en el culo, mientras me subía y me bajaba hasta el punto que ya no podía subir más, pues mi cuerpo se había deslizado por el aceite, dejándome completamente clavada en el aire, suplicando que no resbalara más mi cuerpo o iría a parar directo al piso.

Se estaba divirtiendo verme de esa manera porque no se movía, solo estaba ahí, mirando a el espejo, teniendome a su total voluntad, con la verga hasta el fondo.


- ¡Basta! (apenas pude murmurar, pues la posición hacia que mi pecho se presionara)

- Me gusta verte así mamacita, ahora dime que te siga cogiendo

- Yaaaa, basta (me era difícil seguir hablando)

- No se cuanto te pueda seguir sosteniendo (los brazos estaban temblándole)

- Cogeme…

- Dime papi

- Cogeme papi, ya cogeme (dije con apenas un hilo de voz)


Volvió a dirigirse a la cama, se sentó en el borde sin dejar de soltarme y luego se acostó. Estaba acostada de espalda sobre su pecho, tomando aire; cuando volvió a sujetarme de los muslos y comenzó un martilleo violento entrando y saliendo de manera ruidosa, como si me estuviera dando nalgaditas y el rechinar de la cama no se hizo tampoco esperar y aderezando esa sinfonía con mis gemidos.

Se detuvo completamente agotado jadeando, trate de incorporarme y me di cuenta que nuestros cuerpos estaban pegados por el sudor. Me puse a horcajadas sobre de él y comencé a moverme haciendo girar mi cadera en círculos mientras le decía.


- ¿Entonces ya te cansaste papi?


Apenas iba a contestar y me puse en cuclillas sobre de él, dando fuertes sentónes impidiendo que pudiera concentrarse en articular palabras.
Casi podía ver que estaba apunto de venirse; entonces saque su tieso rabo de mi ojete que estaba completamente abierto y punzando, para recostarme a su lado.
No se hizo esperar mucho y mientras que yo estaba recostada en uno de mis laterales, se puso de rodillas frente a mi y comenzó a embestirme fuertemente, mientras que decía.


- ¿Así querías que te cogiera? eh mamacita…

- aaaah, ssss, sì

- ¿Te gusta que te haga sentir chica?

- aaaah (no pude responder nada por sus fuertes embestidas)


En un momento que se detuvo a descansar un poco me puse de espaldas mientras seguía fanfarroneando:


- ¿Te gusta ser mi mujercita? ¿que tan adentro la quieres mami?


Le puse un pie en la boca para que guardara silencio, veía el pedicura negro que llevaba; luego de contemplarlo y besar mi pie, aprovecho para lamerlo, sin quitarme los ojos de encima, mientras que yo movia el dedo de mi mano, indicándole que se acercara.

Levanto mi otra pierna para lamer mi otro pie y después se lo puso en los hombros, mientras que yo con una mano guiaba su pene a mi entrada.

Se estuvo moviendo rápido y luego fue bajando la velocidad mientras me daba largos besos que casi me ahogaban con su lengua. Estaba a punto de venirse, lo notaba en sus respiración, baje las piernas de sus hombros y las enrolle en su cuerpo, mientras me abrazaba a el agarrándole las nalgas fuertemente, como intentando empujarlo para que llegara mas adentro y le susurraba al oído.


- Llename de crema papi, aaah, aaaah, vente en mi culito. (le decía entre jadeos)

- Te voy a embarazar, tu ya eres una mujercita.


Apenas termino de decir esto y comenzó a venirse fuertemente, haciéndome sentir un liquido caliente derramándose en mi interior, mientras que entre gemidos y el éxtasis, nos dábamos fuertes besos, quedando un buen rato pegados, como simples animales en celo.
 
como haces para que te quede asi el cuento. para agregar las partes.. publique mi primer cuento pero me saltaba el alerta de la cantidad de caracteres y lo continue como otro tema. gracias
 
como haces para que te quede asi el cuento. para agregar las partes.. publique mi primer cuento pero me saltaba el alerta de la cantidad de caracteres y lo continue como otro tema. gracias
Puedes añadir lo demás como respuesta en el mismo tema, así no tendrás que crear otro y se puede seguir con el hilo de la lectura sin estar buscando la continuación.
 
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