El religioso involucrado en el escándalo de pederastia es el ex obispo de la diócesis de Brujas (Bélgica) Roger Vangheluwe, quien habría cometido los abusos cuando era sacerdote.
A pesar de que el Vaticano duplicó en julio el periodo dentro del cual se puede juzgar a un religioso por cometer crímenes de este tipo (de diez a veinte años, contados desde que la víctima adquiere la mayoría de edad), los abusos cometidos por el ex obispo de Brujas datan de hace 24 años.
Sin embargo, el papa Benedicto XVI tiene poderes para imponer una sanción sin infringir el procedimiento judicial propio de cualquier estado de derecho, explica el experto canónico Rik Torfs.
Benedicto XVI ya ha utilizado su poder para apartar a un sacerdote de la vida religiosa, pero de momento nunca ha tomado una medida tan severa con un obispo, recuerda Torfs.
Lo que sí hizo el Papa el pasado mes de abril fue cesar del cargo a Vangheluwe después de que reconociera los abusos a un menor que, según la prensa es su sobrino.
Este caso destapó un escándalo en Bélgica y motivó decenas de denuncias de abusos en el seno de la Iglesia en el país.
Fuentes cercanas a la víctima indicaron a la prensa la semana pasada que Vangheluwe había pagado a la familia para que no lo denunciara al menos hasta que los hechos hubieran prescrito, lo que ocurrió hace dos años.

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