darious
Bovino maduro
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aka les dejo un poco de la historia de camilo cienfuegos otro guerrillero cubano!
disfrutenlo! etnies 182 aqi esta el comandante CAMILO CIENFUEGOS
Camilo Cienfuegos Gorriarán, nació en el barrio de Lawton, en La Habana el 6 de febrero de 1932.
Camilo no tenía la cultura de los libros, sino la inteligencia natural del pueblo. Durante su formación más temprana, en la que se destaca la influencia del hogar, donde se alentaba con fuerza las ideas de la justicia social, la solidaridad internacionalista, el patriotismo y el repudio a toda forma de tiranía. No parece haber estudiado o leído la literatura marxista. Poseía el denominador común que caracterizó a la Generación del Centenario, que se lanzó a la lucha en los tiempos del Moncada y en los años siguientes: una apasionada identificación con las ideas martianas, un ansia irreductible por alcanzar, para Cuba, el sueño de una plena soberanía, el amor a la fraternidad humana, a la dignidad y a la honestidad de los hombres.
Lleva a la lucha el instinto revolucionario de su hogar obrero, el amor a la causa de los humildes, la pureza de sus ideales y su antiimperialismo. Fiel a su origen de clase, nació en una época convulsa de la historia republicana de nuestro país, en una década decisiva para la toma de conciencia de todo el pueblo y en especial del proletariado cubano.
Leal a las doctrinas del Maestro, e intérprete natural de los anhelos de nuestro pueblo, Camilo, ya en la lucha guerrillera, se enfrentó al apoyo que brindaba el gobierno yanqui a la dictadura de Batista para masacrar al pueblo. Se formó política e ideológicamente a través de su vida de obrero explotado, en Cuba y en los Estados Unidos; así como en los campos de batalla del glorioso Ejército Rebelde. Fidel y el Che ayudaron a modelar a un verdadero jefe guerrillero, capaz de emprender las tareas políticas y militares más complejas a las que les daba su sello de cubanía muy personal, como lo fue la invasión a Occidente.
En Camilo se sintetiza de modo ejemplar una virtud característica del proceso de la Revolución Cubana, fue la antítesis del intelectualismo y el teoricismo seudo revolucionario, que todo lo enreda. Sus conceptos ideológicos fueron claros y firmes. No hubo, en él, la diferenciación entre la batalla de ideas y la batalla política o militar.
En los meses que siguieron a la victoria del 1° de enero de 1959 se destaca su lucha por lograr la unidad ante las patrañas del imperialismo y la contrarrevolución, lo que se refleja en el discurso pronunciado en Caibarien en 1959:
“…el pueblo no puede dejarse confundir, lo que quieren enemigos nuestros , lo que quieren los enemigos eternos del avance(…) es ver al pueblo dividido y enfrentar trabajadores a trabajadores… ¡Eso cubanos, no puede ser!.
Camilo era un revolucionario de cuerpo entero, modelo insuperable de combatiente y de vanguardia, hombre de pensamiento radical, revolucionario surgido del pueblo en el que latía y se desarrollaba aceleradamente un comunista cabal, de sentimientos y de corazón.
Su intensa vida revolucionaria, quien solo en pocos años se colocó a la vanguardia de nuestro pueblo, experimentaba un acelerado proceso de maduración cuando la muerte súbita la tronchó prematuramente, a los 27 años de edad. Murió en un accidente aéreo el 28 de octubre de 1959 cuando regresaba a La Habana, tras librar su última batalla en Camagüey, derrotando el intento contrarrevolucionario de Hubert Matos.
ara Camilo Cienfuegos Gorriarán, el inolvidable Comandante de la ancha sonrisa, cada 28 de octubre el litoral del archipiélago cubano se cubre de flores. Es el símbolo del recuerdo a un héroe eterno de la patria, que a través de varias generaciones se ha mantenido vivo en la memoria, alimentada con mil anécdotas de su quehacer humano y guerrillero, como uno de los pilares fundamentales de la gesta armada que derrocó a la tiranía pro imperialista del dictador Fulgencio Batista el primero de enero de 1959.
La humilde extracción social de Camilo, sastre de oficio, su temperamento jovial y su inolvidable jovialidad, con la que ganaba amigos desde el primer encuentro, lo convirtieron desde muy temprano en uno de los más carismáticos dirigentes de la Revolución Cubana.
Nació Camilo en la Ciudad de La Habana, el seis de febrero de 1932, y desde muy joven comprendió que el entorno de la seudorrepública no le ofrecía porvenir alguno, por eso viajó a la ciudad de Nueva York con solo 21 años de edad, en busca de mejores oportunidades económicas para su familia.
Pero el ambiente que el joven emigrante encontró en la Gran Manzana muy pronto lo convenció de que la situación social que afrontaba en su patria exigía acciones que fueran más allá de intentar esfuerzos individuales para sobrevivir.
Se trataba de un problema de todos, y como tal había que afrontarlo, con el concurso de muchos, unidos en una causa cuya materialización fuera capaz de revertir la explotación a que eran sometidos los obreros y campesinos, y alcanzar un sistema político de verdadera justicia social.
En 1955 Camilo fue detenido y deportado a Cuba. De retorno a la patria se incorporó a las luchas estudiantiles y resultó herido en una manifestación de protesta.
Preso, torturado y fichado por los sicarios del régimen dictatorial, el joven rebelde tuvo que retomar el camino del exilio en Nueva York hasta que allí supo del proyecto que encabezaba el líder cubano Fidel Castro, encaminado a organizar una expedición armada en México con el propósito de desembarcar en Cuba y emprender la lucha insurreccional contra la dictadura.
Aquella iniciativa entusiasmó a Camilo, pues encajaba en sus ideales, y de inmediato partió para integrarse como uno más de los 82 expedicionarios del yate Granma, que el dos de diciembre de 1956 desembarcara en las costas cubanas.
El valor y la audacia de Camilo fueron factores claves en su desenvolvimiento guerrillero en la Sierra Maestra para cumplir misiones decisivas en el desarrollo de la guerra, y en abril de 1958 fue ascendido al grado de Comandante, el más alto de la guerrilla.
Por órdenes de Fidel Castro, junto al también comandante Ernesto Che Guevara, Camilo emprendió la invasión desde Oriente hasta Occidente para llevar la guerra a los llanos.
El tres de octubre, al frente de su columna guerrillera numero dos Antonio Maceo, arribó Camilo a la provincia de Las Villas. Aquí participó en combates decisivos para el ulterior curso de la guerra, y su valor ejemplar hizo que el pueblo espontáneamente le otorgara el título honorífico de Héroe de Yaguajay, en alusión a la localidad que ocupó tras duros combates.
Amigo inseparable de Che Guevara, Camilo tuvo el privilegio de recibir altos elogios de este, que no se caracterizaba precisamente por prodigar adjetivos. Che lo llamó El Señor de la Vanguardia, en reconocimiento al arrojo impetuoso, característico de aquel al que consideraba su hermano de armas.
Tras el triunfo armado de la Revolución, Camilo fue nombrado Jefe del Estado Mayor del Ejército Rebelde y desempeñó tareas muy importantes durante los 10 primeros meses de 1959.
El 28 de octubre, después de cumplir la misión encomendada por Fidel de neutralizar y arrestar en Camagüey al traidor Hubert Matos, la avioneta en la que retornaba Camilo a La Habana desapareció durante el mal tiempo sin dejar rastros.
Las horas que siguieron a la noticia fueron de gran tensión para los cubanos. Todos anhelaban que Camilo apareciera. Pero los esfuerzos fueron inútiles. El Guerrillero de la sonrisa hermosa, símbolo del pueblo uniformado, se perdió en el mar y fue a morar eternamente en el recuerdo agradecido de su pueblo, allí donde habitan los que tienen el raro privilegio de ser inmortales.
Este año se cumple el aniversario 51 de aquel suceso que consternó a todos los cubanos.
Desde entonces, cada final de octubre el litoral florece, y también ríos, arroyos, presas y lagunas, dondequiera que una corriente de agua recuerde el eterno fluir de la vida, se verán ese día pétalos multicolores como expresión del cariño del pueblo.
En especial los niños suelen ser los primeros en acudir a rendirle homenaje a Camilo, un hombre bueno, a quien aprendieron a querer a través de la tradición oral de sus mayores, en las páginas de la historia, y en los retratos donde, mirando de frente y a los ojos, Camilo desnuda toda la ternura y sencillez que tipifica al verdadero hombre de pueblo.
disfrutenlo! etnies 182 aqi esta el comandante CAMILO CIENFUEGOS
Camilo Cienfuegos Gorriarán, nació en el barrio de Lawton, en La Habana el 6 de febrero de 1932.
Camilo no tenía la cultura de los libros, sino la inteligencia natural del pueblo. Durante su formación más temprana, en la que se destaca la influencia del hogar, donde se alentaba con fuerza las ideas de la justicia social, la solidaridad internacionalista, el patriotismo y el repudio a toda forma de tiranía. No parece haber estudiado o leído la literatura marxista. Poseía el denominador común que caracterizó a la Generación del Centenario, que se lanzó a la lucha en los tiempos del Moncada y en los años siguientes: una apasionada identificación con las ideas martianas, un ansia irreductible por alcanzar, para Cuba, el sueño de una plena soberanía, el amor a la fraternidad humana, a la dignidad y a la honestidad de los hombres.
Lleva a la lucha el instinto revolucionario de su hogar obrero, el amor a la causa de los humildes, la pureza de sus ideales y su antiimperialismo. Fiel a su origen de clase, nació en una época convulsa de la historia republicana de nuestro país, en una década decisiva para la toma de conciencia de todo el pueblo y en especial del proletariado cubano.
Leal a las doctrinas del Maestro, e intérprete natural de los anhelos de nuestro pueblo, Camilo, ya en la lucha guerrillera, se enfrentó al apoyo que brindaba el gobierno yanqui a la dictadura de Batista para masacrar al pueblo. Se formó política e ideológicamente a través de su vida de obrero explotado, en Cuba y en los Estados Unidos; así como en los campos de batalla del glorioso Ejército Rebelde. Fidel y el Che ayudaron a modelar a un verdadero jefe guerrillero, capaz de emprender las tareas políticas y militares más complejas a las que les daba su sello de cubanía muy personal, como lo fue la invasión a Occidente.
En Camilo se sintetiza de modo ejemplar una virtud característica del proceso de la Revolución Cubana, fue la antítesis del intelectualismo y el teoricismo seudo revolucionario, que todo lo enreda. Sus conceptos ideológicos fueron claros y firmes. No hubo, en él, la diferenciación entre la batalla de ideas y la batalla política o militar.
En los meses que siguieron a la victoria del 1° de enero de 1959 se destaca su lucha por lograr la unidad ante las patrañas del imperialismo y la contrarrevolución, lo que se refleja en el discurso pronunciado en Caibarien en 1959:
“…el pueblo no puede dejarse confundir, lo que quieren enemigos nuestros , lo que quieren los enemigos eternos del avance(…) es ver al pueblo dividido y enfrentar trabajadores a trabajadores… ¡Eso cubanos, no puede ser!.
Camilo era un revolucionario de cuerpo entero, modelo insuperable de combatiente y de vanguardia, hombre de pensamiento radical, revolucionario surgido del pueblo en el que latía y se desarrollaba aceleradamente un comunista cabal, de sentimientos y de corazón.
Su intensa vida revolucionaria, quien solo en pocos años se colocó a la vanguardia de nuestro pueblo, experimentaba un acelerado proceso de maduración cuando la muerte súbita la tronchó prematuramente, a los 27 años de edad. Murió en un accidente aéreo el 28 de octubre de 1959 cuando regresaba a La Habana, tras librar su última batalla en Camagüey, derrotando el intento contrarrevolucionario de Hubert Matos.
ara Camilo Cienfuegos Gorriarán, el inolvidable Comandante de la ancha sonrisa, cada 28 de octubre el litoral del archipiélago cubano se cubre de flores. Es el símbolo del recuerdo a un héroe eterno de la patria, que a través de varias generaciones se ha mantenido vivo en la memoria, alimentada con mil anécdotas de su quehacer humano y guerrillero, como uno de los pilares fundamentales de la gesta armada que derrocó a la tiranía pro imperialista del dictador Fulgencio Batista el primero de enero de 1959.
La humilde extracción social de Camilo, sastre de oficio, su temperamento jovial y su inolvidable jovialidad, con la que ganaba amigos desde el primer encuentro, lo convirtieron desde muy temprano en uno de los más carismáticos dirigentes de la Revolución Cubana.
Nació Camilo en la Ciudad de La Habana, el seis de febrero de 1932, y desde muy joven comprendió que el entorno de la seudorrepública no le ofrecía porvenir alguno, por eso viajó a la ciudad de Nueva York con solo 21 años de edad, en busca de mejores oportunidades económicas para su familia.
Pero el ambiente que el joven emigrante encontró en la Gran Manzana muy pronto lo convenció de que la situación social que afrontaba en su patria exigía acciones que fueran más allá de intentar esfuerzos individuales para sobrevivir.
Se trataba de un problema de todos, y como tal había que afrontarlo, con el concurso de muchos, unidos en una causa cuya materialización fuera capaz de revertir la explotación a que eran sometidos los obreros y campesinos, y alcanzar un sistema político de verdadera justicia social.
En 1955 Camilo fue detenido y deportado a Cuba. De retorno a la patria se incorporó a las luchas estudiantiles y resultó herido en una manifestación de protesta.
Preso, torturado y fichado por los sicarios del régimen dictatorial, el joven rebelde tuvo que retomar el camino del exilio en Nueva York hasta que allí supo del proyecto que encabezaba el líder cubano Fidel Castro, encaminado a organizar una expedición armada en México con el propósito de desembarcar en Cuba y emprender la lucha insurreccional contra la dictadura.
Aquella iniciativa entusiasmó a Camilo, pues encajaba en sus ideales, y de inmediato partió para integrarse como uno más de los 82 expedicionarios del yate Granma, que el dos de diciembre de 1956 desembarcara en las costas cubanas.
El valor y la audacia de Camilo fueron factores claves en su desenvolvimiento guerrillero en la Sierra Maestra para cumplir misiones decisivas en el desarrollo de la guerra, y en abril de 1958 fue ascendido al grado de Comandante, el más alto de la guerrilla.
Por órdenes de Fidel Castro, junto al también comandante Ernesto Che Guevara, Camilo emprendió la invasión desde Oriente hasta Occidente para llevar la guerra a los llanos.
El tres de octubre, al frente de su columna guerrillera numero dos Antonio Maceo, arribó Camilo a la provincia de Las Villas. Aquí participó en combates decisivos para el ulterior curso de la guerra, y su valor ejemplar hizo que el pueblo espontáneamente le otorgara el título honorífico de Héroe de Yaguajay, en alusión a la localidad que ocupó tras duros combates.
Amigo inseparable de Che Guevara, Camilo tuvo el privilegio de recibir altos elogios de este, que no se caracterizaba precisamente por prodigar adjetivos. Che lo llamó El Señor de la Vanguardia, en reconocimiento al arrojo impetuoso, característico de aquel al que consideraba su hermano de armas.
Tras el triunfo armado de la Revolución, Camilo fue nombrado Jefe del Estado Mayor del Ejército Rebelde y desempeñó tareas muy importantes durante los 10 primeros meses de 1959.
El 28 de octubre, después de cumplir la misión encomendada por Fidel de neutralizar y arrestar en Camagüey al traidor Hubert Matos, la avioneta en la que retornaba Camilo a La Habana desapareció durante el mal tiempo sin dejar rastros.
Las horas que siguieron a la noticia fueron de gran tensión para los cubanos. Todos anhelaban que Camilo apareciera. Pero los esfuerzos fueron inútiles. El Guerrillero de la sonrisa hermosa, símbolo del pueblo uniformado, se perdió en el mar y fue a morar eternamente en el recuerdo agradecido de su pueblo, allí donde habitan los que tienen el raro privilegio de ser inmortales.
Este año se cumple el aniversario 51 de aquel suceso que consternó a todos los cubanos.
Desde entonces, cada final de octubre el litoral florece, y también ríos, arroyos, presas y lagunas, dondequiera que una corriente de agua recuerde el eterno fluir de la vida, se verán ese día pétalos multicolores como expresión del cariño del pueblo.
En especial los niños suelen ser los primeros en acudir a rendirle homenaje a Camilo, un hombre bueno, a quien aprendieron a querer a través de la tradición oral de sus mayores, en las páginas de la historia, y en los retratos donde, mirando de frente y a los ojos, Camilo desnuda toda la ternura y sencillez que tipifica al verdadero hombre de pueblo.