sexy_chommy
Bovino adicto
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- 29 Sep 2008
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No estoy acostumbrado a citar articulos de otras fuentes, a menos claro que me aprezcan bastante interesante y filosofico...primera vez que veo este asunto desde este punto de vista, el que intenta mostrar el autor con este escrito, espero que lo lean y opinen
aqui la fuente http://www.dross.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=141%3Agracias-a-dios-por-hiroshima-y-nagasaki&catid=1&Itemid=22
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A través de mi largo recorrido por este mundo alternativo que es Internet, irónicamente afectado por la democratización perpetua (llevo poco más de diez años aquí y he visto que el medio se caracteriza por estar lleno de comentarios inservibles) me he topado con un millón de opiniones. Es quizá uno de los pocos números exagerados en mi vida que puedo escribir de forma literal y no figurativa. Así es; he leído un millón de opiniones en más de una década. Y en toda la red debe haber miles de millones más distribuidas en una docena de lenguas.
Lo arriba escrito es la verdadera causa de que ya sea popular el consabido sarcasmo "Sé que es cierto porque lo leí en Internet", lo que en realidad quiere decir que mucho de lo que se lee por aquí es información que nunca jamás debe ser tomada en serio, o, dicho de manera más sucinta; mucho de lo que se lee en la red es un cerro de mierda.
Más tarde con la modernización del medio, de este monstruo que es mucho mejor que la radio y la TV por su capacidad para evolucionar más rápido y mejor, el sarcasmo cobró nuevas formas porque se ramificó y diversificó, tal como un chiste que se reedita. Véase pues lo que muchos opinan de la Wikipedia.
¿Y por qué? ¿Por qué todo esto? ¿Por qué el pueblo de Internet se ha ganado esa mala fama?
Pues porque la vida no imita a Internet, es Internet quien imita a la vida y, por lo tanto, tal como en la vida, el cybermundo está poblado de gente que opina mucho sin saber nada.
Y no solamente eso sino que, para ganar una discusión, muchos caerán tan bajo como para inventar datos e improvisar información. Tan necios, obtusos e irritantes como el dueño del kiosco que en el año 2003 te aseguraba que el PlayStation 3 ya estaba a la venta en Japón. Ese que pretende verte la cara de tonto no sólo sin tener la más mínima idea de con quién habla sino que te da la impresión de que ni con treinta o cuarenta años desistirá de su infantil e inentendible necesidad de echar cuentos chinos.
Este es un artículo para explorar un gran mito, el mito de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, arrojadas por el bombardero Enola Gay en el año 1945, y lo mucho que se utiliza ese hecho histórico para mancillar no sólo a un bando de la guerra, sino al resto del mundo cuando se le compara con Japón.
Empeora todo si tenemos en cuenta que existe mucha gente que cree que Japón es un país superior y que sus habitantes tienen una comprensión de la vida y el Universo "más allá" que la del resto de los mortales. Y si sentáramos al otaku promedio ante un auditorio de gente adulta, lo señaláramos y explicáramos por qué cree esto, es más que seguro que se sonrojaría avergonzado, cosa que no es mala sino buena, porque quiere decir que él mismo, en el fondo, tiene al menos una vaga noción de que quizá, sólo quizá, sea sólo otro niño pendejo más hablando estupideces.
¿Sabes por qué muchos creen que Japón es un país tan superior? Por el anime.
Oséase, los cartones animados. Ya sabes, Dragon Ball Z, Caballeros del Zodíaco, Sailor Moon... cosas que a su juicio son grandes indicadores para medir el desarrollo social de una nación.
Para cualquier persona mínimamente estudiada, semejantes erupciones de pendejez y distropia juvenil causan una irritación exorbitante, y de no ser porque Herodes nunca dedicó un poco de atención a los adolescentes, yo estaría dispuesto a abandonar el agnosticismo para llevar una estatuilla del mítico rey... ya sabes, sólo por joder.
Y si ellos fueran un poco más inteligentes, o si su prédica marxista fuera un poco más coherente (so pena de la lluvia de errores ortográficos que todos sus partidarios dejan pegadas como mocos cada vez que escriben), o quizá si su admiración por Japón estuviera mejor fundamentada, sabrían, quizá, lo siguiente:
LAS BOMBAS ATÓMICAS SALVARON VIDAS
Durante la invasión a China en el año 1937, y bajo el mando del general Hayashi Senjuro, el ejército imperial de Japón, sin pestañear, acabó con la vida de más de un millón de seres humanos, lo que incluía no sólo mujeres y niños, sino familias enteras.
La razón no sólo se debía a las ambiciones políticas del entonces gobierno imperial sino, en la mejor ideología Nazi (por llamarla así, porque los japoneses de la Restauración Meiji no sólo eran más Nazis que los Nazis, sino Nazis mucho antes de que los Nazis existieran) creían que todos los chinos eran engendros producto de "una raza inferior y bastarda", "poco o menos importantes que los animales".
El plan último de Japón era no sólo la toma de China y buena parte de Asia, sino, a la larga, el exterminio absoluto de sus habitantes.
Te recuerdo que las bombas atómicas "sólo" mataron a 140.000 personas.
TE RECUERDO, ADEMÁS...
Que Japón fue el aliado más fiel de Alemania durante la II Guerra Mundial, y el único partidario político e ideológico del partido Nazi.
El único, pues, que en verdad compartía los ideales de superioridad racial. El único que estaba dispuesto a llevar a cabo el exterminio étnico.
Ya sabes, Adolfo Hitler, el fascismo (pero no el "fascismo" de Bush, ni siquiera del senador Joseph McCarthy... nada de "pudding light", me refiero a fascismo de verdad) racismo, xenofobia y un asentimiento a taparse la nariz y hacer "fo" ante los amarillos, los negritos, los mulatos y los mestizos, tomado de la mano con un convencimiento legítimo de que "esos monos afeitados" han venido al mundo para limpiar inodoros.
Y no es que alguien lo haya dicho ni que la historia lo haya registrado a tiempo, pero a mí me parece que quizá ellos veían a Sur América como una segunda China, en cuanto a la "calidad genética" de sus habitantes.
NO SUBESTIMES A JAPÓN...
Es increíble como hay nerds que son capaces de fastidiarte por horas hablando sobre lo superior, sagaz, poderoso y letal que es un guerrero japonés y aún así ignoren que, de no ser por las bombas atómicas, la II Guerra Mundial podría haber durado hasta la década de los 50 precisamente por eso.
Que Japón, convencida de su superioridad racial (y en su carrera por hacer de Hirohito un dios), no consideraba la derrota como una opción, por lo que muchos suicidas (no los jihadistas de Hamas, sino hombres de calidad, como ingenieros y arquitectos), aceptaban gustosos amputarse las piernas para que, en sus aeroplanos, cupieran más bombas e hicieran más daño al estrellarse contra las embarcaciones enemigas.
Es esto pues, y no las estupideces de Rurouni Kenshin, el testimonio real de que tan temibles podían llegar a ser los nipones.
También hay que hacer un apartado para la gente que ignora que la segunda bomba atómica fue empleada en Nagasaki porque el Emperador Hirohito (el arquetipo perfecto de un papagayo inútil) se negó a rendirse después de arrojada la primera.
COSAS QUE NO SABES DE JAPÓN: LA UNIDAD 731
Casi nadie sabe qué fue La Unidad 731, y es una pena, pero más penoso aún es que millones de personas crean que las únicas atrocidades y experimentos con seres humanos se hicieron en Alemania. Peor todavía: que piensen que la maldad más obscena fuera cometida por el doctor Joseph Mengele.
La Unidad 731 no sólo hizo muchos (pero muchos) más experimentos en seres humanos que los Nazi, sino que además sometían a sus "sujetos de prueba" a extremas torturas físicas y psicológicas.
¿A quiénes torturaban? A prisioneros de guerra, que bien podían ser soldados y/o civiles chinos y rusos.
¿Su misión? Desarrollar armas biológicas de destrucción masiva (lo que obviamente fue otra de las razones que precipitó el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Japón). Y entender mejor la psicología y resistencia del enemigo, en pos a evidenciar científicamente la "superioridad racial japonesa".
Entre sus actividades estaban la vivisección (del latín "vivi" = vivo y "secare" = cortar) en seres humanos, que consiste en inyectar enfermedades al flujo sanguíneo o someterlos a dosis letales de radiación, que podía derivar en deformaciones grotescas, caída de piel, etc. A veces estos experimentos se efectuaban adrede en mujeres embarazadas.
Amputación de piernas o brazos sin anestesia para probar el temple del sujeto y su ritmo de pérdida sanguíneo. También estudiaban, por medio de esto, los efectos de la gangrena que aparecía posteriormente.
Separaban fetos en plena formación del vientre de la madre, mientras ésta se encontraba parcialmente anestesiada, no sólo para estudiar el alcance de los maltratos biológicos en la criatura, sino el efecto psicológico que esto podría tener en la mujer.
Probaban armas manufacturadas en sujetos vivos (desde escopetas hasta granadas, lanzallamas, etc).
Se efectuaban experimentos caprichosos y de calidad científica ambigua, como inyectar orín de caballo en los riñones de algunos pacientes, para ver sus reacciones y el efecto. El estudio científico rezaba que era para desarrollar "armas químicas de bajo costo".
Aislamientos de pacientes, a quienes se les privaba del agua, para medir el tiempo de resistencia hasta la eventual muerte.
Lo mismo, pero con comida.
Introducción en cámaras de alta presión para cronometrar el colapso de los órganos de una persona.
JAPÓN ES LO QUE ES HOY DÍA -GRACIAS- A HABER PERDIDO LA GUERRA
Tú sabes exactamente qué es el fascismo, ¿no? ¿Tú sabes de su poca tolerancia con los homosexuales? ¿Con la gente que escoge su propia religión? ¿Con la libertad de prensa, de opinión? ¿Contra todo lo que ellos consideran "ambiguo"?
¿Tú sabes que Japón era un país gobernado por una junta militar que usaba a Hirohito como una figurilla prácticamente religiosa? Porque si te gusta tanto el anime como para lanzar loas al país que lo crea, supongo que habrás estudiado algo de su historia reciente.
Vamos a hacer un juego: imagínate al general Senjuro en una silla, con las manos tomadas entre sí, su mirada férrea, sólida y potente detrás de esos finos anteojos circulares, esperando con su mejor cara de pocos amigos que empiece la función, y de repente se levanta el telón y en el escenario aparece una banda de Visual Kei.
¿Cuál crees que sería la reacción del general?
Baja el telón, aparece una pantalla de cine que transmite anime; Samurai X. Si eres estúpido, y me refiero a rematadamente estúpido, puede que creas que a Senjuro le encantaría. Si eres inteligente (y encima si eres el creador de la serie) lo primero que harías es correr, correr tan lejos como puedas, correr con todo lo que tus piernas den. Primero porque es posible que el señor piense que llevar un tema tan importante como la Restauración Meiji y mezclarlo con realismo mágico no sólo es una falta de respeto de aquí hasta Plutón (y de vuelta), sino que además, quizá, no vea con buenos ojos que el protagonista tenga ojos azules. O le den asco las lesbianas de Sailor Moon, o le parezca un gasto de papel estúpido y sin sentido Dragon Ball Z, o piense que la forma como se refleja la sociedad en Akira es una falta de respeto para con el glorioso pueblo japonés, o le parezca que el pop j es decadente, depravado y ultimadamente "marica".
Lo que viene a continuación es que el señor se levante de la silla y ríete tú de lo que le hizo el capitán Vidal a ese pobre campesino en el Laberinto del Fauno. Sólo que en vez de hacérselo a campesinos, se lo haría a las personas que se ganan la vida dibujando estas "estupideces" (porque vas cagando si crees que él los llamaría artistas).
Es así como el generalazo haría volver al manga a lo que tiene que ser, carajo: cuentos infantiles con pesada propaganda política y murales folklóricos.
Ah, y otra cosa...
Japón se convirtió en una potencia económica gracias a haber perdido la guerra y tomar la decisión, por ende, de modernizarse en treinta años. Antes de eso el país (salvo militarmente) no sólo no era nada parecido a una potencia, sino un sitio más bien empobrecido, que se negaba a abrirse al mundo, sumamente feudalista y muy poco consentidor de la libertad individual.
OTRO RECORDATORIO AMISTOSO...
Japón fue y sigue siendo un país xenófobo por excelencia. No lo objeto, porque al fin y al cabo es parte de su cultura, aún cuando hasta el día de hoy siga habiendo demostraciones lamentables, como ésta.
También te recuerdo que el señor Jiro Kawasaki, un ministro actual de Japón, dijo este año la infame frase (cito) "no pensamos que nuestro país deba convertirse en una sociedad multi étnica", cosa que para un hipócrita como tú significa poco, pero ¡ay Dios cuidado, si lo llega a decir un ministro en Estados Unidos o España!
CONCLUSIÓN...
Pero después de todo, hay esperanza, aunque sea un resquicio de luz que sale por la puerta entrecerrada.
Porque por cada ministro como Kawasaki, hay periodistas valientes como Hiroko Tabuchi, que fue quien hizo la denuncia mundial del hecho relatado en el link de arriba.
Por cada atrocidad cometida durante la II Guerra Mundial, queda aún con vida un colaborador arrepentido, dispuesto a contarlo todo y pedir perdón.
Y porque ultimadamente, las cosas buenas de Japón son más, muchas, muchas más que las malas. El mundo tiene mucho que aprender de ellos. Sudamérica en especial.
Y eso nos lleva al final de esta historia; en Japón hubo demasiada gente inocente que murió por las bombas atómicas. Familias, niños, mujeres, infantes, adolescentes, padres y madres. Ninguno tuvo nada, absolutamente nada que ver con la guerra. Ninguno hizo jamás daño alguno a Estados Unidos ni a ningún otro país. A ninguno se le cruzó por la cabeza levantar su mano contra un chino, un ruso o cualquier ser humano.
Y sin embargo, ellos sufrieron la devastación nuclear.
¿Por qué? ¿Por qué tenían que morir ellos por el brutal ataque de Estados Unidos? Es injusto.
¿Qué culpa tiene un infante de ver su vida afectada por la radiación?, ¿qué culpa tenía ese niño desfigurado que lloraba ante su hermano, porque este no podía reconocerlo?, ¿qué culpa tiene un japonés de haber sido víctima de la xenofobia norteamericana cuando emigraron a Estados Unidos hace más de cincuenta años? ¿Acaso ellos eran soldados? ¿Acaso ellos fueron asesinos? ¿Acaso ellos tenían la intención de hacer un mal a alguien?
La respuesta es sencilla: no. Ellos nunca tuvieron la culpa de nada.
Sin embargo, lo que muchos son incapaces de ver, es lo siguiente:
Si tú vives en un país que durante una guerra histórica, que tendrá un desenlace clave en el mundo, va y se alía con el más crápula de la partida (los Nazi).
Si tú vives en un país que declara a viva voz desprecio absoluto por sus vecinos, y no sólo amenaza con su exterminio, sino además se lanza al campo de batalla y organiza un holocausto en pos de cumplir esa promesa.
Si tú vives en un país que masacró a un millón de personas que incluyen familias enteras.
Si tú vives en un país cuyo gobierno creó y consintió una atrocidad abominable como la Unidad 731.
Si tú vives en un país muy poderoso que se alía con otro y decide organizar una cruzada racial contra los negros, los amarillos, los mulatos y los 'asquerosos blancos de ojos marrones'...
Y un día, cuando estás tomando el té, vienen y te tiran una bomba en la cabeza, contesta: ¿a quién le echarías la culpa de lo que está pasando?
Aunque no lo sepas, muchísimos japoneses no objetan el desenlace de la Segunda Guerra Mundial. La inmensa mayoría de ellos, de hecho, tiene una visión muy filosófica al respecto.
¿Se deberá esto a que Japón tiene uno de los sistemas educativos más privilegiados del mundo, y, a diferencia de muchos sudamericanos y europeos que hablan sin saber nada, conocen un poco de historia? Yo diría que sí.
Las miradas más negativas deberían concentrarse en Hirohito, que jamás pagó por tomar las decisiones que tomó, ni por llevar a su patria por el rumbo nefasto que la llevó (pero que irónicamente les sirvió para entrar en la era de prosperidad económica, social y creativa más grande de su historia).
Y esa precisamente es una visión extraordinariamente madura de las cosas, de por qué sucedió lo que sucedió. Y de las posibilidades que eso trajo. Hay veces en que una derrota significa, en realidad, la más valiosa victoria.
¿Sabes qué? Ellos lo entienden.
¿Lo entenderás tú, de una puñetera vez?
aqui la fuente http://www.dross.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=141%3Agracias-a-dios-por-hiroshima-y-nagasaki&catid=1&Itemid=22
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A través de mi largo recorrido por este mundo alternativo que es Internet, irónicamente afectado por la democratización perpetua (llevo poco más de diez años aquí y he visto que el medio se caracteriza por estar lleno de comentarios inservibles) me he topado con un millón de opiniones. Es quizá uno de los pocos números exagerados en mi vida que puedo escribir de forma literal y no figurativa. Así es; he leído un millón de opiniones en más de una década. Y en toda la red debe haber miles de millones más distribuidas en una docena de lenguas.
Lo arriba escrito es la verdadera causa de que ya sea popular el consabido sarcasmo "Sé que es cierto porque lo leí en Internet", lo que en realidad quiere decir que mucho de lo que se lee por aquí es información que nunca jamás debe ser tomada en serio, o, dicho de manera más sucinta; mucho de lo que se lee en la red es un cerro de mierda.
Más tarde con la modernización del medio, de este monstruo que es mucho mejor que la radio y la TV por su capacidad para evolucionar más rápido y mejor, el sarcasmo cobró nuevas formas porque se ramificó y diversificó, tal como un chiste que se reedita. Véase pues lo que muchos opinan de la Wikipedia.
¿Y por qué? ¿Por qué todo esto? ¿Por qué el pueblo de Internet se ha ganado esa mala fama?
Pues porque la vida no imita a Internet, es Internet quien imita a la vida y, por lo tanto, tal como en la vida, el cybermundo está poblado de gente que opina mucho sin saber nada.
Y no solamente eso sino que, para ganar una discusión, muchos caerán tan bajo como para inventar datos e improvisar información. Tan necios, obtusos e irritantes como el dueño del kiosco que en el año 2003 te aseguraba que el PlayStation 3 ya estaba a la venta en Japón. Ese que pretende verte la cara de tonto no sólo sin tener la más mínima idea de con quién habla sino que te da la impresión de que ni con treinta o cuarenta años desistirá de su infantil e inentendible necesidad de echar cuentos chinos.
Este es un artículo para explorar un gran mito, el mito de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, arrojadas por el bombardero Enola Gay en el año 1945, y lo mucho que se utiliza ese hecho histórico para mancillar no sólo a un bando de la guerra, sino al resto del mundo cuando se le compara con Japón.
Empeora todo si tenemos en cuenta que existe mucha gente que cree que Japón es un país superior y que sus habitantes tienen una comprensión de la vida y el Universo "más allá" que la del resto de los mortales. Y si sentáramos al otaku promedio ante un auditorio de gente adulta, lo señaláramos y explicáramos por qué cree esto, es más que seguro que se sonrojaría avergonzado, cosa que no es mala sino buena, porque quiere decir que él mismo, en el fondo, tiene al menos una vaga noción de que quizá, sólo quizá, sea sólo otro niño pendejo más hablando estupideces.
¿Sabes por qué muchos creen que Japón es un país tan superior? Por el anime.
Oséase, los cartones animados. Ya sabes, Dragon Ball Z, Caballeros del Zodíaco, Sailor Moon... cosas que a su juicio son grandes indicadores para medir el desarrollo social de una nación.
Para cualquier persona mínimamente estudiada, semejantes erupciones de pendejez y distropia juvenil causan una irritación exorbitante, y de no ser porque Herodes nunca dedicó un poco de atención a los adolescentes, yo estaría dispuesto a abandonar el agnosticismo para llevar una estatuilla del mítico rey... ya sabes, sólo por joder.
Y si ellos fueran un poco más inteligentes, o si su prédica marxista fuera un poco más coherente (so pena de la lluvia de errores ortográficos que todos sus partidarios dejan pegadas como mocos cada vez que escriben), o quizá si su admiración por Japón estuviera mejor fundamentada, sabrían, quizá, lo siguiente:
LAS BOMBAS ATÓMICAS SALVARON VIDAS
Durante la invasión a China en el año 1937, y bajo el mando del general Hayashi Senjuro, el ejército imperial de Japón, sin pestañear, acabó con la vida de más de un millón de seres humanos, lo que incluía no sólo mujeres y niños, sino familias enteras.
La razón no sólo se debía a las ambiciones políticas del entonces gobierno imperial sino, en la mejor ideología Nazi (por llamarla así, porque los japoneses de la Restauración Meiji no sólo eran más Nazis que los Nazis, sino Nazis mucho antes de que los Nazis existieran) creían que todos los chinos eran engendros producto de "una raza inferior y bastarda", "poco o menos importantes que los animales".
El plan último de Japón era no sólo la toma de China y buena parte de Asia, sino, a la larga, el exterminio absoluto de sus habitantes.
Te recuerdo que las bombas atómicas "sólo" mataron a 140.000 personas.
TE RECUERDO, ADEMÁS...
Que Japón fue el aliado más fiel de Alemania durante la II Guerra Mundial, y el único partidario político e ideológico del partido Nazi.
El único, pues, que en verdad compartía los ideales de superioridad racial. El único que estaba dispuesto a llevar a cabo el exterminio étnico.
Ya sabes, Adolfo Hitler, el fascismo (pero no el "fascismo" de Bush, ni siquiera del senador Joseph McCarthy... nada de "pudding light", me refiero a fascismo de verdad) racismo, xenofobia y un asentimiento a taparse la nariz y hacer "fo" ante los amarillos, los negritos, los mulatos y los mestizos, tomado de la mano con un convencimiento legítimo de que "esos monos afeitados" han venido al mundo para limpiar inodoros.
Y no es que alguien lo haya dicho ni que la historia lo haya registrado a tiempo, pero a mí me parece que quizá ellos veían a Sur América como una segunda China, en cuanto a la "calidad genética" de sus habitantes.
NO SUBESTIMES A JAPÓN...
Es increíble como hay nerds que son capaces de fastidiarte por horas hablando sobre lo superior, sagaz, poderoso y letal que es un guerrero japonés y aún así ignoren que, de no ser por las bombas atómicas, la II Guerra Mundial podría haber durado hasta la década de los 50 precisamente por eso.
Que Japón, convencida de su superioridad racial (y en su carrera por hacer de Hirohito un dios), no consideraba la derrota como una opción, por lo que muchos suicidas (no los jihadistas de Hamas, sino hombres de calidad, como ingenieros y arquitectos), aceptaban gustosos amputarse las piernas para que, en sus aeroplanos, cupieran más bombas e hicieran más daño al estrellarse contra las embarcaciones enemigas.
Es esto pues, y no las estupideces de Rurouni Kenshin, el testimonio real de que tan temibles podían llegar a ser los nipones.
También hay que hacer un apartado para la gente que ignora que la segunda bomba atómica fue empleada en Nagasaki porque el Emperador Hirohito (el arquetipo perfecto de un papagayo inútil) se negó a rendirse después de arrojada la primera.
COSAS QUE NO SABES DE JAPÓN: LA UNIDAD 731
Casi nadie sabe qué fue La Unidad 731, y es una pena, pero más penoso aún es que millones de personas crean que las únicas atrocidades y experimentos con seres humanos se hicieron en Alemania. Peor todavía: que piensen que la maldad más obscena fuera cometida por el doctor Joseph Mengele.
La Unidad 731 no sólo hizo muchos (pero muchos) más experimentos en seres humanos que los Nazi, sino que además sometían a sus "sujetos de prueba" a extremas torturas físicas y psicológicas.
¿A quiénes torturaban? A prisioneros de guerra, que bien podían ser soldados y/o civiles chinos y rusos.
¿Su misión? Desarrollar armas biológicas de destrucción masiva (lo que obviamente fue otra de las razones que precipitó el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Japón). Y entender mejor la psicología y resistencia del enemigo, en pos a evidenciar científicamente la "superioridad racial japonesa".
Entre sus actividades estaban la vivisección (del latín "vivi" = vivo y "secare" = cortar) en seres humanos, que consiste en inyectar enfermedades al flujo sanguíneo o someterlos a dosis letales de radiación, que podía derivar en deformaciones grotescas, caída de piel, etc. A veces estos experimentos se efectuaban adrede en mujeres embarazadas.
Amputación de piernas o brazos sin anestesia para probar el temple del sujeto y su ritmo de pérdida sanguíneo. También estudiaban, por medio de esto, los efectos de la gangrena que aparecía posteriormente.
Separaban fetos en plena formación del vientre de la madre, mientras ésta se encontraba parcialmente anestesiada, no sólo para estudiar el alcance de los maltratos biológicos en la criatura, sino el efecto psicológico que esto podría tener en la mujer.
Probaban armas manufacturadas en sujetos vivos (desde escopetas hasta granadas, lanzallamas, etc).
Se efectuaban experimentos caprichosos y de calidad científica ambigua, como inyectar orín de caballo en los riñones de algunos pacientes, para ver sus reacciones y el efecto. El estudio científico rezaba que era para desarrollar "armas químicas de bajo costo".
Aislamientos de pacientes, a quienes se les privaba del agua, para medir el tiempo de resistencia hasta la eventual muerte.
Lo mismo, pero con comida.
Introducción en cámaras de alta presión para cronometrar el colapso de los órganos de una persona.
JAPÓN ES LO QUE ES HOY DÍA -GRACIAS- A HABER PERDIDO LA GUERRA
Tú sabes exactamente qué es el fascismo, ¿no? ¿Tú sabes de su poca tolerancia con los homosexuales? ¿Con la gente que escoge su propia religión? ¿Con la libertad de prensa, de opinión? ¿Contra todo lo que ellos consideran "ambiguo"?
¿Tú sabes que Japón era un país gobernado por una junta militar que usaba a Hirohito como una figurilla prácticamente religiosa? Porque si te gusta tanto el anime como para lanzar loas al país que lo crea, supongo que habrás estudiado algo de su historia reciente.
Vamos a hacer un juego: imagínate al general Senjuro en una silla, con las manos tomadas entre sí, su mirada férrea, sólida y potente detrás de esos finos anteojos circulares, esperando con su mejor cara de pocos amigos que empiece la función, y de repente se levanta el telón y en el escenario aparece una banda de Visual Kei.
¿Cuál crees que sería la reacción del general?
Baja el telón, aparece una pantalla de cine que transmite anime; Samurai X. Si eres estúpido, y me refiero a rematadamente estúpido, puede que creas que a Senjuro le encantaría. Si eres inteligente (y encima si eres el creador de la serie) lo primero que harías es correr, correr tan lejos como puedas, correr con todo lo que tus piernas den. Primero porque es posible que el señor piense que llevar un tema tan importante como la Restauración Meiji y mezclarlo con realismo mágico no sólo es una falta de respeto de aquí hasta Plutón (y de vuelta), sino que además, quizá, no vea con buenos ojos que el protagonista tenga ojos azules. O le den asco las lesbianas de Sailor Moon, o le parezca un gasto de papel estúpido y sin sentido Dragon Ball Z, o piense que la forma como se refleja la sociedad en Akira es una falta de respeto para con el glorioso pueblo japonés, o le parezca que el pop j es decadente, depravado y ultimadamente "marica".
Lo que viene a continuación es que el señor se levante de la silla y ríete tú de lo que le hizo el capitán Vidal a ese pobre campesino en el Laberinto del Fauno. Sólo que en vez de hacérselo a campesinos, se lo haría a las personas que se ganan la vida dibujando estas "estupideces" (porque vas cagando si crees que él los llamaría artistas).
Es así como el generalazo haría volver al manga a lo que tiene que ser, carajo: cuentos infantiles con pesada propaganda política y murales folklóricos.
Ah, y otra cosa...
Japón se convirtió en una potencia económica gracias a haber perdido la guerra y tomar la decisión, por ende, de modernizarse en treinta años. Antes de eso el país (salvo militarmente) no sólo no era nada parecido a una potencia, sino un sitio más bien empobrecido, que se negaba a abrirse al mundo, sumamente feudalista y muy poco consentidor de la libertad individual.
OTRO RECORDATORIO AMISTOSO...
Japón fue y sigue siendo un país xenófobo por excelencia. No lo objeto, porque al fin y al cabo es parte de su cultura, aún cuando hasta el día de hoy siga habiendo demostraciones lamentables, como ésta.
También te recuerdo que el señor Jiro Kawasaki, un ministro actual de Japón, dijo este año la infame frase (cito) "no pensamos que nuestro país deba convertirse en una sociedad multi étnica", cosa que para un hipócrita como tú significa poco, pero ¡ay Dios cuidado, si lo llega a decir un ministro en Estados Unidos o España!
CONCLUSIÓN...
Pero después de todo, hay esperanza, aunque sea un resquicio de luz que sale por la puerta entrecerrada.
Porque por cada ministro como Kawasaki, hay periodistas valientes como Hiroko Tabuchi, que fue quien hizo la denuncia mundial del hecho relatado en el link de arriba.
Por cada atrocidad cometida durante la II Guerra Mundial, queda aún con vida un colaborador arrepentido, dispuesto a contarlo todo y pedir perdón.
Y porque ultimadamente, las cosas buenas de Japón son más, muchas, muchas más que las malas. El mundo tiene mucho que aprender de ellos. Sudamérica en especial.
Y eso nos lleva al final de esta historia; en Japón hubo demasiada gente inocente que murió por las bombas atómicas. Familias, niños, mujeres, infantes, adolescentes, padres y madres. Ninguno tuvo nada, absolutamente nada que ver con la guerra. Ninguno hizo jamás daño alguno a Estados Unidos ni a ningún otro país. A ninguno se le cruzó por la cabeza levantar su mano contra un chino, un ruso o cualquier ser humano.
Y sin embargo, ellos sufrieron la devastación nuclear.
¿Por qué? ¿Por qué tenían que morir ellos por el brutal ataque de Estados Unidos? Es injusto.
¿Qué culpa tiene un infante de ver su vida afectada por la radiación?, ¿qué culpa tenía ese niño desfigurado que lloraba ante su hermano, porque este no podía reconocerlo?, ¿qué culpa tiene un japonés de haber sido víctima de la xenofobia norteamericana cuando emigraron a Estados Unidos hace más de cincuenta años? ¿Acaso ellos eran soldados? ¿Acaso ellos fueron asesinos? ¿Acaso ellos tenían la intención de hacer un mal a alguien?
La respuesta es sencilla: no. Ellos nunca tuvieron la culpa de nada.
Sin embargo, lo que muchos son incapaces de ver, es lo siguiente:
Si tú vives en un país que durante una guerra histórica, que tendrá un desenlace clave en el mundo, va y se alía con el más crápula de la partida (los Nazi).
Si tú vives en un país que declara a viva voz desprecio absoluto por sus vecinos, y no sólo amenaza con su exterminio, sino además se lanza al campo de batalla y organiza un holocausto en pos de cumplir esa promesa.
Si tú vives en un país que masacró a un millón de personas que incluyen familias enteras.
Si tú vives en un país cuyo gobierno creó y consintió una atrocidad abominable como la Unidad 731.
Si tú vives en un país muy poderoso que se alía con otro y decide organizar una cruzada racial contra los negros, los amarillos, los mulatos y los 'asquerosos blancos de ojos marrones'...
Y un día, cuando estás tomando el té, vienen y te tiran una bomba en la cabeza, contesta: ¿a quién le echarías la culpa de lo que está pasando?
Aunque no lo sepas, muchísimos japoneses no objetan el desenlace de la Segunda Guerra Mundial. La inmensa mayoría de ellos, de hecho, tiene una visión muy filosófica al respecto.
¿Se deberá esto a que Japón tiene uno de los sistemas educativos más privilegiados del mundo, y, a diferencia de muchos sudamericanos y europeos que hablan sin saber nada, conocen un poco de historia? Yo diría que sí.
Las miradas más negativas deberían concentrarse en Hirohito, que jamás pagó por tomar las decisiones que tomó, ni por llevar a su patria por el rumbo nefasto que la llevó (pero que irónicamente les sirvió para entrar en la era de prosperidad económica, social y creativa más grande de su historia).
Y esa precisamente es una visión extraordinariamente madura de las cosas, de por qué sucedió lo que sucedió. Y de las posibilidades que eso trajo. Hay veces en que una derrota significa, en realidad, la más valiosa victoria.
¿Sabes qué? Ellos lo entienden.
¿Lo entenderás tú, de una puñetera vez?