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Grabaciones de papá: somos esas cosas violentas

dito de best

Bovino adicto
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8 May 2008
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Bueno pues aquí esta, (no se si tan esperado) el final de la serie Grabaciones de papá al final ustedes deciden si les agrado o no, la neta yo solo lo traje para entretenerlos acá abajo les dejo los enlaces a a los capítulos anteriores y en el orden cronológico de antemano una disculpa omití un capitulo (error mio) de cualquier manera les dejo el enlace para que lo puedan leer y seguir el hilo de la historia. saludos a todos

La estrella infantil

Los incendios

Ellos no comen

Nunca digas si

Leche con Chocolate

Para cuando Muera

Sin Cinta

Alejandra

Mi favorita

Grabaciones de papá: somos esas cosas violentas


A los pobres y desesperados lectores de esta serie,

Hemos llegado hasta aquí. Has seguido este viaje durante tanto tiempo. Han sido meses de confusión, dudas y terror. Hemos tenido buenos y malos momentos. Preguntas sin responder. Guías inútiles. Estoy seguro de que hay cierto nivel de frustración en ti, dado que su humilde autor ha sido poco fiable. Te perdono por esos crueles pensamientos.

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En los últimos meses has dado seguimiento a una historia difícil sobre un individuo que entrevistaba a los peores criminales. Comenzó como una simple curiosidad. ¿Qué cosa tan terrible y desagradable aparecerá en la siguiente publicación? Supongo que te interesaste en las cintas como algo pasajero. Y notaste que ponto empezó a convertirse en algo más. ¿Estoy en lo cierto? ¿Te sentiste obligado a seguir leyendo? ¿Parecía una especie de adicción? En estas últimas semanas, donde los textos parecen no llevar a nada concreto, ¿te has sentido desesperado? ¿Has tratado de buscar cuál será el final de la historia?

Algunas personas identifican esto como síntomas de una adicción.

Como cualquier adicto, es posible que rechaces el título al principio. Entiendo y no tengo intención de ofender a nadie. Pero ese sentido de urgencia es real e inquebrantable. Lo único que lo satisface es otra historia. Una pieza más del rompecabezas. Pero honestamente, no se trata de una pintura bonita que podamos armar juntos. Lo que encontrarás al final carecerá de cualquier belleza.

Por eso no siento ni una pizca de remordimiento. ¿Crees que fue culpa del destino que tantas personas se mantuvieran al tanto de estas historias? Estaba planeado. Esto estaba predicho, incluso muchos años antes de que nacieras.

He transcrito una última cinta para ustedes. No pertenece a la colección del padre. Esta cinta se grabó en abril de 2016. Quizá sea la cinta más importante de todas. Y tal vez le agregué un poco más de importancia el hecho de que haya sido video grabada. Léela con la mente abierta y digiérela en seco.

Espero que nos encontremos pronto querido lector. Que no te quede la menor duda de que lo haremos. Por qué una vez que hayas leído esta cinta, necesitarás una nueva dosis. Y ahora soy el único que puede proporcionártela.

CONTINUA ABAJO
 
(El video inicia entre las ramas de un árbol. Se mueve entre las hojas. Un movimiento rápido hacia abajo muestra que la cámara está situada por lo menos a dos pisos sobre el nivel del suelo. Una mujer respira entrecortadamente pero no aparece en la pantalla. La cámara se aproxima a una ventana. Hay poca luz y el reflejo de la cámara puede verse en el cristal. La mujer que sostiene la cámara luce como una persona promedio. Lleva el pelo castaño y un moño, viste una camisa a cuadros muy holgada. Mueve la cámara bajo su brazo y poco a poco abre la ventana. La cámara es arrojada al interior, aterrizando con un golpe suave. En cuestión de segundos alguien la toma y la lleva consigo. Una puerta se abre. La cámara es situada sobre una superficie alta. Examina la nueva habitación. Hay una cama junto a la pared con una persona durmiendo en ella. La mujer que ha estado sosteniendo la cámara aparece en escena, se posiciona junto a la persona que duerme. Se mantiene allí, ligeramente doblada, mirando a la persona dormida. No hace ningún movimiento durante casi dos horas)

(En determinado momento el durmiente despierta, se mueve con aturdimiento. Se voltea y ve a la mujer. Con un movimiento rápido escapa al otro lado de la cama).

Alejandro: ¡Pero qué diablos!

(El hombre está de pie con nada más que su ropa interior. Toma la manta que lo cubría en un intento por taparse. Observa a la mujer como si fuera un fantasma).

Alejandro: ¿Quién diablos eres tú?

Allegra: ¿No me reconoces?

Alejandro: ¡No! (intenta resguardarse alejándose de la cama) ¿Cómo demonios entraste aquí?

Allegra: no aseguraste las ventanas.

Alejandro: Debes salir ahora o llamaré a la policía.

Allegra: No, no lo harás.

Alejandro: ¿Qué te pasa? La gente no va por ahí entrando a las casas.

Allegra: La gente hace cosas mucho peores, Alejandro.

Alejandro: (Pausa) ¿Te conozco?

Allegra: Espero que sí. Yo a ti sí te conozco.

Alejandro: ¿Trabajas con mi padre?

Allegra: (Violento) No. (Más calmado) Disculpa, es que estoy sorprendida de que estemos en la misma habitación. Siempre supe que había una parte de mí que faltaba. Y ahora que estás aquí, me siento completa.

Alejandro: Estoy llamado a la policía.

(Él se aproxima a la cómoda, donde se encuentra un teléfono celular. Allegra salta a uno de sus lados como si pudiera volar en el aire. Golpea su mano con tanta fuerza que puede escucharse un crujido.)

Allegra: No puedo permitir que lo hagas, Alejandro.

Alejandro: (se lleva la mano al pecho) ¿Cómo sabes mi nombre?

Allegra: Demoré mucho años en encontrarte. Realmente es un nombre hermoso, ¿no lo crees, Alejandro? (Ella saborea cada sílaba) mucho mejor que Sam.

Alejandro: ¿Cómo lo…

Allegra: Soy Allegra. Pero también tengo apodo, me han llamado Dalila.

Alejandro: Mira, no tengo ni un solo centavo.

Allegra: No quiero dinero. Tú lo sabes.

Alejandro: Entonces, ¿qué rayos es lo que quieres?

Allegra: (Pausa) quiero hablar.

Alejandro: Muy bien, muy bien. Podemos hablar. Lo que quieras. Pero, por favor, no me hagas daño.

Allegra: No pretendo hacerte daño. De verdad. Ellos quieren que lo haga, pero yo no. Soy más fuerte que ellos

Alejandro: ¿ellos?

Allegra: No finjas que no lo sabes.

Alejandro: ¡No sé nada!

Allegra: (Pausa) Disculpa. Quizá estés un poco confundido. Sentémonos y hablemos.

Alejandro: ¿Tan siquiera puedo vestirme?

Allegra: Oh, está bien. Te esperaré en la cocina.

(Ella se dirige a la cámara y la recoge. Hay un pequeño destello en la cara de Alejandro antes de que la imagen se mueva al pasillo. Allegra pone la cámara en un comedor, inclinándola para que la lente la capture a ella y una silla vacía).

Allegra: (Susurrando a nadie visible) No, aun no… No me importa lo que pienses… ¿Crees que no lo sé? Pero lo necesito… ¿Con ella? Sí, me di cuenta… los tendremos a ambos… tráiganmelos cuando termines… Ella solo es una cáscara… Yo no – Alejandro, ¿estás listo?

(Alejandro aparece poco a poco en la imagen, acercándose a ella con precaución. Ahora está totalmente vestido.)

Alejandro: ¿Con quién hablas?

Allegra: Por favor, siéntate.

Alejandro: Tienes una cámara.

Allegra: Sí.

Alejandro: ¿Así que vas a grabar esto?

Allegra: Sí.

Alejandro: ¿Por qué?

Allegra: Ya has escuchado las cintas de tu padre. Debes saber lo importante que resulta tener todo bien documentado.

Alejandro: Maldición, esto tiene que ver con papá. Lo sabía. No puedo escapar de esas malditas cintas.

Allegra: Es el destino, Alejandro

(Se sienta de mala gana).

Alejandro: Entonces, qué… ¿eres un Amigo? ¿O eres uno de esos psicópatas que lee mis publicaciones en Internet? ¿O la mujer que finge ser mi madre?

Allegra: Ninguno de ellos.

Alejandro: Supongo que debo confiar en tus palabras, aunque hayas irrumpido en mi habitación.

Allegra: Se supone que debes confiar en mí por qué estoy aquí para ayudarte.

Alejandro: ¿Ayudarme con qué?

(Hay un fuerte golpe fuera de escena. Allegra y Alejandro se levantan de prisa).

Mujer: (fuera de pantalla) Aléjate de ella, Sammy.

Allegra: (siseando) ¿Qué estás haciendo aquí?

Mujer: No hables con ella, Sam. No confíes en ella.

Alejandro: ¿Cómo llegaste hasta aquí?

Mujer: Nunca aseguras tus ventanas.

Alejandro: Sí, ya me lo han dicho. Ahora dime qué diablos está pasando, Bri.

Allegra: (Risas) Sí, Breeeee. Dile lo que sucede.

Bri: Debes venir conmigo ahora mismo. No estás seguro aquí.

Allegra: ¿Y a dónde lo llevarás? ¿Al laboratorio? ¿Al asilo donde encierran a las personas inocentes?

Alejandro: ¿De qué está hablando, Bri?

Bri: No tenemos tiempo para–

Allegra: Dile, Briannaaaaaaaa. Cuéntale sobre todas esas personas que asesinaste. ¿Recuerdas a ese niño de cuatro años que estaba en el parque, el único con el globo amarillo? Le quitaste a su madre, ¿o lo vas a negar?

Bri: Cierra la boca, Amigo.

Allegra: No soy un Amigo y lo sabes.

Alejandro: ¿Podemos solo-

Bri: ¡No es seguro!

Allegra: ¡estoy cansado de ti! (Susurrando) Tómala a ella ahora.

(Bri grita fuera de cámara y Alejandro corre hacia ella. En el cuadro se puede ver a Allegra de pie).

Alejandro: ¿Qué le has hecho?

Allegra: No te preocupes, estará bien.

Alejandro: ¡Está inconsciente!

Allegra: Se lo quitaré después que terminemos de hablar. Tienes mi palabra.

Alejandro: ¿Y por qué debería confiar en ti?

Allegra: Porqué pude haberla matado, pero no lo hice.

(Siguen unos segundos de silencio. Alejandro camina en silencio de vuelta a la escena y se sienta. Allegra también toma asiento. Cruzan miradas. Tienen un parecido extraño).

Alejandro: Muy bien. Hablemos.

Allegra: Gracias, Alejandro. (Él se endereza) No estás acostumbrado a que te llamen así, ¿cierto? Estás acostumbrado a ser llamado con esos apodos estúpidos. Timmy, Jimmy. ¿Alguna vez te has preguntado la razón?

Alejandro: Después de todo este asunto de los Amigos imaginé que era un forma que tenía mi padre de protegerme.

Allegra: (risas) A los Amigos no les interesa tu nombre.

Alejandro: ¿Entonces por qué …

Allegra: Mira, tu padre te puso esos apodos para que no pudiera encontrarte.

Alejandro: ¿Y quién eres tú?

Allegra: Tú hermana.

Alejandro: (parece desconcertado) Es ridículo. Estás diciendo-

Allegra: Sí. Estoy diciendo que tenemos un padre en común.

Alejandro: ¿Qué, te tuvieron antes de mí y te ocultaron o algo?

Allegra: Estúpido hermano. Somos gemelos. ¿Nunca lo sentiste? ¿Ese vacío que carcome?

Alejandro: no sé de qué hablas.

Allegra: hablo de todas esas noches sin dormir mirando al techo preguntándome por qué no me siento completa. Y todo es por culpa de ella

Alejandro: ¿De quién?

Allegra: Nuestra madre.

Alejandro: (enojado) terminamos con esto. Mi madre murió al darme a luz.

Allegra: (Riéndose) Tu padre te mintió, hermano tonto. No ha hecho más que mentirte toda la vida. Es peor que cualquier asesino. Nos erradicaría a todos si pudiera.

Alejandro: Más despacio. Estoy tratando de entender.

Allegra: Quizá no puedas entender. Tal vez…

Alejandro: ¡Estoy tratando! Sé que papá miente. Sé que estaba involucrado en algún tipo de asunto secreto con estos “Amigos”. Creo que tal vez uno de ellos incluso ha estado dentro de mí.

Allegra: hermano tonto. No uno. Cientos.

Alejandro: ¿Qué?

Allegra: Eres un guerrero. (Se para y golpea la mesa con el puño) Posees un don que nuestro padre mantuvo en secreto.


CONTINUA ABAJO
 
Alejandro: Sólo cálmate, por favor –

Allegra: Habrías hecho mucho más si tan solo hubieras sido capaz de aprovechar tus poderes. (Se inclina aproximándose a él) Hay un grupo selecto de nosotros que puede interactuar con los Amigos al mismo nivel. ¿Esa zorra en el suelo? Ella puede verlos. Es una exploradora. ¿Nuestra madre? Podía sentirlos. Era una testigo.

Alejandro: ¿Era?

Allegra: Y hay más. Pero los Guerreros y los Comandantes son los más importantes.

Alejandro: ¿Mencionaste que soy un Guerrero?

Allegra: Sí. (Se sienta) Ellos residen en ti, pero no como en cualquier recipiente ordinario. Con el tiempo, puedes controlarlos. Utilizar su fuerza para tu beneficio.

Alejandro: ¿Quieres decir que puedo usar a un Amigo dentro de mí?

Allegra: Precisamente. Tu padre solo hablaba con ellos. Perdió mucho tiempo intentando averiguar por qué estaban aquí, y nunca preguntó por el poder que podían otorgarle. Alejandro, podrías levantar montañas con su fuerza. Podrías destruir ciudades. Si te hubieran instruido correctamente podrías haber sido increíble.

Alejandro: Estás haciendo que los Amigos parezcan buenos. ¡Matan a la gente!

Allegra: Las personas son subproductos.

Alejandro: ¿Cómo puedes decir eso? ¡Nosotros somos personas, seres humanos!

Allegra: Somos mucho más que eso. Oh, querido hermano. Has estado en ese cuerpo humano demasiado tiempo.

Alejandro: ¿Qué quieres decir?

Allegra: ¿Quieres que te enseñe? (Se levanta y agarra la cámara. Lleva la escena hasta Bri que yace inmóvil en el suelo.) Levántate. (Repentinamente, Bri se pone de pie. Esta sonriendo.) Arráncate el pelo. (Bri empieza a desgarrar su cuero cabelludo. Aprieta puños de pelo y les da tirones libres.)

Alejandro: ¡Alto! ¡Detente!

Allegra: Esta bien, me detengo. (Bri permanece inmóvil) ¿Ya ves, hermano tonto?

Alejandro: ¿Puedes controlar a la gente?

Allegra: no a las personas, a los Amigos.

Alejandro: ¿Estás diciendo …

Allegra: Sí. (La imagen se dirige a Bri) Ella está poseída.

Alejandro: Dile que la deje.

Allegra: Todavía no. Aún no.

Alejandro: ¿Qué quieres de mí? ¿Quieres controlarme como lo haces con ella?

Allegra: No, no quiero eso. Pero si me veo en la necesidad, tendré que hacerlo.

Alejandro: Pero me acabas de decir que yo también puedo controlarlos.

Allegra: Sí, pero solo cuando están dentro de ti. Y puedes obligarlos a que se vayan. Por eso es que ahora tienes el control.

Alejandro: ¿Y tú? ¿Alguna vez ellos …

Allegra: nunca he tenido el placer. Mi función es diferente a la tuya.

Alejandro: ¿Dijiste que eras un maestro?

Allegra: Un comandante.

Alejandro: ¿Qué significa eso?

Allegra: quiero decírtelo. Pero necesito que me prometas algo.

Alejandro: (Pausa) ¿Qué?

Allegra: Debes estar de acuerdo con todo lo que diga y mantener tu mente abierta. Una mente muy abierta. Necesito que me escuches en serio. Sé que tendrás prejuicios. Es comprensible, sobre todo si tomamos en cuenta que te criaste con tu padre. Pero, para que sigamos adelante necesito saber, Alejandro, que estás escuchando las palabras que estoy diciendo. (Pausa) ¿Estás de acuerdo?

Alejandro: Mi padre me dijo que jamás estuviera de acuerdo con nada.

Allegra: Sin embargo, en sus propias cintas, él está de acuerdo. ¿Lo recuerdas?

Alejandro: Está bien. Estoy de acuerdo.

(Aparecen anomalías en el video, casi como un error en la grabación pero más rápido.)

Allegra: Gracias, querido hermano.

Alejandro: ¿Ahora me lo dirás?

Allegra: Sí. Te contaré todo. (Se inclina hacia atrás en la silla.) Somos gemelos, pero crecimos de formas muy distintas. Fuiste criado por tu padre. Debes conocerlo mejor que yo. Todo lo que sé es gracias a nuestra madre. Y no, no murió. Desde ahora ella está viva…

Alejandro: ¿Podría conocerla?

Allegra: Todavía no, hermano tonto. Déjame hablar. Tu padre te educó como un humano normal. Fingió tener un trabajo normal. Creías que era un hombre promedio. Ocultó su verdadera identidad de ti. Mi infancia no fue así en absoluto. Nuestra madre… aunque no era ella, siempre estuvo allí, al pendiente. Pero fui criada por uno de ellos.

Alejandro: ¿Qué estás diciendo?

Allegra: (Risas) Mamá ya no está aquí.

Alejandro: Estás loca…

Allegra: Soy la persona más cuerda de este mundo. Soy la única que sé lo que pueden hacer. Soy la única que realmente importa. (Ella respira con dificultad), con excepción de ti.

Alejandro: creo que no quiero seguir escuchando.

Allegra: No me importa lo que quieras, estúpido hermano. Las cosas ya están en su lugar. Nuestra madre no fue más que un recipiente para que pudiéramos llegar a ti. Por supuesto que usaron su cuerpo para transformarme en lo que soy ahora.

Alejandro: ¡Era nuestra madre!

Allegra: ¡Era un maldito útero! Eso y nada más. ¿Quieres saber la verdad, hermano? Intentó ahogarnos en el baño del hospital. Ella ni siquiera nos quería.

Alejandro: ¿Por qué iba a hacer eso?

Allegra: (Riéndose) Porque sabía de dónde venimos.

Alejandro: No entiendo.

Allegra: Ella no amaba a tu padre. Se casó con él porque estaba asustada.

Alejandro: ¿”Mi” padre? ¿Cómo demonios sabes eso?

Allegra: Los Amigos tienen acceso a la memoria de las personas que habitan. Sé todo sobre la cobardía de nuestra madre.

Alejandro: ¿Por qué dices que “mi” padre? Me habías dicho que somos gemelos.

Allegra: Lo somos, lo somos. (Su sonrisa es siniestra) Pero piensa en ello, Alejandro. Nuestra madre no amaba a tu padre. Y si una mujer no soporta a su esposo, es ilógico que se acueste con él, ¿verdad? Hizo todo lo que pudo para evitar compartir su cama. Sin embargo, quedó embarazada. ¿Cómo crees que pasó?

Alejandro: No estarás diciendo…

Allegra: Estamos destinados a la grandeza, hermano. Nacimos para ello.

Alejandro: no soy como esas cosas violentas.

Allegra: somos esas cosas violentas.

Alejandro: Todavía no me has dicho qué quieres de mí.

Allegra: ¿No es obvio? Quiero que vayas conmigo. (Ella se acerca y toma su mano.) Nosotros podemos convertirnos en los seres más poderosos sobre la faz de la Tierra. Pronto cada humano será habitado, y los controlaremos a todos. Nacimos para hacer esto.

Alejandro: Estás totalmente loca. (Retira la mano).

Allegra: No lo hagas, hermano.

Alejandro: ¡No soy tu hermano!

Allegra: No digas algo de lo que puedas arrepentirte.

Alejandro: ¡Mi padre fue un buen hombre! Siempre trató de salvar a la gente. Tú ves a las personas como obstáculos en el camino. No eres más que una psicópata que –

(De repente deja de hablar, pero su boca está abierta como si fuera a decir algo. Sus brazos cuelgan sin fuerza a los costados. Allegra se para.)

Allegra: Eres decepcionante, estúpido hermano.

(Alejandro se levanta y cierra la boca.)

Alejandro: No deberías haberte formado falsas expectativas. (Su voz ya no es la de un humano. Es una combinación terrible de sonidos altos y bajos. Alejandro ladea la cabeza hacia un lado y sonríe.) Era débil, igual que su madre.

Allegra: ¿El humano conocido como Danny está muerto?

Alejandro: Sí. Fue muy sencillo.

Allegra: ¿Cómo hiciste que se suicidara ella?

Alejandro: le corté la garganta con el mismo cuchillo con el que la obligué a matar a Danny. En cuanto dejé su cuerpo se abalanzó sobre ella

Allegra: ¿Y tú? ¿Quieres este cuerpo?

Alejandro: Como los otros, está demasiado apretado. Pero funcionará. Puedo sentir que lucha contra mí.

Allegra: Eso quizá nunca desaparezca. (Ella se acerca y le toca la frente. Todo su cuerpo empieza a temblar.) Pero no importará. Está atascado contigo. Ni siquiera mi hermano puede echarte ahora que te he encerrado allí.

Alejandro: hija inteligente. Buena hija.

(Allegra toma la cámara y la apaga).

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Oh, estimados lectores. Sé lo molestos que deben estar. Y no me refiero a que los engañé con mi introducción, pues suponía que lo tomarían a mal si les decía que yo escribí esto. Allegra me ayudó para que no notaran que era yo. Su amado narrador ya no está más con ustedes. Ahora está aquí, dentro de mí. Puedo sentirlo sollozando. Sus llantos hacen eco en mis tímpanos.

Hijo patético. Hijo débil.

Cuanta diferencia con su hermana.

Ahora debo dejarlos. Pero estoy consciente de que les proporcioné algo. Les he dicho algunas verdades. Pero también una gran mentira. Si pudiera sentir remordimiento, quizá lo haría.

La verdad es: no entramos a los humanos a través de sus lágrimas. Fue una estupidez que creyeran en eso. Humanos estúpidos. Entramos a través de las palabras.

Gracias por haber leído tantas palabras a lo largo de estos meses. Nuestros números han aumentado. Incluso ahora que estás dudando de seguir leyendo, seguimos tomando a más y más de ustedes. Quizá tú, estúpido lector, seas el siguiente.

Por que como dije, este ha sido nuestro plan desde el principio.

– Sr. Amable.
 
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