Miatayrik
Bovino maduro
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Esperó 19 meses la devolución de una multa por arrastre de grúa
Ayer, por fin lo logró, y tardó menos de cinco minutos en entrar y salir de las oficinas de la Tesorería del Distrito Federal para obtener una devolución por 398 pesos que una grúa le cobró de más en una multa de tránsito durante 2008.
Se dicen fácil cinco minutos dentro de esa oficina de gobierno, pero a Arturo Cubero Piña le costó un año y medio de un juicio en contra del gobierno de la ciudad para lograr que finalmente la Tesorería capitalina acatara la orden de un juez y le devolviera el dinero.
El caso llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) después de que en nueve ocasiones el gobierno de la ciudad se negara a acatar el fallo que emitió un juzgado de distrito en materia administrativa.
En el máximo tribunal del país los ministros ya estaban por iniciar un proceso para remover del cargo a la autoridad responsable del desacato, ya fuera el jefe de Gobierno del DF, el secretario de Finanzas o el tesorero.
Sin embargo, el caso quedó sobreseído, pues ante el riesgo de enfrentar un remoción del cargo, las autoridades locales finalmente aceptaron pagar, por lo que el juicio de desacato queda sin materia.
Por la tarde, personal de la Tesorería capitalina se presentó en el despacho de abogados del que es titular Cubero Piña para notificarle que ya estaba listo su cheque y que podía pasar por él cuando quisiera, aunque es de destacar que los oficios tenían carácter de urgente. “Lo curioso es que ya me estaban rogando para pagarme. Los avisos que me mandaban son de fecha 13 de julio y está sellado el 13 de julio. Hay otro oficio que tengo aquí también, en calidad de urgente, fue del 15 de julio se me entregó también el 15 de julio. Curiosamente son dos oficios que el mismo día que se hicieron el mismo día se me entregaron”, dijo Cubero.
En el máximo tribunal
El 15 de julio EL UNIVERSAL dio a conocer el caso de este licenciado que presentó un amparo en enero de 2008 por una multa que le impuso una grúa de Tránsito en la colonia del Valle.
Este ciudadano reconoce que en aquella ocasión dejó estacionado su vehículo en un lugar prohibido, por lo que la grúa intentó llevarse su auto al corralón. Sin embargo, Cubero Piña llegó al lugar justo en el momento en el que la unidad enganchaba su vehículo para llevarlo al corralón, por lo cual no procedía ya el traslado del auto al depósito. No obstante, los operadores de la grúa cobraron la multa, por 131 pesos, más un arrastre por 398 pesos que nunca ocurrió.
Ayer, Arturo Cubero ingresó en punto de las 12:00 horas a la sede de la Tesorería y al salir, con una sonrisa dibujada en el rostro, destacó que derivado de este juicio promovido por él ocurrió lo contrario de lo que sucede normalmente. “La autoridad me andaba buscando para pagarme”, indicó el señor.
Sin embargo, además de ese año y medio de proceso judicial, Arturo Cubero señala que si se cobrara a si mismo los honorarios de abogado por ese juicio, se tendría que pagar a sí mismo aproximadamente 7 mil pesos, por lo que la recuperación de esos 398 pesos es algo sobre todo simbólico, explica.
“Estoy recobrando algo que se me cobró injustamente y eso para mí es muy importante, que de alguna forma se me gratifique el tiempo que perdí. El dinero no es algo que signifique gran cosa, pero el haberlo recibido sí; además es muy positivo pues ya he visto que a otros ciudadanos que se encuentran en el mismo caso ya actualmente se les está cobrando única y exclusivamente la multa por mal estacionados”, dice este abogado
Ayer, por fin lo logró, y tardó menos de cinco minutos en entrar y salir de las oficinas de la Tesorería del Distrito Federal para obtener una devolución por 398 pesos que una grúa le cobró de más en una multa de tránsito durante 2008.
Se dicen fácil cinco minutos dentro de esa oficina de gobierno, pero a Arturo Cubero Piña le costó un año y medio de un juicio en contra del gobierno de la ciudad para lograr que finalmente la Tesorería capitalina acatara la orden de un juez y le devolviera el dinero.
El caso llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) después de que en nueve ocasiones el gobierno de la ciudad se negara a acatar el fallo que emitió un juzgado de distrito en materia administrativa.
En el máximo tribunal del país los ministros ya estaban por iniciar un proceso para remover del cargo a la autoridad responsable del desacato, ya fuera el jefe de Gobierno del DF, el secretario de Finanzas o el tesorero.
Sin embargo, el caso quedó sobreseído, pues ante el riesgo de enfrentar un remoción del cargo, las autoridades locales finalmente aceptaron pagar, por lo que el juicio de desacato queda sin materia.
Por la tarde, personal de la Tesorería capitalina se presentó en el despacho de abogados del que es titular Cubero Piña para notificarle que ya estaba listo su cheque y que podía pasar por él cuando quisiera, aunque es de destacar que los oficios tenían carácter de urgente. “Lo curioso es que ya me estaban rogando para pagarme. Los avisos que me mandaban son de fecha 13 de julio y está sellado el 13 de julio. Hay otro oficio que tengo aquí también, en calidad de urgente, fue del 15 de julio se me entregó también el 15 de julio. Curiosamente son dos oficios que el mismo día que se hicieron el mismo día se me entregaron”, dijo Cubero.
En el máximo tribunal
El 15 de julio EL UNIVERSAL dio a conocer el caso de este licenciado que presentó un amparo en enero de 2008 por una multa que le impuso una grúa de Tránsito en la colonia del Valle.
Este ciudadano reconoce que en aquella ocasión dejó estacionado su vehículo en un lugar prohibido, por lo que la grúa intentó llevarse su auto al corralón. Sin embargo, Cubero Piña llegó al lugar justo en el momento en el que la unidad enganchaba su vehículo para llevarlo al corralón, por lo cual no procedía ya el traslado del auto al depósito. No obstante, los operadores de la grúa cobraron la multa, por 131 pesos, más un arrastre por 398 pesos que nunca ocurrió.
Ayer, Arturo Cubero ingresó en punto de las 12:00 horas a la sede de la Tesorería y al salir, con una sonrisa dibujada en el rostro, destacó que derivado de este juicio promovido por él ocurrió lo contrario de lo que sucede normalmente. “La autoridad me andaba buscando para pagarme”, indicó el señor.
Sin embargo, además de ese año y medio de proceso judicial, Arturo Cubero señala que si se cobrara a si mismo los honorarios de abogado por ese juicio, se tendría que pagar a sí mismo aproximadamente 7 mil pesos, por lo que la recuperación de esos 398 pesos es algo sobre todo simbólico, explica.
“Estoy recobrando algo que se me cobró injustamente y eso para mí es muy importante, que de alguna forma se me gratifique el tiempo que perdí. El dinero no es algo que signifique gran cosa, pero el haberlo recibido sí; además es muy positivo pues ya he visto que a otros ciudadanos que se encuentran en el mismo caso ya actualmente se les está cobrando única y exclusivamente la multa por mal estacionados”, dice este abogado