Saphiro
Bovino adicto
- Desde
- 20 Mar 2009
- Mensajes
- 568
- Tema Autor
- #1

Aquellos que se atrevan a caminar al atardecer o de noche por antiguos cementerios o por terrenos pantanosos y húmedos es posible que vean luces pálidas como llamas flotando a poca distancia del suelo. Se trata de los fuegos fatuos (ignis fatuus), un curioso fenómeno que los científicos justifican como la combustión espontánea de la fosfina (PH3, gas que arde a baja temperatura, producto de la descomposición de la materia orgánica) y del metano (CH4). Pero, lejos de una explicación unánime, las leyendas sobre estas luces son muchísimas, a veces debidas al extraño comportamiento de este fenómeno:
Se dice que los fuegos fatuos retroceden al acercarse a ellos.
Se mueven y balancean en el aire errática y arbitrariamente, incluso contra el viento.
Duran varios minutos y mantienen su tamaño y forma mientras se mueven.
La explicación científica superior es la más aceptada; sin embargo, experimentos a cargo de Luigi Garlaschelli han reproducido las luces añadiendo compuestos químicos a materia orgánica en putrefacción, sin producir combustión ninguna. El errático comportamiento y la extraña estabilidad de los fuegos es todavía un misterio.
La fosfina es el gas que, supuestamente, origina los fuegos fatuos. Es producto de la descomposición de la materia orgánica y arde a temperatura ambiente, pero no así el metano. Además, la capa de aire que se encuentra sobre el suelo por la noche es demasiado fría para una ignición, por lo que esta teoría no es del todo aceptable. Por ello, los científicos han propuesto las siguientes:
La luz es producida por quimioluminiscencia de las sales de calcio de los huesos o por bioluminiscencia, similar a la del hongo Armillaria mellea.
Otra afirma que son originadas por descargas de piezoelectricidad (como la que se produce al ejercer fuerza sobre el cuarzo, que es la utilizada en los mecheros). Movimientos tectónicos del subsuelo presionarían las rocas hasta conducir una corriente eléctrica a la superficie, que se liberaría en el aire produciendo una luminiscencia. Esta teoría sí explica la reacción de las luces a la presencia de cuerpos, como el de una persona que se acerca, y el movimiento errático de las mismas.
Las luces se han relacionado con otros fenómenos semejantes: el Fuego de San Telmo y los rayos globulares, pero no existe vínculo alguno entre ellos.
El fenómeno del fuego fatuo se ha asociado, en términos legendarios, a las almas de los muertos en los cementerios por su indudable esencia tenebrosa y misteriosa. El folclore popular ha creado numerosos mitos acerca de él, y la literatura romántica lo ha tratado como metáfora de la ilusión inalcanzable o de lo siniestro e inexplicable. Realidad o ficción, la investigación científica deberá aclararlo. De momento, no he sido capaz de encontrar una foto del fenómeno, y no creo que me atreva a andar por un cementerio de noche para conseguirla…
FUENTE
http://hypermarkup.es/fuego-fatuo-leyenda-y-realidad.html