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Bovino Milenario
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Espero que les guste esta informacion :vientos:
La naturaleza posee escenarios tan estructurados que parecieran haber sido creados por el hombre. Paisajes de distintas partes del mundo adquieren semejanzas con rostros, perfiles u otras figuras conformadas de roca y ceniza volcánica.
Arco Iris a través de una chimenea de hadas. Paisajes en el centro de Turquía impulsan leyendas sobre la existencia de seres mágicos que habrían creado estas escenas. Una grieta de basalto, a través de una gruesa capa de piedra formada por el paso de miles de años, parece una ventana encantada.
El Gigante Dormido. Esta formación rocosa se encuentra frente a la costa de Irlanda, cerca de las islas Blasket. El llamado "Hombre muerto" yace tranquilo y abandonado, como las ruinas de un castillo cercano a él.
Cabeza de indio, cara de bruja, bloques de construcción y corazón australiano. El paso del tiempo y el desgaste de las rocas pueden simular la imagen de rostros. Este es el caso de las montañas rocosas de Colorado, donde una gran piedra roja deja ver las facciones de un jefe indio a juzgar por su rostro triangular (superior izquierda).
En Laguna Beach, California, una formación parece ser el perfil de una bruja: nariz escarpada, pelo puntiagudo y barbilla alargada (superior derecha).
En Perú fueron encontradas piedras calizas rectangulares en donde se creyó que estaba la Ciudad Perdida. Análisis geológicos comprobaron que las rocas se habían formado naturalmente y no por intervención del hombre (abajo izquierda).
En Ayers Rock, Australia, la hendidura en una roca posee la forma de un corazón rojo perfectamente delineado. Esta formación recibe el nombre de uluru, lugar sagrado para los aborígenes.
Rocas de Moeraki: A lo largo de la costa de Nueva Zelanda pueden encontrarse estas grandes piedras esparcidas en Koekohe Beach. Sus perímetros miden hasta cuatro metros. Las piedras nacieron al fondo del mar por la acumulación de sales de calcio alrededor.
La mujer dormida. En México tenemos al Iztaccíhuatl, una montaña que se asemeja a una mujer boca arriba con los brazos cruzados sobre el pecho. La leyenda dice que Iztaccíhuatl fue una princesa que se enamoró de Popocatépetl, uno de los guerreros de su padre, quien lo envió a combatir prometiéndole entregarle a su hija si regresaba victorioso.
Chimeneas de las hadas. Se encuentran en Capadocia, Turquía. Se trata de pilares cónicos de roca volcánica, creados por la erosión del viento y el agua. Esto causó que las piezas de roca más duras permanecieran en la cima de altas columnas de piedra blanda. En esos valles hay rastros de ciudades subterráneas.
Esfinge natural. A diferencia de la ubicada en Egipto, ésta no requirió del esfuerzo humano para su elaboración. Está ubicada en el parque nacional de Hingol, en Pakistán, y fue esculpida por los vientos costeros semi-desérticos durante millones de años.
La naturaleza posee escenarios tan estructurados que parecieran haber sido creados por el hombre. Paisajes de distintas partes del mundo adquieren semejanzas con rostros, perfiles u otras figuras conformadas de roca y ceniza volcánica.
Arco Iris a través de una chimenea de hadas. Paisajes en el centro de Turquía impulsan leyendas sobre la existencia de seres mágicos que habrían creado estas escenas. Una grieta de basalto, a través de una gruesa capa de piedra formada por el paso de miles de años, parece una ventana encantada.
El Gigante Dormido. Esta formación rocosa se encuentra frente a la costa de Irlanda, cerca de las islas Blasket. El llamado "Hombre muerto" yace tranquilo y abandonado, como las ruinas de un castillo cercano a él.
Cabeza de indio, cara de bruja, bloques de construcción y corazón australiano. El paso del tiempo y el desgaste de las rocas pueden simular la imagen de rostros. Este es el caso de las montañas rocosas de Colorado, donde una gran piedra roja deja ver las facciones de un jefe indio a juzgar por su rostro triangular (superior izquierda).
En Laguna Beach, California, una formación parece ser el perfil de una bruja: nariz escarpada, pelo puntiagudo y barbilla alargada (superior derecha).
En Perú fueron encontradas piedras calizas rectangulares en donde se creyó que estaba la Ciudad Perdida. Análisis geológicos comprobaron que las rocas se habían formado naturalmente y no por intervención del hombre (abajo izquierda).
En Ayers Rock, Australia, la hendidura en una roca posee la forma de un corazón rojo perfectamente delineado. Esta formación recibe el nombre de uluru, lugar sagrado para los aborígenes.
Rocas de Moeraki: A lo largo de la costa de Nueva Zelanda pueden encontrarse estas grandes piedras esparcidas en Koekohe Beach. Sus perímetros miden hasta cuatro metros. Las piedras nacieron al fondo del mar por la acumulación de sales de calcio alrededor.
La mujer dormida. En México tenemos al Iztaccíhuatl, una montaña que se asemeja a una mujer boca arriba con los brazos cruzados sobre el pecho. La leyenda dice que Iztaccíhuatl fue una princesa que se enamoró de Popocatépetl, uno de los guerreros de su padre, quien lo envió a combatir prometiéndole entregarle a su hija si regresaba victorioso.
Chimeneas de las hadas. Se encuentran en Capadocia, Turquía. Se trata de pilares cónicos de roca volcánica, creados por la erosión del viento y el agua. Esto causó que las piezas de roca más duras permanecieran en la cima de altas columnas de piedra blanda. En esos valles hay rastros de ciudades subterráneas.
Esfinge natural. A diferencia de la ubicada en Egipto, ésta no requirió del esfuerzo humano para su elaboración. Está ubicada en el parque nacional de Hingol, en Pakistán, y fue esculpida por los vientos costeros semi-desérticos durante millones de años.
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