VileTouch
Bovino de la familia
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Filosofía: Doctrina humanista, a cuyos practicantes se les llama filósofos, que pretende solventar los problemas existenciales del ser humano a base de pensar y razonar.Se puede decir que es un intento de explicar cosas no demostrables de forma que alguien que no es mas que un hippie vago pueda ser considerado gente respetable. La mayoría de ellos padecen problemas mentales, antes, durante y/o después de enunciar cada uno de sus discursos, diálogos, monólogos... etc, por lo que la gente normal no suele hacerle mucho caso.
Para anunciar dichos diálogos, los filósofos realizan actos de concentración tales como pegarse contra una pared o beberse cinco barriles de cerveza. Según su testimonio, eso les ayuda a pensar "con claridad".
Pica Pollo: pron. pee-kah-poh-yoh, Suculento plato altamente grasoso que consiste en pollo empanizado frito y suele ir acompañado de tostones. Se caracteriza por su bajo precio.
Turpén: Tutumpote, Manda-más, Matatán. Refierese a una individuo adinerado, rico, poderoso, generalmente un político, que manipula a su antojo a personas “mentalmente débiles” a fuerza de soltar dinero sin ninguna mesura o medida. Su hábitat natural son los países con economías pobres o en decadencia, donde sus acciones son más efectivas. Suelen estar rodeados de unos parásitos llamados “lambe-sacos” o simplemente “lambones” cuya función es la de alabarlos y endiosarlos. Sus presas favoritas son los “hijos de machepa” (personas pobres, desheredadas de la fortuna) con quienes hace lo que se le venga en gana a cambio de unos cuantos pesos.
La filosofía es un saber para conocer y manejar mejor la realidad. Una de las ramas más importantes es la gnoseología, palabra dominguera que en buen cristiano significa “teoría general del conocimiento” la cual se ocupa de entender qué se conoce y cómo se conoce, digamos de la uva, o quizás como usted llego a conocer mejor a Fulano o Zutano.
La primera vez que le presentaron a Fulano, usted amablemente dijo: “un placer conocerlo”, pero realmente ¿usted conoció ya a esa persona? No, eso es solo un decir… De hecho (y nos pasa a todos), muchos años después de estar conociendo y sabiendo cosas de un fulano, llega el día que uno dice: “ahora es que yo conozco a ese malvado!”, con lo que usted da con (o por lo menos se aproxima a) lo esencial del fulano en cuestión: que es un bandido.
De igual manera, las ciencias se enfrentan con el mismo problema: tiempo en conocer y exactitud en lo que se conoce. El saber que supervisa esta operación científica se denomina epistemología. Esa rama de la filosofía que chequea si lo que dicen las ciencias es exacto o no.
El problema está en que los científicos gastan mucho dinero y tiempo en lograr la exactitud, por lo que el conocimiento científico es caro, y al decir caro todo ello se convierte en una vaina!. Y de esa “vaina” vamos a conversar un poco.
¿Por qué necesitamos la ciencia?
Porque dice verdades (y también por otros muchos beneficios). Por ejemplo, si le da una “gripe mala”, usted va al médico, y él le dice lo que verdaderamente le pasa. Si va a donde un brujo, este quizás le diga lo que pasa. Pero si además del dolor usted no puede respirar, tiene diarrea, etc. , el brujo, de todas maneras, le manda un té de hojas de cuadernos, o a veces también, un té de hojas de afeitar, el cual “corta” la gripe al instante!, mientras que el médico le receta un Tamiflú. Eventualmente, como todos sabemos, el medico gana.
Ciencia al fin, el medico cobra “unos cuartos” por sus servicios (generalmente mucho más que el brujo-curandero). El mensaje es claro: la ciencia es cara… y a veces, muy cara.
Además de ello tenemos otro problema: la vida cambia y nosotros como personas y como sociedad tenemos que adaptarnos a esos cambios. La ciencia nos ayuda, claro. Pero como esto concierne a todos, es buena idea que los gobiernos se vean involucrados en ello. La “vaina” es lo que eso cuesta.
Pero hay algo peor: Quién nos dice que después que “los cuartos aparezcan” para hacer eso, esas investigaciones darán los frutos esperados? Oh, muy sencillo, usando una palabra dominguera: un epistemólogo, un filósofo de la ciencia; nadie más. Si no tenemos filósofos de la ciencia, nos vendremos a dar cuenta del desastre que se hizo hasta muchos años después.
Otros preguntarían ¿Y por qué es necesaria la exactitud, si en realidad “lo que no mata engorda”, dicen?
Veamos un caso:
Un señor pone un restaurante. Uno de los platos más populares es el pica-pollo con tostones, el preferido de las “señoritas de la vida alegre” del barrio. Al principio todo va bien. Las ventas van “viento en popa”. Pero los tiempos cambian!. Las “señoritas” del área comenzaron a convertirse en “Señoras respetables”. Cuando un Turpén las invitaba a comer no se atrevían a pedir un pica-pollo porque eso era vergonzoso (“eso es comida de mujeres de la mala vida!”), aunque en el fondo lo deseaban irrefrenablemente. Las ventas comenzaron a bajar y el restaurante eventualmente quebró.
¿Qué hizo falta ahí? Un poco de información: si en vez de ofrecer un pica-pollo con tostones por $80 hubiese ofrecido “coq fritte au sauce sucre rouge” a un costo de $800, la “señora respetable” de turno hubiese tenido la oportunidad de demostrar lo refinada que es (al mismo tiempo que pone a “gastar cuartos” al Turpén del momento), y hubiese pedido lo que para sus fueros es “la vaina esa que nadie entiende” pero que en realidad no es más que “un pica-pollo con kétchup”.
El restaurante no solo se hubiese mantenido abierto, sino que haciendo más dinero que antes. ¿Qué falló ahí? El dueño no quiso invertir tiempo y dinero en conocer mejor su clientela y adaptarse a los tiempos.
Con los países pasa lo mismo pero multiplicado por mil, en términos de complejidad y sofisticación de las soluciones y es aquí que precisamente entra en juego la investigación científica y su “supervisora” la filosofía.
Así que la próxima vez que alguien le pregunte ¿Filosofía, y con qué se come eso? Usted le responde “eso no es más que un pica-pollo con kétchup!”